08 Noviembre 1975
Operativa – Tensiones y climas – Transferencias
01:03:35
Transcripción:
Esther Vázquez (Parc Òdena – Barcelona)
Convenciones utilizadas:
<?> palabra ininteligible
<??> frase ininteligible
<???> fragmento ininteligible [texto] Dudoso. Audio poco claro
2
Se va dando la explicación dibujando/escribiendo en una pizarra.
De manera que a los famosos climas no se los trabaja de ninguna manera por trucos de distensión. No se los hace variar tampoco por descargas, como sucede con las tensiones en general, más o menos voluntarias; sino que acá parece que operaran otros trucos.
Por el carácter involuntario que tienen parece que operaran trucos de otra naturaleza a los cuales nosotros les llamamos “transferencias”.
Como que, estas tensiones internas traducidas como climas que tienen su arrastre y que están asociadas a ciertas imágenes y a ciertas representaciones, parece que las pudiéramos hacer cambiar únicamente transfiriendo cargas y no provocando caídas de tensión. ¿Captan la idea?
Por el carácter involuntario que tienen, por la profundidad que tienen, por lo cenestésico general difícil de filiar, por todo aquello; tales climas no pueden ser controlados como una simple descarga de tensión, tal lo que pasa con la musculatura u otras tensiones que uno registra con facilidad. De manera que son fenómenos distintos.
Y además porque no es del todo acertado eso que decimos, que corresponda simplemente a contracciones de sistemas involuntarios. Pero en principio, para acercarse al tema, podemos decir así. No es mala explicación.
Acá hay que considerar algunos aspectos, algunos aspectos que hacen al esquema del psiquismo en general.
Ustedes han visto que se ha venido usando este esquema.2
Todo este circuito, es un poco, podría representárselo, como una caja negra de cibernética. En donde todo esto terminaría reducido a esto. Impulso que llega, respuesta que sale.
Sabemos cómo es el impulso, sabemos cómo es la salida. No sabemos cómo opera en su interior. Caja negra.
Por las variaciones entre entrada y salida deducimos lo que pasa en su interior.
En cibernética se usan mucho formulaciones de ese tipo.
Muy bien. Nosotros sí sabemos cómo opera dentro. Pero de todos modos, considerando simplemente ese esquema elemental de entradas y de salidas, nos ponemos a estudiar las entradas y decimos:
Si las entradas son por sentidos y si también hay entradas por memoria ¿y cómo registro esto? Y muy fácil, miro una cosa. Claro sí, la registro. Ahora me acuerdo de esa cosa, y sí, también la registro. Así que mirando o recordando la registro.
Y esto de registro, esto de registro, es de algún modo diferente a “lo que veo” o a “lo que recuerdo”
¿captan eso?
Así que, sea que “lo veo” o sea que “lo recuerde”, de algún modo llega. ¿A dónde llega? No se sabe. Pero lo que sí es que hay registro. Muy bien.
Por consiguiente, franja de sentidos, franja de memoria, entradas. Estamos considerando las entradas ¿sí?
Entonces de memoria entra, de sentidos entra. Perfectamente.
Ahora además de estar viendo eso, registro una entrada. Veo que si cierro los ojos registro otra entrada por memoria ¿qué más hago ahora? Y ahora, como he estado comiendo, siento el estómago.
Ese “siento el estómago” no es ni por el ojo, ni por memoria. Tercera entrada. Está fácil.
Muy bien. También le voy a llamar a esto sentidos. A esto sentido interno, a esto sentido externo. Esas son las entradas.
Bien. ¿Qué más? Y, varias cosas más.
Entre otras, estas franjas, las franjas distintas de entrada tienen umbrales, límites. Arriba tolerancia, abajo
umbral. <??> y que es el umbral de este.
Esos umbrales de tolerancia de las entradas. Esos distintos umbrales de tolerancia son variables. Son variables. Y descubro lo siguiente:
Que cuando miro el objeto y lo miro con atención, disminuye el registro del estómago. Ahora hago otra cosa. Cuando registro el estómago disminuye el registro que tengo de lo que veo.
Ahora ni siento el estómago ni veo la caja esa. Ahora recuerdo cómo es el balcón y al recordar el balcón, disminuye el registro de la caja y el registro del estómago.
Simplemente estoy viendo qué pasa, ya no en cada franja, sino qué pasa en las distintas franjas en relación. ¿Qué estoy descubriendo al proceder así?
Estoy descubriendo que estas franjas que tienen umbrales, que estos umbrales de cada franja son variables y que esta variabilidad está en función, en función una de otra.
¿Captan la idea?
De manera que nos encontramos con tres entradas diferentes, por lo menos, y en donde al ampliarse un umbral de las tres posibles entradas, los otros dos tienden a inhibirse. Así que no basta con esto de que se amplía una cosa y los otros nada, siguen haciendo su trabajo. No señor.
Si se amplía uno, los otros se inhiben. Es decir, disminuyen en su umbral. Eso pasa incluso entre los sentidos que también trabajan en función. Tomo el teléfono, escucho mal, entonces cierro los ojos para escuchar mejor. Y los ojos y el teléfono no tienen nada que ver.
Bueno, muy bien. Esto mismo, esto que veo en los sentidos, que para escuchar mejor cierro los ojos. Esta cosa mecánica, este acortamiento del umbral de visión a favor de la ampliación del umbral del oído; esto pasa ahora a la vez dentro de un sentido.
Según explicaban ayer, al final de la retina, en el ojo, ¿se acuerdan que estaban esas celulitas? Ahí estoy mirando yo un color rojo. Llega el color rojo, pero tiene, esa terminación nerviosa, conexiones laterales con los que detectan el verde. Perfecto.
Llega el rojo y va el impulso del rojo ¿pero qué más pasa? Que la conexión lateral inhibe el bit de información que sale del que trae el color verde. Por lo tanto, al ver el rojo, para que el rojo pueda verse mejor, se inhibe el que detecta el verde, se hace callar el ruido de fondo del verde, entonces resalta más el rojo. Y observo con mayor cuidado decimos ¿captan esa idea?
Así que lo que pasa dentro de las células del ojo está en función el trabajo de una que se amplia y la otra que se inhibe porque esta trabaja más, o sea, se amplía el umbral de uno y disminuye el otro. Ahora pasa entre todos los sentidos. Se especializa uno y el otro se limita. Y ahora pasa entre todas las entradas. Se amplía una en desmedro de las otras.
¿Captan esas ideas de las entradas en función?
Muy bien. Por lo tanto podemos tener, podemos tener en umbral [vamos a hacerlo ahora en estradas. Bien, ya estamos acá con la caja negra, el coordinador, porque es lógico y así estamos acostumbrados] ya están llegando estas franjas. Sentidos externos, sentidos internos, memoria.
Resulta que acá viene el bombardeo de sentidos externos. Desde estos otros puntos de vista, es tal el bombardeo de sentidos externos, es tal el registro de sentidos externos, es tal el fondo de ruido de sentidos externos, que fenómenos que están trabajando en el umbral no son percibidos.
No son percibidos porque se amplía sentido externo, mete ruido, sentido externo al ampliarse con respecto a este. Este se achica, se inhibe. No se detectan los pequeños fenómenos marginales que se producen a este nivel. ¿sí?
Pero yo ahora tapo sentido externo. Si tapo sentido externo, se amplía umbral de sentido interno y los pequeños, las pequeñas detecciones de tipo marginal, ahora sí aparecen. Bajo fondo de ruido, aumento umbral, entonces aparecen este tipo de fenómenos que de otro modo no serían captados.
Tal sucede cuando me pongo en silencio, calladito, en la cama o donde sea, y ahora sí, los pequeños detalles del intracuerpo pueden ser mejor observados que si me andan tocando bocinazos por todas partes. ¿No es cierto? Bien.
Esa parte fácil. Pero ¿qué sucede cuando acá hay fondo de ruido y acá estos fenómenos no son simplemente marginales, sino que también están metiendo su ruido?
Si la cosa es localizada como un dolor de muelas, está fácil. Aunque me toquen la bocina me sigue doliendo la muela. Me doy cuenta de tal cosa. Una zona de dolor, precisa, localizada, etcétera.
Pero ¿qué pasa si hay un ruido difuso, generalizado, efectivamente cenestésico, del que no puedo dar razón precisa y que está trabajando?
Si estos son fenómenos de umbral, van a aparecer por las características que tienen, cuando esto desaparezca pero de modo traducido. De modo traducido. Es decir, va a aparecer en los sueños, o bien en semisueños más o menos profundos. Estos fenómenos que están en el umbral cuando disminuye esto, va a aparecer. Y como son cenestésicos y son difundidos, van a aparecer de un modo traducido ¿no es cierto?
El señor que se le enredaron las sábanas en las piernas, entonces claro, no hay mayor problema externo, todo está callado, son fenómenos prácticamente de umbral, no son cenestésicos son táctiles, pero se acercan a lo que queremos decir. Y ahora nuestro amigo se manda su traducción de que anda caminando en una ciénaga. ¿No es cierto?
Cosa, que si está el sujeto despierto, no le va a pasar, a menos que se ponga a ensoñar. ¿No es cierto? Bueno.
En el caso cenestésico la cosa es todavía más notable, porque se traduce totalmente de un modo deformado, con respecto de esa sensación difusa. Entonces ahora nuestro amigo está recibiendo sensaciones externas, pero aumenta el fondo de ruido de los sentidos internos.
Este fondo de ruido de sentidos internos, no es detectado localizadamente pero está trabajando. Entonces, se están produciendo entradas de sentidos externos y también se están produciendo entradas de sentido interno, porque estos no son marginales, decimos. Estos están haciendo su trabajo difuso y generalizado
¿sí?
Entonces, si aumentan estos bits de los sentidos internos, difusos y generalizados, también entran a participar acá, en estas entradas, a participar como fondo de ruido. ¿Siguen eso?
Pero ¿cómo participa ese fondo de ruido, como el dolor de muelas? No. Participa de nuevo difundido y además de modo traducido.
Imaginen ahora, según hemos explicado hace un rato, que las tensiones no voluntarias, tensiones que se registran difusamente y que se traducen de un modo extraño. Esas tensiones difusas, no voluntarias, a las que le hemos llamado “climas”. Imaginen ustedes que estén trabajando, no marginalmente, no en los límites de umbral. No.
Imaginen que esos climas, que no son sino traducciones de tensiones cenestésicas profundas, traducciones
difusas; imaginen que en lugar de trabajar en el umbral trabajan como fondo de ruido.
Sucede entonces, que yo estoy recibiendo los impulsos del mundo externo por un lado y por otro lado estoy traduciendo imágenes que corresponden a fondo de ruido de sentido interno. ¿Qué va a pasar? Va a pasar que voy a tener mezcla. Va a pasar que voy a tener ruido incluso en la percepción del mundo externo.
¿Captan la idea? El ruiderío que mete aquello.
¿Cómo aumenta la cenestesia? La cenestesia aumenta por ejemplo por algún problema visceral. La cenestesia aumenta también por sexo difundido. Como no está localizado y no es preciso, entonces de todos modos, aumenta la tensión del sexo difundido. Pero aumenta tal tensión. Se registra difusa y generalizadamente, pero aumenta tal tensión. Y esa tensión que aumenta me aparece a mi traducida como determinados climas, por ejemplo.
Esta tensión difusa, este fondo de ruido de sentido internos, está haciendo interferencia en el mundo externo. Y esto me aparece a mi como un clima que me sigue, como algo que no puedo definir, como algún problema que debo tener infantil o cosa por el estilo. ¿Van siguiendo la cosa?
Lo mismo va a suceder con memoria. Fondos de ruido de memoria.
Entonces ya la explicación primera de tensiones viscerales profundas, no es del todo válida cuando consideramos el fenómeno de memoria. Resulta que ahora esos climas están ligados a imágenes pasadas. A una situación en donde se asoció una representación con un sistema de ideación emotivo, por ejemplo.
Porque nosotros decimos que no se graba en memoria sólo imágenes, no se graba en memoria sólo ideas que uno pueda pensar. Siempre que se graba en memoria se graba también con contenidos emotivos.
Entonces muchas veces sucede que grabo una situación y me acuerdo, no sólo de lo que pasaba, sino de la situación emotiva que reinó en esa situación. Y como conocemos los desplazamientos emotivos, también nos damos cuenta que a veces rememoramos emociones y nos olvidamos de la representación que hubo. O a veces, rememoramos aquella situación y recordamos lo que ahí pasó, pero le metemos una emoción distinta.
¿Se han fijado en esa independencia que tiene el clima, o que tiene el fenómeno emotivo del objeto
propuesto?
Eso en alegórica lo hemos estado estudiando y se ha visto eso que trabaja con mucha facilidad. Con mucha facilidad se independizan esas emociones de las imágenes propuestas. ¿No es cierto? Bien.
Entonces puede muy bien pasar y pasa, que también se graben verdaderos trenes emotivos que corresponden a un determinado sistema de imágenes y luego esas imágenes se olviden completamente, se independicen completamente, pero permanezcan esos trenes emotivos.
Esos trenes emotivos pueden quedarse en la imagen que les dio origen, pueden soltarse de esa imagen, transitar. O pueden finalmente fijarse a imágenes que no tienen nada que ver con ellos.
Esos desplazamientos emotivos tienen esas curiosas virtudes. Entonces son como almas en pena <risas> Ellos anda buscando un cuerpo, para adherirse y formalizarse ahí.
Y hay mucha gente que siente a veces que está poseída, que experimenta así como que si alguien o algo o eso, claro, sí, cenestésico siempre, siempre es impreciso ¿se han fijado cómo es un espíritu según cuentan? Como una cosa vaporosa y humosa <risas>.
Buenos, pues parece que andan buscando donde meterse y entonces hay quienes encuentran de pronto que algo lea ha pasado, a veces algo los tomó, algo se les metió. Como si los hubieran embrujado o cosas por el estilo ¿no es cierto?
Como si ciertos climas o ciertos estados de ánimo se hubieran fijado a determinadas imágenes o se hubieran fijado a la representación del propio cuerpo, de la interioridad del sujeto. ¿Alcanzan a comprender esas rarezas de la mente?
Bueno, dejémoslo tranquilo a eso e imaginemos simplemente que hay climas que se trasladan de un lado a otro y que en ocasiones se adhieren a una determinada imagen.
Hay imágenes más aptas que otras para relacionarse con climas.
Si ustedes por ejemplo se encuentran con un clima indefinido, no saben de qué se trata, pero saben que es como una pena, o es como una de esas cosas así … <risas> es una cosa…
Si ustedes experimentan eso reconocerán, de todos modos, que hay situaciones o que hay personas o que hay imágenes que pueden encarnar con mayor facilidad eso. Si ustedes piensan en algún amigo, por ejemplo, ustedes verán que ese no, ese no me lo puedo imaginar en ese estado. Pero hay otros que sí, que representan bastante bien ese clima.
O a ver, hagámoslo de otro modo. Ese clima indefinido, difuso, que no lo puedo precisar lo puedo relacionar bastante bien con algunas situaciones. Yo no estoy diciendo que haya salido de esa situación, yo digo que si me pongo un poco a pensar veo que ese clima de pena tiene que ver con ciertas situaciones familiares, por ejemplo ¿no es cierto? <risas>
Y que no, y que hay situaciones de cháchara o de lo que sea, que no pueden ser encarnadas, no pueden receptar ese clima. ¿Verdad que notan que puede haber una mayora adecuación de un clima a determinadas estructuras de situación o a imágenes o a personas? Claro, claro.
Y a la vez, inversamente, ustedes pueden reconocer también que hay personas o hay situaciones a las que están adheridas precisamente climas. Climas, que a lo mejor no partieron de ella, pero que de todos modos ya lo tienen adherido.
Esas situaciones o esas personas tienen esos climas, y ustedes las ven y ustedes están ahí con ese climita, con esa cosa, ¿no es cierto?, como pegados ahí.
Entonces acá, con esto de los climitas hay un problema porque hacen lo que se les ocurre. Por un lado se sueltan y andan vagando y por otro lado cuando se engrampan no sueltan la presa <risas> ¿no es cierto?
Bueno, nuestro problema es pues, sencillamente ver cómo hacen, para soltar la presa.
Todo lo que pasa con estos fenómenos cenestésicos y sus traducciones a imágenes. Todo esto que sucede con los climazos, que ustedes pueden considerar, si quieren, como traducciones incorrectas de tensiones involuntarias. Todo esto que sucede ahí, no funciona de ninguna manera con los mecanismos propios de lo vigílico, de lo racional, de lo ordenado, de lo lógico. De ninguna manera. Funciona precisamente con los climas de lo alegórico, de lo onírico, de lo irracional, de lo difuso, de lo que no tiene límites, de lo no controlable.
Así es que si se llegara a comprender bien y se fuera racionalista a ultranza, si se comprendiera esto y se fuera totalmente racionalista, no a medias, no cualquier cosa, el grupo de tribu. No, no. Si se fuera racionalista a medias no se podría hacer nada con esto. Pero si se fuera racionalista hasta sus últimas consecuencias, habría que comprender que la razón lógica cortical es inoperante para la acción con este tipo de contenidos irracionales. ¿Van siguiendo la idea?
Si se es racionalista consecuente, se sabe que los contenidos propios del sueño no pueden ser ni atacados, ni comprendidos, ni manejados por los mecanismos racionales. Y decir lo contrario, decir que la razón maneja, por ejemplo, decir semejante cosa es totalmente irracional. ¿Ven cómo se da vuelta todo? Pero comprenda, no es función de la razón manejar tales cosas. Eso se maneja con los mecanismos que le corresponden y en el nivel que le corresponde.
De manera que si ustedes hablan de climas adheridos o de climas fijados. Y que aparece un señor que tiene un climazo. Y ustedes claro, como ven ese climazo lo esclarecen al otro ideológicamente y le explican que
no tiene por qué sentir eso, si es un muchacho buen mozo, apuesto, no tiene problemas económicos <risas>
¿por qué va a sentir esas cosas?
Se dan cuenta que eso no funciona ¿no es cierto? Parece que esa no fuera la forma.
Ya pusimos el ejemplo de una sociedad enloquecida o de un grupo humano enloquecido que se viene encima por una calle y ahí aparece el otro, de anteojitos diciendo “razón, señores, razón”. Le pasan por encima ¿no es cierto? Claro.
Entonces parece que no fuera ese el problema sino que el problema fuera más bien otro. Es desde los mecanismos propios de ese nivel en que se manejan tales fenómenos. Y cualquier persona razonable sabe si se encuentra con un enloquecido que de comienzo tiene que darle un poco la razón. Decirle que sí, que cómo no, que la tierra es cuadrada y todo aquello. O que la tierra es redonda <risas> tiene que darle la razón ¿cierto? <risas> Y decir que las cosas sí, son de ese modo, claro que sí.
Porque puestos ya en ese nivel, después se puede hacer un trabajito y desplazar las cosas. Nadie va a ser tan medieval de poner una lanza, rasgar el casco y arremeter contra algo que no… ¿no es cierto?
Sino que, de comienzo, si nos encontramos con una persona no muy cuerda, y bueno, trataremos de meternos en su sistema de ideación límbico ¿no es cierto? Trataremos de meternos… Eso es racional. Eso es lo racional. No es racional esclarecer cuando están bloqueadas las neuronitas arriba ¿no es cierto?
Y si nos encontrábamos con un conjunto social cada vez más dislocado psíquicamente, se darán cuenta, si es que nos interesara el quehacer humano, si es que nos interesara el psiquismo de la gente. Se darán cuenta que si nos encontráramos en esa situación nuestros planteos deberían ser racionales, es decir, adecuados a ese disloque. ¿No es cierto? Y tener desde ahí cierta operatividad y cierta capacidad de traslado de contenidos y no a la inversa. Eso es muy claro. ¿Sí?
Bueno. Pero en realidad no nos importa mucho el psiquismo colectivo, <??> de la transferencia de climas.
Y en esto de la transferencia de climas parece que fuera bastante adecuado comprender que tales manejos operan del mismo modo que operan la mente infantil, del mismo modo que opera la magia, del mismo modo que opera el sueño. Con leyes de asociación por similitud, por contigüidad, por contraste, por
contaminancia, por… Así como procede el pensamiento mágico, procede el sueño, procede lo irracional en general; de forma ritual, de forma de alegórica; así procedemos nosotros también con estos señores que se mueven en ese nivel.
No procedemos entonces por vía del esclarecimiento, buscando las causas que motivan tales efectos. Diciendo, “qué barbaridad, no se abrió el paracaídas” y con eso ¿qué? <risas>
No tratamos de esclarecer tal cuestión sino de movernos en el plano que le corresponde ¿van captando el encuadre de la idea? Ese es el encuadre del problema de los climazos. Los climazos son totalmente irracionales, totalmente mágicos, totalmente rituales.
Son tan rituales como las enfermedades psicosomáticas, en donde el sujeto se enferma de alguna cosa para que le traigan el tecito o le soben la cabeza y es un ejecutivo muy severo y muy serio. Pero resulta que lo que él quería era que lo sobaran, que lo fuera a ver el vecino <risas> entonces se enferma. Cosas de locos. <risas>
Esas somatizaciones raras, ¿no es cierto? que no podría permitirse una mentalidad cortical; sí, esas jugarretas les pasan a los racionalistas a medias <risas> ¡a cada rato les pasa eso! <risas>. Resulta que todo lo que quería era un platito de sopa <risas> que se la trajeran en la tacita verde. ¡Esa era la gran tragedia! <risas>. Y el señor provocó una úlcera. Bueno. Cosas que se ven.
Claro, hay respuestas, son respuestas atípicas, ¿no es cierto?, estas respuestas atípicas como esas somatizaciones. Somatizaciones rituales. Hay somatizaciones rituales. Ustedes mismos lo habrán registrado en alguna oportunidad. ¿Algunas cosas les debe haber pasado. Se habrán resfriado o algo? <risas> El tiempo no tiene nada que ver <risas>
Pero algunas cosas habrán registrado. Y, unas pequeñas rarezas internas que tienen un carácter, si se fijan bien, tiene un carácter poco psíquico. Bueno, pero no es nuestro problema la patología y como la gente somatiza, sino el problema de los ruidos de la vigilia.
Nosotros decimos cuando hay un clima fijado, es decir, un clima que no pertenece a una situación dada, que no pertenece a una situación que estamos viviendo. Es un clima que decimos está fijado porque va transitando con nosotros a lo largo de un tiempo, que no corresponde a una situación porque vamos cambiando de situación y el clima sigue; cuando hablamos de eso hablamos de un clima fijado.
Cuando la raíz de un clima fijado corresponde a fenómenos cenestésicos que se pueden pesquisar, como en los ejemplos que se leyeron en alguna oportunidad, de alguien que le fallaban los otolitos y entonces tenía un problema de equilibrio, entonces no sé qué le pasaba, se caía y lo llamaban desde el vacío. Bueno.
Cuando la cosa es así, más o menos se la puede pesquisar y si bien es cierto que al pesquisarla y al descubrir la fuente de tal problema cenestésico, no por eso desaparece el problema, porque los otolitos siguen funcionando mal y el señor tiene perforado el tímpano y otras cosas; sucede que ahora, ese señor, por lo menos tiene referencias para ubicarse frente al fenómeno, referencias que le faltaban. Pero no es que se le vaya a solucionar tal problema.
Hay otros que adolecen de algunas otras cuestiones, por ejemplo, ciertos problemas cardíacos. Van aumentando esos problemas cardíacos, entonces también aumenta el registro cenestésico difuso. Y las traducciones que se hacen son de todo tipo. A veces se pesquisa ese fenómeno y no por eso disminuye el problema cardíaco. ¿No es cierto?
Pero no se da cuenta que tiene una cantidad de traducciones y demás que tienen que ver con eso.
Y seguramente todos estos climas tienen que ver con problemas corporales, no serán problemas estratosféricos, desde luego. Pero hay muchos problemas de este tipo que no se solucionan tan fácilmente.
Sí en cambio se pueden hacer estos traslados de climas. ¿Por qué nos importan tanto los traslados?
Nosotros decimos que cuando un clima se independiza de situaciones, nos acompaña por todos lados, está adherido a nosotros. Que cuando logramos desplazar ese clima contamos con más operatividad, queda energía libre en el circuito. Mientras el clima sigue adherido a nosotros, nosotros poco podemos hacer.
Si nosotros trasladamos ese clima, queda operatividad, queda manejo de energía psíquica.
Entonces asumimos ciertas actitudes mágicas con respecto a esos climas. Es decir, nos basamos en una técnica de traslado de esos climas, a fin de que se despegue simplemente.
Nosotros no tratamos ni de destruir los climas, ni de enfrentar los climas, ni de hacerlos desaparecer. Nosotros simplemente tratamos de trasladar esos climas. Trasladar de un lado a otro esos climas.
Pierden su fuerza cuando se trasladan. Mantienen su fuerza mientras están adheridos.
¿Se acuerdan de esas leyendas de, no sé… de la piedra, por ejemplo? La piedra mágica, de aquel que la posee puede hacer cualquier cosa. Pero resulta que si llega a morir teniendo la piedra se lo lleva el diablo. Entonces el chiste está en hacer algunas cosas y pasarle la piedra a otro.
Pero hay gentes muy ambiciosas que quieren seguir haciendo cosas y saben que se van a morir y no tienen tiempo de pasarla <risas> ¿se dan cuenta? Entonces parece que el truco estuviera en operar y pasar, trasladar.
Bueno, con esto de los climas pasa un poco como con esto de las piedras. Parece que consistiera un poco en eso de trasladar. Queda operatividad si se traslada tal clima, si pasa de una mano a otra. Eso es muy alegórico. Eso es lo que pasa con los climas, alegoría pura.
Cuando se habla de psicoanálisis, por ejemplo, se está realizando una labor muy interesante desde el punto de vista de traslado de climas y no sólo desde el punto de vista de la catarsis que significa contar cosas y bajar tensiones.
Hay ahí un fenómeno de transferencia, como lo rebautiza Jung y otros, transferencias que se usaban en el Orfismo, por ejemplo ¿no es cierto?
Los Órficos, mucho más elaborados, hacían representaciones teatrales, por ejemplo. Y se disfrazaban, encarnaban un personaje. Y este personaje lo encarnaban con todo el clima y con toda la situación del caso.
Después otros encarnaban ese personaje e iban pasando de ellos a otros, o del disfraz de ellos. De ellos pasaba su disfraz, la encarnación de tal cosa.
Era muy interesante todo esto de cómo iban transfiriendo y a veces lo hacían de modo colectivo. Entonces volvemos al tema del psicoanálisis y decimos que se está haciendo una labor importante cuando no sólo se están contando cosas y están bajando las tensiones, se está haciendo catarsis; sino que también se está proyectando, se está lanzando sobre el otro una cantidad de climas y una cantidad de contenidos.
Por eso algunos después, pasan por una etapa en la que se enojan con el psicoanalista <risas> No sé qué cosas les pasa. Resulta que al principio estaban muy bien con él, según dicen estos paranoicos de los psicoanalistas. Los psicoanalizados se enamoran de ellos <risas> Cómo les gustaría <risas> Bueno, se enamoran y después los odian. Claro, ellos son el centro del mundo. Bueno. Muy bien.
No será tan así pero alguna cosa habrá en esto de que hacen sus trasladitos ¿no es cierto?
Esos traslados son siempre ambivalentes, ambiafectivos. A veces quieren al sujeto, a veces lo repudian, todo aquello porque están haciendo su jueguito de su propio traslado.
Así que también algo de esto habrá en el psicoanálisis, en sus abuelos los curas de los confesionarios, sus tatarabuelos los Órficos ¿no es cierto? Algo de esto habrá en esto de las catarsis que no sólo son descargas de tensiones, sino que también son traslados de climas al otro, al cual se le cuentan.
Traslado de climas en la medida que se pueda el otro poner en la situación de él y encarnar un poco la situación de él ¿comprende esos mecanismos? ¿El mecanismo de las lloronas y todo aquello? ¿No conocen esos [mitos] y esas leyendas y esas cuestiones, donde hay gente que representa el papel del otro y pasa al otro?
Bueno, dejemos la complicación mitológica y digamos que se opera con traslado de clima o con transferencia de clima, cuando se puede pasar ese clima a contenidos que no le corresponden, a imágenes a las cuales no están adheridos.
Cuando esos climas pueden ser adheridos a otras imágenes provocamos una transferencia de climas. Bien.
Las transferencias de climas pueden trabajarse internamente, individualmente. En eso se basa todo el trabajo de Telediol. Cuando en el Telediol, la gente, ya con dirección hacia subidas de niveles vigílicos y demás se deja simplemente ir y entonces como se describe en la guía del camino interno y demás, lo asaltan contenidos pesados o negativos o no sé qué y luego se explica que no importa […]
<salto de cinta>
[…] sino de climas que se van produciendo en el sujeto, porque en el sujeto está de todos modos la intención puesta de que tal cosa suceda. Así que no es que se esté proponiendo en todo ese trabajo, no es que se esté proponiendo vigílicamente y conduciendo la cosa. De todos modos él puso su intención y va en esa dirección. ¿No es cierto?
Igual que cuando ustedes manejan porque van a un lugar. Ustedes largan la dirección a un punto y luego arrancan con el carro y van, de un lado para otro, mirando las cosas; pero todo aquello ya va orientado en la dirección en que se lanzaron.
A veces se equivocan y se olvidan y van a dar a otro lado. Pero normalmente está trabajando eso de un modo copresente ¿no es cierto?
En los trabajos de Telediol se procede de ese modo. Puede uno, si es apto y no tiene mayores problemas, soltarse e ir ascendiendo a niveles más interesantes. Y en ocasiones asaltan climas. Climas a veces muy desagradables y climas que uno va trabajando internamente y los va reconociendo cada vez como más elevados y más reconciliantes. ¿Sí? Bien.
Y así puede trabajarse también con esto de los traslados de climas, pero no internamente, no individualmente; sino por control remoto, es decir desde afuera. Son los trucos que nosotros llamamos de transferencias dirigidas. Transferencias manejadas desde afuera, en donde el sujeto no se preocupa de nada. Le hacen la manicura, le peinan <risas>
No se preocupa absolutamente de nada. Ahí hay alguien que se preocupa por escucharlo, por decirle cosas, por orientar la cuestión. Y él, claro, como está en eso aprovecha para decir de todo <risas> ¿se fijan? Se hace el loco un rato. Es parte de lo ritual <risas> ¿no es cierto?
Y entonces él va diciendo las cosas que se le ocurren. Y este de afuera, si tiene cierta práctica, si comprende esos mecanismos, si entiende de qué se trata; está buscando siempre que ese clima indefinido se objetivice en representaciones.
Si este siente que le pasa esto y lo otro, esa cosa cenestésica indefinida; este otro le va sugiriendo imágenes. ¿Qué puede ser tal cosa? ¿Tiene este clima? no lo tiene ¿Y esta otra? No lo tiene ¿Y esta otra? No. Entonces nada tiene, bueno <risas>
Se van acompañando imágenes a fin de que esa cosa difusa que no tiene parámetros, que no tiene referencias y que no se la puede atacar; a fin de que esa cosa cobre su objeto. Se ubique en un objeto dado.
Supongamos que nuestro amigo, a esa altura o ya desde antes, reconoce que tal clima corresponde a una situación precisa y sabe que tiene que ver con esas situaciones precisas. Por ejemplo, cuando hay tres alrededor de él y todos le miran mal, supongamos, y reconoce ese clima, objetivado.
Menos problema todavía porque no es la cosa difusa que primero hay que objetivar y luego desplazar. Eso son como dos pasos, por lo menos.
Supongamos que haya un caso donde reconocemos tal clima referido a una persona, a una situación, a un evento de nuestra vida. Ahí está fijado, como un faro histórico en nuestra conciencia. Tal clima arranca de tal momento y con eso me quedé yo y de ahí no salgo.
Si tal es la situación acompañamos imágenes que trabajen por contigüidad o por similitud, nunca por contraste. Y aplicamos esa vieja técnica de corrimiento, tan eneagramática ella, esto de que ponerle una cosa al lado y correrla.
Esto que pasó con mi papá y mi tío y mi abuela, bueno, ahora le agrego a toda la comparsa mi abuelo,
<risas> y le agrego el vecino. Y hago participar a estos y estos son ahora los sujetos. Y este sujeto van a decir ahora, “pero si el problema no es con los vecinos”. ¡No importa!, son parecidos <risas> ¿comprenden eso?
Resulta que el problema lo tengo con mi amigo de la infancia que me hizo no sé qué rareza ¿no es cierto? Ya habrá también alguna amiga de la infancia o habrá alguien que se le parezca. Ya lo pondremos en el mismo cuadro de situación y operaremos mágicamente por contigüidad o por similitud hasta registrar ese crack interno, ese traslado de clima ¿van captando la idea?
Nunca se ataca al clima. Nunca se acomete contra el clima ni se pretende destruir el clima. El clima es una carga afectiva. Y esa carga afectiva lo más que puede hacer es trasladarse. Y en trasladándose, perdiendo fuerza. ¿Sí? Pero no tratando de liquidar tal situación mental.
De manera que se trata de, si hubiera clima difuso buscar su base objetal, darle base objetal. Si hubiera clima asociado a base objetal, es decir, personas, situaciones, o cosas similares; trasladar por similitud o por contigüidad. ¿Cómo se hace eso?
Se hace con un señor que va contando esta historia y otro señor que va aportando material o que va sugiriendo, a fin de que este no se preocupe lo más mínimo en racionalizar tales cosas. Si este señor racionaliza, bloquea y si bloquea no hay trabajo ahí.
Si este señor está con los ojitos abiertos viendo los objetos, tapa, amplía los umbrales externos. Si este señor cierra los ojitos y está difuso, táctil, difusito y con los ojos cerrados; entonces todas las tensiones [de su zona de] umbral, se hacen manifiestas y trabajan con mayor soltura.
Así que no se trata tampoco de esto de asociaciones libres. Se trata básicamente de poner a la estructura, en actitud sí, de semisueño y en donde sensaciones precisas del mundo externo desparezcan, y aparezcan sensaciones difusas. Parece que la actitud mental es la actitud del semisueño.
¿Cómo se sigue la actitud de semisueño? Se sigue sin ruidos afuera, sin ruidos que entren por sentidos y con el registro de que esto es táctil, difundido, hacia afuera. ¿Captan la postura? Así que si este está tendidito en la cama o en el piso o donde sea, poca historia. Tendidito, semisueño, con registros difundidos, ya la cosa viene mucho más fácil que si se éste está en una conversación severa con nosotros. Si está en una conversación cortical y severa, ninguna posibilidad. Ninguna posibilidad.
Así que hay un problema técnico inicial bastante preciso que es el de la situación que se da. La situación que se da en una transferencia dirigida es: entre dos personas, entre las cuales hay buena relación, es decir, afinidad. Nunca entre dos personas donde no hay afinidad. Primera cosa.
Segunda. Estas personas, si bien deben tener afinidad y buenas relaciones, no deben ser pareja. No deben serlo porque entonces ya, el otro, en vez de estar en tema está en otra cosa. Ya está él dirigiendo, ya está él tratando de manejar cosas, metido en la salsa. <risas>
El psiquismo es muy raro <risas> muy complejo, muy lleno de sugerencias y de historias. Muy dominante ¿no es cierto? Sí, porque ahora hay que sacar al otro y ponerse uno <risas> Sí, hay cosas raras.
De manera… estamos hablando de las condiciones precisas de ese tipo de trabajo de transferencia dirigida. Se refiere a esto. Situación ¿cuál es la situación? Entre dos personas ¿un auditorio? No, ahí no habla nadie. Auditorio no. Sabemos que no.
Dos personas. Está bien ¿en qué condiciones? Buenas relaciones, es decir, afinidad. Pareja no. Problemas de otro tipo, las lateralidades. No
¿Qué más? Ahí está el señor acostadito ¿qué, cinco reflectores como si lo estuvieran televisando? No. Poco ruido externo. Poco problema. ¿Qué puede haber musiquita baja? Y sí, puede haber musiquita baja pero no ruidazo <risas> sino no aquello que trabaje.
¿La idea cuál es? La idea es de semisueño ¿cuál es la sensación? La sensación es esa, táctil difusa. ¿Qué otra condición? Una condición fundamental. La condición de que nosotros trabajamos en estas cosas entre nosotros.
¿Por qué? Porque sabemos estas cosas ¿y qué, entonces con otra gente…? Y no, porque el otro va a andar con otros problemas. No conoce estos esquemas, no conoce estas formas de trabajo y entonces va a andar también en lateralidades.
Esta técnica, es una técnica bastante precisa, no es tan literaria aunque se trabaje con lo alegórico y lo mágico. Poco cuento.
No es cuestión de ponerse a trabajar en eso y que el otro diga “y, no sé… me parece…”. Bueno, bueno, terminemos con esto. La cosa es bastante sobria, quiero decirles. No es una cosa ahí que le están dando vuelta a la manija a ver si el señor se anima a decir o no se anima… Bueno, así no se puede trabajar.
¿Comprenden la actitud mental? Precisa y al tema.
De manera que si yo estoy trabajando con un señor y le digo “bueno, a ver, a ver, diga cualquier cosa” y
este dice “un florero” ¿y qué?, ¿y el florero qué tiene que ver? Y no, el florero tiene una cosita ¿Qué cosita tiene? Y, me está mirando <risas> ¿te está mirando? Con que te está mirando ahá <risas>
Rapidito y al tema. Y al tema. Porque si no ya caemos en otra cosa mágica que el otro quiere meterlo a uno en su salsa, ahí, esa complicación ¿no es cierto? que no es el caso. No es el caso.
El caso es más aséptico, mucho más aséptico. Donde hay un señor, tiradito ahí, poco ruido, difunda sus sensaciones, a ver <risas> y cuente rápido cómo es el problema de los climas <risas>
Y, que me pasa tal cosa. Ah, ¿qué más? Y, que veo a un señor de tales características. Bueno, ¿hay alguno que usted se acuerde que tiene las mismas? Sí. Está bueno, póngalo ahí <risas> Ahí rapidito y trabajamos en esto.
¿Qué estamos haciendo ahí, antes que nada? Manejando la técnica. Viendo los numerosos problemas que se producen con eso. Entonces lo hacemos una vez, dos veces, tres veces y vemos todos los problemas que se van produciendo.
Pero es muy interesante esta suerte de actitud así, aséptica. Muy interesante, donde uno apoya, trata de dirigir estas cosas por control remoto. Pero poca salsa literaria a las que son afectas algunas personas.
Ahí donde termina todo en un, que se andan contando los problemas y terminan llorando <risas>
“participación” le llaman a eso. Claro… “participación”, cómo no.
Ahora se usan técnicas de contacto con las demás personas. Para reconocerse se tocan, ahí, unos a otros; es por el tacto va la cosa. Y después terminan apilándose unos encima de otros <risas> Es fantástico.
Cincuenta personas. Y así se conocen <risas> ¡Son fantásticos! ¡Admirable! Sí, usan eso ahora. Qué graciosos los tipos.
Bueno, eso puede llegar a ser divertido incluso, si hay gente vistosa mejor, pero no es ese el caso ¿no es cierto?
El caso es otro. El caso, estamos ahí con este, que tiene afinidad con nosotros, que sabe de qué se trata, que conoce cómo son estas cuestiones y que se pone a trabajar muy contento en eso. Muy bien.
Ahí, poco ruido, poca historia. Relaje, haga sus cosas y hable.
Si este señor está en tema, ya rápido, cualquier cosa que se le ocurra, pero cualquier cosa, un farol. Enseguida va a empezar. Ustedes van a detectar rápido que este está trabajando bien porque inmediatamente se pone en tema. No se va por las ramas y empieza con los rodeos.
No, no. Enseguida se pone en tema y empieza a hacer una tragedia del caso, rápido. Si este trabaja bien, enseguida se pone en tema. Pero si está con el problema de que no se anima o de que no le sale… una antigüedad. Que se encargue otro de él <risas>
¿Captan la idea de “aséptica”?.
Así que, yo diría que sería muy interesante, para los que le gusten estas bromas, ponerse a trabajar ahí con algún amigo que haya mucha afinidad. Y rapidito que explique, a ver cómo es la cuestión. Uno amablemente va siguiendo, va poniendo cosas parecidas y va tratando de hacer traslados.
Diferente a esto que hace uno en los Teledioles que solo se las va arreglando, transfiriendo sus climas. A veces con conocimiento, a veces sin él. Diferente a esto de que uno no se preocupa de nada y empieza a decir burradas y el otro se encarga. ¿Captan la idea?
Interpretaciones racionales, esclarecimientos de “¡pero cómo te vas a preocupar por eso!” <risas> Infantil, onírico y mágico. Ese es el funcionamiento de la mente en esos niveles. Infantil, onírico y mágico. Así funciona la mente en estos niveles.
Tal cual funciona un niño. Tal cual funciona un niño, así funciona la mente en esos niveles. No funciona con grandes formuleos. Funciona así. Con ese ejecutivo de la tacita de [colores].
Entonces, practiquen un poquito, a ver qué pasa. Busquen alguna situación y ustedes verán si resulta divertido o no. Ahí van a poder hacer los primeros testeos en las dificultades que surgen. Surgen muchos imprevistos. Muchas cosas que no se entienden hasta que se hacen un poco.
Entonces uno sabe. El otro se queda callado, uno no sabe qué decirle, uno le dice una cosa que no viene al caso. <risas> Es espectacular.
Así que prueben de trabajar un poquito esto, los que les gusta. Y los que no, tienen muchas otras cosas para hacer. Prueben de trabajar estas cositas de las transferencias.
Les digo, el que se pone a trabajar en esto, inmediatamente, de cualquier imagen, ya al ratito se las arregla para meterse en clima. Cualquier imagen. Enseguida, toma una imagen y ya se está metiendo en clima.
El otro va a tener una de vueltas y de historias, de cosas que no puede soltar. Ese lo que necesita es hacer una catarsis, descargar tensiones. Ese no puede hacer transferencias de climas. Ese lo que tiene es un tapón, ¿no es cierto?
Ese primero tiene que soltar tensiones. No puede trabajar con transferencias de climas porque ese tiene ahí cosas apretadas.
Rapidito se descubren esos dos tipos humanos. Así que si quieren podrían ponerse a practicar un poco. Ver los problemas que surgen. En lo posible, manejar esa misma técnica con dos o tres personas, así se hace uno con la técnica. Se familiariza con los problemas.
De ninguna manera va a salirles bien de entrada. Sería una gran casualidad.
Hay otros, que realizando esas prácticas de transferencia, efectivamente pegan un viraje grande en su vida. Se les cambia el asunto del clima y todo aquello.
Pero no creemos que se deba a esa técnica de transferencia, sino a que justamente, este viene acumulando un proceso, este ya está en condiciones, basta que uno lo empuje un poco para que pase en su psiquismo todo lo que tiene que pasar. Nada más que un pequeño empujón. Pero no será por la notable técnica de transferencia mágica.
Será porque en él hay toda ya una predisposición y un deseo muy marcado de dar ese salto interno
¿Captan la idea?
Y entonces se aprovecha esa especie de catalizador que entonces tienen a mano y hacen su cosa. Pero no es porque la técnica en sí provoque tales cuestiones; sino que se abre un poco la puerta. Entonces quienes están en esas condiciones y en esa situación aprovechan tal técnica.
¿Se fijan, como tiene sus conexiones laterales el asunto? Bueno. Muy bien, practíquenlo.
Diga
-<inaudible>
Usted busca algo que es parecido a eso que es problema, si es que tiene la imagen. Pero si tiene el clima y no tiene la imagen, busca una imagen que pueda correspoder aproximadamente a ese clima.
Así que si hay clima pero no hay imagen hay que encarnar esa imagen, hay que encarnar ese clima. Por lo tanto hay que ir buscando, buscando, hasta que encaje perfectamente con una situación que uno reconoce. Que le haya dado origen o no, no importa. Lo que importa es que se le acomode como acto con objeto, igual, el que le corresponda. Ese es un caso.
El otro caso es cuando sí, se reconoce que ese clima está ligado a una situación, a una persona, a un hecho de la vida. En ese caso hay que hacer participar elementos que no están en esa situación, pero que son parecidos, que guardan alguna relación. Conectarlos.
Todo ese clima que se experimenta con respecto a esa persona o en esa situación, se trata de sentirlo en la otra persona, sentirlo en la otra situación.
¿No te acuerdas de algunos trabajos que se hacían antiguamente con respecto al “él vive”, “nosotros vivimos”, una suerte de transferencias. Sentir al otro. Incluso se podía sentirlo emotivamente y todo aquello? Es eso mismo, trasladado a imágenes que se ponen al lado ¿captan la idea?
Debe haber un registro, si las cosas están bien, debe haber un registro que puede tomar dos vías. Una, de que efectivamente se produjo un traslado afectivo, un traslado emotivo hacia otra cosa.
Otra. De que cuando trato de concentrarme nuevamente en esa imagen, con ese clima y demás ya me cuesta mucho trabajar esa imagen y trabajar ese clima.
Es decir, toda la fuerza sugestiva que tenía que viene molestándome desde hace mucho tiempo, resulta que ahora, incluso me cuesta buscarlo y encontrarlo ¿te fijas? Eso muestra descarga, no represión, no es que se esconda. Eso muestra descarga de tal contenido.
Así que, o porque noto carga en el otro o porque este perdió carga afectiva para mí, para el caso es lo mismo.
Eso no es más complicado que de ese modo. Y además sumamente inconveniente complicarlo. Simplecito.
Así que si no hubiera base de representación, se le busca. Si hubiera base de representación y estuviera adherido, se toman elementos contiguos o similares y a ellos se los carga afectivamente.
Hay también entre nosotros algunos más antiguos, que han estado en otras camadas y demás y que pueden también ayudar un poco en estos juegos ¿sí?
A veces sucede en esto de las transferencias que además le acompañan abreacciones, es decir, fenómenos catárticos. Entonces resulta que estamos trasladando una cosa a otra y el sujeto empieza a hacer toda una compulsión y una catarsis. Está bien, será esa la vía para él ¿comprenden?
Así que muchas veces va acompañado esto de las transferencias también de suertes de catarsis, también. No hay problema con eso.
Así de simple y muy importante la afinidad. No hay afinidad y … se bloquea cualquiera. Bueno. Si quieren proceder.