Sean mis primeras palabras de saludo a todos y de especial gratitud al Movimiento Humanista por la oportunidad que me dan, una vez mas, de exponer públicamente el resultado de mis modestos trabajos con los que intento sentar las bases de una sociedad en la que la persona humana sea el centro y fundamento de la estructura social.
Quisiera adelantar que, a pesar de que el contenido de mi intervención tenga potencialmente derivaciones políticas, no soy político ni tengo la menor ambición de poder. Me considero sencillamente como un ingeniero, aficionado a la investigación, que decidió un dia, hace ya mas de 25 anos, aplicar sus métodos de investigación a problemas humanos y, concretamente, al problema de la empresa como pieza básica de la socio-Economía.
Voy a hablar, si me lo permiten, sobre Economía humanista. Ello implica necesariamente abordar el tema de una empresa adecuada al ser humano lo que, según mi punto de vista, obliga a reconsiderar la propiedad. Consecuentemente, voy a intentar una revisión radical del problema.
Sin mas preámbulo, iniciare el tema.