es conocida la actividad desde los más remotos tiempos de brujos y chamanes como médicos de tribu. Nos interesa estudiar esa línea ininterrumpida a través de la historia de los pueblos, hasta llegar, pasando por el magnetismo de Messmer, hasta la cura por imposición de manos de nuestros días. Todos esos tipos de curas (nos referimos a las reales) y no a engaños burdos, los podemos relacionar con manifestaciones de la Fuerza en sujetos que no controlaban, salvo excepciones, el fenómeno. Pero que siempre se trató del hombre como intermediario entre la Fuerza y el receptor.

Esos taumaturgos, que usan por medio de la Fuerza con un ritual especifican al receptor determinadas sustancias que ayudan a la acción energética y es labor de la

Fitoterapia preparar según oficio esos preparados.

Esa y no otra es la labor de la Fitoterapia. Cualquier interpretación debe considerársela como serio desvío.