Se puede distinguir como “centro” ya que sí tiene localización en la somática.

Por su estrecho contacto con la vegetativa, se habla de sistema vegetativo-sexual y no simplemente como se lo designa a veces, de “instinto sexual” minimizando su importancia. Este centro parece poder cumplir con otras funciones que las mecánicas de placer o reproducción, pero al mismo tiempo se encuentra de ordinario muy alejado de la voluntad, siendo que se encuentra bien conectado con el resto de los centros, incluso un posible centro superior. Es así, que si se pudiera voluntarizar este centro, tal control repercutiría manifiestamente en la totalidad de la maquinaria.

Finalmente se diferencia de los otros centros por la falta de parte emotiva (lo que se comprueba con las dificultades en el mantenimiento del acto propio del centro), es decir que la emoción se detecta sólo a nivel de subpartes.

Sintetizando, este centro se encuentra ampliamente conectado con toda la maquinaria; de ordinario está lejos de la atención, puede expresarse de otro modo que como simple instinto y carece de parte emotiva. Finalmente se caracteriza por se tremendamente energético, tanto es así, que figurativamente se lo llama la “Función Energética”. Esto se acopla con la vegetativa en su poder de conservación energética, llamándola a veces el “Gran Acumulador”. Es decir que en el sistema Vegetativo-Sexual, se da la función energética y el gran acumulador de energía. De aquí la tremenda importancia de sacarlo del plano instintivo al de la conciencia y control.

El centro consta de Parte Motriz e Intelectual.

Parte Motriz

Potencial y mecánica del centro.

Subp. M

+ Intensidad o potencia (ej.: tensión en la carga propia del centro).

– Inhibición e impotencia (ej.: frigidez, distensión de la carga, etc.).

Subp. E

+ Conservación de potencia y mecánica (ej.: se mantiene la tensión de la carga).

– Ruptura de la potencia y mecánica (ej.: la carga fluctúa, se pierde).

Subp. I

+ Selección apropiada de mecanismos del sexo (ej.: precisión en “masculinidad” o “feminidad”).

– Confusión de mecanismos (ej.: “desviaciones” en general, falla de selectores en donde se dan reemplazos de mecanismos orgánicos, hábitos o reflejos que no tienen correspondencia estricta con los plexos idóneos).

Parte Intelectual

Se refiere a la relación del centro con los objetos estimulantes. Hay estrecha relación con las sensaciones.

Subp. M

Intensidad o inhibición de excitación frente a estímulo

+ Excitación y estímulo en correspondencia (ej.: la sensación provoca una tensión acorde).

– Excitación y estímulo sin correspondencia (ej.: a pesar de estímulo y sensación, no hay tensión).

Subp. E

Conservación o rechazo del objeto sexual. (Facilidad o impedimento para la conservación del “objeto”).

+ Mantenimiento del objeto (sensación, imagen, etc.) (ej.: conservación de la estructura: excitación-tensión).

– Ruptura, pérdida, cambio de objeto (ej.: fluctuación de estímulos, sensaciones, tensiones, etc.).

Subp. I

Selección o confusión del objeto.

+ Precisión en la elección de lo necesario (ej.: se selecciona una gama de sensaciones de la misma categoría).

– Confusión de elección (se intercambian sensaciones, imágenes, etc.).


NOTA: No tiene relación lo descrito con fenómenos de erotización o líbido, o diversas connotaciones secundarias, hoy muy de moda. Simplemente averiguamos cómo se expresa y traba el centro en cuestión.

Consideración general: en todos estos casos (I., E., M., V., S.,) hemos observado la polaridad: positiva y negativa, pero únicamente desde el aspecto de dispositivos que disparan y frenan una actividad. Pero lo de estrictamente “negativo” como destructivo, es diferente, ya que por ej. en exceso de adherencia emotiva, de cierta avidez a nivel de todas las subpartes que se expresan como exceso de curiosidad (en I.), identificación (E.) disgustada actitud (M.) problemas con sustancias (V.) y rupturas (en S.), es decir que puede ser tan pernicioso un exceso de positividad como de negatividad. Y opuestamente una inhibición (saber frenar oportunamente la imaginación o un instinto) es índice de control. Así que la polaridad + – explica dos expresiones básicas posibles de los centros. Pero como positivo en general, se entiende el control, lo controlable; y como negativo, se entiende lo que perjudica, lo que no se controla.