Funda un trozo de plomo y, en ese estado, láncelo rápidamente en agua fría. El plomo mostrara inmediatamente, formas caprichosas. Coloque el objeto en una mesa a unos cincuenta centímetros de distancia. Pasee la vista, sin forzamientos, hasta encontrar «figuras», acerca de las cuales escribirá un relato como si se tratara de un cuento.