Los centros explicados no se encuentran aislados entre sí, sino que perfectamente conectados, directa e indirectamente. Mencionaremos los circuitos generalmente admitidos, a saber:
- Circuito de transporte.
- Circuito alquímico.
- Circuito eléctrico.
- Circuito síquico o de armonía.
- Circuito dentro del Centro.
- Puntos de unión entre circuitos.
El primer circuito menciona el transporte de sustancias por el torrente sanguíneo, llevándolas a todas partes del cuerpo.
El llamado “circuito alquímico” alude a la corriente endocrina, pero es alquímico precisamente, porque con tel Trabajo consciente, tales sustancias dejan de ser las simples sustancias químicas orgánicas. Este punto es sin duda de particular interés para estudiosos, el cómo una sustancia orgánica cambia propiedades gracias a un trabajo consciente.
El circuito eléctrico utiliza una energía “cuasi-eléctrica”, -que en especiales trabajos también se modifica la simple energía nerviosa- adquiriendo otras propiedades.
El circuito síquico o armónico es el que une los centros entre sí a través de los puntos de gravedad y los une por armónica, por simpatía, no directamente.
Dentro de cada centro la energía sigue un circuito preciso: entra por los elevadores, pasa a los adhesores y de allí a los selectores para pasar al centro siguiente.
El circuito eléctrico y el alquímico tienen dos puntos de contacto (uno a nivel de hipotálamo-hipófisis y otro a nivel de plexo pudendo).
En general el más útil para el testeo de funcionamiento es el síquico o armónico, por ejemplo un trabajo motriz da por armónica una imaginación exagerada, una emoción fuerte moviliza por armónica la motricidad y la curiosidad intelectual e incluso vigoriza la somática. Estos casos se detectan fácilmente y permiten montar esquemas personales de las armónicas más frecuentes. También se encuentran los “errores de conexión” que son armónicas inadecuadas grabadas y hechas hábitos, por ej.: a una tensión motriz se le hace corresponder un malhumor; o a una necesaria atención, ante la dificultad, surge el divagar más fuerte; en fin ejemplos hay a mares, y modos de solucionarlos también.