Las sustancias con mayor concentración de fragancia en general son los aceites esenciales y las resinas.

Los aceites esenciales tienen la característica de tener el aspecto de los aceites y la volatilidad de los alcoholes. Merced a esa volatilidad justamente son tan fragantes, y merced a lo que tienen de aceites son capaces de acumular, retener, tal concentración de fragancias.

A muchos aceites esenciales podríamos concentrarlos más aún hasta transformarlos en especies de cristales (mentol, alcanfor, etc.), o bien podemos evaporarlos, secarlos, y transformarlos en gomas o resinas ya formadas.

En ciertas zonas de una planta o de una fruta, por ejemplo, existe una mayor cantidad de aceites esenciales que en otras, esto puedo distinguirlo sensorialmente.

Las resinas afloran como gomas al practicarse incisiones en la corteza de los árboles, aparecen mezcladas con las maderas.

Muchas fragancias animales serán extraídas de determinadas glándulas.

De todos modos a estas sustancias que tienen gran concentración de fragancias las llamaremos, en general, esencias.

Normalmente la cantidad de esencia que extraemos de la materia bruta es mínima. Así necesitaremos mucha materia prima para extraer cantidades muy pequeñas pero muy concentradas de esencias.

Si pudiéramos conseguir en el mercado esencias representativas de cada género de percepciones son su eneagrama completo de sensaciones sería óptimo pero ocurre que no las conseguimos, o si conseguimos muchas de ellas serían artificiales, derivadas del benceno (petróleo) con su característica peculiar distinta a la de una esencia natural.

Así es que debemos saber cómo obtener nuestras propias esencias.