¿Para qué sirve la autotransferencia? Primariamente, sirve como la transferencia para dar coherencia a los fenómenos síquicos, integrando contenidos. Su utilidad mayor radica en su actitud para producir conversiones de sentido respecto de una situación particular o de la situación general en que vive una persona.

En los procesos autotransferenciales, al utilizar temas y argumentos fijos, los indicadores principales de resistencia están dados por defectos en el armado de una escena o por dificultades en el encaje y conversión de climas.

Veamos esto más de cerca: supongamos que, teniendo por interés la «reconciliación», el operador monte su escena mental y emplace en ella a diversas personas con las que mantiene relaciones de enemistad. El tratará de transferir cargas de tal manera que al finalizar el trabajo quede logrado el objetivo propuesto. Sin duda, habrán aparecido en el desarrollo, numerosos registros de resistencia, pero habrá quedado en claro si el encaje se logró, o si es necesario seguir trabajando hasta lograr los registros adecuados.

El operador sabrá como hacer correcciones, ya que el interés estará debidamente planteado (producir la reconciliación).

También habrán quedado precisados los defectos de armado escénico que pueden haber impedido un buen encaje y posterior conversión.