La violencia en sus múltiples manifestaciones es una de las características principales del sistema social actual.
De la situación de violencia deriva todo conflicto individual y social
La violencia está creciendo e invadiendo todos los ordenes de la vida personal, grupal y social
- Cuando hablamos de violencia no nos estamos refiriendo solamente a su expresión más grosera que es la violencia física, que reconocemos en la guerra, la tortura, el atentado, el asesinato, la agresión delictiva y el castigo corporal.
- También existe una violencia económica, reflejada hoy en la explotación, la desocupación, la sub-ocupación, la concentración de la riqueza y la especulación financiera.
- También existe una violencia racial, conocida como discriminación, segregación y xenofobia.
- También existe una violencia religiosa conocida como fanatismo o intolerancia.
- La violencia crece también en las relaciones familiares, en el barrio, en la escuela, en la universidad y en el trabajo.
- También hay violencia cuando se discrimina a la mujer y al joven, limitando su participación social.
- Crece la violencia psicológica, interna y personal, reflejada en la incomunicación, el aislamiento, la resignación y el sin-sentido.
En un contexto social con estas características, los individuos y los grupos sociales sometidos en su cotidianeidad a inhumanas presiones psicológicas, de explotación, discriminación ó intolerancia, tienden a responder mecánicamente de manera violenta, aumentando un espiral de violencia en crecimiento.
También en nuestra sociedad crecen desproporcionadamente las enfermedades mentales, el suicidio, la marginación y el aislamiento, como expresiones y síntomas de una violencia y de un sufrimiento interno en el que los individuos no encuentran respuestas válidas y superadoras a sus problemas.
La violencia no sólo se ha instalado en los espacios de poder y decisión social sino también en el interior de cada individuo, en las relaciones personales y en los diversos grupos sociales (independientemente de su condición cultural ó económica).
La Comunidad explica que la violencia es la expresión personal y social de un sistema social de vida inhumano, es la expresión de una dirección de vida contradictoria. Es, en síntesis, la manifestación de una “cultura materialista” en decadencia que necesita ser transformada.
La violencia es personal y social, la violencia es hoy un problema de todos.
La violencia se ha instalado en el pensar y sentir de una sociedad, que peligrosamente observa como avanza, al tiempo que se consolida la “falsa ideología” de: “No existe solución al problema de la violencia”.
¿Qué pasará si esta forma violenta de pensar, sentir y de actuar termina por imponerse?
¿Qué ocurrirá si esta “cultura violenta” termina por consolidarse doblegando todo intento de construcción solidaria?
Pasará que crecerá la desestructuración personal y social hacia límites insospechados, aumentando el caos y la incertidumbre, diferenciando, aislando y oponiendo entre sí a grupos y personas que creerán que ya no existe salida.
Pero también, y simultáneamente a este proceso de crecimiento de las diferentes formas de violencia, comienzan a tomar fuerza en la sociedad nuevas respuestas personales y grupales basadas en los valores de la paz, la solidaridad y la no-violencia, como signos de una “nueva cultura” en gestación.