Revista Flash – 24 de junio de 1986

La vuelva de Silo, tras un silencio de 12 años

Silo retornó con su mensaje después de 12 años de mutismo, y luego de sufrir persecuciones y carcel. Habló de una nueva tendencia religiosa.

Aunque hace ya un tiempo respetable que hemos vuelto a la normalidad institucional, de vez en cuando nos asombramos porque tal o cual personaje -algún amigo o alguna figura pública- reaparecen como antes y nos sorprenden porque aún están vivos, o en mayor medida suelen estar enteros, dispuestos a retomar su vida, su prédica o su lucha en el punto en el que la habían dejado, generalmente por imposición de circunstancias amenazantes que en muchos casos se volvieron trágicas.

Dentro de esa legión se inscribe un hombre acostumbrado a ser escuchado y seguido por multitudes: Silo.

Exilio interior

Han pasado doce largos años desde el tiempo en que Mario Luis Rodríguez Cobos era un líder popular, indiscutido para muchos. Cuando se eclipsó tenía 36 años.

Ahora tiene 48, es lógico que haya toda una generación que jamás haya oído hablar de él. Por eso es de suponer que, si gran número de jóvenes acudieron a escucharlo días atrás a la Casa Suiza, fue en gran medida por los comentarios de los que andan por la treintena, que también eran bastantes.

Y los que ayer lo seguían no han cambiado en su actitud frente al conductor (o predicador, como quiera llamárselo). Siguen atendiendo a sus palabras, aunque algunos detalles circundantes hayan cambiado: Por ejemplo, observamos a unas cuantas mujeres con sus bebés en brazos.

De cualquier manera, Silo ha vuelto, y su charla o conferencia fue anunciada profusamente con una pegatina en el centro. La última vez que estuvo en un acto público fue en 1974. El y 500 de sus seguidores dieron con sus huesos en Devoto, y nunca se explicó por qué.

Vamos a reflejar algunos de los conceptos más importantes de la alocución de una hora y media que brindó.

“Un nuevo tipo de religiosidad ha empezado a desarrollarse en las últimas décadas. Esta religiosidad tiene un trasfondo de rebelión. Como consecuencia del impacto de esta nueva religiosidad y, desde luego, como consecuencia de los cambios vertiginosos que se están produciendo en las sociedades, es posible que las religiones tradicionales sufran en su seno reacomodaciones y adaptaciones de sustancial importancia. Es altamente probable que las poblaciones, en todo el planeta, sean sacudidas psicosocialmente, interviniendo en eso, como factor importante, el nuevo tipo de religiosidad mencionado. Mi concepto es que no creo que las religiones hayan perdido dinámica. No creo que se estén apartando cada vez más del poder de decisión político, económico y social, y tampoco que el sentimiento religioso haya dejado de conmover la conciencia de los pueblos”.

Otras religiones

Más adelante Silo se refirió no solo al cristianismo, el islamismo y el budismo como las religiones más difundidas en el mundo, sino que también hizo alusión a las nuevas creencias que han aparecido en Occidente, provenientes de otras regiones. En tal sentido, expresó lo siguiente:

“El judaísmo, como religión nacional, y el cristianismo y el islamismo, como religiones universales, conviven actualmente y se transforman. Pero por primera vez el hinduismo, como religión nacional, ha comenzado a moverse en este siglo hacia Occidente, enviando misiones, entre las cuales reconocemos la fe Hare Krishna. No dejamos de considerar religiones importantes, como algunas de China, de Japón o las de África negra. Lo que pasa es que todas ellas no llegaron a articular grandes corrientes supranacionales, como el cristianismo, el Islam y el budismo”.

Silo no se limitó a las creencias religiosas, sino que se refirió también a personalidades que, con su influencia, su mensaje, sus enseñanzas o sus teorías han influido notablemente en la Humanidad en los últimos tiempos. Es el caso, citó de Marx, Engels, Allan Kardec (el fundador del espiritismo), Mahatma Gandhi y Sigmund Freud.

Más adelante salpicó su discurso con la mención de algunos hechos que consideró importantes como ejemplos de una tendencia de los gobiernos a incluir el aspecto religioso en el ejercicio del poder. En tal sentido recordó a Khomeini (que dijo, según recordó Silo, que “el gobierno islámico es el gobierno de derecho divino, y sus leyes no pueden ser mudadas, modificadas ni discutidas”), a Maummar Khadafy (“El Islam es una verdad inmutable”) y hasta Fidel Castro (que, según afirmó, se entrevistó con Fray Betto en La Habana) y al Frente Sandinista de Liberación nacional, actualmente en el ejercicio democrático del gobierno en Nicaragua. Con respecto a este punto, sostuvo Silo que las autoridades de Managua emitieron un documento en el que por primera vez se habla de religión.

Como conclusión, el orador señaló:

“Nos parece claro que la religiosidad está en avance. Aquí, en Estados Unidos, en Japón, en Arabia, y en el campo socialista. La duda que tenemos es, más bien, si las religiones oficiales podrán adaptar este fenómeno psicosocial al nuevo ‘paisaje urbano’, o si serán desbordadas. Hoy es claro que esta difusa religiosidad para avanzar, deberá combinar el paisaje y el lenguaje de la época. Un lenguaje de programación, de tecnología, de viajes espaciales. Para avanzar, entonces, y para terminar con mi charla, esta difusa religiosidad deberá combinarse con esa realidad moderna para dar como resultado un nuevo evangelio social”.