Diario El Siglo – 12 de mayo de 1994

Silo en Chile:
“El Problema Actual es la Supervivencia del Mundo”

En entrevista exclusiva, el ya legendario pensador argentino rompe con el estereotipo derechista sobre su persona, que lo intenta describir como un “gurú” de los nuevos tiempos.

En la revista semanario, versión amplia de el diálogo que sostuvo con El Siglo, durante dos horas.

Marcado sus palabras, Silo afirma: “Si hubiese existido el Partido Humanista en esos tiempos, en los tiempos de la Unidad Popular, sin duda que hubiéramos formado parte de ese Gobierno… a pesar de los problemas”.

Visitó Chile hace dos años, y ahora vuelve para asistir a la Primera Jornada de la Cultura Humanista y para presentar su libro “Carta a mis Amigos…”, que en la estación Mapocho comentarán Volodia Teitelboim y José A. Viera Gallo.

En la casa de José Gabriel Feres conversamos con él durante dos horas, junto a Manuel Guzmán (con quien ya se conocían porque estuvieron en Moscú cuando se producía allí el levantamiento armado en contra de Yeltsin). En El Siglo semanario se publicará una entrevista extensa sobre ese diálogo.

Silo, Mario Rodríguez Cobos, dice que esta entrevista es “entre amigos” y no se hace ningún problema para responder todas las preguntas, incluso aquellas sobre la crítica posición que él sostiene respecto de la Iglesia Católica.

Sobre el origen del movimiento, marca un hito: cuando el 4 de mayo de 1969, en la localidad de Punta de Vacas, argentinos y chilenos se reunieron a campo abierto rodeado de gendarmes trasandinos. Eran los primeros y buscaban surgir como alternativa en medio de fuertes y diversos movimientos sociales y políticos; eran pequeños grupos formados por jóvenes de clase media y media baja; postulaban la no violencia y por ello confrontaron posiciones con quienes los calificaron de “pacifistas estúpidos”, dice ahora, después de 25 años, Silo.

Pero en ese tiempo, de crisis y esperanza, de protagonismo y utopías, este grupo de humanistas también vivió lo suyo. Vino “la bota militar, vino la persecución, en Argentina, en La Plata, nos ametrallaron a algunos de nosotros. En Chile, tras el golpe, algunos fueron detenidos y pasaron por el Estadio Nacional y por Pisagua…”, recuerda Mario Rodríguez. Y marca un juicio respecto de su país: “En Argentina el embate fue en contra del sindicalismo combativo, por el exterminio de sus líderes, y ello también ocurrió en toda América Latina”.

Sobre Salvador Allende y su Gobierno, Silo comenta ahora que, en esos momentos, “lo veíamos jaqueado, no tenía salida… los fenómenos históricos no se pueden explicar por las anécdotas, pero las anécdotas son importantes. Nosotros no habríamos hecho nada mejor que lo que hizo Allende. Y si en esos momentos hubiese existido el Partido Humanista, en los tiempos de la Unidad Popular, sin duda que hubiéramos formado parte de ese Gobierno”.

“Vamos al colapso mundial, y el caos que puede llegar nos arrastrará a todos…”

Entre un café, muchos cigarrillos, y su intento permanente por mantener una cercanía coloquial, Silo responde con gestos enfáticos a la pregunta: ¿Y qué viene ahora?

“Creo que estamos llegando a un cuello de botella, este sistema (el neoliberal, N. de R.) se abalanza a una crisis que nos arrastrará a todos. Se está generando un caos y por eso el tema tiene urgencia. No es una crisis del sistema… es la catástrofe… es Yugoslavia, es el Medio Oriente, es Ruanda, Chiapas, Los Ángeles, Santiago del Estero en Argentina, hay desbordes sociales y pueden ser un paso atrás si no tienen una direccionalidad”.
¿Pero, no resulta este diagnóstico apocalíptico?

“El problema actual es la supervivencia del mundo”, afirma, y señala que diferentes indicadores sociales, políticos, económicos, morales, confirman su diagnóstico. Y, en algo que es propio de la cosmovisión humanista, Silo acota un elemento:

“La gente hoy sufre mucho, vivimos una especie de esquizofrenia social y colectiva, vivimos una crisis, el sistema y su competitividad, y la cacería de fuentes laborales y sociales genera una virtual matanza lateral entre los seres humanos. Hoy, por ejemplo, los estudiantes no se ven como compañeros, se ven como competidores ante un escaso mundo laboral futuro, y lo vemos en todos los campos”.

“El cambio social parte de la comuna, pero no buscamos el basismo”

Mario Rodríguez apunta que el tejido social está destruido; y hay incluso algunos sectores que operaron en y junto al pueblo, que hoy han desertado. “Más que un Congreso, que un Parlamento, hay que conquistar la Comuna; a la hora del colapso, creo en el efecto demostrativo y en la potencia del movimiento por la base; la antigua idea del Frente Popular que se construya en la base, fraternalmente, en donde se encuentran en la acción todos los que están por el cambio. Esta es la forma de responder a la desintegración social”.

Y marca un concepto: la diversidad. Silo plantea que ello es lo opuesto a la uniformidad, y que sin embargo es el mejor camino para alcanzar una verdadera convergencia con la izquierda marxista, cristiana y otros sectores progresistas. No se trata de una teoría en el aire. Cuenta que la mayoría de los humanistas argentinos y chilenos que sufrieron el exilio vivieron en España e Italia, y allí “no se encerraron hacia adentro”, entonces las ideas humanistas comenzaron un camino en el viejo continente y el encuentro con otra vertientes se hizo práctico. Silo comenta que el diálogo con los marxistas es hoy fructífero en todos los países en donde se topan, incluido por cierto Argentina y Chile.

“Para esta etapa de la humanidad, una nueva relación entre el capital y el trabajo”

Al hablar de propuestas de futuro, Silo destaca una idea: “También el empresario está en jaque, aquí lo controla todo la banca; el empresario está colocado como subsidiario en relación al capital financiero. Hay que replantearse la relación entre el capital y el trabajo… en beneficio de ambas partes”.

Le preguntamos, ¿por esa vía no se llega de nuevo a la plusvalía, a la explotación, al capitalismo…?

“La nuestra no es una respuesta desde el capitalismo. Esta es una propuesta para una etapa de transición, imperfecta, pero son pasos a dar que no representan la sociedad ideal. Nosotros creemos en una sociedad humana universal… entre tanto transitamos para resolver”.
Silo nos cuenta que se trabaja para levantar el gran centro del humanismo mundial… en Moscú. Insiste, a la hora de la despedida, que los humanistas enfatizan en el entendimiento y la acción común, en la convergencia en medio de la diversidad. Sus gestos lo develan como un argentino de Mendoza clásico. Ciertamente él es parte ya de los pensadores latinoamericanos que han hecho camino al andar… no es solo un teórico. En Chile, primero la derecha, y después “la bota militar”, los reprimió porque según ellos Silo y sus seguidores eran “el brazo del Partido Comunista destinado a infiltrar y descomponer a la juventud de la clase alta”.

Han pasado más de dos décadas, y los humanistas siguen adelante, ahora convencidos de la necesidad del cambio social planetario.

Primer Encuentro de La Cultura Humanista

Bajo los auspicios de la División de Cultura del Ministerio de Educación, La Comunidad para el Desarrollo Humano realizará en el Centro Cultural de la Estación Mapocho el “Primer Encuentro de la Cultura Humanista” el próximo sábado 14 de mayo de 15 a 22 horas.

Según los organizadores, este encuentro, tiene por objetivo crear un espacio de comunicación para quienes, trabajando en el campo de la cultura, ”creemos que ésta debe estar dirigida al desarrollo humano y al enaltecimiento y respecto de la vida, y no subordinada al dinero. En este espacio las diversas organizaciones e individuos participantes expondrán su trabajo en forma de paneles, exposiciones, foros, charlas y videos”.