Básicamente, la táctica adecuada se desprende del estudio sobre el tipo y lugar del evento a realizar. Veamos un par de ejemplos:
a) Una conferencia:
- El entorno: ¿Hay un café o plaza cerca del lugar, para invitar a un intercambio inmediato?
- El lugar: ¿Tiene la sala un vestíbulo amplio donde se puedan instalar mesas o paneles informativos, e incluso realizar intercambios?, ¿O el espacio es reducido y sólo podemos instalar unos cuantos buzones y quizá algún mensaje visual en altura?. ¿Qué capacidad tiene la sala?; ¿cómo están distribuidos los asientos?.
¿Admite la distribución interna de la sala un recorrido para repartir algún volante, o recoger alguna información previamente solicitada a la entrada del recinto?. ¿La salida se realiza por una o varias puertas?; ¿van a salir todos al mismo tiempo o programadamente para dar tiempo de contacto a la salida?
b) Un seminario:
- El lugar: ¿Conviene una sala de butacas fijas para un seminario?, ¿O más bien una sala que admita la disposición de mesas en las cuales se ubiquen los nuestros repartidamente?.
Se comprende que al responder preguntas como éstas, la táctica de regeneración se visualiza con mayor claridad. Sabremos cómo y en qué momento y situación vamos a realizar los contactos. Qué medios indirectos vamos a utilizar (paneles, buzones, etc.,) y, qué medios directos (volante, encuesta, invitaciones, etc.)
A partir de estas imágenes se podrá definir la forma de contacto, preparar el material y, sobre todo esclarecer y animar a los potenciales regeneradores a una participación activa.