Mendoza, Marzo de 1989
Reportaje a Silo realizado por la revista Primera Fila
En el SUMARIO de la revista, hay un avance de la nota, con una foto del Negro y dice:
“40. SILO. Una leyenda vuelve a aparecer. En un intenso diálogo éste líder de multitudes se define. ¿Iluminado o farsante?”
Veinte años después.
SILO CONTRAATACA
Nació en Chacras de Coria el 6 de enero de 1938. fue mago antes que rey y místico antes que escritor. Bautizado como Mario Luis Rodríguez Cobo, de chico fue el “Negro” y hoy se lo conoce mundialmente como Silo. ¿Quién es en realidad? ¿Iluminado o farsante?
(hay dos fotos, una grande y otra chica)
Fueron varios días, probablemente meses. Búsqueda, contactos, desencuentros, más contactos, más desencuentros. hasta una confirmación. Lo entrevistamos un viernes de febrero, después de una lluvia torrencial. Silo nos atendió en su casa, entre empanadas y asado. Conversamos varias horas con alguien verdaderamente extraño, un personaje mendocino como árido, capaz de una sonrisa permanente. Todavía no sabemos de que se ríe.
P. ¿En qué anda actualmente?
S. Estoy preparando tres trabajos distintos. Uno es una novela, ambientada dos siglos atrás, que transcurre en el Lejano Oriente. También estoy terminando un pequeño opúsculo sobre la lógica de la verdad, que quedó relegado por otros escritos y preparo una serie de fragmentos y relatos cortos que aparecerán en un nuevo libro, donde habrá muchas cositas sobre ciencia-ficción.
P. ¿Usted cómo se define?
S. Como una suerte de escritor. (Piensa). Sí, sí, aunque no creo que alcance la definición para totalizar una persona. Este podrá ser el aspecto más público, más comprensible, de mi actividad. Soy escritor, escribo algunas novelitas, cosas livianas.
P. ¿También es un pensador?
S. Creo que tengo algunos rasgos. Esta tarea es bastante menos comprensible que la del escritor. El pensador se detiene bastante en objetos culturales, físicos o de cualquier naturaleza.
P. ¿Esta nueva imagen no entra en contradicción con ese personaje difuso que era Silo, del que alguna vez se dijo que era un místico, un maestro, un santón?
S. La imagen es bastante diferente pero creo que las ideas desarrolladas, muy polémicas en épocas de las dictaduras militares, hoy han sido suficientemente ampliadas y siguen teniendo vigencia. La idea de no-violencia, no-discriminación, hoy casi es un tópico social. Sin embargo, en aquellas épocas, en 1969, cuando dimos nuestra primera explicación pública, yo me acuerdo de algunos periódicos de Buenos Aires con titulares que decían: ¡Qué se vaya a Vietnam!, ¿qué quieren hablar de no-violencia en un país tan pacífico como Argentina? A los tres meses comenzó el guerrillerismo, el secuestro de Aramburu, en fin, todo lo que hemos padecido en éstos años.
P. ¿Tiene públicos devocionales?
S. No creo. En todo caso tengo públicos efusivos, con los cuales mantengo una entrañable amistad, recíproca además.
P. ¿Con quiénes tuvo problemas por su pensamiento?
S. Con la Iglesia conservadora, los regímenes militares, ciertos sectores reaccionarios, hoy mal mirados. Ellos eran enemigos, se portaron con bastante ferocidad… Pero, ¿para qué hacer historia antigua?
P. ¿Dónde estuvo durante…?
S. (Interrumpe). Siempre estuve acá, en Mendoza. Fui 17 veces preso. No di el brazo a torcer durante el Proceso.
P. ¿Todas las detenciones fueron aquí?
S. No, no. En todo el país, porque el lío se desarrollaba en donde podíamos, (risas). Caíamos presos en Jujuy, en el Sur, en Córdoba
P. ¿Dónde (Ramón) Camps no estaba? (más risas)
S. Con Camps había algo muy preciso.
P. El dijo que usted era un personaje nocivo… (interrumpe).
S. Lo que dice es que soy el personaje más nocivo para la juventud argentina, no cualquier personaje, (risas).
P. ¿Qué es el Movimiento?
S. Diría que es una corriente de opinión, para nada una institución y, precisamente por eso, nunca habrá locales del Movimiento. El Movimiento, para existir, no necesita personería jurídica ni la reclama, ni anda detrás de esos legalismos. El Movimiento tiene una existencia de hecho entre gente que converge en ciertos puntos de vista y que se pone en marcha para difundirlos.
P. ¿Por qué en determinados momentos baja a la arena política y surge el Poder joven o el Partido Humanista?
S. Esas son distintas expresiones y grupos que se forman dentro de la totalidad del Movimiento. Hay gente que actúa políticamente con mucha intensidad y que se inspira en la filosofía del Movimiento. Más, en el futuro se abrirán distintas expresiones, de acuerdo a las ocasiones y aptitudes de la gente. Lo que me parece bien. Me parece bien que se transforme toda la sociedad.
P. ¿Usted no tiene nada que ver con esas agrupaciones?
S. Y porque la militancia… (se interrumpe). Tengo que ver en los orígenes de eso.
P. Pero siempre parece que se separa.
S. Claro, porque no tengo mucho que ver con esa militancia política. No soy político, no me reconozco como tal, tampoco tengo esa vocación. Si me analizara más diría que no tengo capacidad para ser político. Pero me parece bien que muchas ideas que tenemos nosotros, si nos parecen lealmente buenas, influyan sobre otros.
P. ¿En qué países tienen actividad y dónde mayor influencia?
S. El Movimiento está en alrededor de 50 países o más. Pero hay entre 10 o 15 donde ha inspirado la puesta en marcha de partidos, como el humanista u organizaciones ecológicas e instituciones culturales como La Comunidad. Creo que en Chile el PH tiene buena inserción. De momento cuentan con algún diputado, embajadores, gente a nivel de subsecretaría nacional, alcaldes. Vamos a ver que depara el futuro.
P. ¿Y en Africa?
S. En Africa se echaron las bases del PH sobre el presidente Kaunda, de Zambia, que se cayó hace poco. El partido comenzó a tomar cuerpo dentro del mismo seno del gobierno. Se hicieron serios cuestionamientos a la política cuasi-dictatorial de Kaunda. En verdad, su situación ha sido una tragedia.
P. En nuestra conversación se ha proclamado contrario al guerrillerismo. Hace años declaró que el hombre nuevo sería una síntesis de guerrillero y monje. ¿Continúa adscribiendo a ese concepto?
S. Así es. Creo que en el guerrillerismo hubo mucho de mística por la creación de un nuevo orden. Hubo una cantidad de ideales muy desconectados de la realidad misma.
P. ¿Y lo del hombre nuevo?
S. Sí, pienso en esos términos. Sin embargo, el guerrillerismo ha sido un fracaso total y siempre lo criticamos por su metodología. Por eso ellos trataron de ponernos como corrientes desviatorias de la revolución. Nosotros decíamos: “Muchachos, lo que va a pasar acá es que, merced a la acción armada de ustedes, se van a imponer los regímenes militares. ¿Para quién están trabajando?” La cosa se sabe como terminó. Hubo varios picotazos con ellos, pero creo que muchos aspiraban a un profundo deseo por la transformación del mundo.
P. A usted lo unen con algunos de los jefes de la guerrilla un pasado de juventud católica, de colegio religioso ¿Cómo analiza los caminos tomados?
S. Ellos siguieron siendo cristianos. (Mario) Firmenich y otros tantos, básicamente son cristianos. Yo, si bien sigo siendo una persona de intensidades religiosas, no participo de la idea cristiana. Esa apertura tiene que ver con los caminos diferentes.
P. ¿A qué se refiere cuando habla del camino cristiano?
S. Por ejemplo, esa ferocidad tradicional del cristianismo en donde parece que la vida humana no importara tanto, sino ciertos valores por encima de la vida. Esa idea de resignación y sufrimiento, la idea de que las cosas hay que hacerlas con sacrificio. Más; en muchos de ellos siguió predominando la moral cristiana.
P. ¿Hay algo que lo enoje, que lo haga salir de sus cabales?
S. Sí, la arbitrariedad manifiesta amparada por el poder, la discriminación desvergonzada me saca de las casillas. El abuso, sintetizando.
P. ¿Qué diría hoy de Dios?
S. Que es una realidad sin discusión. No es una realidad lógica, sino una realidad personal.
P. Usted en otra época resistía la idea de Dios, hablaba de fuerza…
S. Yo con la palabra Dios no he tenido problemas, como han tenido problemas otros con esa palabra, así como en el Medioevo le tenían miedo a la palabra diablo. Después del racionalismo se le tuvo miedo a la palabra Dios y hay mucha gente que se asusta cuando dice Dios.
P. ¿A Dios le tiene miedo?
S. No
P. ¿Y a la muerte?
S. Creo que define toda una vida. En la muerte se define toda una vida, no antes de la muerte. Se hace un cierre irreversible donde las cosas que se han hecho en ese corto desde el nacimiento se pueden sopesar. La muerte permite sopesar la coherencia de una vida. Desde un punto de vista más personal, menos genérico, me parece que será una experiencia de gran importancia, donde todos nosotros nos daremos el gusto de emprender una aventura muy especial. Quien no sea curioso de ese fenómeno no tiene gusto por la investigación.
P. ¿Qué opina de ese viaje a la muerte con regreso que está tan de moda ahora, sobre todo a partir del libro de Victor Sueiro?
S. No lo veo muy serio todo eso.
P. ¿Cómo es su felicidad?
S. Me hacen feliz los actos que no registro como contradictorios. Para mucha gente la felicidad es sólo vivir sin tensiones y yo no creo que eso dé felicidad. Yo asocio la felicidad a estar haciendo lo que uno cree que hay que hacer. No simplemente creerlo y no hacerlo.
P. ¿De qué vive?
S. Hay algunos recursos todavía. Teníamos con mi mujer algunas fincas y con las crisis, chau. Lo metimos en propiedades. En algún momento tuve fábrica de aceitunas y antes dos alcoholeras.
A esta altura de la nota, hay tres fotos. Una del Negro sentado en su oficina de trabajo. Otra, sentado frente a la computadora, y la tercera, en el comedor, junto a su mujer. Una acotación dice: “Silo junto a su mujer, Ana Cremaschi Alsina. faltan Alejandro (12) y Federico (8), los hijos, que ya se habían ido a dormir”.
P. ¿En algún momento también se dijo que el Movimiento hacía determinadas manipulaciones económicas para quedarse con los bienes de algunas personas con más recursos?
S. Si el Movimiento fuera tan rico como se supone habría que ver las campañas de difusión que haría para expandir su mensaje y demás. No, no es gente rica la del Movimiento. Además, en general, nunca ha apuntado a los estratos altos; en ocasiones podrá haber alguien que tenga más dinero que el resto. El Movimiento ha apuntado a la clase media y media baja, siempre ha apuntado a los estratos populares. No es que las capas más humildes participen del Movimiento en cuanto a orgánica, pero una cosa es la organización y otra la cantidad de gente que simpatiza y uno se encuentra mucha gente en las capas populares.
P. ¿Hay una intención del Movimiento de captar gente, hay técnicas de captación?
S. Hay formas más adecuadas que otras de acercarle al mensaje a una persona. Si a eso se le llama técnica de captación, okey. Hay una Carta a mis amigos, hay un libro, hay una conversación sobre temas básicos, si a eso se le llama técnicas de captación, ¿quién no hace técnicas de captación? Cualquiera que tenga algo que decir está usando técnicas de captación, el que vende un peine, el que quiere deshacerse de su fábrica y que la compren otros, el que le dice un dircursito a una niña con la que quiere dar una vuelta. Las palabras están muy manipuladas, deberíamos hablar un lenguaje más depurado, las palabras están muy viciadas, se habla de captación pero no con el sentido de lavado de cerebro, sino con el sentido de formas de persuasión.
P. Cuando se tiene una organización se quiere sumar gente.
S. Sí, por supuesto. Si se piensa en captar, se está haciendo un movimiento con la mano, tipo garra. Si se piensa en difusión es diferente el movimiento. No se dice: los radicales captan a la gente, les sale bastante mal… La palabra captar es pariente de capturar.
P. Mucha gente dice que los que están en el Movimiento, o en el Partido Humanista, son como especies de fanáticos, ¿no estarán manipulados también?
S. Unos dirán eso y otros otra cosa. Las ideas fuertes infunden temor, el del fanatismo. El fanatismo es un estado de conciencia parecido al de la hipnosis, donde no hay reversibilidad, no hay juicio crítico, la gente no intercambia nada, se mueve por eslógans. No me parece que el Movimiento tenga esas características.
P. ¿Alguien lo rebate en el Movimiento?
S. El Movimiento hay que pensarlo como gente voluntaria. Gente que participa de ideas que convergen en una determinada línea de acción. Cuando alguien no está de acuerdo, con la misma libertad que entró, sale. No hay lío con eso. Un movimiento fanático y cerrado haría un despelote para dejar entrar a alguien y un despelote para evitar que se salga. Esto es la peatonal, entran y salen.
P. ¿Se modifican líneas o hay una estructura vertical?
S. Hay estructura. Es una estructura por trabajo humano. Si usted con las ideas del Movimiento forma una estructura, esa estructura la orienta usted. Si no forma nada, no es como en los partidos políticos que, porque es amigo, pariente o socio, en seguida llega a la cúpula. Jamás puede llegar a la cúpula del Movimiento si no forma una estructura. No es la idea clásica, pero la organización es muy interesante.
P. ¿Cuánta gente adhiere?
S. Serán 100 mil personas en todo el mundo. En simpatizantes que no están en la orgánica son bastantes más.
P. ¿Cuántos libros ha vendido?
S. Según unas estadísticas recientes han sido más de 500 mil ejemplares con facilidad. (sonrisa).
P. ¿Qué siente alguien que vendió medio millón de libros?
S. Yo creo que es un buen número, (risas). Siento satisfacción, gusto. Está bien, con mucho aire y sin tanto humo. Pero deberían ser más, varios millones más, (carcajadas).
P. ¿Es demagogo?
S. (Piensa) Sí, tengo tendencia a la demagogia. Me cuido bastante.
P. ¿Da la sensación que cada uno de sus textos está dirigido a públicos diferentes?
S. Es cierto y es un problema para los editorialistas. Cómo es lógico, ellos quieren tener un perfil de público, un público cautivo, (risas), así tienen asegurado con cada edición tal cantidad de ejemplares.
P. En uno de sus libros usted habla del fin de la historia y de la muerte de las ideologías, ¿qué piensa de esas ideas?
S. Me parecen ridículas. En las “cartas a mis amigos” les tomo bastante el pelo. Es para morirse de risa, es una burla. Es una cosa de poca calidad. Las cosas están mejorando a pesar de la etapa crítica que estamos viviendo. Ya empiezan a sacar las uñas los del libre mercado, ya empiezan a hacer dirigismo. Pronto no se va a hablar de libre mercado.
P. ¿Por qué le dicen Silo?
S. Me han dicho “Negro”, “Araña”, “Silo”, de tantas formas me han dicho… Por lo desgarbado y flaco me decían “Silo”. Este ha sido el que quedó y el que más historias creó, es como si charlaras en varios lenguajes al mismo tiempo. Esa es la sensación.
P. ¿Qué opina sobre el planteo de Octavio Paz de utilizar la poesía como nuevo lenguaje?
S. Me parece muy interesante. El tema es que va a pasar con la gente sumergida, las clases populares, la gente que no tiene acceso a la cultura, la información, que es el motor de los cambios históricos. El planteo de un nuevo lenguaje está muy bien.
P. ¿Quién es Silo? ¿Un farsante, un iluminado?
S. Cualquiera de las versiones no me preocupa desmentirla o andar discutiendo con cualquier persona que diga una cosa. El que quiera decir que diga, ni quita ni pone.
Fin del cuerpo principal de la nota, firmado por FP.
RECUADRO (3 columnas).
Sectas, nada más.
P. ¿Usted es el reflejo de una sociedad que se esconde?
S. Claro… A la gente le crea problemas, tiene que reflexionar sobre otras cosas, debe salirse de cauce… ¡Uy, ya es un lío! Sin embargo, en Mendoza, jamás he recibido una sola objeción personal, y eso que salgo mucho y soy una persona relativamente conocida. ¿Este no es un fenómeno extraordinario también? Tanta cosita que se dice por ahí y que no haya uno solo que me haya dicho personalmente nada.
P. ¿Y cuando lo acusan de crear sectas, manipular gente y este tipo de cuestionamientos?
S. Mire, ese tema de las sectas es un problema entre sectas. la secta mayoritaria, en éstos países de América Latina, el catolicismo, tiene problemas con las otras sectas que van avanzando. Mientras los protestantes van perdiendo la periferia y ahí se hacen fuertes los católicos, los popes se van concentrando en los centros y acusan a la Iglesia y a los católicos de las peores atrocidades. Es espectacular las cosas que dicen, (sonrisas). Cuando hablan de acusaciones de sectas es un problema entre ellos.
P. ¿Por qué los incluyen a ustedes como una secta, incluso en España una comisión parlamentaria los calificó en 1988 de secta peligrosa?
S. Sí, de todo, y nunca llegan a nada. Es espectacular, o sea que debe haber un problema con la Iglesia.
P. ¿Siempre proviene de la Iglesia ese ataque?
S. No siempre, a veces de los políticos que temen que uno haga una movida política y les quite espacio. En su momento, el Partido Comunista corría la voz en los medios de la izquierda que teníamos que ver con la CIA. Las cosas fueron cambiando, el PC sufrió las transformaciones del caso y tuvo que ponerse de acuerdo con el Partido Humanista y con grupos afines para la conformación de un Frente Amplio. Allí salieron a hacer declaraciones para esclarecer a sus militantes y decir que ellos nunca habían dicho nada con respecto de la CIA, sino que eran leyendas que circulaban por la década del 70. ¿Por qué habían volado antes esas acusaciones? Quizás por un problema de clientelismo. Los sectores reaccionarios de la ultraderecha trataron de relacionarnos con el guerrillerismo. Así es como la Iglesia Católica habla de las sectas. Estamos rodeados de gente descuidada en sus apreciaciones.
P. También Silleta les pega en su libro sobre las sectas.
S. Yo no sé quien es. Parece que es un periodista free-lance. Lo único que sé de él es que sus primeros escritos salieron de una editorial que tiene que ver con Nestor Vicente. Formaron una editorial porque andaban en la prensa de los curitas de la liberación. Son curitas, confesionales y catolicones. El periodista Silleta. ¿Qué sé yo si es periodista, de la CIA, del Vaticano, si tiene que ver con Marcinkus, con la banca Ambrosiana? No me preocuparía debatiendo con él.
Fin Recuadro
RECUADRO (2 columnas)
Nos habíamos amado tanto
P. ¿Mendoza es un lugar especial?
S. El paisaje es muy impresionante. ¿Por qué crees que en Mendoza se ha dado tanto desarrollo en el campo de la plástica?. Existen Le Parc, Alonso, Quino. El fuerte del mendocino es el ojo.
P. ¿No se siente abandonado en su prédica?
S. Al contrario. Mendoza me reconforta porque es un lugar donde nadie molesta.
P. ¿Volvería a hacer una reunión en Punta de Vacas como la de 1969?
S. Creo que sí, pero sería más voluminosa, (risas). Más de un amigo ha pensado en celebrar algún aniversario o algo por el estilo en Punta de Vacas, (más risas).
P. ¿Por qué tantas versiones de Silo en Mendoza?
S. Las personalidades fuertes que se salen de los cauces de las sociedades conservadoras, donde existe temor al cambio, suscitan fuertes reacciones.
P. ¿Esto no lo desacredita?
S. Mendoza no es el ombligo del mundo, seamos honestos y también humildes. No hay por qué jugarse a favor del gobierno de Gabrielli o no. Esto es irrelevante. Suena muy despectivo, pero es la realidad.