En la primera cuaterna nos encontramos con cuatro formas y el traslado de unas a otras. La idea es que tales figuras permanezcan estáticas y también la representación de ellas. De manera que cualquiera sea el paso en ninguno apelamos al color ni al movimiento en la representación. Aquí nos encontramos con un factor importante que es el de los indicadores, veamos esto. Dado lo anterior acerca de la fijeza de cada figura podría preguntarme: ¿cuanto tiempo estoy incluido en cada figura?… como esto es variable en cada uno y en cada proceso son precisamente los (indicadores) testigos los que me van a dar los tiempos internos y la dinámica propia del proceso. Estos testigos son los registros psicofísicos (fenómenos concomitantes a la acción de forma).
Estos testigos me indican el momento de pasaje de una forma a otra. De manera que estando incluido en la figura, si registro la acción de forma de este paso al siguiente momento del proceso. Estos testigos van haciéndose más claros en las reiteraciones de proceso y en el cambio de una a otra. De ahí que pongamos especial interés en el traslado, en la dinámica.
Otra cuestión lateral pero que como imagen gráfica puede servirnos para el esclarecimiento del proceso de una misma substancia y a la idea de dinámica, es la del «modelado» de distintas formas con el mismo trozo de materia, tal como lo realizaríamos con arcilla. Claro está que esta imagen me servirá para esta primera cuaterna.
En la segunda cuaterna ya no trabajamos con la acción de forma (aún cuando permanezcan como apoyo la representación visual de la figura hasta la obtención de su registro) sino con la acción de no-forma. Los testigos que nos van a permitir tener tiempos internos, marcando el cambio de momento de proceso, en esta cuaterna, son los registros de dicha acción de no-forma.
Advertimos como éste registro centrífugo de la descompresión permanece igual aún cuando surja del vacío creado a formas distintas y de distinta manera. En cuanto a los registros correspondientes a cada forma en la primera cuaterna, son de características distintas e inconfundibles.
Ya en la tercera cuaterna nos vamos a encontrar con la conjunción, no ya de representaciones (aún cuando su apoyo como límite y vacío permanezca) sino de acción de forma y no-forma, que trabajadas nos permitirá hacer un acto de vacío a una forma que por sus atributos deberá ser compensada por una forma no representable de tipo trascendental… Siendo ahora el indicador un cambio en la forma mental, es decir, en el ámbito condicionante de mis sistemas de relaciones y funciones mentales. Esta transmutación puede darse súbitamente o por proceso.
Para concluir estas notas volvemos a decir que su intención no rebasa el poner en tema a quien se acerca a esta vía transmutativa y brindar apoyos prácticos que faciliten la comprensión de la mecánica general de este proceso.