15 de enero de 1984
“Nadie puede acusarnos de drogadictos ni de terroristas”
La Tercera de la hora

Mario Rodríguez Cobos, llamado Silo por su apariencia delgada y alta, similar a los depósitos de trigo y pasto que hay en los campos, no ha destacado sólo en el aspecto filosófico.

También ha tenido una destacada actividad como deportista.

A los 20 años fue campeón de gimnasia en Argentina, con muy buen puntaje en barras “y no tanto en paralelas”. Antes de ser el Silo que hoy lidera una organización con actividad en 42 países del mundo, incluidos varios del área socialista, Mario Rodríguez tuvo un desarrollo personal que partió como estudiante en los Hermanos Maristas y que llegó hasta teorías existencialistas.

Derivó al siloísmo, como se le podría llamar a su filosofía pacifista, luego de comprobar que el existencialismo concluía en el absurdo. “Para nosotros no es así”, señaló. “La vida, para nosotros tiene un sentido, una evolución, un desarrollo, un crecimiento y trascendimos esa corriente, que en un momento fue muy importante para nosotros”.

El 4 de mayo de 1969, en Punta de Vacas, cerca del paso fronterizo Las Cuevas, hizo su primera conferencia pública, ante unas 500 personas, luego de que las autoridades del Gobierno de Onganía le negaron permiso para hacerlo en Mendoza.

Hoy, 15 años después de esa experiencia, reconoció que, como todo movimiento importante, pudo haber tenido un comienzo con algunas incoherencias. Pero la madurez de estos años le ha permitido ganar una fuerza social y doctrinaria que nadie puede discutir.

“No soy un santón, dijo, pero -agregó- nadie puede acusarnos de drogadictos, de terroristas, ni nada por el estilo”.

Planteó que el mundo tiene unos 50 mil militantes activos y en Argentina más de cinco mil.

En lo personal, Mario Rodríguez, 72 kilos, 1.80 de estatura, es hijo de madre española y padre hijo de españoles, ambos vivos. Tiene un hermano, Guillermo, 8 años mayor que él, y una hermana, Nelly, 10 años mayor. Después de los estudios con los Hermanos Maristas incursionó en ciencias políticas, “pero no me convenció en absoluto”.

Recorrió América Latina “a dedo”, participó en una compañía alcoholera, estuvo en Europa y a los 28 años comenzó a preocuparse del existencialismo, junto a un grupo de amigos. A los 31, en 1969, se hizo famoso a nivel internacional al aparecer como Silo. Ahora, además de la comunidad que lidera, se dedica a la agricultura.

Casado con Ana Luisa Cremasci, tiene dos hijos, Alejandro, de 4 años, y Federico, de un año y dos meses.

¡SILO le contó la firme a LA TERCERA!

“Si fuéramos marxistas, lo diríamos a voz en cuello y militaríamos con todo el rigor del caso… pero la pena es que no lo somos, ésa es la lástima”. Mario Rodríguez Cobos, mendocino, 45 años, más conocido como Silo, líder del movimiento pacifista internacional “La Comunidad para el Desarrollo Humano”, negó rotundamente toda vinculación con el marxismo como doctrina y con el Partido Comunista como organización.

Para conocer su verdad ante la polémica levantada en Chile por la campaña de firmas para un tratado de paz permanente con Argentina. LA TERCERA viajó hasta el hogar de Silo en los alrededores de Mendoza y conversó largamente sobre los aspectos más criticados de este movimiento.

Vistiendo como una persona común y corriente, en su sencilla casa a unos 15 kilómetros del centro de Mendoza, Mario Rodríguez se explayó sin problemas para expresar su pensamiento filosófico, su enfoque de la vida, de la religión, de la economía, la moral y la familia.

Texto Antonio Faundes, fotos de Jaime Bascur, enviados especiales.

Un moderno microcomputador y un equipo de video-cassette eran los únicos implementos que hacían el living de su casa diferente al de un hogar normal. Una biblioteca repleta de libros junto al comedor y decenas de cassettes musicales en una repisa, conformaron el ambiente de la entrevista. Fumando cigarrillo tras cigarrillo, riendo fuerte en forma continua, como celebrando sus propias respuestas, mirando en forma franca con sus inmensos ojos y gesticulando con sus largos brazos para afirmar sus argumentos, Silo respondió a todas las interrogantes.

Marxismo

Enfrentando a la situación producida en Chile, en que se atacó al movimiento de ser una fachada del marxismo, el dirigente recurrió a sus archivos para demostrar que las afirmaciones contra “La Comunidad” estarían originadas en documentos en que se ha falseado el pensamiento siloísta.

“También a nuestros archivos -dijo- ha llegado este material, que ha hecho circular un grupete anónimo, que no da nombre de autores. Por lo tanto se mueve en las sombras, por lo tanto no sabemos a qué fines responde y qué intereses ocultan”.

Planteó que, de este modo, el fundamento base para los ataques a La Comunidad en Chile “es este folleto, como ustedes ven, rodeado de laureles y que en vez de poner un águila hitleriana pone un cóndor, porque estamos en estas latitudes, con letras góticas…”

“La estructura ideológica que se manejan (en el desarrollo de las ideas del folleto contra La Comunidad) y el tipo de citas que hace, es una estructura nacionalsocialista, una estructura nazi-fascista… Y tomando en cuenta esa base ideológica, entre comillas, se lanza esta publicación. Eso me parece que como seriedad, como fundamento, es escaso”.

La frase clave utilizada contra Silo es su respuesta “en realidad nos distinguimos más del leninismo que del marxismo”, formulada por él y publicada en su libro “El Diario de Timmermann”. Sacada de su contexto esa misma frase es publicada el 14 de abril de 1974 en el diario “La Opinión Cultural”, de Argentina, en el marco de una entrevista a Silo, que éste no reconoce como verídica y que falsea su verdadero pensamiento. Y sobre la base de esta entrevista, explicó él mismo, se desarrolló el folleto que sirvió para la publicación contra La Comunidad en Chile.

Diferencias

“Desde luego -dijo en su entrevista con LA TERCERA- absolutamente nos distinguimos más del leninismo, del centralismo democrático y todo aquello que del marxismo. Y, a su vez; nos acercamos más a la socialdemocracia…”.

“Si es por definir situaciones de en qué nos parecemos más y a qué nos definimos más, hay una gradación muy enorme… Pero de ahí a sostener una tesis en que nos declaran marxistas y esa tesis sacarla de este libraco, que hace un comentario sobre un artículo y, a la vez, utilizar esto como fundamento de la publicación, me parece que aquí hay que ponerle más seriedad a este asunto”.

Incompatibles

Para clarificar en definitiva este aspecto, LA TERCERA consultó a Silo si la filosofía de La Comunidad puede ser compatible con el marxismo.

“No es compatible -respondió-, son distintas teorías. No hay compatibilidad porque son puntos de vista diferentes sobre el mundo. Lo que puede haber es diálogo, pero con todo el mundo. Propiciamos el diálogo con todo el mundo”.

“Además -agregó- tal vez con un poco de soberbia, nosotros creemos que tenemos mucha fortaleza doctrinaria y nos parece muy bien el diálogo”.

Planteó posteriormente que la sociedad marxista no responde al modelo que ellos proponen. “¡De ninguna manera!”, enfatizó.

Reafirmando su posición, Silo indicó en forma perentoria que “es una pena que nosotros no seamos marxistas. ¿Sabe por qué? Porque si lo fuéramos, lo diríamos”.

“Si es muy fácil para nosotros -expresó-, pues somos gente muy valerosa, muy valiente. El hecho de hablar de pacifismo no quiere decir que seamos una tiara de cobardes, ni mucho menos, todo lo contrario. Sencillamente, si fuéramos marxistas o comunistas, lo diríamos, pero a voz en cuello y militaríamos con todo el vigor del caso. Ese es el punto. Pero la pena es que no lo somos. Esa es la lástima”.

Manifestó que la reacción de La Comunidad ante los ataques será muy firme. “Los que dicen cosas tienen que probarlas y los que no las puedan probar y hagan campañas calumniosas, los llevaremos ante la justicia, que para eso está. Vamos a instrumentar todas las formas para defendernos y para liquidar ese halo de calumnias”.

Muestren la cara

Preguntamos qué le diría a quienes en Chile sustentan las afirmaciones publicadas contra La Comunidad.

“Bueno, que muestren la cara y hagan una oposición más inteligente, pues eso (la publicación) es torpe. Primero, que se sepa con quien estamos hablando, si no es un diálogo de sordos. Y después les pediría lindos argumentos, pues nosotros no le tenemos miedo a los argumentos. Pero que sea una cosa inteligente, no algo tan torpe, una especie de terrorismo intelectual”.

Tratado entre Chile y Argentina es básico.

“Máquinas de la guerra deben transformarse en máquinas de la paz”.

La lucha por la paz es el punto de partida de la actividad de Silo y La Comunidad en contra de la violencia y a favor del pacifismo. Pero como ellos hablan de la no-violencia activa, han desarrollado una campaña, en lo que respecta a Chile y Argentina, para que se concrete a la brevedad un tratado de paz permanente entre ambos países.

“Para mí -señaló Silo- la paz es lo primero. Primero aseguremos la paz y luego conversamos sobre como generar las formas de justicia, pues si partimos de otra forma, puede ocurrir que mientras estemos creando justicia, en esos momentos aparece un aviador borracho que se tirotea con otro y se acabaron las condiciones de justicia, se arma un desaguisado total y sobreviene el caos”.

“Acá el problema del Beagle podría ser solucionado en el marco de la mediación papal”, correcto. Pero eso no soluciona todo. Que se solucione el problema del Beagle no es garantía de que en el futuro no surjan otros problemas, Hay unos cuantos problemas, así que lo que necesitamos es un tratado de paz permanente, inmediato, que asegure la paz y la ponga a salvo de cualquier “accidente” que pueda ocurrir”.

“Además un tratado de paz permanente permitiría llevar adelante los otros postulados que planteamos, como eliminación de barreras aduaneras, la integración económica y todo aquello, ir avanzando por ahí”.

“Propondremos formación de un Partido Pacifista Internacional”.

Para la conquista del poder político.

¡Silo encabezará la formación de un Partido Pacifista Internacional! Así lo anunció a LA TERCERA durante la entrevista sostenida con él en Mendoza. Manifestó que es la única manera de lograr que las ideas pacifistas sustentadas por La Comunidad puedan ser transformadas en objetivos concretos, esto es el desarme total en el mundo.

Este Partido Pacifista, explicó, surgiría bajo la inspiración de La Comunidad, pero en ningún caso significará la transformación de su organización en un movimiento político. Serán cosas independientes.

Para que los objetivos del movimiento no queden en un idealismo, Silo ve como única forma de concreción el surgimiento del Partido Pacifista. “Frente a este mundo violento, de belicistas y de armamentismo ¿cómo las propuestas van a ir adelante? ¿Con qué? ¿Con manifestaciones?”, preguntó. “Aunque sean millones los nuestros que se manifiesten -respondió- no vamos a poder”. La única alternativa es transformarse en poder y para alcanzar el poder hay que contar con el partido.

“Esto tiene que convertirse antes que nada en un partido de participación, entonces la cosa ya se concreta, porque hay que hablar de plataformas, de propuestas a las poblaciones, hay que hablar de votos, de representación en la Cámara. “Para que no sea una cosa en el aire, tiene que tener concreción política”.

“Tiene que tener un instrumento político, señaló, pues si no lo tiene, aunque sea una poderosa fuerza social, no va a poder implementar métodos de acción, no va a pasar de ser una utopía. Esa es la tesis que yo sustento”.

Y este Partido Pacifista, que surgirá en cada país según las circunstancias propias de cada realidad, tiene ya su plataforma de lucha, a nivel internacional, para llevar adelante los siguientes puntos, señalados por Silo:

Firmas de tratados de paz permanentes entre los países en conflicto, mientras se continúan negociaciones; desmilitarización acelerada y proporcional de los países latinoamericanos, bajo la supervisión de una comisión internacional; eliminación de barreras aduaneras e integración económica mediante tratados específicos de complementación; defensa y promoción de las empresas privadas nacionales, oponiéndose a la penetración de las empresas multinacionales; negociación en común de las deudas externas de nuestros países con los acreedores foráneos, si son acreedores internacionales, también los deudores deben hacer su frente; desarrollo de conversaciones en miras a un Mercado Común Latinoamericano y un Parlamento Latinoamericano; cooperación para el desarrollo tecnológico y la formación de una Comisión Permanente, para recibir, denunciar y juzgar a quienes atenten contra la vida y libertad de nuestros pueblos.

“La proclama del pacifismo de Humanizar la Tierra se traslada a nosotros como Humanizar Latinoamérica. Y estaremos en esa dirección -afirmó Silo- cuando comience a articularse este partido que sume factores a la lucha común, que logre una representación parlamentaria creciente y que se dirija con decisión a la conquista del poder político en toda la zona”.

Desarme total

En relación al desarme que se plantea a nivel mundial, Silo clarificó que ellos hablan de algo total, que incluye no sólo a Occidente, sino que también a los países de la órbita socialista. “Desarme total y no desarme parcial” es nuestro lema, dijo Silo. Agregando que ellos piden la disolución de los bloques militares, tanto a nivel de la OTAN como del Pacto de Varsovia.

Para lograr en concreto estos objetivos, planteó que es necesario que los pueblos tomen conciencia de esto. “Sólo con la participación de los pueblos se logrará que las fábricas de armas se paralicen y las máquinas de guerra se transformen en máquinas de paz. Esa es la única solución posible”.