Los extractos son los perfumes líquidos más intensos, los más fuertes. Serían para nosotros prácticamente combinaciones de aceites esenciales. En ocasiones van diluidos en muy poquito alcohol o en vaselina líquida.
Las lociones ya son esencias diluidas en mayor proporción de alcohol, 80, 70, o 60º según sea. En el caso de la lavanda que hemos extendido correspondería a una dilución aproximadamente 1/200.
Las aguas aún son más extendidas con menor grado alcohólico, en el caso de la lavanda correspondería a una dilución 1/700 (aprox.).
Ya sea que presentemos nuestras fragancias como extractos, lociones o aguas, deberemos proporcionarlas armónicamente (en el caso de un perfume simple usando 8 de la fragancia primaria, 5 de la secundaria y 3 de la terciaria, en el caso de uno complejo combinado, además de las sensaciones, armónicamente también los géneros de percepciones).
Aquí interviene también el «toque maestro», que en general es un toque (pequeña cantidad) que se agrega de otro género de percepciones y que «elevará» el perfume, lo «bajará» o le hará realzar un aspecto según sea.
En los tres casos, deberemos «añejar» el perfume. Deberemos dejarlo estacionar durante un buen tiempo para que las fragancias mezcladas formen un solo cuerpo, esto lo podemos acelerar batiendo, revolviendo. También ayudamos este proceso mediante el «redondeo» que lo damos con una pequeña cantidad de glicerina líquida.
Además del «toque maestro» y del «redondeo» deberemos «fijar» las fragancias. Al fijar los perfumes impedimos que las fragancias se volatilicen rápidamente al ponerse en contacto con el aire. Fijamos con sustancias tales como el almizcle, el ámbar gris, estoraque, etc. Debemos preparar los fijadores en forma de tinturas y luego agregarlas al perfume tanto cuanto la fragancia propia del fijador no altere la del perfume (en el límite).
Tintura: Una tintura es una solución saturada de una sustancia generalmente en alcohol.
Pomadas, cremas, ungüentos, bálsamos: Para nosotros ésta es una escala de vehículos complejos cuya preparación hace más bien a la cosmética. Un bálsamo es prácticamente un aceite al que agregamos nuestras fragancias (es bastante usado en medicina), un ungüento es un aceite al que se le ha agregado manteca de cacao o vaselina, etc., la crema ya es más espesa y además, de consistencia cremosa (daremos una fórmula para tener una idea) y una pomada ya es muy dura. Evidentemente esta es una escala de densidades.
Crema base:
Agua destilada 60 cm3
Glicerina 31º 15 cm3
Carbonato de potasio 1 cm3
Estearina 10 cm3
Esencias y colorante.
Al baño maría se pone todo (menos las esencias y el colorante) y se bate durante 20 minutos con varilla de vidrio o madera. Si queremos ponerle como esencia mentol deberemos agregarlo batiendo cuando todavía está caliente, para que los cristales puedan disolverse. Las otras esencias y colorantes se agregan en frío.
Jabones: Su preparación también es tema de la cosmética. De todos modos podemos encontrar infinidad de recetas para su preparación. Explicamos entonces los principios generales: para la fabricación de los jabones interviene básicamente la grasa (en ocasiones también aceite de almendra, oliva, coco, etc.) que se transforma en jabón al agregarle hidróxido de sodio e hidróxido de potasio según sea el tipo de jabón. En las recetas de jabón está indicado que grado baumé deberá tener la lejía (la solución de hidróxido en agua destilada), podemos saberlo usando el pesa lejía (muy parecido al alcohómetro) y agregando más agua o más hidróxido según sea hasta obtener el grado requerido.
Sahumerios: Entendemos por sahumerios no sólo aquellas presentaciones que se queman sino en general aquellas que se usan en ambientes, que usan como vehículo el aire, a diferencia de aquellas de uso personal.
Desde el punto de vista de lo ritual, los sahumerios serán para nosotros sumamente interesantes.
Papel de Armenia: Se sumerge un papel absorbente (secante) en la combinación de esencias líquidas que nos interesa. Conviene dejarlo sumergido unos días. Una vez seco se lo fija con tintura fijadora. Este papel no se quema, se lo expone en un lugar tibio. El papel despide entonces suavemente la fragancia.
Piel de Rusia: Se sumerge una gamuza en el perfume ya complejo dejándola allí durante algunos meses. Luego se la deja secar fijándola repetidas veces con tintura fijadora (de almizcle, estoraque, etc.), previo secado. Esta piel se expone a temperatura ambiente y va despidiendo suavemente su fragancia. Dura años.
Conos y varillas: Generalmente las sustancias fragantes que usamos en estos casos son las resinas. Podemos no obstante usar madera perfumada previamente y otros elementos como pétalos de rosa secos, o semillas de manzana secas y trituradas por ejemplo.
Para armar conos y varillas tendremos que respetar ciertas proporciones de algunos elementos que permitirán la combustión y la aglutinación de los elementos. Para la combustión usaremos clorato de potasio o nitrato de potasio mezclados con carbón. Para aglutinar usaremos goma arábiga con agua.
El 10% del total del material a usar deberá ser de combustible (7% de carbón y 3% de clorato de potasio) (si usamos nitrato de potasio, que es más débil que el clorato, la proporción deberá ser mayor). A su vez, por lo menos el 40% del total deberá ser de madera que también, además de servir como vehículo, será útil como combustible.
Para aglutinar todo, prepararemos con goma arábiga y agua una especie de engrudo liviano. Lo agregamos de a poco y vamos amasando la mezcla como para formar conos o varillas. A las varillas podemos hacerlas con «alma» de madera (con un palito dentro de la masa), esto ayudará aún más a su combustión.
Muñecas: Son bolsitas de lienzo que en ocasiones contienen alhucema, pétalos de rosa secos, piedra pómez pulverizada y perfumada, etc. Suelen usarse en roperos. (cosas de viejas).
Cirios: Los mejores están hechos con cera de abejas, podemos también a esa cera agregarle parafina en distintas proporciones. Para hacerlos, derretimos la cera o la mezcla de cera y parafina, le agregamos las esencias que nos interesan (aceites esenciales o tinturas de resinas) y un colorante que puede diluirse en grasa (óleo por ejemplo).
En caliente vertimos esto en un molde donde previamente hemos fijado (con una gotita de cera) un pavilo (piola). Podemos hacer cirios con distintas etapas de perfumes y distintas etapas de colores, con distintas formas según sea el molde, etc.
Sales (de baño): Existen distintos tipos de sales. Debemos cuidar que no sean dañinas para la piel. La sal de baño más primitiva está hecha con sal gruesa común que se rocía con esencias y colores.
Colorantes y desodorizantes: En cuanto a colorantes hemos comentado ya cómo extraerlos. El color tendrá una gran influencia psicológica en la presentación de la fragancia. En general la fragancia primaria del perfume coincide con los colores que usamos en el eneagrama: dulce: rosado (rojo); ácido: amarillo, etc.
Como desodorizante, hemos visto la preparación más simple de clorofila. (ojo, no como desodorante). Si saliera al mercado un buen desodorizante que no actuara «disimulando», es decir «tapando» con olores agradables otros desagradables, sino que actuara en efecto absorbiendo, haciendo desaparecer fragancias, sería para nosotros muy útil.
PRESENTACIÓN:
Como sabemos que el olfato no está muy desarrollado en el hombre, lógicamente influirá la presentación de los productos. El mismo extracto presentado en un frasquito hermoso es más «agradable» que uno presentado en un frasquito asqueroso. El volumen del envase será correspondiente a la intensidad de la fragancia, así: extractos en frasquitos chicos, lociones en frascos medianos y aguas en frascos de litro.
Como trabajo práctico vamos a dividirnos en tres equipos. Uno preparará una loción con la paleta de esencias artificiales que tenemos. A esa loción la trabajarán combinando las esencias según fórmula que se entrepongan (2-5 por ej.) y considerando que todas tienen la misma extensión posible. Conviene proponerse la fórmula solo con un primario y un secundario a los que darán proporción áurea 5 y 3 respectivamente. Usarán una dilución 1/300. La redondearán, la darán el toque maestro y luego la fijarán y colorearán.
Otro equipo trabajará en la fabricación de una piel de Rusia, salteando el paso del añejamiento. Deberán preparar tinturas de resinas a fin de combinar las fragancias previa proposición de fórmula. Luego de sumergida la gamuza la fijarán con tintura de almizcle saturada en alcohol al baño maría y puesta en caliente sobre la piel con pincel.
El tercer equipo fabricará conos y varillas. Deberán proponerse una fórmula previo estudio de las resinas y otros elementos con que se cuenta en el laboratorio. Además de combinar fragancias según fórmula, deberán preparar y proporcionar la mezcla además para que sea combustible y aglutinarla con goma arábiga. Secaremos los conos y varillas en la mufla (horno donde la temperatura no supera los 100º impidiendo que las sustancias se quemen).
Para realizar la fórmula propuesta, la proporción que deberemos poner de primario, secundario y terciario será siempre áurea, por ejemplo, nos proponemos un ácido (primario) -amargo (secundario) -graso (terciario). Deberemos poner 8 de ácido, 5 de amargo y 3 de graso (siempre hablando de intensidad de fragancia, no de volumen de sustancias).