Moscú, junio 1992
Entrevista en el Programa “Ponedelnik”

Respetados telespectadores, permítanme presentarles una nueva organización social surgida en la tierra moscovita. Frecuentemente vemos nacer nuevos movimientos, nuevos partidos, nuevos clubes, asociaciones, etc.

Yo pienso que el encuentro de hoy despertará indudable interés en ustedes, ya que se trata aquí de “Cómo hace el hombre para convertirse en Ser Humano”.

Nosotros intentamos reflexionar sobre esto, pero con poco éxito. Y de repente llega a Moscú una persona que se ocupa de este tema hace ya muchos años: Mario Rodríguez, filósofo, escritor de Argentina. Se le puede llamar un “agricultor” de Argentina, por cuanto vive en una región agrícola, cultiva cereales… y además de todo esto, reflexiona sobre el humanismo y sobre cómo hacer al humanismo el centro de la vida humana.

El tiene un seudónimo: Silo, y como me han explicado, esta palabra tiene justamente relación con lo agrícola. Así, Mario Rodríguez ha llegado de visita hasta nosotros, gracias a sus vínculos con el Club de Iniciativas Humanistas dirigido por el Profesor Boris Koval, para inspirar a los moscovitas en la idea de humanizarse. Y para esto cuenta ya con ciertas técnicas, instrucciones, si puede decirse así. En todo caso, cuentan ellos con un programa: “Cómo hace el hombre para convertirse en Ser Humano”.

Como acabamos de descubrir, con Mario somos prácticamente coetáneos. Somos gente de una misma generación. Pero yo ante la palabra “internacional” me tenso; y él, en cambio, experimenta un gusto muy especial. Porque a nosotros cualquier internacional nos asusta, aún cuando se trate de la Internacional Humanista, como se titula este folleto. Nuestra vida hoy en Rusia es difícil de comprender.

Locutor: Tal vez podría usted contarnos cómo es que puede el hombre convertirse en Ser Humano.

Silo: Yo no he venido a Moscú para proclamar alguna idea, sino justamente lo contrario…

Todo lo contrario. Yo y un conjunto de amigos hemos venidos a aprender de un proceso muy interesante, muy único en la historia. De experiencias nuevas que se están haciendo. Que tengo la seguridad que van a inspirar a otros puntos del mundo, a otros lugares. Para nosotros…

Locutor: ¿Nuestras experiencias de Humanizar se pueden aprovechar también?

Silo: Absolutamente. Yo creo. Y acá ha habido una discusión con los amigos moscovitas. Yo personalmente creo que los acontecimiento de acá están mucho mas acelerados que en otras partes del mundo.

Locutor: Usted es un Rousseau argentino, que educa a sus niños, vive junto a la naturaleza, yo puedo comprender que usted pueda humanizar su vida. Pero nosotros, aquí, donde todo es tan complicado y sangriento todavía, ¿cómo se puede aquí humanizar la vida?

Silo: A mi me parece humildemente, que el respeto por las particularidades de cada persona, de cada tendencia política y de cada lugar, es la primera condición de la convivencia. De todas maneras, pienso, tiene que haber un enmarque general para todas esas diferencias. El humanismo estaría feliz si gente de distinta postura política pudiera discutir en base a ideas mas generales sobre el ser humano. El humanismo no pretende ser una fuerza política.

Locutor: Tal vez el Profesor Koval pueda darnos su interpretación de la experiencia nuestra aquí, de humanización.

B.Koval: Yo creo que el pensamiento, la obra de Silo, y el trabajo del Movimiento Humanista en general, plantean otra tarea: darle a la persona la posibilidad de tomar un poco de distancia de la política concreta, de la economía práctica, de una ideología concreta, para ser ante todo un Ser Humano. Comuniquémonos, miremos uno al otro a los ojos, respetémonos, amémonos, y hagamos algo juntos. Para nosotros esto no es fácil porque la política divide a la gente, las contradicciones sociales dividen a la gente. Los humanistas quieren otra cosa.

Locutor: Pero ¿cuántos intentos ha habido ya, Boris? ¿De dónde surge su convicción de que precisamente este llamado al bien en la vida va a tener éxito?

Silo: Yo creo que no tenemos asegurado el éxito. Nuestro planteo es un poco idealista. Pero hay que reconocer que también necesitamos un poco de idealismo. Ya hay mucha gente que da soluciones concretas. Ya hay especialistas en distintas cosas. Es bueno que haya…

Locutor: Hay pocos idealistas.

Locutor: En una palabra, Mario quiere recordarnos que en cada uno de nosotros hay también un idealista, que puede materializar su idealismo en alguna cosa concreta, en algo bueno. Qué decir, esto nos hace mucha falta aquí. Y confiemos en que algo de idealismo de todos modos se conserva en nosotros. Y finalmente, debemos comunicar a nuestros espectadores, a aquellos que les haya interesado nuestra conversación, cómo pueden conectar con el Club de Iniciativas Humanistas.

B.Koval: Sí, nuestro Club es una organización pequeña, limitada por ahora a los institutos académicos. Yo, por ejemplo, trabajo como vice-director en el Instituto de Politología de la Academia de Ciencias. Muchos otros científicos, jóvenes y no tanto, participan también; estudiantes de diferentes universidades, médicos. Nos sentiríamos muy complacidos si ustedes se interesaran en estas ideas. Por ello, pueden conectarse con el Instituto de Politología de la Academia de Ciencias de Rusia, conmigo personalmente.

Locutor: Todos los idealistas moscovitas.

B.Koval: Idealistas de orientación humanista.

Locutor: Así que le felicitamos Mario, por la buena causa que usted lleva adelante. Envidio a sus hijos que viven allí junto a la naturaleza. Y le deseamos a usted todo lo mejor.

Silo: Yo quiero agradecerle a él y a todo el público. Y nosotros tenemos la esperanza de que en Rusia se produzcan situaciones muy buenas para todos. Porque todo el mundo está mirando hacia Moscú. Y del destino de acá depende el destino del mundo.

Locutor: Confiaremos que así sea. En todo caso, trataremos de hacer nuestro aporte en ese sentido. Gracias.

Silo: Muchas gracias.