Milán. 3 de Noviembre de 1992
Entrevista de Silo con periodistas de distintos medios
Encuentro en Palatrussardi
(Duplicidad de fechas con 3 de Octubre de 1992)
Pregunta: Indudablemente el mundo hoy vive una situación de extrema desorientación. ¿Qué dirección puede tomar su desarrollo?
Respuesta: Yo pienso que la situación de crisis que vive el mundo no ha nacido en este momento, es el arrastre de decenios anteriores. Esto se ha iniciado hace tiempo y ahora vemos las consecuencias. La gente cree que la crisis ha explotado hoy, pero el arrastre de esta crisis es precedente. Una de las cosas más graves, aparte de la crisis económica, es la crisis del Estado Nacional. El Estado Nacional, que es una creación bastante reciente, sin duda es ya vieja. Por una parte la regionalización aumenta en el proceso de regionalización, y por otra parte aumentan los localismos, y en el medio de este sandwich se encuentra el jamón, que sería el Estado Nacional (risas). Así que de un lado tenemos los localismos y del otro la regionalización y el proceso de mundialización. No se quién tiene razón en todo esto, pero se que estos procesos son simultáneos aunque son muy discordantes. Tomamos el proceso de la Comunidad Europea, este proceso va en una clara línea de regionalización. Estados Unidos pierde el control de ciertas zonas entonces buscan hacer ellos también su mercado común, incluyendo Canadá y México y empujando el Merco Sur en América del Sur; sin embargo hay varias formas de mercado común que se dan de hecho aunque no formalmente, pero de hecho, y es eso lo que sucede en el Sudeste Asiático. Es así que este proceso de regionalización avanza y es una clara dirección histórica. El tema es que signo podrían tener estas regionalizaciones, porque no será lo mismo la regionalización de la company y la regionalización de los pueblos. De modo que obviamente a la company le interesará que se cancelen las fronteras nacionales, pero, claro, por motivaciones distintas de aquellas que podrían tener los pueblos que en su cohesión está en lo interno de una misma unidad cultural podrían ser beneficiadas.
Podría suceder que esta tendencia a la regionalización hoy podría ser manipulada y en una dirección que no es la correcta para los pueblos. Esto significaría una gran tragedia porque se estaría desviando este proceso histórico en una dirección muy negativa. Por tanto todas estas cosas son motivos de reflexión, muy atenta, pero volviendo al tema de la pregunta de la crisis actual, aquella en la cual hoy estamos, digamos que no es solo una crisis económica, sino una crisis administrativa, y sobre todo la crisis del Estado Nacional.
P: Respecto a todo esto, ¿qué actitud se podría adoptar a nivel individual?
R: Sabemos que el individuo no existe solo, de la ropa que usamos, al lenguaje, a los objetos, son sociales, vivimos en relación, somos seres abiertos al mundo, y por lo tanto se supone que las cosas aisladas no tienen ningún sentido, nada se puede hacer aisladamente, sino que hay que hacerlo con otras personas. Obviamente para cada persona la cosa más importante es sí mismo, lo ha dicho también Whitman, el poeta. Pero una cosa es la propia individualidad, el propio problema o este placer de esta persona individual, tanto o menos son aislados. Cuando yo sufro una tragedia, que es una tragedia personal, o es porque he tenido un problema con mi pareja o con mi trabajo, o con mi familia vale decir cualquier tragedia personal que yo vivo con tanto vigor, cualquier problema personal esta en relación con personas. Si yo me imagino una vida ideal, para el futuro, una mejor vida, no me la imagino aislada, me la imagino en relación a otras personas y me digo: «que bello sería que mi hijo tenga un buen futuro, que bello sería que la gente que yo amo no muera de hambre, que bello sería…», así que lo personal, aquello que uno sufre porque lo experimenta uno en su persona, no lo experimenta en el aire, siempre esta relacionado con otras personas, esto es un hecho y yo no creo que haya otra solución que la acción conjunta.
Vale decir que la solución no puede darse solo por personas aisladas, aunque si yo individualmente experimento el problema, el placer, el beneficio o la perdida, debo reconocer que el cambio de situación debo afrontarlo no solo sino junto a otras personas. Ahora si se me pregunta «que cosa uno debería hacer para trabajar con otras personas, esta sería una pregunta muy difícil de responder. Nosotros al máximo que podemos aspirar es crear una especie de corriente de opinión, pretendemos exponer nuestro punto de vista, y, bueno, después habrá gente que le parecerá bien nuestro punto de vista y habrá gente a la que no le parecerá adecuado y esto me parece muy civil. Por lo tanto nosotros explicamos nuestro punto de vista allí hasta donde llegamos, no pretendemos que sea un punto de vista original, no pretendemos que sea el mejor punto de vista, pero creemos que como cualquier ciudadano tenemos derecho a exponerlo».
P: A este punto, en conclusión, ¿se puede ser optimista?
R: Desde mi punto de vista personal, que es muy subjetivo, creo que hay cosas muy negativas y peligrosas en este momento, pero también creo que ha habido muchos momentos históricos muy peligrosos y muy negativos y siempre se ha podido dar un paso adelante, siempre se ha podido dar un paso adelante. Por una parte vemos que todo se esta fragmentando, que tanto las instituciones, como las organizaciones, sociales, sindicales, políticas, etc… se van vaciando, van tomando formas vacías de contenidos. Por otra parte se acentúa esta especie de esquizofrenia en las relaciones entre las personas. Todo es fragmentación, es como si el tejido social se estuviese fragmentando. Desde cualquier punto de vista la disolución de cualquier forma puede llegar a ser positiva, puede desde cualquier punto de vista. El problema que surge aquí es que al perderse las referencias que primero existían, pueden surgir fenómenos un poco brutales que den referencia a la desorientación general. Este es un punto bastante peligroso que me parece que se esta percibiendo en el horizonte.
P: ¿Qué cosa prueba usted, qué sensaciones prueba, por la violencia que vivimos hoy en el mundo?
R: Bastante mal porque uno se da cuenta que no puede hacer mucho. Yo creo que esta sensación que experimento, la experimentan muchas personas. Tal vez hay algunos afortunados que no se preocupan de nada. pero creo que somos muchos que nos preocupamos y que nos sentimos impotentes en esta situación. Qué puede hacer uno frente al poder de esta época, qué puede hacer frente a la gran maquinaria política, al gran capital, qué puede hacer uno sobre todo si el diálogo se ha puesto tan difícil. Con quién se puede hablar de una acción común, creo que a veces surgen uniones espontáneas entre la gente. A mí me da la impresión por los últimos síntomas que se han visto, que no es a través de organizaciones, sino que es a través de fenómenos un poco espontáneos que se ha metido en jaque un cierto poder que se creía muy establecido. El fenómeno de Ciausesco que parecía un fenómeno sólo del Este. y esta convocatoria que hace Ciausesco y la gente va pero va en contra de la misma convocación. Y lo mismo está sucediendo en Brasil donde el presidente Collor de Mello llama a la gente con el fin de que lo apoyen, y la gente va, más no apoyarlo, sino a echarlo. Y en muchos lugares hemos visto que las organizaciones sindicales llaman a la gente para ser apoyadas, y resulta que la gente va, pero no a apoyarlos sino a criticarlos. Son fenómenos que no sé si están bien o están mal, pero son fenómenos que observo que se están dando con una cierta simultaneidad en varios puntos. Es muy curioso, es como una suerte de espontaneidad, de protesta. Esto y aquello que veo, así y todo no es que uno por sí solo pueda hacer alguna cosa frente a esto.
P: La gente se pone siempre estos interrogativos respecto al Movimiento. Quiero decir que el Movimiento parecería utópico con respecto al sistema violento que existe desde milenios y que ni siquiera la Iglesia ha logrado transformar en positivo, por medio de la fe.
R: Yo creo que la crítica que hacen algunos respecto al hecho que el Movimiento es utópico, yo creo que estas críticas son justificadas, yo creo que el Movimiento es utópico. Así como es utópico creer en una vida mejor que a lo mejor no se encuentre jamás. Por ejemplo, nosotros decimos: Trata a los demás como pides ser tratado, esto en la sociedad en que vivimos no es posible, pero sin duda esto puede ser un ideal de vida, uno aspira a eso, uno aspira a muchas cosas aunque estas cosas no se cumplen y esto da una dirección a la propia vida y todos estos modelos que se han caído que primero servían como referencia a la gente, y que hoy no pueden continuar, están creando muchos problemas a la sociedad y a los individuos, así que si hay nuevos modelos, aunque un poco utópicos, creo que podemos cumplir una función importante, una función de orientación de las actividades de la gente independientemente de que sean de éxito o no sus propuestas. Es como decir en medicina, que no hay para buscar para nada una fórmula que permita vivir demás, porque esto es utópico. Es como antes del avión, decir que el hombre no volaría nunca; mas porque ha habido siempre gente utópica la ciencia ha continuado avanzando y ha seguido buscando lo imposible y esto ha trazado una dirección en la búsqueda donde, aunque si no somos todavía inmortales, la ciencia va haciendo sus avances, la medicina va haciendo sus progresos y yo creo que sus ideales de vida y las utopías aunque si no cumplen con un objetivo material, concreto, preciso, ayudan a la gente a vivir y además terminan por producir modificaciones en los procesos sociales. A veces se dice que este momento es el final de las utopías, y es posible que sea el fin de las utopías ya pasadas, pero yo creo que están naciendo por la necesidad de la gente nuevas utopías. Así que, volviendo a la pregunta, creo en aquellos que dicen que somos utópicos, tienen razón.
P: Pero a mí me pareció entender, de alguna cosa que escuché del Movimiento, que alguna cosa práctica se esté haciendo, quiero decir, para evitar la violencia, para enseñar a no ser violentos…
R: Yo creo que hacemos aquello que podemos, pero es un poco una gotita de agua en el océano. Qué podemos hacer nosotros en Yugoslavia en este momento, es una situación tan desafortunada; qué podemos hacer para millones de personas que están al borde de la muerte en Africa, qué podemos hacer con esta nueva nube que se alza en Europa en forma neo-fascista, neo-nazista, qué podemos hacer con esta intolerancia que nosotros mismos llevamos dentro, porque nosotros no pretendemos decir «estos intolerantes que están ahí», estamos hablando de esta intolerancia que también nosotros llevamos dentro. Podemos hacer muy poco, son fuerzas muy grandes y nosotros somos pocos y para colmo también con pocas ideas. Pero, bueno, está bien que cada uno busque hacer aquello que puede, es aquello que estamos haciendo ahora mismo, que estamos poniendo nuestro punto de vista. Pero por esto no se va alimentar la gente de Africa, ni se va a dar solución a los problemas de Yugoslavia, ni se van a aplacar las intolerancias. Hacemos aquello que podemos y somos muy conscientes de nuestros límites.
P: Podrían así y todo enseñar a no ser violentos, y no a resolver los problemas bélicos, económicos que se podrían resolver con más tiempo.
R: Puede ser, puede ser…
P: ¿Cuáles son los proyectos del Movimiento a futuro?
R: Yo pienso que se le dará mucha importancia, porque nunca se le ha dado importancia a los medios de comunicación social, a los medios de difusión. El Movimiento en este campo no tiene ninguna experiencia, pero yo creo que contará con la buena voluntad de las personas que trabajan en la prensa, de modo tal que cuando haya alguna cosa para comunicar, una pequeña idea, o algún documento, o alguna declaración, se nos pueda acercar a los medios de difusión. Sí, una cosa es el contacto boca a boca, persona por persona y otra cosa es a través de medios de difusión que llegan a centenas de miles, a millones de personas. En el Movimiento existe en este momento esta preocupación de cómo tener mejor portada, a fin de que estos puntos de vista sean discutidos por la gente. Así que creo que esta sea una preocupación inmediata. Y en otro orden de cosas pienso que el Movimiento está tratando de juntar gente que está muy separada entre ella; hay una crisis en la militancia, por ejemplo, de la militancia política, de la militancia en las organizaciones sociales, hay una crisis general de la militancia; hay mucha gente desilusionada incluso gente muy joven que se ha desilusionado de la militancia. Creo que el Movimiento hará un esfuerzo para hacer participar en un mismo plano a toda la gente que ha salido de la militancia desde diversos sectores, dándole coraje, en el sentido que, bien puede haber fallado una idea, puede haber fallado un esquema, pero no puede haber fallado la empresa humana.
De modo que creo que se exhortará a la gente para que modifique sus esquemas. No se derrumba el mundo porque ha fallado un esquema. Uno debe transformarse, por eso, nuestro diálogo es muy fluido, muy amable en este momento, y con gente por ejemplo que en otro momento era militante muy fuerte y ahora está un poco desilusionada, quien ha trabajado con el P.C.I., quien ha trabajado en la izquierda general, el diálogo es muy bueno con ellos. Es muy bueno porque nosotros estamos discutiendo justo este problema de la militancia. Bien, y todos nos estamos dando cuenta que se necesita continuar pero, claro, también a estos esquemas se necesita modificarlos.
P: Entre sus escritos, he notado una máxima que me ha provocado curiosidad donde usted habla de la muerte y de la vida. Usted dice que la muerte no existe. ¿Me explica este concepto?
R: Nosotros vivimos siempre con el problema de la muerte encima, y esto lo han explicado muy bien los existencialistas. Y claro, parece que cuando llega el momento de la muerte, parecería que aunque si estamos muertos estamos viviendo este problema. Quiero decir que me parece un problema de imaginación. La muerte llegará y … y no habrá problema. Nosotros tenemos problemas porque continuamos creyendo que existe una cierta voluntariedad en el estado de muerte. No existe un acto voluntario, me imagino muerto y me imagino asfixiado, me imagino como desde adentro.
P: Pero usted dice que la muerte no existe, dice que después de la muerte existe la vida, hay un estado de eternidad. ¿Me lo explica?
R: No es una explicación espiritual, esa que damos, es una explicación psicológica esa que damos. En este sentido la gente de fe, la gente creyente a veces tiene ventajas sobre quien no tiene fe. Tiene ventajas si su fe es genuina, si efectivamente cree que después de la muerte habrá una vida más interesante. Aquello que sucede es que hay mucha gente que dice esto, pero no lo cree, porque si lo creyera verdaderamente su vida sería diferente; no se aterrorizaría por una pequeña enfermedad, no se derrumbaría su vida porque muere un pariente, así que la gente que realmente cree en esta cosa puede tener una ventaja.
P: Refiriéndonos a ésto Silo prácticamente qué piensa, ¿tiene miedo de la muerte?
R: Yo personalmente creo que hay posibilidad de trascendencia para el ser humano, esta es mi opinión personal, no es la opinión de ningún Movimiento… ¡Gira la cinta!, no se puede imponer el propio paisaje sobre la forma de pensar y sobre todo de sentir de la gente. Así que si me preguntan personalmente qué cosa pienso y qué registro tengo yo lo digo, pero esto que vale solo para mí, yo no puedo tener la pretensión que sea válido para otras personas porque no lo sienten del mismo modo. Pienso que en este campo se necesita estar muy atento.
P: ¿Qué relación tiene con la fe católica cristiana?
R: Con la fe católica, con el cristianismo como con cualquier fe, creo que es digna de estudio. Estamos hablando de una fe, ¿no? No de una institución.
P: Le auguro una larga vida, pero cuando ella no esté más, ¿quién tomará su lugar con igual carisma?
R: ¿Quién tomará este lugar? Yo creo que hay gente con mucha cualidad de todas partes. Y no se trata de liderazgo. Pienso que se trata de gente que se quiere muy bien entre ellos, que hay mucho afecto; y no creo que sea una cosa formal del hecho que alguno tome el puesto de otro. Entre tanta gente saldrá aquel que tendrá las ideas más claras, o que se conecte mejor con la gente, de cualquier modo que lo represente.
P: ¿Pero hay necesidad de todos modos de un líder?
R: Me da la impresión que en esta época, esta tendencia va en aumento. La necesidad de la gente por un cierto liderazgo, sobre todo ahora que las instituciones están sufriendo una fuerte crisis.
P: ¿Y esto no puede ser peligroso a los fines propios de la libertad del Movimiento mismo?
R: Yo creo que si, que es un peligro. Sí, es un peligro, creo que si. Pero, bueno, se necesita afrontar la cosa. Claro, uno se siente una fuerte persona y piensa que si aparecen líderes malos, entonces mejor el líder que sea como uno y no los otros. Claro, éste es el punto de vista de uno. Todo aquello que sea concentración de poder, no solo económico, político, sino también sicológico o de referencia social, todo aquello que sea concentración es peligroso.
P: ¿Cuál podría ser la capital ideal del Movimiento, como punto de referencia geográfica del Movimiento?
R: En este momento está difícil el mundo para decirlo. En un momento habremos podido decir Florencia, en la época del Renacimiento, del Humanismo. Hoy el mundo está muy difícil, es una pregunta a la cuál no puedo responder bien.
P: ¿Qué piensa de la O.N.U.?
R: Pienso que aunque si no cumple con todo lo establecido, pienso que es necesario mantenerla. Hay que mantenerla porque de todas formas habiendo consagrado, por ejemplo, el derecho humano para los Estados Unidos para todos los estados miembros que se adhirieran a ella, aunque si en algunas ocasiones no se cumple con ella, tales ideales están. Y se supone que los estados que se asocien a la O.N.U. están obligados a defender los derechos humanos. Esto en la práctica no se cumple, como no se cumple con la F.A.O., como no se cumple con la Organización de la Salud, como no se cumple con el presupuesto necesario para la alimentación de la población pobre, como no se cumple con todo esto, pero de cualquier modo, pero es mejor de todos modos que exista así a que no exista.
P: ¿Si ella, en este momento estuviera en Somalia, que cosa diría a los somalíes?
R: No creo que pueda dar ninguna contribución pero creo que en los lugares donde no se ha llegado a la situación de Somalia o de Yugoslavia sería muy bueno hablar de esta posibilidad antes de que sucedan otras catástrofes. Cuando la catástrofe no está, nadie se preocupa, ninguno da importancia a esta discusión, cuando la catástrofe se ha producido ya no es posible hacer nada más.
P: ¿Cuál es la esperanza de Silo?
R: Yo aspiro a que se produzca una fuerte reacción de las nuevas generaciones en este pobre planeta en el cual estamos viviendo. Yo creo que serán las nuevas generaciones aquellas que deben ayudarnos más que ayudar nosotros a las nuevas generaciones. Creo que se deben ayudar a pensar de un modo nuevo y a sentir de un modo nuevo, creo que de cualquier modo nosotros no estamos en condición de hacer esto. Necesitamos de la ayuda de las nuevas generaciones. Pero para esto debemos abrirles la puerta y preocuparnos de aquello que están sintiendo y tomarlo en consideración muy seriamente por primera vez, no perseguirlos por que son jóvenes, o porque no participan en política en el modo en que nosotros queríamos que participaran o porque están preocupados por el hecho de tener una motocicleta. Creo que debemos cambiar nuestra mirada por cuanto resguarda las nuevas generaciones.
P: Una última pregunta, por cuanto me resguarda ¿Qué cosa es para Ud. la religión?
R: Para mi la religión no es una institución, para mi es un sentimiento, un registro de estar legado a alguna cosa más allá de aquello que percibo, creo que efectivamente la palabra relegar de re-ligión creo que tiene este sentido de estar ligada a alguna cosa que va más allá de lo perceptual.
P: ¿Cómo ve éticamente la relación de un hombre y de una mujer, en modo plural? O sea a nivel sentimental o sexual como según la doctrina del Movimiento, o sea lo ve de un modo plural, es decir más informal, vuelve a entrar en el sistema de la violencia.
R: La doctrina del Movimiento, ni obliga ni prohibe nada. Este es un problema de acuerdo entre las personas. Si la persona está de acuerdo con una cosa o no, es problema suyo; no tenemos nada que decir sobre esto, nada que criticar, ni sobre la homosexualidad, ni sobre la heterosexualidad, si no haces mal a los otros, no tenemos nada que decir.
P: ¿Si uno no hace mal a los demás, y ni siquiera a si mismo puede estar bien, entonces?
R: Claro.
P: Usted ha dicho que quiere cambiar las cosas. Que los jóvenes no quieren sólo la motocicleta… quieren saber cómo, en que modo, cuáles son prácticamente las propuestas.
R: No se si estabas un poco antes cuando hablábamos de ésto. Decíamos que no teníamos propuestas prácticas, decíamos que más que nada la nuestra es un utopía, un sentimiento difuso.
P: Pero como tal se vuelve inútil.
R: Sí, un poco. Decía Sartre que el hombre es una pasión inútil (risas)
P: Pero están construyendo las respuestas, ¿o no?
R: Estamos tratando. Estamos tratando de ponernos de acuerdo en cosas muy mínimas, muy pequeñas. No nos pondremos de acuerdo por ejemplo en materia económica, no nos pondremos de acuerdo ni siquiera en materia política, podemos a lo mejor ponernos de acuerdo en cosas mínimas, humanas, como de trato, de relaciones. Si nosotros construimos una propuesta creo que ira por este camino más que por el camino político o económico. Obviamente la gente con mentalidad política dirá que cada actividad humana es política y que no se puede meter en movimiento ninguna actividad si no tiene base económica, y está bien, en este diálogo podemos construir una relación mínima. El problema es que ya no existe más la relación. La gente esta muy separada, muy dividida, muy fragmentada ya las instituciones no funcionan más, ni siquiera las organizaciones sociales, la familia que conocíamos se derrumbó…
P: ¿Se necesita sustituir a estas cosas?
R: Sustituirlas.. Yo creo que ya no hay mucho más que sustituir. Hay para construir nuevas cosas, no debemos preocuparnos por romper cosas. El proceso histórico está rompiendo todo. Primero nos decían que nosotros queríamos destruir la familia, que queríamos destruir las instituciones. En países como aquellos de América del sur donde siempre ha habido dictadores brutales, después que nosotros criticábamos a aquellos gobiernos y aquellos regímenes nos ponían como ejemplo de disolventes de la sociedad debíamos tener mucha influencia para lograr disolver todo el planeta (risas). Este proceso de disolución es muy fuerte, no pensamos que se trate de romper cosas. Se trata de establecer un pequeño lazo entre las personas. Por ejemplo aquí afuera hay un encuentro muy bello con gente amiga, amigos. Por la mentalidad de un político con la mentalidad creada en un paisaje muy antiguo, diría: ¿qué sentido tiene que la gente se reúna? Se necesitaría subir a un palco, tomar un micrófono, hacer propuestas concretas, dar una dirección. Bien, le decimos. Hazlo. Si alguno lo hace, la gente se va. No quiere escuchar estas cosas. En ves, por el contrario, la gente sí quiere verse con otra gente, no quieren tener grandes enseñanzas ni tampoco que le digan dónde tiene que ir. Uno camina allí afuera y se encuentra con gente amable, con gente afectuosa…
P: Perdóneme, pero en esta tarde, alguno debe decirles dónde tienen que reunirse, porque de otra manera allí afuera no se encuentran.
R: Es claro. Es claro. Es claro, que es así.
P: ¿O sea su rol sería aquel de encontrar el lugar donde hacer encontrar a la gente?
R: Es claro, pero muchas cosas se dice la gente cuando, comunica, muchas cosas se dicen pero estos procedimientos antiguos de un mundo que ya está cayendo la gente no le gusta, pregunta otra cosa, quiere sobre todo comunicarse con la gente y establecer otro tipo de relación interpersonal, ninguno pide sentirse masa, pero sí sentirse persona, pide sentirse persona, no importa que hay millones, pero pide sentirse persona. Gracias, muchas gracias.