La violencia moral es una de las muchas formas de la violencia que se manifiestan en grupos humanos (violencia social) y entre individuos (violencia interpersonal).

La violencia moral es una forma de la violencia en la que incurre quien sea cómplice de cualquier forma de violencia. Esto tiene varios grados; pero cualquiera que, aunque no esté directamente involucrado, promueve, consiente, o no hace nada por evitar o detener la violencia, es también responsable de la violencia y sus consecuencias.

Algunos casos de violencia moral son causados por la incompetencia culpable o la negligencia, o debido a la falta de disposición para prevenirlos, o debido al desvío de recursos que podían prevenirlos hacia otras áreas de interés, etc.

Ocuparse exclusivamente de los propios asuntos, la indiferencia, el encerramiento mental, la insensibilidad, la falta de comunicación, el egoísmo, el fariseísmo, etc., son condiciones psicológicas en las que la violencia moral puede tener lugar.

Por otro lado, la solidaridad, el trabajo social, el atender a los asuntos sociales y políticos, la comunicación, etc. pueden predisponer en otro sentido, en el sentido de la no-violencia activa para cambiar las condiciones violentas.

De hecho, la Comunidad es un medio organizado para luchar contra todas las formas de la violencia que prevalecen en la sociedad. Por consiguiente, una de las primeras cosas que hace un nuevo miembro es dejar de ser un testigo pasivo de la violencia y empezar a transformar las condiciones violentas a través de la no-violencia activa.