Les presentaré a continuación un ensayo sobre dinámica biológica de poblaciones, aplicada a las poblaciones de inversores y trabajadores.

PROGRAMA «BIOLCYT»

Se comparan en este programa la interacción de dos poblaciones biológicas con relaciones de parasitismo. depredación, sinecrosis y simbiosis con las relaciones entre dos poblaciones de inversores y trabajadores.

GRÁFICO n° 10

La población «débil» o de escaso desarrollo material, si abusa de los recursos que le proporciona la población «fuerte» o de gran desarrollo, se convierte en infección, contra la que reacciona el organismo «fuerte» . Esta » reacción » es la base biológica de la «lucha be clases » cuando los inversores, poblaci6n «débil» abusan be los recursos: El cuerpo social, los trabajadores, reaccionan contra el abuso.

Si la población «fuerte» (los trabajadores) depredan a los inversores, disminuyen los recursos de aquellos. En ambos casos, el desequilibrio producido puede llevar a la sinecrosis: los dos perecen, mediante un proceso de involución.

 

GRÁFICO n° 11

La biología ofrece la alternativa de la SIMBIOSIS, Según aparece en el gráfico n’ 11, en la que las poblaciones se ayudan mediante distribución adecuada de los recursos que se proporcionan mutuamente. Es posible así la evolución de ambas poblaciones. La Biología nos ofrece así la cooperación.

 

En realidad, y en algunos aspectos, los económicos, los Seres humanos hemos regresado más que progresado, respecto a los animales. En todas las comunidades animales, incluidos los insectos, hay cooperación. Los hombres hemos convertido esa comunidad elemental. que es la empresa, en sitio de lucha y confrontación en vez de ser un lugar de encuentro y cooperación. La Economía es el ámbito donde se compite, la política esta concebida en piano de enfrentamiento y, en cuanto a la comunidad mundial, es inexistente. Quizá podríamos aprender algo de nuestros ancestros mas lejanos. Decía Bertrand Russell en su testamento que la cooperación era preferible a la competencia. Pero no encontraremos esta cita en nuestros libros de Economía.

Pues bien, si contemplamos el problema social desde perspectiva biológica parece lógico asumir que la apropiación de recursos por parte del hombre ha de ser coherente tanto con la Naturaleza, de la que el hombre forma parte, como con su propia condición especifica de ser humano.