1.-      Zarathustra o Zoroastro, vivió aproximadamente entre el 660 y 580 a.C. Su prédica comenzó en un remoto distrito del Irán oriental. Desde el punto de vista religioso su figura es de las más importantes por cuanto su existencia personal es tan probada como la de Mahoma p. ej., cosa que no ocurre con otros muchos fundadores. No obstante contar con elementos indo-iranios y otros primitivos, el profeta inaugura una religión universal nueva que impacta poderosamente en otras. Su cosmología y su cosmogonía, su apocalipcismo y sus ideas de salvación comienzan un ciclo religioso que junto a Isaías, Malaquías y Daniel (en la Biblia), tendrá enorme influencia en vastas regiones de Oriente y Occidente. Más adelante, el Zoroastrismo convertido en Mitraísmo avanzará nuevamente, esta vez en dirección al Imperio Romano. En fuerte competencia con el Cristianismo influirá sobre él, pero aún cuando esta nueva religión se imponga en alianza con el poder político romano, los gérmenes del Mitraísmo crecerán en su seno hasta expresarse como serias herejías. Esto mismo ocurrirá luego en Irán donde la invasión musulmana terminará erradicando casi totalmente al Zoroastrismo, pero muchas de sus ideas producirán la herejía chiita dentro del Islam. Ya en el siglo XIX, el Ba’ y la fe Bahai, constituirán una nueva transformación de la enseñanza de Zarathustra. En el aspecto doctrinal, se atribuye a Zarathustra la redacción del Avesta ó Zend-Avesta, pero al parecer el profeta solamente escribió el Yasna (tal vez únicamente 17 de sus himnos ó Gathas). El Avesta está constituido por el Yasna (72 capítulos de liturgia Parsi); El Vispared (24 capítulos de invocaciones); el Vendidad (otros 22 capítulos); los Yashts (21 capítulos con invocaciones a los ángeles y que constituye el Avesta propiamente sacerdotal) y el Khordah Avesta ó Pequeño Avesta (libro de devociones sacerdotales y privadas). Para nuestras adaptaciones del Avesta, hemos tomado solamente los Gathas y el llamado Vendidad-Sade. Los Gathas fueron escritos en Avestín, que era la lengua de la antigua Bactriana, pero los textos originales sufrieron numerosas vicisitudes ya desde el paso de Alejandro por Persia. Así es que el material ha llegado hasta nosotros en lengua Pehlevi, con grandes lagunas y, seguramente, interpolaciones de todo tipo. En lo que hace a ciertas divinidades o espíritus comunes en su origen entre las ramas arias que se bifurcaron hacia India e Irán, debemos tener en cuenta que toman un carácter opuesto debido, probablemente, a las guerras o disputas que ocurrieron entre aquellas tribus primitivas. Así, Indra y los Devas son dignos de devoción en los Vedas hindúes, tomando un carácter siniestro en el Avesta. Otro tanto ocurre con el legendario Yima del Avesta («Djimchid, jefe de pueblos y rebaños» para Anquetil-Duperron, de acuerdo a cita de Bergúa), que en los Vedas aparece como Yama, divinidad de la muerte (Rig-Veda 1, 38, 5). Pero el Haoma (Soma para los Vedas) y Mithra (Mitra védico), permanecen con características benéficas.

2.-      Alusión al comienzo del Así habló Zaratustra. “Cuando Zaratustra cumplió los treinta años, abandonó su patria y los lagos de su patria y se retiró a la montaña”. F. Nietzsche O.C. Vol. III pág. 243. Aguilar, Buenos Aires, 1961. Al parecer, la preocupación de Nietzsche por el profeta persa comenzó cuando siendo muy joven lo vio en sueños. En la correspondencia con su hermana Elizabeth y con Lou Andreas Salomé, aparte de comentarios a Peter Gast y a E. Rhode, Nietzsche describe a Zaratustra como alguien capaz de fundamentar una nueva moral y, por tanto, como un destructor o transmutador de los valores establecidos.

3.-      Referencia al sistema cosmológico y cosmogónico de Zaratustra, desarrollado por los magos persas.

4.-      Kine, alma de los seres vivientes y particularmente del ganado. Ahura Mazda, divinidad de la Luz, llamado también Ormuz.

5.-      Yasna XLIV, 3. El Avesta. Adaptación en base a la traducción de J. Bergúa. Ed. Bergúa. Madrid. 1974.

6.-      Ibid. XLIV, 4.

7.-      Ibid. XLIV, 5.

8.-      Ibid. XLIV, 6.

9.-      Segundo Fargard, 2 y ss. Adaptación de El Vendidad-Sade. Op. Cit.

10.-    Ibid. Segundo Fargard, 7 y ss.

11.-    Ibid. Decimonoveno Fargard, 52.

12.-    Ibid. Décimo Fargard, 17.

13.-    Ibid. Decimoctavo Fargard, 29 y 31.

14.-    Ibid. Decimoquinto Fargard 5 y 6.

15.-    Yasna XXX, 3.

16.-    Ibid. XXX, 4.

17.-    Ibid. XXX. 5.

18.-    Ibid. XXX. 6.

19.-    Ibid. XXX. 8. Se refiere a la alianza de los espíritus Daevas con Ahriman, dios de la Tiniebla y el Mal.

20.-    Ibid. XXX, 8

21.-    Ibid. XLV, 2.

22.-    Ibid. LIII, 2.

23.-    Ibid. LI, 13.

24.-    Ibid. XLIX, 11.

25.-    Ibid. LI, 15.