Efectuada la revisión de los trabajos anteriores, se está en condiciones de comenzar con operativa.
¿Para qué sirve la operativa? La operativa sirve para eliminar las cargas perturbadoras de los contenidos que alteran a la conciencia, mediante el sistema llamado «catarsis». Sirve, además, para ordenar el funcionamiento síquico, mediante el sistema llamado «transferencia». Y, por último, es útil para aquellas personas que deseen convertir una situación particular de su vida, reorientando su sentido, mediante el sistema llamado «autotransferencia».
Puede definirse la operativa como el conjunto de técnicas destinadas a normalizar el funcionamiento síquico, de manera que la conciencia quede en condiciones de ampliar sus posibilidades.
La función de la operativa no es terapéutica, ya que no trata de solucionar problemas de disociaciones o anormalidades síquicas. Ese terreno corresponde a la Siquiatría.
La operativa parte de la base de que todo ser humano se encuentra desintegrado en su interior. Esta desintegración no es de las funciones de la conciencia, porque en tal caso se está en presencia del fenómeno patológico que no interesa a la operativa. La desintegración se refiere a los contenidos (biográficos, de situación, de proyectos vitales, etcétera.). Integrar contenidos es dar coherencia al mundo interno y, consecuentemente, coherencia a la conducta humana en el mundo.
No es coherente pensar en una dirección, sentir en otra y actuar en otra diferente. Sin embargo, es lo que sucede a diario. No se trata de hechos patológicos sino corrientes, pero no por ello menos dolorosos.
Para pensar, sentir y actuar en la misma dirección será necesario en primer término, lograr equilibrio en las cargas de los contenidos de conciencia y, en segundo lugar, una reorganización de dichos contenidos.
Todo el trabajo de operativa apunta hacia la coherencia, abriendo posibilidades a la evolución de la mente.
Recomendaciones.
- Estudiar cada lección acompañado de otras personas y realizar prácticas «pedagógicas» conjuntas.
- Una vez estudiada y discutida cada lección, trabajarla solamente con otra persona. Este es un punto importante: estudiar, discutir, e incluso realizar prácticas pedagógicas conjuntas, pero nunca verdaderas y profundas prácticas entre más de dos personas. Estos dos partícipes tendrán el carácter de «guía» y «sujeto».
- La situación de guía y sujeto debe alternarse en cada práctica a fin de que ambos estudiantes comprendan y dominen las técnicas propuestas.
- En lo posible, deben trabajar durante todo el curso las mismas personas.
- Debe atenderse a buenas relaciones de afinidad y contar con una total y mutua discreción en torno de lo realizado en las sesiones de trabajo.
- No se comenzará una nueva lección, hasta tanto la anterior esté perfectamente dominada. Por consiguiente, a cada lección corresponderá un número desigual de sesiones de trabajo.