(Notas de aproximación a la disciplina)

Tomamos como referencia lo dicho en el cuadernillo nº 9 en la parte de introducción a la disciplina, y ubicándonos con respecto al plano y a «nuestra materia prima», consideramos útil para una mejor comprensión de la mecánica del proceso reiterar los conceptos dados acerca de la ubicación de nuestro punto de vista con respecto al espacio y representación. Distinguimos en él tres casos, a éstos los vamos a llamar:

  • Caso 1 o representación en pantalla.
  • Caso 2 o de integración.
  • Caso 3 o de inclusión o coincidencia de la forma límite con la pantalla externa.

Vamos a tratar de ver lo sustantivo en cada uno de estos casos, y a medida que los leemos, ir experimentándolos.

Experimentamos el caso 1:

Cerrando los ojos represento un triángulo, ese triángulo se destaca de un «fondo». Corroboro que esa representación es externa a mi punto de vista. Al representarla nuevamente, pero ahora haciendo que se desplace de izquierda a derecha advierto que mis ojos siguen el movimiento de la dirección de esa figura, tal cual ocurre cuando sigo un objeto con mi vista en su desplazamiento. Siendo coincidente mi modo habitual de representar con mi modo de representar visualmente el mundo.
En síntesis, lo sustantivo es que mi punto de vista es externo a la figura o «cuerpo» manteniéndose en su mismo plano.

Experimentamos el caso 2:

Se trata ahora de representar una pirámide de cuatro caras iguales, seguidamente trato de hacer mas «interna» esa representación, ubicándola en el centro de mi cabeza y una vez allí ubicada de modo fijo, hacer envolvente mi visión a fin de ver simultáneamente todas sus caras. De manera que lo que se desplaza o moviliza es mi punto de vista haciendo éste de continente del objeto, quedando la visión de la pirámide «integrada».

Lo sustantivo de todo esto es que mi punto de vista no está ya en el mismo plano de la representación sino que la envuelve.

Experimentamos el caso 3:

Si me coloco ahora en el interior de la misma pirámide haciendo que mi punto de vista se difunda, de manera de poder observar su forma simultáneamente: dotando de fijeza a la representación que sirve como límite, voy a experimentar la acción de forma de esa pirámide.

Lo sustantivo en este caso es que los límites de la representación coinciden con los límites de la pantalla o «espacio mental» y el punto de vista queda incluido.

Consecuencias que se derivan de esta experiencia:

  • podemos apresar la categoría «espacio».
  • esta espacialidad de mi conciencia puede ser trabajada de distinto modo según sea el punto de vista.
  • la configuración del «espacio» también configura el proceso mental.

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Distinguidos bien ya esos tres casos, volvemos a trabajar con ellos, pero ahora viendo instrumentos (formas adecuadas) para educarnos en su manejo.

Caso 1

Para el caso 1 es excelente lo descrito en el cuadernillo 9 acerca de los cuatro círculos. Veamos su representación:

Miro el círculo, cierro los ojos y trato de visualizar ese circulo. Abro los ojos y comparo, y así voy educando.

Veo los dos círculos entrecruzados, cierro los ojos y represento el conjunto, abro los ojos y comparo-educo.

Con respecto a los cuatro círculos entrecruzados opero del mismo modo que en el caso anterior.

De manera que en un primer momento trabajo en «bloque» (por conjuntos).

Logrado esto representamos nuevamente el círculo, dotandolo de corporeidad, así obtenemos la esfera. Luego volvemos a visualizar el círculo, haciendo ingresar un nuevo círculo por la derecha, obteniendo en el entrecruzamiento la figura de la mandorla. Ahora doto de corporeidad solo la mandorla y vuelvo a colocarla «en su lugar», visualizando el conjunto nuevamente como plano (al corporeizar la mandorla no importa perder la visión de los círculos). Y prosigo incorporando mentalmente dos nuevos círculos, que formarán una mandorla, que cruza horizontalmente la mandorla del anterior conjunto de dos círculos, visualizando ahora un conjunto de cuatro círculos entrecruzados cuya figura central dada por el entrecruzamiento de las dos mandorlas convertiré en cilindro al darle corporeidad.

Vuelvo a visualizar el conjunto obteniendo ahora la pirámide de cuatro caras iguales de los cuatro triángulos curvados que están alrededor de la figura central (cilindro).

Vuelvo al conjunto y elimino dos círculos quedándome con los dos de la mandorla.

Elimino otro círculo y así concluye esta práctica.

Es bueno decir que me basta con dominar la práctica anterior para poder dominar el Trabajo. Esta tiene la ventaja de educarme en cuanto a secuencia.

Caso 2

Ubiquémonos ahora en cuanto a apoyos para el trabajo con el caso 2 o de integración. Seguramente observamos al trabajar con la pirámide nuestras dificultades, que podemos sintetizar en las siguientes:

Una hace al objeto de representación: otra a poder hacer mas interno el espacio de representación o pantalla, y otra a la difusión de mi punto de vista o «foco».

En cuanto al objeto, encontramos unos más simples que otros, el más simple es la esfera. Ahora bien a esta esfera puedo colorearla de rojo y negro por mitades. Aquí tengo por lo menos que integrar o visualizar simultáneamente tres cosas: una cara roja, una negra y una tercera que es roja y negra.

Siguiendo con el cilindro, donde ya lo mínimo se reduce a cinco perspectivas simultáneas.

Luego vendría la pirámide de cuatro caras y así siguiendo con una de cinco, hasta llegar al cubo. Todo esto lo nombramos como una secuencia posible ordenada para quien le interese.

En cuanto al apoyo para hacer más interno ese espacio mental o pantalla nos parece como un buen recurso aprovechar lo dicho acerca de la tendencia de los ojos. Hagamos lo siguiente: coloco mi mano enfrentada a mi vista, a la altura de mi pecho, al acercarla hacia el mentón noto, al cerrar los ojos, que mi pantalla ya no está tan alejada si mantengo la mano como referencia. Puedo ahora, independientemente de mi mano, hacer más interna esa pantalla notando que mis ojos se han vuelto hacia abajo acompañando al movimiento de los párpados, contribuyendo a relajarlos.

Es en este espacio mental hecho más «interno» en el que voy a configurar mi objeto de representación. Ahora bien, es todavía más sencillo si hago todo lo anterior no ya con la mano, sino con el objeto que voy a integrar.

Vamos entonces a la tercera dificultad, que es la de mi foco. Cómo lo difundo. Veamos esto: lo habitual cuando miro a mi alrededor, o bien miro un objeto, es centralizar, concentrar mi foco… Notado esto intento ahora mirar a mi alrededor tratando de distender mi visión. Esto me aparece difícil, en principio, por mi hábito de centralizar, pero con un mínimo de ejercitación notamos los avances. Localizado de modo fijo mi objeto de representación, puedo difundir mi visión haciéndola envolvente al objeto, siendo ahora simultánea la visión.

En todo lo comentado hasta aquí no perdemos de vista que es el tercer caso o de inclusión con el que trabajamos en la Disciplina, por tanto vale lo dicho para quien quiera educar su actitud de representación.

Tercer caso:

Profundicemos un poco más y notemos algunas dificultades: Al evocar una figura para incluirme en ella puede darse el caso de ir tratando de «armarla» por «partes». Esto me dificulta todo el trabajo posterior. Un buen recurso es la evocación de la totalidad de la figura. Sucede que pudiendo estar con la idea o intención de visualizar sus límites, al cerrar mis ojos empiece por visualizar solo una parte y trate de seguir componiendo. Es por esto que hablamos de evocar la totalidad de la figura y entonces ya-estoy-incluido en ella por el mismo acto de evocación total, facilitando así los momentos siguientes que serían: los de «fijación» y difusión.

Veamos esto de la fijación. En este momento mi intención se dirige a organizar todas las percepciones en relación a la forma límite hasta que estas se adecuen al espacio configurado.

Aquí se hace patente el trabajo de representación.

En cuanto a la difusión diremos que es el momento en que obtengo la visión simultánea de la totalidad de esa forma que me «contiene» (como si hiciera una suerte de integración al revés).

Claro está que estas distinciones en tres momentos: evocación-fijación-difusión se realizan como un solo acto que acá analizamos por separado.

Experimentemos esto: para ello tomemos un cono, e incluyámonos en él…, seguramente pasados unos instantes habremos experimentado la acción de forma de esta figura.

Llamamos acción de forma a ese registro psicofísico que experimento según la forma sea, que uso como continente. En el caso del cono registro la sensación psicofísica de «succión» hacia el vértice.

Experimentemos con otras formas… Habremos notado una correspondencia entre el tipo de registro y el tipo de forma. Estos registros tienen el carácter de objetivos por no depender del psiquismo particular del operador (recordar los atributos de la figura geométrica). Obviamente las descripciones de tal registro podrán variar en el modo de expresarlas, pero no en el sentido en el que se orientan las tensiones, si esto es de otra manera no estaríamos en presencia de la acción de forma sino del subjetivismo.

Hasta aquí hemos desarrollado lo dicho en un principio acerca de los tres casos, dándoles a cada uno mayor profundidad a medida que avanzamos, anotemos entonces algunas cuestiones que tienen el carácter de observación y que pueden servirnos como referencia en distintos momentos del proceso.

Al experimentar con los tres casos podemos establecer estas conclusiones.

Trabajando con igual forma, distinta ubicación, distinta consecuencia.

Trabajando con distinta forma, igual ubicación, distinta consecuencia.

Ejemplifiquemos de acuerdo con los datos experimentados que tenemos:

En el caso 1 (observo esfera «afuera») concentro atención.

En el caso 2 (observo esfera «adentro») cargo sensación.

En el caso 3 (incluido en la esfera) recibo «carga».

Veamos esto con otra forma:

En el caso 1 (observo pirámide «afuera») disperso atención.

En el caso 2 (observo pirámide «adentro») disperso sensación.

En el caso 3 (incluido en la pirámide) «descargo».

Todo esto podemos corroborarlo arribando a las mismas conclusiones.

Vamos hablando ya de algunas cuestiones que nos pongan en tema disciplinario