Alcance:

Para D E. y sectores pares.

Duración:

11 horas

Comentario a cargo del coordinador: [10′]

El libro El Paisaje Interno trata sobre el sentido de la vida con referencia a la lucha contra el nihilismo en el interior de cada ser humano y en la vida social, y exhorta a que esta vida se convierta en actividad y militancia al servicio de la humanización del mundo.

Como puede comprenderse, en este libro no se habla de soluciones simplemente personales, ya que éstas no existen en un mundo social e histórico.

Quienes piensan que sus problemas personales pueden ser solucionados con una suerte de introspección o técnica sicológica, comenten un gran error, porque es la acción hacia el mundo y hacia las otras personas, desde luego la acción con sentido, la que permite salir hacia todas las soluciones.

Y si se dijera que una técnica sicológica puede tener utilidad, parece responderse en el libro que su beneficio solo podrá ser medido en la perspectiva de la acción hacia el mundo, en la perspectiva de considerarla una herramienta auxiliar de la acción coherente.

Desde un punto de vista teorético, este escrito trata el problema del tiempo, y lo hace de un modo alegórico. En realidad, se refiere al tiempo de representación. Entonces resulta algo paradójico, porque el título está hablando de paisaje y los paisajes están relacionados con el espacio. Pero en realidad es un juego de tiempos e insiste fuertemente en la cuestión de los tiempos. Casi todo es una descriptiva, en imágenes, de fenómenos temporales.

De modo que, teniendo en cuenta que en otros escritos se desarrolla el tema del espacio de represtación, al trabajar acá con esta otra categoría, se configura un sistema de coordenadas bastante interesante.

El Paisaje Interno está dividido en 18 capítulos, y cada uno de ellos en fragmentos. Los temas principales pueden agruparse del siguiente modo:

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  • Los dos primeros capítulos son introductorios y se dirigen al lector con preguntas sobre su felicidad o sufrimiento y sobre sus intereses en la vida.
  • Desde el capítulo III al VI se estudian los diferentes tipos de paisajes (externo, humano e interno) y su interacción.
  • El capítulo VII desarrolla los temas del dolor, el sufrimiento y el sentido de la vida. Esos puntos y los referidos a la validez de la acción en el mundo van a continuar presentes hasta el capítulo XIII.
  • Desde el capítulo XIV al XVII se destaca como tema central la dirección de los actos humanos y los motivos de esa dirección, al par que se proponen cambios en el sentido de la vida.

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Trabajo en equipo: [5′]

Lectura del capítulo I.

Trabajo individual: [5′]

Meditación breve sobre la pregunta que se formula en el parágrafo 1, tratando de cotejar distintos momentos de la propia vida.

Trabajo en equipo: [15′]

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  • Breve intercambio sobre la meditación efectuada.
  • Sintetizar por escrito, en dos frases, el mensaje central del capítulo 1.

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Comentario a cargo del coordinador: [3′]

En el capitulo 1, se indaga sobre la felicidad y el sufrimiento. Se propone una dirección de superación del sufrimiento, expresada alegóricamente en la frase;

salta por encima de tu sufrimiento y no crecerá el abismo sino la vida que hay en ti…,,.

El autor escoge el concepto de «abismo» por las implicaciones sicológicas que tiene, ya que suscita registros internos del tipo del vértigo, asociados a una contradictoria sensación de atracción y rechazo. Esa atracción de la nada, que vence en el suicidio o en la embriagadora furia destructiva y que moviliza al nihilismo de un individuo, de un grupo o de una civilización: el vértigo y atracción de la nada como actividad hacia la destrucción. Como una suerte de motor de acontecimientos personales y sociales que disputan con la vida la preeminencia y el poder.

Así pues, si en el ser humano existe la libertad de elegir, entonces es posible modificar aquellas condiciones que se preanuncian catastróficas en su mecánico desarrollo. Si, por el contrario, la libertad humana es sólo un mito piadoso, no importa qué decidan los individuos y los pueblos, ya que los acontecimientos habrán de desarrollarse hacia el crecimiento de la vida, simple y mecánicamente; o bien, todo irá hacia la catástrofe, hacia la nada, hacia el sin-sentido.

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Trabajo en equipo: [45′]

Lectura e intercambio sobre los capítulos II, III, IV, V y VI.

Trabajo escrito individual: [20′]

(ver anexo puntos 1, 2, 3 y 4)

TRABAJO EN EQUIPO: [20′]

Sintetizar por escrito el mensaje central de cada capítulo (dos frases por capítulo)

Comentario a cargo del coordinador: [5′]

En el capítulo II, se discute la naturaleza de lo «real», comprometiendo lo que se percibe en la conformación del ser humano. Así, la visión de la «realidad aparece ligada al propio estado de ánimo o al interés con el cual se la contempla.

Complementando lo anterior, el capítulo III destaca que todo paisaje externo varía de acuerdo a lo que sucede en el interior de quien lo percibe. El capítulo IV muestra al paisaje humano, comprometiendo la interioridad del sujeto. Niega que los bandos o fracciones actuales tengan derecho a exigir respuestas elaborada por ellos mismos a los problemas que se presentan en individuos y sociedades. Afirma la necesidad de definir la acción en el mundo humano.

En el capítulo V se explica que en la base de quehacer humano están las creencias. Pero destaca que el paisaje interno no es sólo un campo de creencias sino de recuerdos, percepciones e imágenes. Se hace nota que la relación paisaje interno-externo es una estructura en la que ambos términos son correlatos que pueden se tomados como actos u objetos alternadamente.

Finalmente, el capítulo VI indica la posibilidad de emplazarse en el centro del paisaje interno, desde donde cualquier dirección que se escoja es reflejo de aquél. Por otra parte, muestra que el aprendizaje se realiza por el hacer, no por el contemplar.

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Trabajo en equipo: [40′]

a) Lectura y comentario de los capítulos VII y VIII.

b) Sintetizar por escrito, el mensaje central de cada capítulo (dos frases por capítulo).

Comentario a cargo del coordinador: [5′]

El capítulo VII establece diferencias entre dolor físico y sufrimiento mental. Afirma la libertad de la vida humana, libertad entre condiciones, pero libertad al fin. Es más, se dice que su sentido es por esencia libertad y que esta libertad rechaza el absurdo y lo «dado», aún cuando lo dado sea la misma Naturaleza.

Es esta lucha contra lo dado, contra el dolor y el sufrimiento, contra las adversidades que ha puesto la naturaleza al ser humano, lo que ha permitido el desarrollo de la sociedad y la civilización.

De manera que la vida humana no ha crecido gracias al dolor y al sufrimiento, sino al contrario, se ha pertrechado para vencerlos. La decisión de ampliar la libertad no queda ya limitada al individuo, ya que éste no tiene una naturaleza fija sino una dinámica histórica y social, y, por esto, el individuo debe responsabilizarse y actuar por la sociedad y por todos los seres humanos. Así, «Humanizar la tierra» deja de ser simplemente una frase, para cobrar un verdadero significado, convirtiéndose en la clave del sentido de la vida.

Finalmente, este capítulo destaca también la primacía del futuro sobre los otros tiempos.

El capítulo VIII rompe la monotonía de los desarrollos anteriores, con un giro de estilo. No obstante, vuelve sobre el problema del tiempo, y lo hace de un modo alegorizado. Es el tiempo el que aparece en su temporalidad real actuando simultáneamente y no como pretende la percepción ingenua o numerosas teorías filosóficas, en las que el pasado, el presente y el futuro no tienen estructura, sino que son una sucesión de instantes que fluyen en un infinito hacia «atrás» y hacia «adelante» sin tocarse entre sí en cuanto instantes.

En este capítulo, el tiempo vivencial está presentado como una estructura en la que actúa simultáneamente todo lo que me ha ocurrido en la vida, tanto como lo que en este instante me ocurre y también lo que me va a suceder como posibilidad, como proyecto en plazo más o menos previsible. Sí bien ese futuro se me aparece como «todavía no», él está determinando ~ presente de acuerdo al proyecto que lance desde mi ahora, desde mí «en este momento».

Así, este capítulo, al enfocar los problemas de lo tiempos en la vida, lo hace buscando en ellos la raíz de recuerdo, la percepción y la imagen. Esas tres vías sol consideradas luego como «las tres vías del sufrimiento’ en la medida en que la contradicción invierte los tiempo de la conciencia.

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Pausa: [30′]

Trabajo en equipo: [50′]

a) Lectura e intercambio sobre los capítulos IX, X, XI.

b) Sintetizar por escrito el mensaje central de cada capítulo (dos frases por capítulo)

Comentario a cargo del coordinador: [10′]

En los capítulos IX, X y XI se continúa la exposición sobre el juego de los tiempos. La idea centra de estos capítulos, el mensaje que trata de transmitir, es que la esencia de la vida humana se construye con actos de unidad y contradicción. Que el ser humano realizar numerosos actos cotidianos y que estos actos cotidianos son sumamente variables: son actos que a veces le crean problemas a la gente o que le facilitan las cosas en su relación con el mundo, y que son actos necesarios para la vida.

Pero en lo que hace a la «construcción» de la vida humana en su aspecto más esencial, estos actos cotidianos podrían «no tocarla». Uno hace numerosas cosas y no modifica, en realidad, la construcción esencial de la vida humana.

Mientras que los actos contradictorios o unitivos son los que sí dan una dirección u otra a la vida. Allí se dan algunos registros netos del acto contradictorio.

Se define al acto contradictorio siempre por el lado del registro y se lo define como todo acto que ya acompañado de una sensación de violencia interna y de traición a sí mismo. Se agrega además, que no sólo la contradicción genera sufrimiento, sino toda inversión de la corriente creciente de la vida.

Los actos de unidad, en cambio, tienen un inequívoco sabor de acuerdo consigo mismo. El concepto mismo de «verdad», que podría llevarse al terreno de la lógica, no es el que se usa acá. Acá no se define la verdad en términos lógicos, sino en términos existenciales.

Los actos unitivos tienen para uno un sabor de «verdad», de «cosa verdadera», por cuanto hay acuerdo entre el pensar, el sentir y el hacer. Estos actos unitivos tienen además la característica de que quisieran ser repetidos siempre. Tienen continuidad.

Se dice allí además, que tanto los actos contradictorios como los unitivos dan dirección y por lo tanto influyen en el futuro. También se dice que tales actos están relacionados con actividades y no con mirarse al espejo, tienen que ver con actividades en el mundo. Yo no recuerdo un acto de unidad interna que tenga que ver sólo conmigo. Los actos de unidad interna tienen que ver con actividades con otros.

Respecto de los actos contradictorios, la que pudiera pensar que es cosa privadísima, particular personal de cada uno: uno produce un acto contradictorio y a lo sumo eso influye en el futuro de uno, y ahí queda la cosa.

Aquí se destaca muy claro que de ningún modo queda ahí, sino que los actos contradictorios tienen su especial mecánica: influyen y contaminan el futuro cada persona y contaminan también socialmente. De manera que todo acto de «traición a sí mismo», en realidad, es una traición al mundo, en el sentido de contamina el paisaje humano. La cosa no termina que yo tengo mi problema y así la cosa queda en mi, sino que con eso, con ese tipo de contradicción, proyecto el futuro, y al hacerlo, contamino el futuro todo mi sistema de relaciones: yo tengo no sé que contradicción y entonces compenso a futuro con no sé qué proyecto; ese proyecto ya lo envenena.

Por otra parte, y como solución, no se propone a la gente que haga un inventario sobre sus actos contradictorios, una cosa larguísima y demás, sino más bien, descubrir dónde están esos actos que cambiaron el rumbo en la propia vida. En un momento dado, algo pasó, algo se quebró y cambió el rumbo; y esa persona está en el rollo de que si hubiera hecho otra cosa hubiera pasado esto y aquello.

Acá todo cuanto necesita una persona es descubrir no «tantos» actos contradictorios. Hay unos pocos que han cambiado el rumbo para toda su vida y no se propone a la gente tratar de «lavar los pecados» o una cosa semejante. No. Son errores graves que se compensan cuando se desequilibran las fuerzas favorablemente, y ese sistema de fuerzas se desequilibra solamente-cuando los actos unitivos van ganando terreno.

De aquí se desprende el concepto de «acción válida», como acto de unidad superador de la contradicción. O sea que, desde un punto de vista moral, la reivindicación, en la historia personal, se produce al ir ganando terreno mediante actos de unidad, ya que éstos a su vez terminan en otros y no en uno. No hay reivindicación posible para el ser humano si no produce acciones válidas en el mundo humano.

De manera que nadie piense que vaya a salvar sus culpas por confesarse o cosas por el estilo. Lo logrará únicamente mediante la sumatoria de actos unitivos, lo cual es muy interesante y muy posibilitario, si se lo sabe ver, por cuanto cualquier persona puede haber hecho desastres graves, pero el punto es que sobre esos desastres monte actos de unidad interna que lo reivindiquen a él mismo. Nada ganaríamos con una persona que padece la presión de un acto contradictorio y nunca mas jode a nadie, pero tampoco hace nada por nadie. La especial «gracia» de su reivindicación la va a obtener por lo que haga positivamente por los demás. Y eso, sin duda, contribuirá también a reorganizar su paisaje interno.

De modo que aquí se plantea también una velada crítica a los fundamentos de la moral, en tanto no están elaborados en base a la necesidad de dar unidad al ser humano, dando referencia para superar la contradicción y el sufrimiento.

Resumiendo: Aquí no se está buscando experiencias de otro nivel, ni cosas espectaculares. Lo que se trata de dilucidar es qué sucede con la vida humana. De todo ser humano. Cómo la construye y qué direcciones toma. Y estamos tratando de ver cómo van esas direcciones llamadas individuales; si están mal lanzadas, van creando distorsión alrededor y van contaminando.

Uno contamina al otro y éste a un tercero, y siguiendo. Y la contaminación entonces comienza cubrirlas ciudades y termina cubriendo el mundo entero. Estamos viendo cómo la suma de contradicciones creando «smog. espiritual». Y el punto es cómo desconectar el mecanismo de smog creciente, porque resulta difícil ponerle filtro a los actos humanos. Entonces el punto es: cómo romper el sistema contradicciones.

Trabajo individual: [15′]

(Ver anexo, punto 5)

Trabajo en equipo: [20′]

Breve intercambio sobre el trabajo individual

Trabajo conjunto: [15′]

Experiencia guiada: «La acción salvadora»

Trabajo en equipo: [10′]

Breve intercambio sobre la experiencia, con respecto al tema de las «buenas acciones».

ALMUERZO: [90′]

Trabajo en equipo: [45′]

a) Lectura e intercambio sobre los capítulos )

XIII, XIV y XV

b) Sintetizar por escrito el mensaje central de cada capítulo (dos frases por capítulo).

Comentario a cargo del coordinador: [1]

En el capítulo XII se retoma la antigua discusión entre determinismo y libertad. Se pasa revista muy veloz a la mecánica de los actos, como juego de acciones compensatorias y también como reflejo del paisaje externo, sin dejar de lado el accidente como otro fenómeno que inhabilita a todo proyecto humano.

Finalmente, se destaca la búsqueda del crecimiento de la vida sin límite, como salto sobre las condiciones determinantes.

El capítulo siguiente esboza una dialéctica entre «sentidos provisionales» y «sentido de la vida».

El hablar de actos provisionales está relacionado con «dónde termina la acción»: todo acto provisional es tal, porque la acción termina en uno mismo. El hecho es este: que los sentidos provisionales aparecen ahí ligados a esto de que «terminan en uno mismo». Un sistema de actividades que sea provisional no puede llevar a lo unitivo. Eso es lo que se quiere decir: que los sentidos provisionales llevan fatalmente a la contradicción. Por eso, «… aquél que afirme que sus acciones desencadenan una serie de acontecimientos, que se continúan en otros, tiene tomado entre sus manos parte del hilo de eternidad».

Este capítulo pone también como máximo valor la afirmación de la vida e insinúa que la rebelión contra la muerte es el motor de todo progreso.

El capítulo XIV considera la impresión de sospecha que se experimenta al escuchar la palabra «fe». Marca luego diferencias entre fe ingenua, fe fanática y fe al servicio de la vida. Da a la fe especial importancia como energía movilizadora del entusiasmo vital.

El capítulo XV establece que el hecho de dar (a diferencia del recibir, que es centrípeto y muere en el propio sujeto) abre el futuro, y que toda acción válida va en esa dirección. Es por el dar que puede modificarse la dirección de una vida contradictoria.

Trabajo escrito individual: [15′]

(Ver anexo, punto 6)

Trabajo conjunto:

EJERCICIO N0-1: (Recuerdo) [15′)

«Cierro los ojos y trato de recordar el pero momento de ml vida..»

«… Y allí en ese peor momento, pongo fe en eso que en ese momento se había perdido fe en mi mismo, o fe en otro, o fe en la relación. Pongo futuro…»

Comentario a cargo del coordinador: [2′]

En ese ejercicio que acaban de hacer, habrán notado Uds. que en la primera parte la respiración hace pesada, entrecortada. Allí se ha quebrado el futuro ya no podemos hacer lo que pensábamos, ya perdimos fe en otros o en una situación o en nosotros mismos. Se cortó el futuro. Quedamos frustrados o resentidos desilusionados. Se ha cerrado el futuro, se ha cerrado esperanza, se ha cerrado la fe.

Aquellos que lograron, en la segunda parte del ejercicio, poner fe en ellos mismos o en otra persona en esa relación, aquellos notaron seguramente que la respiración cambió y la caja torácica se amplió; se iluminó el espacio y se encontraron con posibilidades de hacer cosas, las cosas se dinamizaron de otro modo.

¡Qué interesante! Algunos quizás no pudieron hacerlo, quizás les resultó muy difícil esta práctica. Otro pudieron. Y los que pudieron, comprobaron eso, que en función de la fe y en función de la apertura de futuro, desaparece el sufrimiento.

EJERCICIO N0-2: (Imaginación)

«Imagino que estoy muriendo… En ese estado de soledad, en ese inevitable estado de soledad, dejaré este mundo y estos seres queridos y las cosas que amo. Me perderé en el absurdo de la nada para siempre… Se que estoy muriendo, y esto es inevitable…

Toda mi vida pasa como un sueño y todo aquello qua busqué, y aquello por lo que luché, quedará en el pasado corno un sueño… Sé que estoy muriendo..

Pero también sé que hay en mi una fuerza inextinguible, y también sé que nada ni nadie puede interrumpir mi paso; y sé que detrás de esa vida hay una puerta abierta hacia el futuro. Sé que en mí hay una fuerza inmortal incontenible, hay un futuro luminoso, hay una fe, hay una esperanza.

Comentario a cargo del coordinador: [5′]

No importan las creencias particulares que tenga cada cual con respecto a la trascendencia. Estamos experimentando con estas cosas y estamos diciendo que si ustedes creen que se mueren, y si ustedes se representan su propia muerte (cosa bastante difícil, pero más o menos se representan su propia muerte) y creen que todo se detiene, la cosa es grave y es sufriente, la respiración se comprime.

En el momento en que ustedes abren una ventana hacia el futuro, la respiración cambia, el espacio se ilumina, algo crece en ustedes la fe se alimenta se dinamizan internamente.

Esas son simplemente las consecuencias de este ejercicio. basadas en registros internos no en teorías: de acuerdo a cómo sea la idea o la creencia en el futuro, así será la vida presente de una persona. Las ideas o la fe vacilante en el futuro1 producirán una vida vacilante y contradictoria.

Es fundamental positivizar el futuro, fortalecer la fe en uno mismo y en los demás y producir acciones válidas.

Pausa [20′]

Comentarios a cargo del coordinador: [5′]

El capítulo XVI explica a los «modelos» como imágenes que motivan actividades hacia el mundo externo.

Hace notar la modificación que sufren tales imágenes con el cambio del paisaje interno.

En el capítulo siguiente se precisa que en el paisaje interno existen modelos que son ejemplos de acción para el sujeto.

A tales modelos se los puede llamar «guías internos».

El último capítulo estudia la posibilidad del cambio voluntario en la conducta del ser humano.

Trabajo en equipo: [50′]

a) Lectura e intercambio sobre los capítulos XVI, XVII y XVIII

b) Sintetizar por escrito el mensaje principal de cada capítulo (dos frases por capítulo)

Trabajo individual: [10′]

(Ver anexo, punto 7)

Trabajo conjunto: [60′]

a) Experiencia guiada: «Configuración del guía interno»

b) Intercambio sobre registros y tipo de imágenes: (visuales, auditivas, cenestésicas, etc.) referida a las características del guía.

Síntesis final:

Lectura de las síntesis de cada capítulo, elaboradas por cada grupo.

Anexo:

  1. Revisar distintos momentos, en que mi visión u opinión con respecto a una misma persona, situación o actividad haya sido diferente debido a mis respectivos estados de ánimo (ira, temor, enamoramiento, enfermedad, dolor, cansancio, entusiasmo, frustración, etc.). Tratar de advertir cómo todo cambio que se produce en mí cambia el medio en que me desenvuelvo y cambia también mi forma de percibirlo.
  2. Tratar de advertir la fijeza de los estados internos, aún variando las situaciones que me tocan vivir (por ej., climas que se repiten en diferentes ámbitos y situaciones cotidianas, o bien en distintas etapas de mi vida. Notar que en muchos casos hubo quizás sólo cambios superficiales al cambiar de pareja, de casa, de trabajo, etc.)
  3. Revisar distintas actividades o situaciones en que aparentemente hay intereses comunes con otras personas, observando cómo las motivaciones de cada uno son diferentes. Detectar también cómo y en qué situaciones, movido por este fenómeno, impongo mi paisaje a otros, u otros me lo imponen a mí.
  4. Observar cómo cualquier recuerdo o cualquier proyección a futuro están teñidos por el estado interno en que me encuentro en el momento de recordar o proyectar. Tratar de caer en cuenta qué tipo de situaciones tiendo a recordar o imaginar cuando estoy deprimido o eufórico, enamorado o resentido, frustrado o con fe, etc.
  5. Revisar, de acuerdo a los registros descritos, algunas acciones del pasado o del presente consideradas como contradictorias, tratando de verificar (de acuerdo a los registros que se describen en el libro) si efectivamente tienen tal carácter.Observar si tales situaciones se han ido superan con el tiempo, O Si se permanece enredado en «oscura red de sombras».
  6. Revisar las distintas actividades que desarrollo tratando de reconocer cuáles son los sentidos que me movilizan en el quehacer cotidiano (las cosas en las que creo y tengo fe).
  7. Meditación breve, enmarcada en las siguientes preguntas:
  • 1) «¿Quiero cambiar o fortalecer la dirección de mi vida?»
  • 2) «¿Tengo fe en que cambiará o se fortalecerá i dirección de mi vida?»
  • 3) «¿Qué cosa me impide saltar sobre el abismo?’