En una habitación bien iluminada, camino unos pasos y abro una puerta. Avanzo despacio por un pasillo. Entro por otra puerta a la derecha y encuentro un nuevo pasillo. Avanzo. Una puerta a la izquierda. Entro y avanzo. Nueva puerta a la izquierda. Entro y avanzo. Nueva puerta a la izquierda, entro y avanzo.
Retrocedo lentamente por el mismo camino hasta volver a la habitación inicial. (*)
Hacia la derecha del cuarto hay un gran ventanal que deja ver un jardín. Desplazo el cristal. Salgo afuera. En el suelo hay preparado un aparato que tensa un alambre de acero y lo suspende a poca distancia del suelo. Sigue líneas caprichosas. Subo al alambre haciendo equilibrio. Primeramente, doy un paso. Luego, otro. Me desplazo siguiendo curvas y líneas rectas. Lo hago sin dificultad.
Ahora, de espaldas, efectúo el camino inverso hasta llegar al punto inicial. (*)
Bajo del alambre.
Vuelvo a la habitación. Veo un espejo hecho a mi medida. Camino hacia él pausadamente, mientras observo que mi imagen viene, lógicamente, en mi dirección. Así, hasta tocar el vidrio. Luego, retrocedo de espaldas mirando cómo mi imagen se aleja.
Me acerco nuevamente hasta tocar el vidrio, pero descubro que mi imagen retrocede y termina por desaparecer. Veo ahora que mi imagen viene caminando de espaldas. Se detiene antes de llegar al vidrio, gira sobre sus talones y avanza hacia mí.
Salgo a un patio de grandes baldosas. En un lugar central, hay un sofá emplazado exactamente sobre una baldosa negra. Todas las otras son blancas. Me explican que el asiento tiene la virtud de desplazarse siempre en línea recta y en todas direcciones, pero sin cambiar de frente. Me acomodo en él y digo: «Tres baldosas adelante». Entonces, el asiento se ubica donde he indicado.
Cuatro a la derecha. Dos hacia atrás. Dos a la izquierda. Una hacia atrás. Dos a la izquierda, terminando en la baldosa negra.
Ahora: tres atrás. Una a la derecha. Una atrás. Cuatro a la derecha. Cuatro hacia adelante. Cinco a la izquierda, llegando a destino.
Por último: tres a la izquierda. Dos hacia atrás. Una hacia adelante. Dos a la derecha. Tres hacia atrás. Una a la derecha. Cuatro hacia adelante, concluyendo en la baldosa indicada.
Me levanto y salgo de la casa. Estoy parado en medio de una gran carretera. No se desplaza ningún vehículo. Veo acercarse derechamente hacia mí, una persona a la que quiero mucho. Ha llegado tan cerca que casi está tocándome.(*)
Ahora retrocede alejándose cada vez más, hasta desaparecer. (*)
Veo que se acerca una persona que me suscita profundo desagrado. Ha llegado muy cerca mío. (*)
Ahora retrocede alejándose cada vez más, hasta desaparecer. (*)
Estoy sentado aquí. Recuerdo una escena sumamente difícil en la que estoy frente a otras personas. Me voy alejando de esas personas. (*)
Recuerdo una escena en la que me veo participando con mucho agrado. Me voy alejando de la situación. (*)