La Segunda, Lunes 10 de septiembre de 1990

Hacia 1969, Mario Rodríguez Cobo realizaba su primera aparición en público. En una pequeña localidad cordillerana, situada a cuatro kilómetros de Mendoza, pronunció su primer discurso ante cientos de jóvenes y no pocos enfermos. «La curación del sufrimiento», como se pasaría a llamar dicha alocución, marcaría el inicio de la enseñanza pública de este personaje, más conocido como «Silo». La opinión pública, en tanto, recuerda acciones más «concretas» de sus militantes y seguidores en los años sesenta y setenta, y asocia a éstos con conductas colectivas donde en más de alguna oportunidad estuvo presente la marihuana.

Hoy Mario Rodríguez se encuentra en Chile apoyando el lanzamiento de su tercer libro, titulado «Contribuciones al pensamiento». Dos ensayos distintos conforman este volumen. Uno referido a la sicología y otro a la historia. Temas diferentes, pero con un enfoque similar.

Al mismo tiempo, el «jefe» proclama la vigencia del movimiento y anuncia la celebración de un encuentro internacional aquí en Chile, en enero del próximo año, «ahora que en Chile la situación ha cambiado». Si bien cuando se le pregunta muy concretamente si Chile es un medio propicio, en este momento, para el crecimiento de la filosofía de «Silo», la respuesta resulta mucho más vaga.
Su nuevo libro

En «Contribuciones al pensamiento» desarrolla una teoría en la cual el hombre es el protagonista de la historia, no una consecuencia de ella.

Anteriores publicaciones de Mario Rodríguez son «Cómo humanizar la Tierra», que es un resumen de tres trabajos previos; y «Experiencias y hadas», algo así como literatura divertida.
«Para diciembre estamos preparando un estudio sobre «Mitos y leyendas». Es un trabajo acerca de las historias que por años han circulado por el mundo, como estructuras que permanecen en el tiempo».

«Es una obra opuesta a «Contribuciones al pensamiento», que se centra en los cambios, viendo las cosas unidas unas a otras formando una estructura».

Universalización de SILO

Justamente el pensamiento estructural es una característica del Movimiento Silo, que surgió en la década de los sesenta. Mario Rodríguez, su fundador, nació en 1938 en Mendoza, procedente de una familia burguesa. Se formó en un colegio católico, estudiando luego tres años Ciencias Políticas.
A los 26 años de edad, se retiró a una zona selvática de Argentina y junto a un grupo de amigos definió lo que sería su doctrina.

En Chile, si bien Silo tuvo un período de apogeo, decayó notablemente en la década de los setenta. Hace cinco años, sus miembros volvieron a la luz pública bajo el nombre de «La Comunidad» y formaron el Partido Humanista, que fusionado actualmente con los verdes, reúne a más de cinco mil adherentes. Un 10 por ciento de ellos perteneció o pertenece a «La Comunidad».

«Silo» actualmente está en un proceso de desarrollo, según su fundador. «Estamos empeñados en la universalización del Movimiento. Queremos llegar con nuestro mensaje a distintas partes del mundo para alcanzar a otras culturas, como Japón o Arabia Saudita. Ya hemos sido acogidos en la India y Filipinas. Pienso que hay muchas cosas por aprender de otras culturas y éstas han de enriquecerse con nuestro mensaje».

-Hace algunos años dijo usted que si lo enseñado por usted hasta aquél momento era falso, desaparecería. Si era verdadero no habría poder capaz de detenerlo. En Chile, al menos, Silo perdió mucha vigencia con el correr de los años…

-Lo que sucede es que El Movimiento ha tenido expresiones diferentes, ya sea en el campo del arte, lo social, etc.

-¿Estableció usted algún plazo para comprobar si su mensaje perduraría en el tiempo?
-No fue un plazo estricto, nos dimos como una década para observar los sucesos. Luego de los formidables vuelcos históricos de la década del ochenta, quedó en claro que nuestros planteamientos son los adecuados. Que la gente no está de acuerdo con los patrones establecidos, que está en otra búsqueda. Estos movimientos nos estimularon a seguir adelante.

-¿Chile sería un medio propicio en este momento para el crecimiento de Silo?

-No sabría decir si un país o un medio es más apto que otro para el desarrollo del Movimiento, ya que la situación política imperante es independiente de las motivaciones del hombre.

Considera lícita la formación de partidos políticos como una manera de expresión de las ideas del Movimiento, como lo es el Partido Humanista. «Sus principios coinciden con los nuestros, en el sentido que persiguen la libertad, cooperación entre los hombres y la paz en el mundo, entre otros».

La Segunda, Lunes 10 de septiembre de 1990