Las experiencias guiadas permiten a quienes las practican, reconciliarse consigo mismos superando las frustraciones y los resentimientos pasados; ordenando las actividades presentes y dando un sentido de futuro que elimine las angustias, los temores y la desorientación.
Las experiencias guiadas, se presentan con gran variedad pero todas tienden a lo mismo: movilizar los pensamientos con referencia a conflictos o dificultades, para que se puede manejar, reorganizándolos de un modo positivo.
Podríamos definir a las experiencias guiadas como «modelos de meditación dinámica, cuyo objeto es la propia vida del que medita, con la intención de llegar a los conflictos a fin de superarlos».