(notas teóricas)
Diferencias entre el todo y las partes -leyes organizativas del conjunto sobre las partes.:
Para hablar de la organización de la imagen tendremos en cuenta que ésta surge como compensación del desequilibrio momentáneo relacionado con un estímulo interno o externo que llega por vía sensorial. (recordar el concepto de Forma dado en el cuadernillo nº 1).
Queda en claro que no nos vamos a preocupar ahora por el trabajo estructurador que hace la conciencia, sino por cómo es que nosotros vamos a organizar, componer, una imagen. Lo anterior si está presente nos va a dar una mayor comprensión de estas leyes organizativas.
Nosotros nos manejamos con unas pocas formas simples y todas ellas las ordenamos en un fondo o espacio que llamaremos campo.
Campo entonces, es el ámbito en que se desarrolla toda composición y será plano o tridimensional según la naturaleza de la imagen.
Lo primero que estudiamos entonces es la naturaleza de este campo. La idea de ámbito nos va a servir; sabemos que además de cumplir con funciones de limitar el ámbito actúa permitiendo o admitiendo el surgimiento de determinadas estructuras y rechazando aquellas que son ajenas a él.
Por ejemplo no es lo mismo inscribir un elemento sobre una superficie plana que poner el mismo elemento en una superficie cóncava o convexa. En cada caso ese elemento deberá adecuarse a la naturaleza del ámbito que lo va a incluir. De otro modo ese elemento sufrirá la distorsión del caso (Una buena aplicación la tenemos en la Capilla Sixtina, en su bóveda).
Además de la forma y del tamaño o extensión, tenemos factores internos que llamaremos líneas de fuerza. Desarrollaremos sólo algunas propiedades del campo más generalizado, es decir, el plano de tipo rectangular.
Esta red estructural atraerá al elemento hacia su esfera de gravitación (lo atraerá hacia los vértices, hacia arriba, hacia abajo, a la derecha, a la izquierda, etc.)
Podemos experimentar como sufre esta acción un elemento atendiendo a tres factores.
A la ubicación, es decir donde lo ponemos.
A la dirección, que toma el elemento o que es reforzada si este tiene una dirección análoga (caso de elemento de un oblicuo puesto en una diagonal).
A la tensión o fuerza que toma el elemento según se ubique, verificando el aumento o disminución de tensión con respecto a otros elementos o al mismo campo.
Cada unidad a su vez genera un campo propio lo que nos lleva a tener presente lo dicho con respecto al campo. (considerar el factor distancia en la tensión entre dos o más elementos).
Todo esto nos lleva a hablar de equilibrio: la ley más general la podemos enunciar así: «El peso de un elemento aumenta proporcionalmente a su distancia del centro de equilibrio». Esto lo podemos ejemplificar en tres casos típicos.