24 de junio de 2006
Entrevista Programa “Informe Central” realizada por Rolando Graña
Graña: … Buenas, Mario
Silo: ¿Como estamos?
Graña: Mucho gusto en conocerlo.
Silo: ¿Mucho gusto, bien?
Graña: Si bien, hola.
Silo: Llegaron puntualmente…
Graña: Pero fue una contradicción, fue un error… algo pasó…
Silo: ¿Porqué?..
Graña: Porque con esta lluvia llegar en punto hasta acá… bueno, listo, vamos…
Graña: Que lindo que está esto…
Silo: sí, sí…
Graña: ¿Por qué nunca habla con la tele?
Silo: Porque tenemos diferencias…
Graña: ¿Con la televisión, hombre?
Graña: Qué lindo es esto ¿no?… qué lindo, qué acústica tiene…
Silo: Sí bárbara. Es una cosa buenísima.
Graña: ¿Por qué está hecho así?
Silo: Porque lo que interesa desde nuestro punto de vista es el vacío, mas que el lleno. Entonces retiran estas cositas y no hay nada.
Graña: Como un templo…
Silo: Ni íconos, ni colgajos, ni ninguna cosa…
Graña: Impresiona como resuena la voz.
Silo: Así, sí…es buenísimo… muy buena.
Graña: Empezamos ahora desde el fondo de los tiempos, ¿de dónde salió usted?
Silo: De Mendoza.
Graña: Bueno pero qué hacía, a qué se dedicaba…
Silo: Nada, había terminado el secundario, estaba en ciencias políticas…
Silo: ¡Hola! ¿Cómo estás? ¿De dónde vienes?
Respuesta: De Paraguay.
Silo: Pero muy bien.
Silo: Hola ¿cómo están?
Graña: Entonces, de Mendoza. ¿A qué se dedicaba?
Silo: Teníamos una alcoholera, una alcoholera familiar y demás pero, que hacía sus cositas. Vendía a farmacias, vendía a distintos lados… traíamos fraccionado de Tucumán.
Graña: Usted de joven me contaba que comenzó a viajar.
Silo: Sí, casi… casi en ese momento.
Graña: ¿A qué edad?
Silo: Entonces habrá sido… a ver… Yo debo haber tenido unos 19 años, algo así. Y entonces me largué a lo más inmediato, a lo más contiguo… a Chile y de Chile empecé a subir por la Puna de Atacama, casi.
Graña: Esto ¿en qué año era?
Silo: Esto era en… el cincuenta y seis, …cincuenta y siete. Y seguí hasta Perú, en Perú ya la moto no funcionó, entonces…
Graña: ¡Ah! en moto, ¿como el Ché Guevara?
Silo: Sí, sí, empecé a tomar camioncitos ese tipo de cosas y llegué a Colombia, bien, recorrí distintos lados… Recorrí distintos países de América Latina y pegué la vuelta. Y seguí con mis cosas, las alcoholeras, todos esos líos.
Después me fui a Europa y también recorrí varios países. Me quedé particularmente en Nápoles algo de dos meses, una cosa así y seguí tomando muestras.
Graña: ¿Qué es tomando muestras?
Silo: Tomando muestras es ver cómo estaba, lo que me parecía a mí que era un desequilibrio grande sobre todo en el proceso de las generaciones. Que unas suceden a otras, eso tiene una mecánica, una dialéctica generacional diría Ortega.
Pero vi que había un desequilibrio muy importante, generacionalmente hablando. Eso me quedó claro ya en el 68 donde las nuevas generaciones se levantaron, donde Mao Tse Tung aprovechó ese levantamiento generacional para largar su revolución cultural…
Graña: Bueno y aquí en Argentina eran los tiempos de la guerrilla, padres contra hijos…
Silo: Claro, claro, todo ese lío. Efectivamente era lo que yo había visto que ya estaba en formación
Graña: Estaba en el aire.
Silo: Sí, sí, estaba claramente en aquella época. Esas eran las muestras que tomaba, sobre todo eran muestras generacionales. Los que me dieron muchas pautas de esos cambios generacionales eran los artistas jóvenes. Habían muchos cambios en la visión del mundo de los artistas jóvenes que no tenían acceso a los medios, que no tenían acceso al gran teatro, a la gran exposición y me acuerdo particularmente de un grupo, que se auto titulaba “Nadaísta”… Nadaísta.
Graña: La nada misma…
Silo: La nada misma, los nadaístas esos, negaban todo y lo negaban con una fuerte dialéctica con sus padres, con el sistema establecido, con los valores establecidos, eso me dio una sintomatología importante, de lo que empezaba a desarrollarse…
Graña: ¿Que edad tenía, en aquél momento?
Silo: Y ya tendría 20 años, algo así, 22 años o no… por ahí, 20 años.
Graña: … Vuelve a Mendoza
Silo: Vuelvo a Mendoza, me sigo dedicando a mis cosas. Después me voy a Europa, sigo tomando muestras. Lo que pasa que yo salté al 68 para aclararnos este asunto de que las muestras que tomaba me sirvieron para entender eso que ocurría 10 años después. Yo estoy en el 58 tomando esas muestras y viendo todo eso, y viendo toda esa dialéctica generacional en marcha y en el 68 ya veo que en la Politécnica de Roma, en la Universidad de El Cairo, finalmente en Paris… finalmente en París y no al comienzo, la revolución cultural de Mao y todos esos fenómenos, ahí veo explotar esa dialéctica generacional y que simplemente había visto en pequeños círculos de artistas, de jóvenes rebeldes, de todo aquello, ahora tomaba un carácter sicosocial.
Graña: ¿Qué edad tenía usted en el 69?
Silo: En el sesenta y nueve, tenía treinta años
Graña: A ver, usted que diría si le cuentan que hace tanto tiempo o hoy mismo, hay un joven de 30 años que va a una montaña, reúne cuántos… doscientas, trescientas, cuatrocientas personas y da un mensaje, ¿sería un fenómeno por lo menos para que salga en los noticieros?
Silo: Si así fue …porque se descolgó…
Graña: Era muy joven usted, quiero decir fue una cosa extraña para aquél momento…
Silo: Si, sí, se descolgó la CBS, se descolgaron de varios lados a ver ese fenómeno porque tenía características especiales…
Graña: ¿Cómo llego hasta ahí, a convocar?
Silo: ¿Cómo llego la CBS? Por ejemplo…
Graña: No, no eso es un problema de la cadena de televisión. Cuénteme usted como llegó a juntar tanta gente en una montaña…
Silo: Bueno, precisamente…
Graña:¿Y por qué lo seguían?
Silo: Yo creo que aprovechamos los mismos errores que tuvo el gobierno. Eso que en Yu-Yitsu se llama aprovechar la fuerza del otro. Eso de prohibir a todo el mundo y prohibirnos a nosotros…
Graña: Espere que le voy a sacar el saco del hombro… porque si no, me está poniendo nervioso y se le va a quedar el dedo duro.
Silo: Eso que nosotros pudiéramos pese a las prohibiciones hacer un acto público con la anuencia del mismo gobierno, porque consultamos, nosotros siempre hemos sido muy obedientes, consultamos al gobierno… ¿no podremos hacer un acto público?… pero cómo se les ocurre … retírense de acá… bueno.
Graña: Era la dictadura de Onganía, estaban prohibidas las manifestaciones.
Silo: Claro, claro… ¿pero si no hablamos en los lugares públicos clásicos, si no hablamos en las ciudades, si no hablamos en los lugares de reunión, en las plazas públicas… a lo mejor podemos reunirnos en la montaña en un lugar donde los amigos van a comer asados, donde… ¡Ah!, si quieren hablar ahí, háblenle a las piedras dijeron… Ah bueno… y eso hicimos. Le hablamos a las piedras y ahí empezó la fiesta.
Graña: No era un mensaje político tampoco.
Silo: No, no era… no era, sin embargo el régimen se sintió tocado y nos largó todos los medios que tenía en sus manos para deformar la realidad de nuestro mensaje.
Graña: ¿Qué dijeron de ustedes en aquel momento?
Silo: De todo, que se yo qué dijeron.
Graña: Pero cuénteme hombre…
Silo: Hablaban de gurú ellos. En esa época parece que era muy degradatorio lo de gurú. Hoy se habla del gurú del cuadro de fútbol, del gurú de la empresa, pero en esa época gurú sería algo bastante peyorativo.
Graña: Bueno, eran los tiempos del hipismo también… el nacimiento del hipismo.
Silo: Claro, claro.
Graña: ¿Fue de alguna manera un fenómeno de la cultura hippie?
Silo: No, de ninguna manera. El hipismo en realidad nunca participó de nuestras cosas. No lo entendió, al fenómeno. No es que nosotros nos tiráramos en contra de ese fenómeno, pero el hipismo no simpatizó… en realidad no hemos visto que haya simpatizado mucha gente nunca… o sea que debemos estar totalmente equivocados.
Graña: Bueno pero consiguieron muchos adeptos en el mundo.
Silo: Bueno, eso sí, pero claro, también los países del mundo son como 164 según Naciones Unidas. Entonces si ponemos unos pocos miles en cada país… el bulto es grande, pero en cada lugar son grupos reducidos, en realidad. Son grupos reducidos, veremos qué dice el proceso.
Graña: ¿Cuáles son los conceptos fundamentales de aquel mensaje del 69?
Silo: Bueno, era la no violencia. Era que el tema de la violencia no podía solucionarse simplemente ni por declaraciones ni por acciones políticas. Porque el tema de la violencia era algo más hondo, más profundo, más de adentro de cada ser humano.
Graña: Recordemos que en aquél momento en el contexto político había dictadura por un lado y del otro lado una naciente guerrilla en transformación.
Silo: Claro que sí, claro que sí y todos eran violentos. Entonces claro, no nos querían de ningún lado. Por ejemplo la guerrilla o los que eran partidarios de esas cosas, veían en nosotros gentes que trataban de desviar la revolución, de ablandar los ánimos combativos, de decepcionar a la gente joven en su lucha por la libertad y todo aquello, así nos veían. Estoy hablando de la gente bien intencionada no de los que tiran a matar porque sí, ellos nos veían como un fenómeno desviatorio. Y las dictaduras ni hablarlas, las dictaduras nos veían como…
Graña: ¿Y las religiones?
Silo: Las religiones bueno…
Graña: ¿La iglesia como los veía?
Silo: La religión oficial de acá, en ese momento…
Graña: Qué era mucho mas fuerte que ahora…
Silo: Que era más fuerte. El catolicismo, era muy contra y muy enemigo.
Graña: ¿Qué decían de ustedes?
Silo: Y nosotros seríamos una secta para ellos, una secta satánica o cosa por el estilo,
Graña: Satánica… está jodido…
Silo: Claro, claro… satánica. Y los protestantes en Inglaterra y en otros lugares nos veían también como gente de lo último. Así que en estas áreas…
Graña: Ahora, volvamos un poquito atrás, ¿cómo algo que nace en el 69 en Mendoza, de pronto aparece con seguidores en otros países del mundo?
Silo: Así es.
Graña: ¿Por qué?
Silo: Yo creo que la dictadura nuevamente nos ayudó mucho en el sentido de que mucha gente tuvo que irse, a mucha gente la metieron presa, a mucha gente la persiguieron y la gente voló. Y al irse de acá se fueron precisamente a esos lugares que están conectados con Argentina es decir a España y a Italia. Entonces se puede ver esa línea como los primeros grupos aparecen en España y en Italia. También algunos se van, es cierto, a Venezuela, a Estados Unidos y demás, pero los grupos más fuertes se van a esos dos puntos. Se explica por qué. Por similitud de idiomas, por rasgos culturales comunes, se van a esos dos lados.
Graña: ¿Cómo se hace usted conocido como para llegar a tener tanta gente que va a la montaña a escucharlo? En ese año 69. Entre una cosa y otra, entre el joven que vuelve de viaje y el momento del mensaje, ¿cómo se va haciendo conocido? O sea ¿cómo va logrando seguidores?
Silo: Con pequeños grupos, con pequeños grupos con los que contábamos.
Graña: ¿Grupos de qué?
Silo: Grupos de estudio personal. Eran grupos que estudiaban qué pasaba con uno, qué pasaba con el medio inmediato, qué pasaba con la situación mundial. Nos abocábamos a eso. Pero cuando hablo de grupos hablo de, qué se yo, de 7 personas que se reúnen en un garaje. Era lo que hacíamos.
Graña: Bueno, en aquel momento había una costumbre de juntarse a leer y a debatir.
Silo: Claro, claro.
Graña: Lamentablemente perdida esa costumbre…
Silo: Sí, no era nada anormal, y esa gente si seguimos la línea, vamos a ver que estaba, donde, en Mendoza y en Chile, que está al lado. Entonces se formaban esos pequeños grupitos. Algo ya se empezaba a ver en Buenos Aires. Pero cuando producimos esa arenga, en la montaña, quienes llegan ahí, ¿quienes son esos 200 que llegan ahí? Son gente de Mendoza y gente de Santiago de Chile y unos pocos amigos que vienen de Buenos Aires. Pero, o sea, quiero decir que no hay nada misterioso en este desarrollo que se ve como se produce, por las contigüidades geográficas o culturales como en los otros casos.
Graña: En aquellos momentos, donde todo era política, ya fuera que urgencia de revolución o guerra fría, usted proponía un énfasis en lo personal.
Silo: Sí, así es. Que es lo mismo que propongo ahora. Un énfasis fuerte en lo personal. Porque para hablar de las situaciones sociales y económicas nosotros hablamos en los términos del Humanismo, adherimos en lo que el Humanismo plantea como cosa importante. Pero para nosotros el centro de gravedad está en lo que sucede en uno. Pero si usted me dice, qué hacemos con los gobiernos, qué hacemos con…, bueno mire, acá existe el Humanismo en distintas partes del mundo, existe como partido político, existe como organizaciones culturales, sociales, así que nosotros adherimos en materia social y cultural a lo que propone el Humanismo… pero, en lo que hace a lo que ocurre con uno mismo, eso lo hacemos a través de lo que llamamos El Mensaje. Un mensaje muy breve, muy pequeñito, con un librito muy chiquito también, que habla del camino, que habla de, qué se yo… la vida cotidiana y no mucho más. No es para nada complicado lo que sucede con El Mensaje, es algo muy al alcance de la gente. Es muy distinta a las formulaciones teóricas que a veces uno encuentra en el Humanismo. Ahí hay formulaciones que…
Graña: Usted no se presenta en sociedad como un filósofo…
Silo: No, absolutamente.
Graña: ¿Como un predicador?
Silo: Tampoco, tampoco porque es poca la prédica que hago en los lugares públicos. Ahora cuando nos reunimos entre amigos…
Graña: No es un predicador de masas, y tampoco lo fue con el tiempo.
Silo: No, no, no… Nunca ocurrió nada parecido a lo de los predicadores.
Graña: ¿Y por qué lo sigue la gente?
Silo: Yo creo que encontrará algo en común con su situación. No creo que sea por la fuerza del verbo, o lo que yo presente como punto importante en mis explicaciones de las cosas. No, yo creo que es porque la gente tiene eso en su interior.
Graña: En El Mensaje hay una interpelación fuerte al sufrimiento, a la gente que sufre.
Silo: Sin duda, a la gente que sufre y al fracaso. Sobre todo al fracaso. A nosotros nos parece un punto capital. Quien crea que no ha fracasado va a tener problemas para entender lo que decimos. En realidad no va a tener problemas, porque es alguien de éxito…
Graña: Y eso que era en otro tiempo, donde había otras ilusiones…
Silo: Sí, sí por supuesto
Graña: Esto después con los años cuando se empezó a hablar del “no future” y…
Silo: Sí, sí, es con el tema del fracaso donde nosotros ahí hemos puesto especial énfasis.
Graña: ¿Por qué la cuestión del fracaso y del sufrimiento es un punto de tal atracción para la gente o para la gente que escucha?
Silo: Y porque la gente lo reconoce como real, como verdadero, como experimentable. No es algo que esté publicitado en el sistema. Usar la palabra fracaso es lo menos convocante y lo menos publicitario que uno puede imaginar. ¿Cómo uno va a decir…?
Graña: Lo menos seductor…
Silo: Nosotros somos fracasados… ¡Ah! muy bien… eso no lo vamos a escuchar.
Graña: Pero habla del sufrimiento íntimo de la gente.
Silo: Claro, entonces hay tal verdad en lo que decimos que mucha gente lo registra y dice, bueno esto debe ser así, posiblemente. Por ahí va. Por el lado del reconocimiento de una verdad interna y no por el lado de un armado ideológico. No, es por el lado del reconocimiento de una verdad interna.
Graña: Cambiar desde uno entonces, ¿cómo se cambia una persona desde si misma?
Silo: Es como levantarse desde los propios pelos… Difícil, difícil. Pero justamente el reconocimiento del sufrimiento es el que impulsa fuera del sufrimiento. Cuando uno reconoce que la cosa está mal y que la cosa no tiene salida, uno busca aire fresco. Busca abrir las ventanas para que entre el sol, para que entre el viento y entonces uno cambia o puede cambiar por lo menos, eso creo…
Graña: ¿Cuántos seguidores llegó a tener en el mundo?
Silo: ¿Seguidores? Bueno, es un modo de llamarlo, y no sé, habrá un millón, dos millones algo así será…
Graña: Es mucho.
Silo: Pero hay que preguntarle a los muchachos que andan con las estadísticas, ellos saben, ellos cuentan todo. Sí, debe ser una cosa así.
Graña: Bueno, no es habitual que alguien que reflexione, desde Mendoza, logre un millón de personas que compartan su pensamiento en el mundo. Digamos… no hay otro… eso en Argentina
Silo: No, no creo que haya una cosa así. Pero…
Graña: Además en un pensamiento organizado.
Silo: Sí, sí, tiene sus virtudes y tiene sus defectos. Pero en fin…
Graña: Con el correr de los años lo persiguieron, lo acusaron, ¿que pasó en la dictadura por ejemplo?
Silo: A mi me metieron preso 17 veces, que no es mucho, porque me tenían preso una semana, me soltaban, me mandaban a Villa Devoto, a distintos lados. Pero…
Graña: ¿En la dictadura de Onganía o en la dictadura de Videla?
Silo: En la última, en la de Videla sobre todo.
Graña: ¿Con qué cargos?
Silo: Nunca había cargos, nunca había cargos. Eso era lo más interesante.
Graña: Qué, ¿lo metían preso en Mendoza y lo mandaban para acá?
Silo: Ah claro, por ejemplo hicimos una conferencia en la Sociedad Suiza acá en Buenos Aires. ¿En qué cabeza puede caber que en medio de una conferencia aparezcan unos tíos llenos de ametralladoras y metan a 500 presos por estar en la conferencia. A esos los tuvieron que ir soltando…
Graña: Una conferencia en la que además se hablaba de temas personales.
Silo: Ah claro, así que la cosa es complicada como lo ven ellos, o como lo vieron ellos.
Graña: O sea su pensamiento cabía dentro de lo subversivo.
Silo: A sí, sin duda. Por ejemplo a propósito de eso, yo recuerdo que en algún momento se habló de que atentábamos contra el “Ser Nacional” ser con mayúscula. El Ser Nacional. Y nosotros mirábamos…
Graña: Bueno eso se lo dijeron a todo el mundo…
Silo: Claro, nosotros buscábamos cual era el ser nacional, era un problema para nosotros poder saber en qué estábamos, de acuerdo a las acusaciones.
Entonces siempre fue borroso, siempre fue difuso y las acusaciones que hicieron contra nosotros fueron tan difusas y tan borrosas que también influyeron en la imagen nuestra. Porque si hoy dicen una cosa, que somos la extrema izquierda y luego la extrema derecha y luego… que somos desviadores y luego somos…
Graña: Yo recuerdo ahí por los años 80 durante la dictadura habían salido una serie de notas acusándolos de ser una secta.
Silo: Ah claro, por supuesto, pero era muy borroso todo.
Graña: Pero las sectas suponen que la gente está presa, que se apoderan de los bienes…
Silo: Si, todo eso,
Graña: ¿Tuvieron causas judiciales?
Silo: Ah, ninguna, ninguna. Pero sí asesinaron gente amiga y sí deportaron a otra gente y sí encarcelaron a otra gente, sí… pero acusaciones ninguna. Esa es la verdad del asunto. Así que o es un gran malentendido o es una cosa malintencionada en gran escala.
Graña: De algo que sucedió hace más de 20 años.
Silo: Sí, bueno, nosotros acá estamos y muchos de ellos ya partieron…
Graña: Es verdad.
Silo: Así es y también partieron los hippies, y también partió la guerrilla y también…. Bueno, o sea no tenemos muchos problemas de lo que pasa en este momento. Jugamos más bien al proceso, al futuro, porque en breve tiempo parto yo y entonces ¿qué pasa?, no pasa nada, pasa que sigue esto desarrollándose y estamos bien… así es la cosa.
Graña: Vamos para adentro?, me parece que esta lloviendo.
Silo: Vamos.
Graña: ¿Me explica para la cámara un poco que es esto?
Silo: Esto es una Sala, nosotros llamamos salas a los lugares donde la gente puede hacer su reflexión, donde puede hacer sus ceremonias. Es parecido desde afuera a las Estupas Budistas, solo que las estupas budistas por dentro están llenas, o sea no se puede entrar. Esta es una especie de estupa budista pero vacía donde lo que importa es la gente, no las imágenes…
Graña: Cuando alguien empieza en un grupo, ¿qué es lo que le enseñan, qué es lo que le proponen?
Silo: Bueno, en ese grupo, en los grupos del Mensaje, la gente estudia un librito pequeño, que es el librito de El Mensaje. Tendrán que pasárselo
Graña: Ya lo tengo.
Silo: Ah bien. Y entonces se estudia eso y se discute eso. Entonces mucha gente dice, pero esto es muy aburrido, pero ¿qué es esto?, ¿qué atractivo tiene…? y nada, hace su prueba, ve cómo es la cosa, no le gusta, parte, a otros les gusta.
Graña: O sea, a algunos les llega…
Silo: Si, les entusiasma y no sólo eso, no solo les entusiasma, les gusta, les llega, sino que dicen vale la pena impulsar esto, y esa gente es la que pone en marcha nuevos grupos. Así funciona, es una mecánica tan simple que es difícil de aceptar. Así funciona la cosa.
Graña: Usted, por lo que sé, le da bastante importancia a la meditación ¿no es cierto?
Silo: Bastante, bastante.
Graña: ¿Cómo la lleva a la vida moderna?
Silo: Yo creo que en medio de las situaciones… nosotros tenemos algo que le llamamos el regalo. En medio de una situación cualquiera, en medio de su trabajo, en medio de un conflicto, en medio de la calle, usted respira en profundidad y sólo por respirar en profundidad y por pedir algo bueno para los demás o para usted mismo, toma contacto con usted mismo.
Graña: Algo cambia
Silo: Algo cambia… y sigue, sigue en las distintas actividades. Cuando las cosa está bien hace eso, pero usted agradece, ¿a quién agradece? No se sabe a quién, agradece, es un mecanismo, el mecanismo de agradecimiento… qué bien está esto, yo agradezco, y cuando la cosa está mal… qué desastre, cómo podré salir de esta cosa, y entonces apela a sus buenos recuerdos. Yo recuerdo cuando la cosa estaba bien y para mí es referencia, ese momento en que la cosa estaba bien. Ahora que la cosa está mal yo apelo a esa memoria.
Graña: O sea usted le propone a la gente métodos concretos para mejorar su vida cotidiana.
Silo: Ah, sin duda, sin duda. Pero suavecitos y fáciles.
Graña: Quiero decir, no es una ideología que sólo se discute desde el pensamiento sino desde prácticas del cuerpo.
Silo: Claro, es lo que nosotros llamamos la experiencia, experiencia que también vemos en las ceremonias, nosotros somos muy ceremoniales.
Graña: Tienen rituales.
Silo: No se si exactamente rituales, pero ceremonias. Ceremonias como en la vida civil, en la vida civil hay ceremonias para todo pero la gente no lo reconoce, la gente no reconoce que se casa por ceremonias, que iza la bandera con una ceremonia, que hace celebraciones de cumpleaños con ceremonias. Todos son ceremonias por todos lados. Bueno eso que la gente no reconoce nosotros sí lo reconocemos. Hacemos ceremonias de bienestar para que la gente se sienta bien.
Graña: ¿Cómo es?
Silo: Bueno, hay que leerla, hay alguien que la lee, entonces va inspirando a los demás, pedimos por aquellos que se sienten mal, para que se sientan bien. Entonces uno empieza a…
Graña: Pero eso me suena a pastor evangelista ¿eh?
Silo: Y bueno… Seguramente hay… Ceremonia de bienestar … aquí estamos reunidos para recordar a nuestros seres queridos, algunos de ellos tienen dificultades en su vida afectiva, en su vida de relación o en su salud, hacia ellos dirigimos nuestros pensamientos y nuestros mejores deseos…
Y entonces alguien que lo ayuda dice …confiamos en que llegue hasta ellos nuestro pedido de bienestar, etc., etc. Es una ceremonia…
Graña: Tiene algo de religión pero laico.
Silo: Sí, sí, tiene algunas cosas, es que en las religiones hay muchas cosas verdaderas.
Graña: Y sabias…
Silo: Y en todas además, absolutamente, y en todas. No algunos por usar turbante dicen cosas falsas. No, no es así. En todas las religiones hay cosas muy verdaderas que nosotros consideramos, absolutamente. Si no somos nosotros los que atacamos a las religiones, son las religiones las que nos atacan.
Graña: ¿Cómo se llevan con las religiones, las suplantan a las religiones?, ¿conviven?
Silo: Probablemente las estemos suplantando.
Graña: Mucha gente que se acerca a ustedes, ¿sigue siendo religioso?
Silo: Yo creo que en general no, aunque algunos son de origen lógicamente si este lugar es un país católico algunos serán de origen católico y de otras religiones menores.
Graña: Pero, ¿no es una condición dejar las religiones?
Silo: No, no, acá no hay condición de dejar nada. Ese es el asunto.
Graña: Volvemos a lo mismo… ¿por qué entonces les quedó tanto esa cosa de… bueno que fueron una secta… que…?
Silo: Yo creo que por los medios de difusión.
Graña: Bueno, ya cobramos de vuelta…
Silo: Me parece… me parece. Fue así.
Graña: Porque efectivamente no hay juicios ni condenas en su contra, no hay…
Silo: No, no, y cuando los medios de difusión no se lanzaron frontalmente en contra nuestro, manipularon la información de tal manera que quedaba una atmósfera sospechosa. Pero creo que en gran medida fueron los medios de difusión. Ahora lógicamente los medios de difusión no hacen sus cosas por sí propio… pero eso ya es otra discusión, meterme con los medios de difusión.
Graña: No hay problema.
Silo: Lógicamente los medios de difusión tienen direcciones, tienen capitales detrás, tienen intereses… entonces los periodistas son gente… magnífica, puede ser, sin duda, pero los medios de difusión, para nosotros, son sospechosos. Esa es la verdad. Así como nosotros somos sospechosos para los medios de difusión y todo está bien y equilibrado…
Graña: Es simétrico.
Silo: Es simétrico.
Graña: Cuénteme otras ceremonias.
Silo: A ver, acá las tenemos a todas, no hay ni más ni menos, ceremonias, oficio, imposición, bienestar, que es la que leímos un poquito… protección. Ceremonia de participación individual o colectiva, todos de pié…
Graña: ¿Cómo se generan estas ceremonias?, ¿las propuso usted?
Silo: Sí, sí… pero en distintos lugares la gente las va modificando y como nosotros decimos que no nos atenemos a ninguna cosa. Por ejemplo, a una ceremonia ya específica, cerrada, la gente lo modifica. No decimos que hay que atenerse a la letra fría sino que decimos que hay que adaptarla. Y la gente la va adaptando, la gente va cambiando las palabras. Nosotros no tenemos ningún dogma en materia de ceremonias, en materia de experiencias, en materia de doctrina. La gente que haga lo que le guste y lo que le suene bien. Y si hay palabras que no le gustan, saca esas palabras de la ceremonia y pone la que le suena que anda mejor. Porque a lo mejor en un medio urbano hay un montón de palabras que andan bien y en un medio rural de hábitat disperso, esas palabras no andan bien. Entonces la gente cambia las palabras. No hay que tener dogmas ni con las palabras, ni con las ceremonias, ni con los planteos, sino que hay que dejar que la gente se exprese a través de estas formitas…
Graña: Estábamos en la protección…
Silo: Esta ceremonia tiene por objeto dar participación a los niños en nuestra comunidad. Desde antiguo, los niños han sido objeto de ceremonias tales como bautismos, imposiciones de nombre, etc., mediante ellas, se ha reconocido el cambio de situación, el cambio de etapa en el ser humano. Existieron y existen ciertas formalidades civiles, mediante las cuales se hace constar el nacimiento, el lugar en que el hecho se produjo, etc.
Pero la trascendencia espiritual que acompaña a una ceremonia de este tipo nada tiene que ver con la frialdad de las constancias escritas sino que está ligada al júbilo a los padres y de la comunidad al ser presentados los niños públicamente. Esta es una ceremonia mediante el cual el estado de los niños cambia al convertirse en partícipe de una comunidad que se compromete… esa comunidad se compromete a hacerse cargo de ellos, de los niños…
Graña: La tribu…
Silo: Es la tribu, la tribu…en caso que desafortunadas circunstancias lo dejaran desvalidos.
Estas por ejemplo han funcionado muy bien, con mucho gusto, con mucho apoyo de la gente, en lugares muy humildes, en favelas, en villa miserias, en donde circunstancias especiales y desafortunadas han dejado a los niños desvalidos. Entonces la gente de la comunidad se encarga de apoyarlos, no de contenerlos, que es una palabra manipuladora, de apoyarlos.
Graña: ¿Que relación tienen ellos entre sí? Digo, ¿se ayudan entre sí? ¿Qué relación tienen…?
Silo: No, yo creo que se sienten muy bien entre ellos…
Graña: No, digo si en la vida cotidiana el ser un seguidor suyo genera otras maneras, tienen contacto, les cambia la vida.
Silo: Acá por ejemplo está claro, con el caso de los niños, si estos niños quedan solos…
Graña: Claro, por eso lo pensé… digo, también son una red de ayuda entre ustedes.
Silo: Sí, pero no creo que tenga formalidad de ningún tipo. Seguramente la gente amiga hará negocios. Seguramente los que se conocen entre sí hablarán a terceros por este otro amigo. Seguramente pasará eso como pasa en todos los grupos de amigos. Pero institucionalmente no pasa nada de eso. Ni se plantea eso.
Ni se predica eso, muchachos ustedes que están en la misma hagan una buena trenza que esto se va para arriba. No, no funciona así. No funciona así porque incluso las diferencias de estrato económico y demás son muy grandes, son muy diversas. Así que son estratos distintos, edades distintas, situaciones vitales distintas.
Graña: En un momento dado usted propuso o formó o alentó la formación de un partido político.
Silo: Sí claro, porque también, porque es un modo de expresarse en el mundo. El Humanismo tiene muchas formas de expresión. Los Partidos Políticos Humanistas es una, los Centros de las Culturas es otra, Las Comunidades para el Desarrollo Humano es otra, son muchas formas de expresión. En el Humanismo se ha apostado fuertemente a la diversidad. No se ha apostado a la cosa monolítica, el partido monolítico que absorbe todo…
Graña: ¿Y por qué no fue candidato?
Silo: Qué voy a hacer de candidato si no soy político. Pero lo que sí me pareció bien, es que la gente se expresara políticamente. Cómo van a dejar que esto quede en manos de los irresponsables que conocemos en todas partes del mundo. Yo creo que poco a poco hay que ir haciendo el aporte del caso. Eso no quiere decir que uno tenga que ser político, no es el rol de uno, zapatero a tu zapato, yo creo… realmente creo eso.
Graña: ¿Por qué el color naranja?
Silo: Porque es el que más se ve. Propagandísticamente, publicitariamente hay que ver la rata de vibraciones que tiene el naranja por eso se usa tanto en los auxilios, en la montaña. Porque un helicóptero los ve. Se usa en el mar, se usa para rescatar, que se yo, a esa balsa que está a la deriva. Naranja, donde la pueden ver desde lejos. Es un lindo color y no es un color puro como el rojo, el amarillo, esa cosa monótona, es un colorcito interesante que hoy usan en su camiseta los holandeses… que son muy buenos…
Graña: ¿Cómo les fue con estos años de política? ¿Cómo fue la experiencia del Partido Humanista?
Silo: Bueno, yo se que en las últimas elecciones, en el caso de este país, los humanistas tuvieron 250.000 votos, cosa que no se conoce por la prensa pero que están, todos esos datos están. 250.000 votos es muy pobre, pero si comparamos con el resto de la izquierda en Argentina, todos ellos sumados prácticamente están en condiciones inferiores a las del Partido Humanista, esa es la verdad. Eso es lo que puedo decir…
Graña: Hay otros Partidos Humanistas en otras partes del mundo? Similares a este…
Silo: Sí claro, claro, por ejemplo en Chile el Humanismo compartió con el Partido Comunista la dirección de toda la izquierda y el candidato del Partido Humanista fue el candidato a la presidencia de Chile entre cuatro candidatos que había en ese momento… quiero decir, como ejemplo de actividades políticas, se desarrollan muchas actividades…
Graña: Como político, que promovería usted.
Silo: Yo promovería lo que están haciendo los Partidos Humanistas…
Graña: No, no, pero bueno… ideológicamente
Silo: Ideológicamente, en el caso de América Latina, yo propondría que apoyaran… no importa los resultados y no importa las rigideces que pudieran tener algunos de ellos, apoyaría, claro, a Chávez, apoyaría a Evo Morales, apoyaría a Kitchner, apoyaría a Tabaré Vázquez… apoyaría a esos que de algún modo están haciendo fuerzas por lograr una cierta independencia.
Graña: O sea que en los términos ideológicos tradicionales usted es un hombre de izquierda…
Silo: Sí, sí, eso es así.
Graña: Agregándole esta cuestión de la búsqueda personal con meditación, con otras técnicas individuales.
Silo: Más bien, yo diría que es a la inversa. Básicamente soy un hombre que piensa en términos de la realización interna y secundariamente se expresa en el mundo en distintas expresiones artísticas, políticas, culturales, etc. Así lo pondría yo. Pero básicamente nuestro planteo es el del cambio interno… y si no hay ese cambio interno, no hay sistema que pueda modificar esto.
Graña: en el año 69 usted ya hablaba contra las drogas cuando todavía las drogas no eran un problema…
Silo: Claro, claro.
Graña: ¿Y hoy?
Silo: Y estamos en la misma, solo que el mundo ha empeorado. Así es la cosa, hablábamos contra la violencia y estamos en la misma, sólo que el mundo ha empeorado. Hablábamos contra los desbordes sociales, sólo que el mundo va a los desbordes, hablábamos de la caída de un sistema, medio sistema cayó… ahora falta el otro, la otra mitad del sistema.
Es decir, eso hablábamos, eso hablamos, pero las condiciones empiezan a ser diferentes y empiezan a parecerse mucho a lo que hablábamos hace 30 años. Cada día se parecen más… Eso lo digo no con mucha satisfacción. Porque lo que implica eso es mucho problema, mucho sufrimiento, mucha crisis, mucho lío… Pero intelectualmente sí… por qué no, lo decimos con cierto… con cierto orgullo, así con sordina. Con cierto orgullo el habernos adelantado tanto a acontecimientos sobre todo desafortunados, que hoy están trabajando a toda máquina y a todo vapor en todas las latitudes… Es un desastre como está la cosa. Pero de eso hablábamos cuando nos decían… qué vienen a hablar de pacifismo en este país, por qué no se van a Vietnam. Decían eso, decían cosas de ese tipo.
Graña: ¿Qué se hace contra la violencia interna?
Silo: Contra la violencia interna. Contra la violencia interna hay que llegar a entender que todo es muy ilusorio. Todo es muy ilusorio y todos marchamos rapidito hacia la muerte. Así que todo lo que uno haga, más vale, que lo haga para mejorar su condición. Para buscar algo trascendente. Porque de todos modos todo termina con la muerte. Y si todo termina con la muerte, no hay sentido en la vida. A menos que usted encuentre otras posibilidades.
Graña: Por ejemplo…
Silo: Por ejemplo la trascendencia, más allá de la muerte. Es una posibilidad que la gente razonable debería explorar. Por qué tanta censura, por qué tanta autocensura. Ya se acabó el racionalismo del siglo XIX y XX. La gente debería ponerse a explorar esos nuevos caminos y decir… ¿es que todo se acaba con la muerte? o es que…
Graña: ¿Y usted qué cree?
Silo: Yo creo que no. Eso es lo que creo yo y lo que yo creo es irrelevante.
Graña: Pero hay mucha gente para la cual no es irrelevante lo que usted cree.
Silo: Es cierto, pero es poca gente, al lado de 6.000 millones de habitantes que hay en el mundo. Un millón al lado de 6.000 millones… uno en seis mil… no, no hacemos nada, aparte del problema de número está el problema de las influencias. Por ahí diez tipos tienen tal influencia que manejan la economía del mundo… Bueno no creo que esos diez estén entre nosotros. Así que aparte del número, está el tema de las influencias. Nuestra influencia es poquísima…
Graña: Leí por ahí que usted habla mucho sobre la relación entre la violencia y el deseo.
Silo: Sí, sin duda. Y si hoy, por ejemplo, no se quisiera manotear los pozos de petróleo, no se quisiera manotear las materias primas, no se quisiera manotear todas las fuerzas económicas que hay en el planeta. Sería otro el problema, pero ese deseo, esa rapiña continua, ese lanzarse a apoderarse de las cosas del otro, y sí, es un motivo de violencia enorme, enorme.
Graña: En aquellos años, ¿su movimiento tenía alguna postura tomada respecto de lo que sí era debate en su momento, respecto a la libertad sexual?
Silo: El movimiento siempre fue muy libre en materia sexual. Ni siquiera tuvo que hacer declaraciones en esa materia.
Graña: Era otra época digo, época donde la libertad sexual era un tema de debate…
Silo: Sí, sí… y ahora mismo no se preocupa el Movimiento por hacer declaraciones en ese campo. Que la gente haga lo que quiera… para los pocos añitos que está la gente en esta tierra, encima vivir constreñida, limitada… y no se sabe por qué. No, nunca se ha hecho prédica de eso, pero la gente en el Movimiento siempre ha sido muy libre en materia sexual. Nunca he visto tabúes especiales…
Graña: ¿Cómo son las prácticas de meditación que ustedes proponen, a la gente que se acerca?
Silo: Son estas, se medita sobre estos puntos. Se medita sobre lo que llamamos El Camino…
Graña: ¿Cuándo aprendió usted la importancia de la meditación, por alguna práctica, alguna yoga? no se como…
Silo: No, yo creo que eso se fue dando sólo, por experiencia, por experiencia sencillamente. Por organizar el pensamiento de un cierto modo, de ahí surge, no de un “gurú”… ni de un maestro ni cosas semejantes…
Graña: Bueno… cuénteme.
Silo: Decía que en El Camino se dice. “Si crees que tu vida termina con la muerte, lo que piensas, sientes y haces no tiene sentido. Todo concluye en la incoherencia, en la desintegración. Si en cambio crees que tu vida no termina con la muerte, debe coincidir con lo que piensas, con lo sientes y con lo que haces. Todo debe avanzar hacia la coherencia, hacia la unidad, etc., etc.”
Y cada uno de estos… es un motivo de meditación. Esas son las meditaciones, más que mirarse el ombligo. Meditamos sobre temas, sobre todo, temas. Meditamos sobre temas.
Graña: Le vuelvo a preguntar… ¿por qué nunca ha hablado por televisión?
Silo: Bueno, en realidad he hablado en algunos momentos, cuando por ahí… ha habido una convocatoria, de alguien que ha dirigido la TV y nos ha dicho, por qué no te venís a hablar por acá, conversemos, discutamos… sí, sin ninguna limitación, sin ningún requisito, sin ninguna condición, sin firmar ningún libro… sí, sí, bueno… Y entonces hemos ido. Eso ha sucedido muy pocas veces. Ha sucedido pocas veces, pero ha sucedido… ha sucedido aquí, ha sucedido en España, ha sucedido en Italia, ha sucedido en Francia, ha sucedido en Moscú, ha sucedido en muchos lugares pero … “cum grano salis”, ¿eh?, en pequeña dosis, sí ha sucedido.
Graña: En otras partes del mundo El Mensaje y los grupos son similares. ¿la búsqueda es similar?
Silo: Sí, la búsqueda es similar y las formas creo que difieren, sí, sí…
Graña: Usted supongo que habrá viajado, habrá conocido gente en otros países, ¿en qué difieren?
Silo: Y, difieren en la organización de las palabras, difieren en como presentarlo, tienen diferencias…
Graña: Debe ser raro encontrar a alguien hablando en ruso, discutiendo lo que usted propuso…
Silo: Sí claro, claro, pero no es que yo entienda ruso.
Graña: No, no, pero igual debe ser raro.
Silo: Es raro sí pero funciona bien. Funciona bien, como funciona en la dimensión humana, independientemente de las cualidades lingüísticas que pueda haber en un punto o en otro, en las precisiones y… no, funciona bien en todas partes… y en eso estamos.
Graña: ¿Como se definiría usted? Si usted tuviera que explicarle…
Silo: ¿Cómo me definiría?
Graña: Si se tuviera que presentar en sociedad… decir bueno yo me dedico, yo soy… ¿cómo se definiría?
Silo: Yo me definiría como… alguien que no tiene las cosas muy claras. Frente a la claridad que todos tienen. Todos ustedes tienen mucha claridad, todos ustedes son una maravilla y uno es un infeliz, que no sabe ni donde está parado.
Claro, Lao Tse lo planteaba en un sentido parecido. Todo el mundo sabe cosas, todo el mundo sabe qué es lo bueno, qué es lo malo, qué hay que hacer, qué no hay que hacer y yo ando como un estúpido en el mundo, sin entender para donde voy. Qué bueno, que inteligente es eso.
Graña: Bueno… pretender que uno sabe, quita incertidumbre…
Silo: Claro, claro, bueno así me presentaría como alguien muy dubitativo. Como alguien que no entiende bien cómo son las leyes de la historia, las leyes de los hombres, básicamente como eso… y a partir de eso nos pondríamos a hablar. A lo mejor, a lo mejor. Bueno, me tengo que ir.
Graña: Muchas gracias.
Silo: Al contrario, muchas gracias a vos.
Graña: Gracias a todos.
Silo: Nos vemos.