Consideremos el tema de la dirección, de la coherencia que queremos lograr. Adaptarnos a ciertas situaciones tendrá que ver con esa propuesta, porque adaptarnos a lo que nos lleva en dirección opuesta a la coherencia es una gran incoherencia. Los oportunistas padecen de miopía respecto a este tema. Ellos consideran que la forma de vivir es la aceptación de todo, es la adaptación a todo; piensan que aceptar todo siempre que provenga de quienes tienen poder, es una gran adaptación, pero es claro que su vida dependiente está muy lejos de lo que entendemos por coherencia.
Distinguimos entre una desadaptación, que nos impide ampliar nuestra influencia; una adaptación decreciente, que nos deja en la aceptación de las condiciones establecidas y una adaptación creciente que hace crecer nuestra influencia en dirección a las propuestas que hemos venido comentando. La adaptación, si es creciente, aumenta nuestra influencia en el medio y en la dirección coherente.