28 Octubre 1975
Consideraciones sobre Simbólica
02:20:40

down-AUDIO

Transcripción:
Esther Vázquez (Parc Òdena – Barcelona)
Convenciones utilizadas:
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<??> frase ininteligible
<???> fragmento ininteligible [texto] Dudoso. Audio poco claro

..Qué pasó hace un momento anterior, qué pasó antes de ese momento. El sujeto tiene registro.

Pero también sabemos que al desconectar los sentidos externos y al hacer perder referencia aumentan los impulsos internos. Al aumentar los impulsos internos y disminuir los externos, necesariamente se produce una caída de nivel de trabajo.

Si se produce una caída de nivel de trabajo, entonces los mecanismos de reversibilidad se bloquean. Al bloquearse los mecanismos de reversibilidad, el sujeto, que estaba apelando a la memoria, para poder saber de qué se trata, se encuentra con que la memoria, la memoria evocante, dirigida, esta memoria va teniendo dificultades.

Entonces la memoria situacional empieza a perder su hilación. Al perder su hilación la memoria situacional, los impulsos cenestésicos son los que ahora tienen más importancia. Más importancia que esta memoria que yo voy evocando.

Entonces estos impulsos cenestésicos ¿qué es lo que empiezan a dar? Empiezan a dar información cenestésica difusa y memoria, independientemente de lo que el sujeto quiera evocar, memoria va dando datos, va dando datos, correspondientes a los impulsos cenestésicos; con lo cual termina desplazándose la evocación lógica y nos encontramos con que el sujeto ahora ya ni siquiera puede seguir ordenadamente los datos de memoria, sino que empieza a aparecer la memoria asociativa mecánica.

Entonces la memoria asociativa mecánica suple al mecanismo de evocación, que se ha bloqueado por la caída de nivel, y nuestro sujeto está sometido, por un lado a sensaciones cenestésicas y por otro a cadenas asociativas sin hilación dirigida.

Ese es el caso máximo cuando nosotros bloqueamos totalmente los sentidos externos en esa situación experimental que hemos relatado.

Pero también sucede eso, ya no en esas condiciones tan exageradas como las que hemos planteado sino que sucede muy a menudo en la vida diaria. Sucede en la vida diaria y sucede cuando entramos en las regiones del sueño. Cada vez que vamos a dormir, vamos provocando esta caída y se producen fenómenos, más o menos de esa misma naturaleza.

Y también se produce en vigilia, sin necesidad de caer a los niveles de sueño profundo, cuando por ejemplo provocamos una gran irritación sensorial. El flash y el sujeto que cierra el ojo ¿no es cierto? Esos mecanismos de defensa propios de los sentidos, también van a estar trabajando en coordinador.

Irritamos los sentidos, bombardeamos con todos los productos de la sociedad altamente industrializada, bocinas, conflictos, problemas, historias… y nuestro sujeto prende su luz roja de alarma y bueno, finalmente se va al campo a pasar el fin de semana y a pintar la verja. Son mecanismos más o menos de compensación.

Pero resulta que puede encontrarse este señor en una situación bastante bloqueadora ¿y qué pasa si nuestro amigo, frente a los estímulos del medio, empieza a cortar contacto con el ambiente?

Pasa que si corta contacto con el sistema de estímulos, necesariamente queda a expensas de los impulsos internos. Ahora nuestro amigo de la sociedad super industrializada, nuestro amigo racionalista de otras épocas gloriosas se nos empieza a convertir en “misticón”. Es decir, empieza a detectar fuertemente los impulsos cenestésicos internos ¿no es cierto? Y así poco a poco se va complicando la cosa. Bien. Este es el esquemita que tenemos bien por sus pocos elementos.

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Así que ahora la mente está trabajando, ya hablando de coordinador, no con los canales que llevan a los trabajos de este operador de abstracciones, o de este operador sígnico, sino que ahora comienza a trabajar ¿qué? Comienza a trabajar, lógicamente, lo asociativo.

La memoria mecánica asociativa. No está trabajando ni lo abstractivo, en el caso de lo simbólico y demás, o de lo clasificatorio, etcétera, ni está trabajando lo sígnico, sino que trabaja sobre todo memoria mecánica asociativa. Está trabajando acá.

Esto toma a la vez distintos posibles canales. Los canales están relacionados. Son las vías asociativas distintas.

Ahí estamos nosotros. Estamos estudiando qué pasa cuando el impulso se dispara y entra a funcionar lo asociativo mecánico. Ese es el punto de nuestro estudio. No estamos ya en todo lo anterior. Estamos ahí. Cuando comienza a funcionar lo asociativo mecánico. A eso se refiere nuestro estudio en el caso de la alegórica.

Lo asociativo mecánico.

Y hemos dicho que lo asociativo mecánico se maneja según esas tres leyes, más o menos fijas. De similitud, de contigüidad y de contraste. Estas interactúan, actúan entre sí. Pero podemos seguir sus cadenas, más o menos distinguidamente.

Cuando hablamos ahora ya del producto del trabajo asociativo mecánico estamos hablando de lo alegórico. Y hemos dicho que en lo alegórico se trabaja básicamente con representaciones. Con datos que se convierten en representaciones.

Estas representaciones tienen gran movilidad plástica y tienen por supuesto estos caracteres. Por un lado a una representación plástica se le adhieren otras representaciones, eso es típicamente asociativo. Se le agregan cosas. O por otro lado, a un acto abstracto que pudiera haber, se lo concreta y se lo convierte en imagen plástica también.

Aquello abstracto, aquello de la justicia, el bien, la verdad, la belleza, todo aquello, se convierte en algo concretito, plástico, representable, la gorda en la plaza con la espada y los ojos vendados ¿no es cierto? Bueno.

Y así como concreta lo abstracto y multiplica un contenido, así vemos que lo alegórico en general no tiene fijeza. No tiene fijeza para nada. Todo es movilidad en el trabajo de las cadenas asociativas mecánicas. Todo es movilidad en lo alegórico.

Cuando surge lo alegórico estamos en presencia de situaciones, obviamente, de situaciones de la maquinaria. No estamos en presencia de otra cosa. Estamos en presencia de situaciones por las que está pasando la maquinaria.

Pues resulta que como estos sistemas a veces se convierten en respuestas al mundo, podemos encontrar en respuestas en el mundo, podemos encontrar datos para ver cómo está operando toda esa maquinaria.

Por ejemplo, en los mitos de los pueblos, en el folklor, etcétera, podemos encontrar datos de representaciones alegóricas de lo que ha sucedido adentro de la maquinaria ¿no es cierto?

Y también podemos encontrar datos de lo que sucede en la maquinaria en nuestros sueños, en las bromas cotidianas, en la aparición de roles de confrontación frente al mundo, etcétera. Bien.

Así que fíjense que es difícil hablar de la maquinaria como si estuviera vacía, más bien por las producciones de la maquinaria nos acercamos a sus niveles de trabajo. Entonces estamos viendo los sueños, no cuando se producen en la cabeza del sujeto sino cuando el sujeto los relata. O estamos viendo que pasó en los productores de los mitos cuando estudiamos los mitos. Bien.

Nos importa comprender en estos mecanismos asociativos, en estas transformaciones plásticas de la representación, nos importa comprender, no sólo lo que vamos a llamar en alegórica Tema y Argumento, ya vamos a distinguir entre ellos dos; no sólo esto que hace a la imagen en sí, el tema o al argumento, sino que nos importa también ver el sistema de tensiones que está obrando por una parte y el sistema de climas que está obrando por la otra parte. En donde la representación plástica no configura solamente el sistema de ideación. El sistema de ideación lo vamos a entender como la representación plástica y además como su sistema de tensiones y climas.

Con tensiones, climas y representación vamos a tener la materia expuesta para poder ser estudiada.

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Vamos a distinguir ahora en la representación misma, en la imagen, en la representación, vamos a distinguir, lo que podríamos llamar por una parte tema y por otra parte argumento. Esto no existe en realidad. Estas son distinciones que nosotros hacemos frente la imagen, de acuerdo a su comportamiento ¿no es cierto?

Veamos. Una película cualquiera. Podemos distinguir el argumento de la película. El argumento de la película, ¿no es cierto?, el argumento de la película. Toda la secuencia que va del comienzo al fin y dentro del argumento podemos observar diferentes temas.

Los temas son propiamente las imágenes. Los argumentos son los procesos de esas imágenes, las conexiones entre las imágenes, son el cuento. Los argumentos son los cuentos y las imágenes son los temas.

Así por ejemplo podemos encontrar que un mismo tema puede aparecer en distintos argumentos y también podemos encontrar que un mismo argumento está operando sobre distintos temas ¿captan la idea?

Supongamos que en un campo de representación aparezca el argumento de la huida. Todo se desarrolla en cuestiones de huidas. Pero resulta que esta huida es por escaleras. Ahí tenemos ese tema ¿no es cierto? La imagen de las escaleras. Y este tío se la pasa toda la noche escapando por escaleras. Supongamos.

Resulta que al día siguiente ahora ya no sueña con escaleras, ahora sueña que escapa en carruaje. Ustedes comprenderán que de todos modos el argumento es el mismo. Es el del escape en un caso y en el otro. Pero ha cambiado bastante el tema en cuanto que ha usado una base de representación que en un lado es una escalera y en otro caso ha usado un carruaje. De manera que solemos a menudo distinguir en la misma representación entre tema y argumento. Son dos cosas bien diferentes.

Y por supuesto también distinguimos entre los climas y los sistemas de tensión que están operando. Bueno.

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¿Para qué sirven las alegorías a la conciencia?

Las alegorías en principio sirven para compensar dificultades de abarcamiento total, como en el caso de la concreción de lo abstracto. Y sirven para efectuar descargas de tensiones y sirve también a la resolución de determinados climas. Está sirviendo para varias cosas.

Hemos dicho que en cuanto a sistema de tensiones la producción de la risa, el llanto, el acto amoroso, la confrontación agresiva… en estas imágenes, en estas imágenes plásticas. Esta tendencia a producir abreacciones por el lado de la risa, del llanto, del acto amoroso, de la confrontación, etcétera, esto es algo importante para las tensiones que están obrando en la conciencia.

Decimos que en la Épica por ejemplo actúa sobre todo la cuestión de la confrontación agresiva. Decimos que en la tragicomedia, en la comedia, en la tragedia están buscándose vías de descarga, manifestaciones de descarga motriz, abreacciones por la risa o por el llanto y también en el acto amoroso se está tratando de provocar descargas de algún tipo.

Entonces toda la literatura y en general el arte basado en contenidos alegóricos, el arte basado en contenidos alegóricos, cumple con esa muy importante función, no sólo individual sino social de la descarga de tensiones.

También lo hace en alguna medida el deporte, si vamos al caso. No es un sistema alegórico, claro. Pero el deporte cumple con las funciones de, no sólo robustecer el cuerpo y todo aquello, y además socializar a la gente, porque jugando junta o porque haciendo deporte junta mejor se comprende. Sino que también el deporte cumple con estas funciones de descarga de tensiones.

Eso es una cosa sumamente interesante pero que también el sistema, en determinadas ocasiones, lo ha comprendido a su modo. Los sistemas dictatoriales normalmente ponen en marcha esas grandes expresiones gimnásticas y deportivas para canalizar también este sistema de tensión social.

Desde luego que el deporte es una cosa importante y muy interesante, pero fíjense que como pasa con todo puede ser llevado en una dirección o puede ser llevado en otra. Y lo que suele suceder también es que la gente participa del espectáculo del deporte. Toma bandos, se da de palos, empiezan los botellazos, todo aquello y si la descarga no ha sido suficiente se termina con las vidrieras después a la salida, los automóviles <risas> y todo lo que se va encontrando. De todos modos se abrió la llave, se comprendió que ahí hay que hacer alguna descarga y bueno, se hace con lo que hay a mano, en la cancha de fútbol o después ¿no es cierto? <risas>

De todas maneras sigue operando ese sistema de descarga. Así que también hay ese tipo de vías que suele tomar, en los deportes de tipo masivo, suele tomar carácter de confrontación. Fuertemente se polarizan los bandos a favor de los que llevan una camiseta de un tipo o los que llevan una camiseta del otro. Y según que un cuero de chancho inflado entre en un arco o entre en otro <risas> según suceda eso, se romperán más vidrieras o menos, dadas las situaciones y el equilibrio de fuerzas y de tensiones en juego.

Pero de todos modos para los sistemas dictatoriales tensos y todo aquello, eso puede ser una manifestación interesante. Manifestación por el lado de la descarga ¿no es cierto? Bueno.

Así que el deporte está cumpliendo también con esas funciones, el deporte masivo, en cuanto polariza y en cuanto descarga tensiones en esa suerte de confrontación, esa simulación de guerra que hay entre los bandos en pugna, en un juego como puede ser el fútbol u otros.

En cuanto a la composición de lo alegórico como tal podemos distinguir un arsenal de cosas. Es tan vasta la composición de lo alegórico como vasta es la posibilidad de asociación de imágenes. Así que imaginen ustedes acá todo lo que podría pasar con lo alegórico.

Tratemos de hacer algunas categorías. Primero lo vamos a enunciar luego lo vamos a delinear mejor. Vamos a estudiar lo que llamamos: continentes, contenidos y conectivas. Esa parte viene fácil. Se parece un poco a simbólica esto de continentes, contenidos y conectivas ¿no es cierto? Los campos, sus centros y las relaciones entre campos y centros.

Vamos a estudiar los llamados atributos manifiestos, atributos tácitos y atributos separados.

Vamos a estudiar el problema de los niveles en la producción plástica. Problema de elementos y texturas. Vamos a estudiar los momentos, los momentos de proceso, en los que vamos a ver cómo momento de proceso todo lo que tenga que ver con edades, todo lo que tenga que ver con transformismos. Momento de proceso. Todo lo que tenga que ver con inversiones. Todos esos cambios van a ser momentos de proceso.

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Empecemos pues con esto de continentes, contenidos y conectivas.

Para comenzar, el encuadre de toda alegoría, el encuadre de toda alegoría es el primer continente a buscar ¿captan eso?

¿En dónde se da esa alegoría? ¿Dónde se da? En una plaza, en una habitación, en un campo desierto, en una ciudad ¿dónde está el encuadre? Bien.

Normalmente al reducir el encuadre mayor de toda la situación alegórica se encuentra un símbolo que debe ser interpretado según lo establecido en simbólica. El símbolo nos va a servir, al reducir este encuadre mayor, para comprender los sistemas de tensiones que obran en el interior de esa alegoría.

Así encontraremos encuadres simbólicos mandórlicos o circulares o triangulares o de otro tipo y comprenderemos las situaciones, los sistemas de tensión que se dan en el interior de tal encuadre.

Los continentes tienen valor de ámbito en el que se dan situaciones o que guarda o que encierra o protege a los elementos dados. Los continentes guardan, protegen o encierran aquello que está en su interior.

Los disfraces son continentes, las habitaciones son continentes, los vehículos suelen ser continentes. Pero en estos vehículos a veces se producen transformismos y cambian su función, de tal manera que este continente, que en ocasiones protege, un vehículo, ahí va uno en un aeroplano, esto que sirve de protección cuando nos quedamos con la palanca en la mano y no vamos en picada, resulta que este se convierte en un encierro, en una cárcel y se nos cambia la función. Estos transformismos de función en los continentes son de tener en cuenta. Vehículos que suelen proteger a menos que empiecen a comprimir.

La máscara de hierro empieza a comprimir, las paredes que se cierran. Es un continente. A veces uno está muy contento ahí, fumando un cigarrillo en una habitación y empiezan las paredes y los techos a comprimirse.

Fíjense por ejemplo, las vestimentas de Ofelia en Hamlet, ¿se acuerdan? Que le permitía flotar sobre el agua. Ahí iba Ofelia enloquecida, por el agua, deslizándose. ¡claro! Las vestimentas en ese caso eran una especie de bote ¿no es cierto? Este continente, aquello que contenía a Ofelia le estaba sirviendo muy bien para mantenerse sobre el agua, pero resulta que al poco tiempo se empezaron estos vestidos a llenar de agua y al llenarse de agua empezó a aumentar el peso de toda esa cuestión y Ofelia se ahogó.

De manera que esta historia que aquello que cumplía con una función interesante, este continente que servía para proteger, para llevar, para trasladar, invirtió su función y se nos convirtió en una prisión, en un encierro.

Sucede en la vida diaria <risas> se invierten las funciones. Uno se coloca en el interior de un continente, busca su seguridad, su cosa, cambian las funciones, entonces uno está encerrado <risas> pasa en las relaciones humanas… Pero claro, esto es más bien campo de lo alegórico.

Vehículos que permiten desplazarse o volar, pero que al perderse el control se convierten en prisiones.

También están las prisiones manifiestas. Jaulas, cárceles, países de hombres hostiles. Países de hombres hostiles, llega uno y ahí están, hombres velludos, desconocidos, que hablan con sonidos guturales, uno no entiende… ahí está en ese continente metido uno.

Laberintos, continentes. Lagos y aguas en general que guardan las imágenes, como guardan también la vida informe acuática. Diferente a espejos o lagos que devuelven las imágenes ¿no es cierto? Uno se mira en un espejo y devuelve una imagen, pero cuando uno está un poco raro y se mira en el espejo, ya no le devuelve tanto la imagen <risas> sino que uno mira en el interior del espejo y si mira mucho tiempo uno ve que pasa algo por adentro del espejo <risas> una especie de sombra o de figura se desplaza por el interior de los espejos, algo que está como encerrado adentro. Así como decía Cagliostro.

Ponía ahí sus velas, sus cosas y si uno se fijaba bien <risas> adentro del espejo empezaba a ver cosas que sucedían allá. Los espejos mágicos, los espejos encantados. Espejo, espejo ¿quién es la princesa más bella? <risas> y el espejo le responde, pero claro, tiene ahí… el televisor. El televisor un poco guarda también… <risas> las imágenes <risas>

También pasa con los lagos ¿no es cierto? Por un lado, uno está mirando ahí, devuelve, refleja las imágenes, pero a veces esos lagos tienen fuerza atractiva. Eso le pasó a un tal Narciso, de ahí deriva el narcisismo. Empezó a ver su imagen y le gustó tanto la cosa y dijo, está interesante la cara que yo tengo. Se acercó, se enamoró de su imagen y se ahogó también. El narcisismo parece que sale de esa historia <risas> de la gente que queda encandilada con su propia imagen. Bien.

Entonces es diferente la función con que cumple ese espejo o ese lago, esa agua, de devolver imágenes a esto de conservar imágenes. No es una actividad centrípeta de refracción de la luz, sino que más bien es una suerte de succionador, ahí el espejo, el lago ¿no es cierto?

Transformismos ¿comprenden ustedes esas alegorías? ¿No? A ver.

¿Has oído leyendas en donde se cuenta que el lago llamaba a la gente y atraía a la gente?

<Alguien contesta- ininteligible>

¿Bosques también? Perfecto. Esa es la función. Bosques que atraen ¿no es cierto? Aguas que atraen.

¿No has leído leyendas de que vive alguien bajo las aguas, por ejemplo? ¿Y de que uno tiene que andarse con cuidado al anochecer o eso, porque entonces desde adentro lo llevan a las profundidades?

Ahí no está ese lago convertido en espejo viendo uno cosas, su propia imagen que refleja, por ejemplo, sino que si uno se fija bien va a ver abajo una ciudad, por ejemplo la Cathédrale Engloutie, la catedral sumergida por ejemplo <risas> en algunos músicos que toca sus campanas y demás bajo el agua y tiene toda una cosa ¿no han oído esas leyendas?

Todo esto que estamos explicando, independiente de los rechazos internos que le provoque al escucha y de los problemas y la perturbación que provoca la cosa alegórica, esto sucede en alegoría. Sucede que hay cosas que atraen, aunque a uno no le guste <risa> y cosas que rechazan, independientemente de estas pequeñas perturbaciones que se sufren cuando se estudia alegoría.

La alegoría en general tiende a movilizar esos mecanismos irracionales. Son mecanismos límbicos, claro, porque trabajan en un nivel bajo de conciencia. Se provoca problemas siempre en la gente cuando estudia alegoría. No son cosas graves. Son pequeños problemitas. Es sugestiva.

Bien. Así que hemos hablado un poco de continentes. Aquello que contiene.

Contenido en alegoría, en cambio, contenido es todo aquello que está incluido en un ámbito. Es contenido el hombre en el huevo alquímico. Miren esa alegoría, alquímica. Un homúnculo, un hombrecillo, metido ahí en un huevo. Ese hombrecillo es un contenido.

“La naturaleza bajo el manto de la noche”. Diferente a decir, bueno, se fue la luz y entonces como no hay luz hay oscuridad. Diferente a decir “la naturaleza bajo el manto de la noche” ¿captan eso?

También el pensamiento y las actividades internas, incluidas en el interior de los diversos seres. A veces se habla del pensamiento en el interior de las personas y ese pensamiento se lo considera, o el alma por ejemplo, se lo considera como continente de un contenido que lo cubre. Acá, sin ir más lejos, Palas Atenea ¿de dónde sale la diosa de la sabiduría armada de pies a cabeza? Sale de la cabeza de Júpiter ¿se fijan ustedes? Es un contenido que sale ahí y se configura toda una divinidad.

Similar a lo que pasa con un hombrecillo que hay por acá en el Museo Nacional de Colombia. Este hombrecillo singular que aparece con su pecho abierto, adentro del cual hay un hombrecillo ¿no es cierto? Entonces ahí adentro de él está el continente y este está trabajando como continente y en su interior está el contenido. Un contenido que hace operaciones, que un poco como los niños que cuando escuchan radio creen que adentro de la radio hay hombrecillos pequeños que hablan, discuten y hacen toda esa historia. Son contenidos alegóricos, contenidos dentro de la radio, que no son por cierto los transistores, claro.

De manera que los contenidos, siempre están incluidos, claro, en un continente.

Pensamiento y actividades internas, incluidas en el interior de diversos seres. A ellos también se los considera contenidos. Los continentes estructuran el campo, mientras que la potencia, la energía, el poder, el peligro, etcétera, está en los contenidos y es para los contenidos. Los continentes pueden tener poder transferido pero que no les pertenece.

Es decir, el santo Graal por ejemplo ¿se acuerdan del Santo Graal? ¿han oído la leyenda del santo graal?

Hay diversas leyendas sobre esto del Santo Graal. Parece que estuvieron discutiendo durante mucho tiempo y dándose de palos y viendo quién tenía el Santo Graal y nadie sabía ni cómo era ni dónde estaba ¿conocen el juego del gran bonete? Eso de que a alguien se le ha perdido un pájaro y dice que lo tiene usted ¿yo señor? No señor ¿entonces quién lo tiene? El otro ¿yo señor? No señor… y ahí están con la cuestión de que a alguien se le ha perdido un pájaro que no se sabe ni cómo es ni dónde está y se le va atribuyendo a unos y a otros y todo el mundo se lo saca de encima diciendo que lo tiene el de más allá. Ahí ni se sabe de qué se trata y hay toda una discusión, un juego y una rareza.

Con el Santo Graal pasaba algo por el estilo, entonces no se sabía ni cómo era y demás pero era algo muy importante y tenía que ver con esto de la Fe. Los guardianes de la fe eran los que tenían el Santo Graal. Y ahí estaban los caballeros de Rey Arturo y unos cuantos en una pelea por el asunto del santo Graal.

Parece que el Graal que es una especie de copa, un copón, esa copa que aparece en las cartas ¿no es cierto? Ese copón es un continente. Tendría alguna función si contuviera algo interesante en su interior, y no contenía nada en su interior. Entonces ¿por qué tanta historia con esto del continente, si en realidad el poder, el peligro y todo aquello se refiere a los contenidos? En este caso, es claro, que el poder del Graal es tal porque tiene poder transferido, no en sí mismo.

Una leyenda dice lo siguiente: Cuando Luzbel cayó de los cielos, porque se anduvo peleando, no sé qué le pasó, lo tiraron del cielo a Luzbel que se convirtió en Lucifer, al caer se le cayó una piedra verde que tenía en su frente y con esa piedra verde se talló el Graal.

Entonces claro, de semejante cabezota, semejante poder y nada menos que esa piedra verde debe tener bastante poder y bastante importancia, si eso se lo lleva a objeto.

Pero otra leyenda dice que al morir el JC en la cruz entonces vino un señor y puso ahí un cáliz para recibir la sangre y al recibir la sangre de este señor, también el poder, nada menos que de Dios, imaginen ustedes, pasado en sangre a este objeto, transfirió su poder.

Esto es muy propio de lo alegórico ¿no es cierto? Los que miran con cara de racionalistas deben ubicarse <risas> que estamos hablando de alegorías y si son racionalistas consecuentes, es decir, con todas las de la ley, deben tener aptitud para introducir la razón y comprender las estructuras irracionales, si no son racionalistas a medias ¿no es cierto? <risas> Racionalistas que no entienden como se producen estos fenómenos <risas>

Bien, de manera que este Graal que recibe la sangre de este señor y… ahora es muy importante porque estuvo en contacto con esta sangre. Nadie puede decir, uy, yo no le daría importancia. Así no se piensa en alegoría <risas>.

Así que había gente que le daba importancia a estas historias y entonces andaban peleando a ver quién lo tenía, si lo tenía este ¿yo señor? No señor, sí señor… y andaban detrás del asunto del gran bonete a ver quién tenía el Graal.

Es un caso de continente, de continente pero, que si tiene poder es de tipo transferido. De tipo transferido. ¿Se acuerdan de esos señores que decíamos ayer que hacían el muñequito parecido al otro y le daban de pinchazos? Claro, nosotros no haríamos eso, de acuerdo. Muy bien ¿o sí? <risas>

Pero acuérdense que si tomábamos pelos, raspaduras de uña y toda esa operación mágica y le dábamos al muñeco, la cosa era más eficaz ¿por qué? Y… porque había poder transferido, tenía algo que ver esas raspaduras y esos pelos, algo que ver con el otro. Tenía su ligazón.

Entonces, esto es muy frecuente en alegórica, estas transferencias de poderes. Bien.

00:34:16

Es conectiva en alegoría, es conectiva en alegoría, todo lo que cumple con esta función, con la función de conectar, independientemente de sus características materiales.

Es tan conectiva un puente, está claro que el puente conecta con otro espacio, eso está claro, hasta ahí va bien. Pero es tan conectiva un puente como un teléfono, desde el punto de vista alegórico. Relaciona ámbitos, personas y todo aquello. Una palabra es una conectiva también, no sólo en sígnica sino también en alegórica, o cualquier vehículo es conectiva, siempre y cuando esté cumpliendo con esa función de conectar y no de guardar, encerrar, etcétera.

Así que un vehículo, no en cuanto a continente, sino en cuanto transporte es conectiva. Conectiva son las entradas, es obvio. Conectiva son las entradas, son las escaleras, las rampas, los caminos, los senderos, los ríos que llevan a algún punto. Son conectivas.

También son conectivas las que impiden la conexión. Les llamamos a estas conectivas de impedimento. Vehículos atascados, conectiva de impedimento. Lagos o mares que separan. Ahí están los mares conectando, claro, el océano atlántico conecta América con Europa, perfectamente. Esto es una conectiva. Sí, claro… mientras uno tenga avión y barco. Deja de haber avión y barco y esto que es una conectiva se nos convierte en un impedimento. Es una conectiva de impedimento.

Las puertas cerradas. Estas puertas que eran conectivas, el sujeto, en el caso de la huida que veíamos estaba ahí escapando, ve la puerta abierta y piensa, por acá entro y se acabó el problema. Llega a la puerta y se la cierran. <risas> esto es una conectiva de impedimento.

Estatuas, conectivas de impedimento. Estas estatuas de La Belle et la Bête de Cocteau. Estas estatuas quietas, que uno trata de relacionarse con ella y no hay forma. Y cuando se da vuelta, ¡paf!, le disparan un flechazo ¿no es cierto? Estas conectivas, seres mudos, seres hierático.

Ese señor que aparece y uno le dice eh, ¿qué es lo que pasa?, como en El extranjero, El Extranjero de Camus. Está ahí hablándole continuamente al mudo y el mudo, nada, hasta que el mudo al finalizar la obra le dice, No, por ejemplo <risas> ¿no es cierto?

Esto de que uno se encuentra en países donde se hablan lenguas extrañas y uno quiere conectarse con la gente para llegar a un lugar, para tener referencias y todo esto y resulta que le hablan en un idioma extraño, incomprensible o le hablan en la lengua de los pájaros, como se dice en alegoría. En un lenguaje que uno no tiene la clave o bien son mudos. Son conectivas ¿pero de qué? de impedimento. Ahí uno llega a ellos y se frena la cosa. Interesante.

Ruidos y sonidos confusos o sin significado pero a los que se les busca o se le intuye un significado, son también conectivas de impedimento.

Estos ruidos, estos sonidos que uno sabe que algo tienen y que oí como un gran… eso se escucha, se lee mucho en las leyendas religiosas de los pueblos. “Y oí como un gran clamor de pueblos que era como sonidos de mares”. Todo aquello que no se sabe bien qué decía ese clamor de pueblos o cómo eran los sonidos del mar pero que tienen toda una carga afectiva y todo un significado no bien esclarecido para la conciencia pero que tiene fuerza ¿no es cierto?

Entonces ahí hay algo, hay significado, hay cosa interesante. Pero no se sabe cómo llegar a ella. Es una conectiva con significados ocultos pero que no se entiende bien la expresión.

La palabra olvidada. Esa palabra en donde está la clave de toda la cosa y uno sabe que es la palabra y anda buscando la palabra <risas> ¿y dónde está la cosa? ¿No es cierto? Entonces uno detrás de esa palabra ve que hay una conexión con el Gran Secreto, con mayúsculas que… sabe, intuye la cosa, pasa para el otro lado, pero resulta que a la cosa no se la intuye tan fácilmente. Y ahí se hacen distintas operaciones por todos lados para tratar de esclarecer la cosa. Se ponen la palabra en computadora y cuando se llega a la palabra en cuestión empiezan a apagarse las luces del cielo, se apaga el sol y se acaba el mundo <risas> y uno no ve la palabra <risas> anda uno buscando los mil nombres de Dios, lo mete en computadora y cuando dio la respuesta se acabó todo. Que gracioso. <risas>

Así que conectiva en alegoría es todo lo que cumple con esa función, independientemente de sus características materiales. Conectivas son las entradas, etcétera y también conectivas son las que impiden la conexión.

Generalmente las conectivas de impedimento, de cansancio, de esfuerzo indican que hay un poder, una fuerza o un beneficio que se puede lograr y que está protegido por las dificultades. Los doce trabajos de Hércules, los distintos trabajos de los caballeros medievales que les pasan mil y una porque quieren llegar al castillete donde hay no sé qué alcahuetería y ahí están peleándose con otros caballeros negros y ellos son blancos <risas> y dele… y salen pajarracos raros y en las puertas hay dragones que defienden la cosa ¿no es cierto?

Ahí claro, hay cansancio, hay esfuerzo y uno va por los senderos haciendo todas estas cosas porque hay alguna cosita interesante detrás. Hace estos esfuerzos porque hay un poder, una fuerza, una cosita que se logra también con estos esfuerzos.

Desde luego que detrás de esto hay un contexto, hay una moral implícita de que ganarás el pan con el sudor de tu frente y todo aquello. Entonces si hay esfuerzo y uno lo hace es porque alguna cosita va a lograr. Bueno. Pero esto por lo menos, en la conciencia occidental, pesa, todo y que en las alegorías hay a veces cansancios, esfuerzos, toda esa cosa porque ese está buscando una cuestión, una fuente de poder, un beneficio.

Diferente es todo esto, esto de conectivas de impedimento, de cansancio, de esfuerzo para lograr una cosa, diferente es todo esto a las huida difíciles o fatigosas que no se las puede interpretar como conectivas de impedimento, a menos que una conectiva, por ejemplo un río impida la huida o que se cierren las puertas de un lugar que sería la solución del problema.

Estamos diciendo que es diferente esto de considerar los cansancios, los trabajos y todo aquello, para lograr una cosa, diferente a simplemente que uno se cansa porque hay un sinvergüenza que lo anda corriendo a uno y uno está tratando de escaparse, no es que esté buscando uno un poder, sino más bien la atención está puesta en este tío que anda detrás de uno. Es diferente. Bien.

Eso en lo que hace a las conectivas en general.

Las escaleras, las rampas, por ejemplo, las escalas y todo aquello son especialmente importantes por cuanto, además de conectivas, escaleras, rampas, escalas y todo aquello, además de conectivas suelen revelar la existencia de planos de niveles diferentes. Tema compositivo que será tratado un poco más adelante.

Pero en principio decimos que las escaleras o rampas son importantes porque conectan, pero además conectan un nivel con otro. Se baja a las profundidades o se sube o simplemente se está en ese nivel. O hay peligro de que se corte la escalera cuando uno está por llegar hasta el punto.

O hay gentes, gentes o entidades, seres, que suben por una escala llevando una cosa y bajan por otra escala trayendo otra ¿no es cierto? Entonces llevan las oraciones de la gente, por ejemplo, y traen los beneficios o llevan los pecados y traen otra cosa. Hay van las hormiguitas haciendo esas ruedas de idas y venidas en sus escaleritas. Bien.

Ya lo veremos despacio a esto porque tiene importancia en cuanto hablemos de los juegos de nivel.

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Entre toda esta historia de continentes, contenidos y conectivas, aparecen entidades intermedias sumamente interesantes. Son los defensores. Su inversa son los protectores.

Defensores en general son aquellos que protegen las entradas, que protegen las conectivas, aquellos que impiden la entrada. Defensores de las entradas convierten a las conectivas en dificultad. Y… ustedes comprenderán esto de los defensores ¿no es cierto? Esto en la alegoría popular se ha independizado bastante de un tema o de un argumento dado y ha quedado solo, separado de esos contextos, de esos argumentos alegóricos, ha quedado solo el defensor.

Los hombres salvajes con armas, los gigantes, los cíclopes, los ángeles armados, los perros de varias cabezas y monstruos de todo tipo <risas> todos estos son defensores que a veces se separan de un contexto alegórico dado.

Tomen una moneda griega, que deben tener. Ya hemos visto esos hombrecillos que hay ¿qué están haciendo ahí estas monedas? Las monedas, si ustedes ven la parte de atrás hay un par de hombres salvajes, con unos garrotes ahí que están apoyados en el escudo del país ¿no es cierto? Estos son defensores. Están mostrando sus armas y están mostrando que defienden el escudo ¿no es cierto? y que le van a dar de palos a cualquiera… <risas> ¿no es cierto? No se ponga en vereda <risas> De manera que estos defensores acá están ¿protegiendo qué? Protegiendo el escudo. No es cuestión de entrar así de cualquier modo. ¡qué es eso! <risas> Hay que pedir permiso, un salvoconducto, una estampilla de 20 dracmas <risas> pasar por la oficina, volver. Problemas administrativos <risas> Pero de todos modos, estos señores son defensores, ahí están protegiendo el escudo, no sea que… estos se metan.

<salto de audio>

[…] han visto en la entrada de las casas, “cuidado con el perro”, la gente no era estúpida, sabía que ese perro no mordía. Ya se sabe, pero ahí estaba él protegiendo de un modo alegórico la cosa. Muy abierto para la gente amiga. Pero cuidado con los de las malas intenciones porque el perro sabe ¿no es cierto? Son protectores también, defensores estos perros que uno pone en el jardín de su casa <risas>, pero que son reales desde el punto de vista vigílico, claro está, porque uno también hace sus trabajitos en otros niveles. Ve el perro pero también ve otra cosa.

Así que los defensores de las entradas convierten a las conectivas en dificultades.

Ellos defienden la entrada a lugares donde está el poder, o la gracia o la belleza. Todas las mitologías están llenas de estos seres singulares. Defensores. Es difícil cuando el defensor está bien plantado en el asunto.

Hay que ser muy hábil para escaparle. Entonces surgen los artificios y entonces uno se apoya en protectores para vencer a estos defensores. Entonces aparece Aladino con su lámpara y tiene el genio. Entonces como quiere entrar en un lugar y está lleno de monstruos entonces le dice al genio que cómo puede hacer las cosas. Se hacen invisibles y pasan. Pero es gracias al protector que se puede luchar contra el defensor, porque en el mismo nivel, la cosa no va. El otro está bien armado, hay que usar siempre argucias, trucos.

Como el veloz Mercurio para poder robarle las ovejas a Apolo. Este Apolo andaba protegiendo las cosas con unos monstruos que tenían cien pares de ojos y cuando dormía se abrían cien pero se cerraban los otros cien. Así que siempre estaba mirando lo que pasaba. Entonces este que era bastante veloz se preparó y en el momento en que estaba abriendo los ojos y cerrando los otros, pasó… <risas> a gran velocidad el veloz Mercurio, este escurridizo Mercurio que se escapa por todos lados, aprovechó esa coyuntura, del cambio de ciclaje ahí de los conos y bastoncillos de la Hidra <risas>, y se nos filtró el hombre para el otro lado. No le gustó al otro parece y eso generó conflicto.

Hay otros que quieren ir a buscar a su amada a los infiernos y entonces claro al ir a buscar a la amada a los infiernos se encuentran ahí con una cantidad de defensores ¿y cómo se hace? Entonces hay que llevar coima. Hay que llevar coima. ¿Cómo le llaman en otros países? Mascada, mordida ¿cómo le dicen? A eso de que uno le paga a un funcionario irregular para que…

<alguien responde> Mordida

Mordida. Y sí, también con los defensores se opera así. En muchas leyendas pasa eso. Con la amada que se busca en los infiernos, y entonces parece que hay que darle al tío este, hay que darle a veces unas monedas, ponérselas en la boca o llevar unos ramos de laurel y hacer unas cositas ahí, entonces este queda distraído. Uno entra, pero resulta que al salir se encuentra que con que este ahora está mirando para el otro lado y entonces no hay suficiente cantidad de recursos para la coima doble y puede salir uno y no el otro, entonces se sacrifica y sale la otra. Toda una historia, ahí, complicada con el asunto de los defensores. Problema. <risas>

Cíclopes con un ojo, ahí, fuerza brutal. Ahí tienen ellos su radar y están defendiendo la cosa hasta que viene Ulises y dice este…<risas> éste es un problema. Entonces aguza una vara y se la da en el ojo <risas>. Bien.

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Claro, pero así como están los defensores, están también y en la misma categoría los defensores invisibles y tanto o más peligrosos que los anteriores. Estos defensores invisibles no se les ve bien la traza, entonces le crean problemas a uno.

Los lazos, las trampas, las seducciones, los brujos, los magos, las encantadoras. Son defensores pero no que trabajan por rechazo sino que trabaja por seducción, por atracción.

Se cuenta en la mitología griega que había por ahí un islote que estaba siempre protegido pero por sirenas. Estas sirenas eran unas pescadas muy encantadoras <risas> que tenían además un canto muy dulce y parece que tenían unos amplificadores considerables porque se les escuchaba a mucha distancia. <risas>

Entonces ahí iban los navegantes, iban pasando por el lugar y empezaban a escuchar el asunto ese y decían ¡que interesante! Y se iban derechos al lugar y terminaban estrellándose contra las rocas. Entonces Ulises, el astuto Ulises <risas> que comprendió este asunto dijo: por un lado yo quiero escucharlas a ellas <risas>, no me lo voy a perder y por otro lado no quiero problemas con la historia de las rocas. Así que todo el mundo a ponerse cuestiones en los oídos, calladita la tripulación, que yo… y a mi me atan bien del poste, del palo mayor <risas> y así con las orejitas al descubierto y bien atado al palo mayor fueron derechos, aparecieron las sirenas, cucucu <risas> y este dijo, y… esto es un desastre y este gritaba a lo loco, que lo soltaran porque le interesaba ir a la cuestión <risas> ¡Nones!.

Y entonces estuvo escuchando casi enloquecido lo que pasaba y siguió de todos modos el barco. Así que él se las arregló con sus recursos, eso es lo interesante de este Ulises, que en vez de apelar como en otros mitos a cosas raras, a ayudas de entidades superiores, este se las arregla con su ingenio. El astuto Ulises a menudo hace las cosas él mismo. Bien.

De manera que estos seductores suelen tener ese carácter centrípeto, atractivo ¿no es cierto? A veces invierten su función como el caso del Flautista de Hamelín. Hay un problema de una plaga en una ciudad con los ratones y demás, entonces este flautista que tocaba muy bien dice, yo voy a arreglar la cosa. Empieza a tocar la flauta y allí van todos los ratones detrás de él y van al agua. Pero después parece que lo tratan mal a este, le hacen una historia, entonces dice bueno. Ahora empieza a tocar la flauta y se van todos los niños de la ciudad detrás de él y se ahogan. Cosas por el estilo. Qué malo, ¿no es cierto? Bueno. <risas>

Así que a veces se invierten estos. Ahí estaba protegiendo a esta ciudad, pero ahí se convierte en un seductor. Se invierte el mecanismo y barre con esos que se han portado tan mal con él. De manera que…

Los ángeles armados que aparecen. Bueno, nada de historias. Estos hicieron mal las cosas y se los echó fuera del Paraíso y calladitos y nada de volver porque este tiene unas espadas flamígeras y hay que ver cómo las mueve <risas> ¿no es cierto? Acá no entra cualquiera.

Así que hay numerosas entidades y hay algunas cosas simpáticas que hoy conservamos en nuestra decoración, conservamos en nuestro mobiliario ¿no es cierto? Entradas de nuestras casas, muchos defensores así encubiertos que defienden de algún modo. Ya se ha perdido su significado, queda la cosa simpática, la figurita pero detrás de la cual obra un mito.

Diferente claro a estos defensores, por supuesto que esto queda para épocas pasadas no para las actuales. En épocas pasadas por ejemplo se podía ver defensores de este tipo. Gente que representaban alegóricamente la función de defensor. Imagínense a estos dos tíos defendiendo el monumento a Vittorio Emanuele, eso es una maravilla <risas>

Se imaginan a esos dos soldaditos que están ahí defendiendo a un monumento <risas> de cemento ellos, están encarnando una alegoría. Son los defensores de eso ¿qué, a ver qué? ¿Para que no pinten las paredes, para qué están? ¿Están defendiendo las flores estas? ¿Cómo es la cosa? Están defendiendo toda la cuestión <?>, la torta esa <risas> esos señores que son una alegoría de defensores. Ahí están muy seriecitos y no se mueven y le dan aspecto hierático a la cosa y uno les puede hacer cuestiones y demás <risas> serios. Son defensores. Están convertidos ahí en alegoría viviente. ¡cuántas alegorías vivientes habrá! ¿no es cierto? Defensores. Bien.

Seductores. Y… cómete esta manzana, la cosa va a andar muy bien <risa> ¿pero cómo voy a comer de la manzana si me ha dicho el otro que no? No le dé bola <risas> se va a entender mejor la cosa.

Las seducciones, son también defensores de una situación. Los seductores peligrosos, insinuantes, brujas encantadoras, magos.

Por último contrafiguras de los defensores: protectores. Por un lado viene el angelito malo, por la izquierda y dice, bsbsbsbs, hay que hacer tal cosa. Y sale el otro ahí bondadoso y dice no, no, cuidado con el mal y con el pecado. Entonces acá hay una dialéctica. Uno en el medio, no tiene nada que ver. Y por este tubo habla este que le induce a uno al mal y este otro, por este lado dice que no, que las cosas hay que hacerlas bien y ahí está uno, sometido a las fuerzas de estos defensores y protectores ¿no es cierto?

Como esos protectores que encontramos también en los restos, que encontramos a veces en nuestro mobiliario, a veces en nuestras casas, a veces en otras casas, en donde claro, los defensores de esa casa son protectores para los que están en el interior de la casa. Para el que está afuera y quiere entrar son defensores ¿no es cierto? Pero para nosotros defienden la cosa y protegen.

En la cultura griega se observa mucho esto arriba de los techos de las casas, cuando una familia, no una familia, cuando una pareja se unía entonces ponía en el techo de su casa un animalito muy simpático, una especie de gnomo, este tío que está acá. Un ser alado que estaba en los techos. Acá se alcanza a ver todavía, tiene un falo en la mano. Es un símbolo de la fecundidad y entonces protege de las malas influencias, defiende a esta familia para que sea fértil, para que sea prolífica

Entonces aparecían estos muñequitos alados ahí, protegiendo la fertilidad del hogar. En muchos pueblos se ven esas especies de protectores. No estamos hablando del pararrayos de Benjamín Franklin <risas> que también protege de las influencias externas, con el asunto del poder de las puntas. Bueno, no hablamos del pararrayos ese, pero sí especies de pararrayos así alegóricos que andan protegiendo a la gente.

Banderines que colocan arriba de las casas, pequeños gallos, algunos animalitos colocan. Todos tienen ahí su cosita detrás. Son un poco alusiones de protectores. Como son protectores todos los amuletos que se anda colgando la gente. Desde luego hoy ya ha perdido esa función de protector. Hoy se ha convertido el amuleto en realidad en un adorno. Un adorno, un colgante. Pero cuando uno anda con una pata de conejo encima y bueno, y es porque supone que ahí hay algún poder protector. Uno soba la patita de conejo y la cosa tiene que salirle bien, así que se repartan de nuevo las cartas porque ahora viene fácil <risas> ¿no es cierto?

Entonces uno tiene sus protectores particulares ¿quién no sabrá de esto? ¿Quién no habrá alguna vez tenido una ropa especial, una determinada corbata para dar un examen, si fuera el caso? ¿O unos ciertos zapatos para que las cosas salgan bien? Son protectores alegóricos ¿no es cierto? Esos fetiches, esos amuletos son recursitos que uno tiene, mágicos, para que las cosas mejoren. Como no se tiene control de la circunstancia, como racionalmente no se puede operar, y bueno, operemos en el plano así del azar. Esos planos hay que poner cosas parecidas para que actúen en su nivel, no cosas distintas ¿no es cierto? Así lo entiende el mate alegorizante.

El mago blanco, defensor, que lucha contra el mago negro. ¿Han oído esas leyendas? A las que son tan proclives los ocultistas. Los protectores son también atributos independientes. Alfombras voladoras, máquinas prodigiosas, anillos encantados que serán considerados al estudiar precisamente las alegorías de atributos.

Valen también como protectores los amigos de rango o poderosos y todos aquellos, personas u objetos que dan sensación de seguridad. De seguridad. Esos son también protectores alegóricos. Independientemente de la realidad que tengan los amigos de rangos. Esto que recomiendan algunos en sus poesías populares: hacéte amigo del juez, no le des de que quejarse <risas> estos amigos poderosos ¿no es cierto? <risas> esto aparte de su objetividad tiene también carga psíquica y la cosa no queda en esto objetivo, que bueno, cuando algo sale mal, el juececito amigo arregla las cosas, sino que van más allá. La cosa termina en una asimilación tan escandalosa que esto ya empieza a usar los mismos gestos que el juez y empieza a vestirse como el juez, y todo aquello. Hay una empatía rara ahí, que pasa de lo objetivo. Como sucede con los oficinistas y sus jefes y así siguiendo.

Claro, hay objetividad en esto también porque también el oficinista sabe que cuanto más se parezca al jefe, el jefe más va a reconocer el esfuerzo de este señor. También. Pero no descuidemos, hay una cosita ahí, una carguita que no es exactamente objetiva.

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Para sintetizar este tema compositivo de continentes, contenidos y conectivas digamos así:

Los continentes guardan, protegen o encierran aquello que hay en su interior y deben ser interpretados de acuerdo a la función con que cumplen en cada caso.

Los contenidos: son entidades en el interior de un ámbito. Los valores, es decir, fuerza, poder, sabiduría, etcétera están sustancialmente en los contenidos. El argumento alegórico pertenece a los contenidos, no a los continentes ni a las conectivas. El argumento alegórico pertenece a los contenidos.

Conectivas son las entidades que facilitan o impiden la conexión entre contenidos, o entre ámbitos o entre ámbitos y contenidos.

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Visto esto de continentes, contenidos y conectivas, veamos esto de atributos.

Es atributo en alegórica todo aquello que tiene valor en sí independiente de quién o qué lo posee. Por ejemplo, el poder para el que aparece ungido rey sea quien fuere ¿captan eso? La santidad para el que aparece ungido sacerdote, independientemente de si sea una buena o mala persona, según se dice por ahí.

De manera que si ha recibido usted el sacramento, supongamos, en el catolicismo, el sacramento del orden sagrado, independientemente de que usted esté en pecado, inclusive, como sacerdote, si usted confiesa a otra persona vale. Vale, independientemente de si usted esté en buenas o malas condiciones internas, usted administra un sacramento, ese sacramento vale.

Así que es más bien por el carácter que tiene ese atributo separado.

Cuando el atributo se destaca es por él, que quien lo detenta posee su calidad. La espada maravillosa, o esto o lo otro. Ese atributo separado, que tiene poder manifiesto en sí, ese atributo ahí no importa quién lo tenga. El que lo agarre. Y por eso hay tanta pelea y tanta historia por tomar ese atributo, porque el que se alza con ese atributo es el que maneja la cosa.

A veces ha habido cosas muy absurdas en la historia, así muy alegóricas, procesos muy alegóricas en donde la gente ha estado disputándose una entidad totalmente etérea que se suponía que al tomar posesión de eso se manejaba la cosa. Y otros más ladinos han aprovechado esas tendencias alegóricas para movilizar otros factores en esa dirección.

Es cierto que hubo en la época de las Cruzadas en Europa una fuerte correntada y seguramente mucha gente habrá ido con todo ese sentido y ese afecto alegórico a hacer el asunto del Santo Sepulcro. Pero no descuiden ustedes el significado político y económico que tenía también esa movilización de pueblos en una dirección ¿no es cierto?

Así que la cosa viene mezclada en ocasiones, hay gente que puede irse detrás de una alegoría, que puede ser una bandera, puede ser una palabra vacua ¿no es cierto? Detrás de una alegoría de ese tipo pues, pasan una cantidad de cosas que otros canalizan en otra dirección. Esto no es ignorado por nadie.

Bien, así que cuando el atributo se destaca es por él que el que lo detenta posee su calidad. Cuando el atributo no se destaca, estamos hablando de atributos separados manifiestos. Ese caso de detentar esa espada, por ejemplo. Atributos manifiestos.

Pero hay atributos también tácitos. Atributos que no se ven, al revés. Que siempre están tratando de ser encubiertos pero que de algún modo actúan. Estos atributos encubiertos, estos atributos tácitos, no manifiestos como los otros, estos atributos tácitos aparecen en numerosos ejemplos.

Clark Kent, por ejemplo. Claro, clarito <risas> de atributo tácito. Ahí está el super hombre convertido en oficinista, ¿en qué? Periodista. Ahí está con la corbata salida, escribiendo a máquina, toda esa cosa. Clark Kent. Y debajo ¿qué está? está el Superman, nada menos <risas> Superman.

Y entonces es cuestión de que nadie se entere, y no se sabe si esta niña, Lois Lane, creo que se llama, sabe o no sabe. Pero ahí hay un problema con eso. Pero en realidad no sabe nadie y ahí está la gracia de la historieta. La gracia está en que se relaciona, supongamos, en toda una historieta con cien personas y esas cien personas nadie saben nada pero los que están leyendo la historieta son millones, y todos saben <risas> Lo bueno está en que desde afuera se puede saber esto del atributo tácito, pero los que están en situación no saben de qué se trata. Eso es muy gracioso también. <risas>

Y claro, imaginen ustedes, como en muchas leyendas a veces Dios se encarna en una persona y nadie lo sabe y es tan tácito aquello, que incluso esa persona hace esfuerzos para decir “yo soy el hijo de Dios o soy Dios”. Este dice “¡pero qué vas a ser!” Y le dan, y le dan con todo <risas>.

Imagínense, eso ya es el colmo, mucho peor que Clark Kent. Porque nada menos que la divinidad encubierta tiene atributos, atributos tácitos que operan y hay que ver cómo operan. Tuercen la historia incluso ¿no es cierto? Operan con gran fuerza y no se ven las manifestaciones y las manifestaciones cuando se ven son dudosas.

¿Qué pasó? Se convirtió el agua en vino ¿por qué? ¿Por qué se convirtió o porque era una jarra porosa que al meterle agua absorbió el vino que estaba dentro? ¿Cómo fue? Nunca se sabe ¿no es cierto? Si fue un milagro, si no fue. Siempre queda tácito y entonces esta pantalla de proyección de gran calibre que es la mentalidad alegórica, puede hacer sus desarrollos en esos climas que pueden ser o no ser ¿no es cierto?

Acá tenemos ese juego de acertijo llamado en algunos países del gran bonete. No se sabe quién es el personaje, ni quien tiene el objeto de ese personaje, y todos están ahí en un galimatías que no se entiende. Eso es típico de muchos juegos también.

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Otros mitos universales, caros a los ocultistas. La Fraternidad Blanca. La Fraternidad Blanca protege y gobierna el mundo, supongamos. No se sabe por quién está armada esa Fraternidad Blanca. De ahí su cosa interesante. ¡Hay una cosa…! No se sabe <risas> por quién está armada la Fraternidad Blanca, en qué lugar se emplaza, qué cosas hace, cuál es la cédula de identidad, digamos <risas> En fin.

Hay una Fraternidad Blanca, no se sabe, a veces son nueve desconocidos, a veces son doce, depende. Si los ponemos en eneagrama son nueve, en horóscopo doce. En otro caso, si debe ser popularizado de otro modo, son siete. El siete parece que ha corrido con más fuerza entre la gente. Pero ahí hay una Fraternidad que no se sabe si está en las cumbres del Himalaya y son unos vejetes sabios con barbas blancas, y siempre con sotanas ¿o se imaginan ustedes una Fraternidad Blanca dentro de computadoras? Nunca <risas> No ¿no es cierto? Claro, esa mística tiene que ver con esa cosa así, táctil difundida <risas> ¡nada de cinturones!. ¡hombre! ¡Un poco de sentido común!

Claro, no se sabe dónde empieza y dónde termina. Siempre hay nubes de por medio, reflejos de nieve ¿no es cierto? Interesantes esos sistemas alegóricos. Bien.

Estos mitos indefinidos a veces polarizan fuertemente al psiquismo y a veces un lugar, un lugar santo por ejemplo, una persona o un grupo, como el caso de la Fraternidad Blanca, a veces encarnan todo lo benéfico.

Entonces parece que ahí en un lugar, hay una cosa… Ahí está todo lo bueno. E inversamente a veces una persona, un lugar o un grupo, encarnan todo lo maléfico. Entonces no se sabe por qué andan mal las cosas, pero si las cosas andan mal seguro que la culpa la tienen tales.

No se sabe ni cómo, ni con qué procedimientos, ni de qué manera y es un clima de enloquecidos donde los cargan de atributos, atributos de que claro, ¿qué hacen? ¿Envenenan las aguas? ¿Oscurecen el sol, o qué cosa? Nunca se supo.

Bien, así que a veces una persona, un grupo, un lugar, es el chivo expiatorio. Aquello a lo que se le carga irracionalmente toda la tensión negativa del psiquismo en un momento dado.

Entonces cuando la irritación de los sentidos aumenta y comienza la fuga social, no ya individual, dirían los muchachitos siniestros. Dirían que cuando aumentan las contradicciones <risas> en el sistema de producción ¿no es cierto? Nosotros diríamos que aumentan las tensiones del psiquismo y se desconectan aquellos mecanismos y aumenta la cenestesia difusa. Entonces aparecen los chivos expiatorios. Entonces aparecen los dictadores y los que no están en el asunto son aquellos, y aquellos son los crápulas y los contras.

Entonces no se sabe bien, qué características tienen y todo, en ese mundo irracional y alegórico, ahí les cargan al chivo expiatorio todos los problemas y todas las contradicciones internas y las tensiones del psiquismo que obran precisamente en un sistema dictatorial. Eso es frecuente.

Bueno. En base a eso se organizan matanzas y como pasa en el sistema alegórico en general, hay quienes, alegóricamente, efectivamente creen tales cosas y otros que no lo creen, ni de lejos, pero que instrumentan tales cosas.

Como pasaba en el caso de las Cruzadas donde algunos creían, iban con toda su cosa ahí <risas> y había otros que no, que manejaban otro tipo de intereses. También en el asunto de los chivos expiatorios hay quienes lo creen y quienes no lo creen.

Pero de todos modos ese fuerte clima alegórico negativo, así como esa Fraternidad Blanca esa otra Fraternidad Negra, que también parece maneja el mundo y que anda discutiendo con la otra. Entonces parece que en las cumbres del Tibet está la Fraternidad Blanca y un poquito más abajo la Fraternidad Negra. Todos son muy sabios. Pero entre ellos andan discutiendo hasta que viene Mao y los corre <risas>

Bien. Los atributos tácitos negativos son los que suelen manejarse en todos los sistemas dictatoriales y dan lugar a grandes persecuciones.

Así que tiene importancia también comprender estos sistemas de alegorización, de atributos tácitos, atributos tácitos pero negativos que en ocasiones se sueltan y se sueltan no sólo en conciencias individuales sino en conciencias colectivas.

Estos atributos siempre tienen ese carácter difuso cenestésico visceral, sin localización precisa. No se sabe el lugar, ni la cara ni la forma. No. Es todo así.

Así lean ustedes los diarios de cómo se refieren a nosotros la contra, por ejemplo y van a ver qué interesante y cómo manejan ese sistema difuso de atributos tácitos negativos. Porque en ocasiones el mismo periódico nos atribuye todas las maldades de la derecha, luego todas las maldades de la izquierda. Luego incluso nos relaciona con ciertos fenómenos atmosféricos. Cosas raras, no sé, parece que se secaron algunos campos porque algo hicimos desde unos aviones negros. Una cosa demencial que largan y que la gente lee y alguno creerá <risas> semejantes maravillas. Espectacular.

Como en la Edad Media también a los brujos les atribuían todas las cosas ¿no? Claro, los brujos esos son, los que les llamaban brujos que eran los científicos de la época, a veces también envenenaban a medio mundo. Y bueno… <risas>

Y a veces estaban los otros, los que eran brujos y eran enloquecidos y estaban en ese sistema de presión social y de represión religiosa. Entonces esos enloquecidos estaban polarizados en contra pero con los mismos valores de la oposición, por así decir. De manera que ellos no es que fueran una cosa diferente, no. Eran cristianos negativos. Rezaban la misa al revés, por ejemplo, pero rezaban la misa. Y entonces daban los sacramentos y demás, pero al revés hacían todo, estaban en el mismo sistema, cubiertos por el mismo sistema alegórico. Muy curiosos esos fenómenos. Extraños.

Atributos separados son aquellos que existen independientemente de que sean o no poseídos. En los ejemplos de atributos manifiestos, el poder se encarna en el rey, no importa quién sea quien encarna los efectos o manifestaciones. En el caso de atributos separados en cambio el poder obra fuera de sí mismo.

Ejemplo. El vellocino de oro. ¿Han oído esa leyenda? La fuente de juventud. Allá andaban buscando los europeos por América la fuente de juventud, iban de un lado a otro. Algunos creerían, otros no. Eldorado. De todos modos iban ellos extendiéndose detrás de sus ensueños.

Normalmente los poderes mundanos, los poderes mundanos, estos que vemos en el mundo profano. Los poderes mundanos que nos parecen tan objetivos, estos poderes mundanos están cubiertos también de atributos alegóricos que si perdieran su realidad psíquica se derrumbarían. Los defensores de ese orden se volverían contra él, por ejemplo, si cambiara su polaridad.

Están defendiendo un sistema, un orden, estos defensores y de pronto empiezan a pensar, para qué, si ellos tienen la cosa, pueden darse vuelta y manejar ellos ¿no es cierto? A veces pasa estos traslados del psiquismo por ciertas condiciones que se invierte el juego de los defensores.

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Bien, pasemos ahora al punto de los niveles.

Niveles. Son niveles todos aquellos temas alegóricos que están puestos en escala espacial o de rol.

La azotea es más importante que el primer piso, pues, alegóricamente hablando. Las piezas más importantes que los peones, en el ajedrez. Los arcanos mayores son más importantes que los menores, en el Tarot. Sota, caballo, reina y rey son más importantes que las cartas comunes. Y así siguiendo. Hay toda una gradación, hay todo un sistema de roles en todo aquello.

Los niveles señalan situaciones de posición del psiquismo y según se emplace el alegorizante en un nivel u otro, reconoce su situación de posición interna.

De manera que a veces, aparece en un sueño, el soñante aparece en situación de dependencia. Se emplaza en ese nivel y representa seguramente tensiones y situaciones de su psiquismo cotidiano. A veces se emplaza en otras situaciones ¿no es cierto?

En alegorizaciones colectivas como el carnaval que en algunos países todavía quedan restos, hay un cambio de roles alegórico también. Donde uno cambia su nivel y cambia su aspecto y cambia su máscara, cambia su persona y da otra cosa. Incluso cambia el tono de voz siempre <risas> la mascarita deforma todo ¿no es cierto? Y a veces, entonces algunos personajones, como una ironía alegórica se disfrazan de vagabundos ¿no es cierto? Muy bien visto lógicamente, en los bailes de carnavales y de disfraz, normalmente los…aquellas personas que detentan buen manejo económico se suelen disfrazar así de vagabundos. Es una suerte de retruécano, de vuelta alegórica, para destacar por contradicción esa cosa que ellos tienen, y a veces sucede lo contrario ¿no es cierto?

Así que muy interesante también estas manifestaciones colectivas de los sistemas de alegorización en donde uno cambia su aspecto y se transforma en otro. Los niños se disfrazan de zorro, de Superman, de esto, de lo otro <risas> Esa es la salsa. De pirata, de cuanta historia. Sí señor.

El símbolo de mandorla, por ejemplo, alegorizado como Árbol de la Kábala es un ejemplo excelente del juego de niveles, en los que además están los caminos o las escalinatas, los senderos que conectan unos niveles con otros, las moradas, que van relatando alegóricamente los procesos que va siguiendo el psiquismo.

Entonces, frente a semejante plano, uno se emplaza ahí y dice ¿dónde estoy ubicado yo? ¿Estoy ubicado acá o allá? Desde luego que el plano está construido por un sistema de alegorizaciones pero el sujeto se emplaza en un lugar y con eso reconoce la situación psíquica en que está. Es muy interesante, como juego de niveles, precisamente esa mandorla.

Hay algunos casos patológicos que se reflejan también en estas alegorizaciones. La agorafobia, por ejemplo. ¿Han oído hablar de la agorafobia o del terror a los espacios abiertos?

La agorafobia o terror a los espacios vacíos se produce por resonancia interna que alegóricamente tiene esa situación para aquel que no tiene enmarque interno. Que necesita referencias, que se siente fuera de su centro y experimenta la necesidad de niveles para ubicarse.

Ese horror al vacío, ese no tener niveles y demás hace experimentar a mucha gente esa sensación de que necesita centro de gravedad, necesita referencias. Y a veces pasa en fenómenos colectivos grandes en donde se produce esa suerte de horror por el vacío y se busca la referencia.

Y ya sabemos cómo es la cámara del silencio, que sea cual sea el dato, sea interesante o no sea interesante, si sirve de referencia, venga. Así que muchas veces esas situaciones de terror al vacío y demás hacen buscar las referencias, hacen buscar los niveles y se siente una gran desintegración interna cuando no hay en qué apoyarse. Horror al vacío. Agorafobia.

Algunos dicen que el vacío los absorbe, los chupa. Y no quieren ni desde lejos mirar el asunto. Otros sienten que si están nadando y hay vacíos abajo, es un mar profundo, algo chupa también. No quieren problemas con esa historia.

Se dan cuenta que no es lo que objetivamente. Está pasando en el psiquismo todo eso.

La claustrofobia en cambio, surge por la opresión de los niveles de conciencia y se refleja en alegorías tales como el pequeño hombre hormiga en ciudades inmensas, los seres encerrados en cajas, todo aquello. Es la opresión de niveles. Entonces a veces surgen péndulos colectivos, en donde la opresión de niveles hace que la gente se desplace hacia los campos abiertos, se desplace hacia las afueras.

Entonces después experimentan también temor y falta de referencias en esos espacios vacíos. Entonces nuevos péndulos y a buscar referencias. Esos péndulos a veces tienen mucho arrastre y son caldo de cultivo para muchas referencias circunstanciales, que ponen orden, por ejemplo, en una situación de ese tipo. Bueno.

Las conectivas cuando llevan a niveles diferentes señalan la dirección que experimenta el alegorizante en su proceso. El ascenso hacia los cielos, por ejemplo, o el descenso a los infiernos. Así que según vamos caminando, cuesta abajo en la rodada dicen algunos <risas> algunos cantitos. Ahí va este…, y dele con la caída de niveles y este no para más ¿no es cierto? Y hay otros que van progresando, van subiendo en su cosa. Está fácil. Eso todo el mundo en su lenguaje cotidiano lo usa. Bueno.

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Texturas y elementos. Otro punto.

Estos elementos, antiguos como el mundo, de gran fuerza plástica en la representación alegórica. Estos de fuego, agua, aire y tierra; así como todo tipo de material y textura deben interpretarse por las sensaciones, comúnmente aceptadas, que producen.

No es difícil interpretar un chiste, una broma en el que a una persona le arrojan agua. Los dichos populares están fuertemente teñidos de estos elementos alegóricos de tipo táctil. De modo que en alegórica, recibir un balde de agua… recibí un balde de agua, me quedé frío, eh <risas> Recibir eso es lo mismo que quedarse estupefacto, quedarse sorprendido, porque esto de recibir un baldazo de agua, táctilmente, pues claro, nos pone en presencia de un fenómeno de contracción, de estupefacción, de inmovilidad. Es una alegorización de una sensación táctil, esto de quedarse estupefacto, quedarse rígido, quieto, por recibir un balde de agua. Todos entienden que recibir un balde de agua es quedarse estupefacto. ¿Y qué tiene que ver el balde de agua con…? Es la sensación táctil que está asociado a esa situación, la que se refleja en la alegoría de esa frase.

Numerosas entidades tienen en su carácter texturas o elementos definidos que enriquecen la interpretación. Un defensor por ejemplo se sabe que cumple con la función de impedir una entrada, pero si es un ángel, con sus atributos de ser volador y una espada flamígera, que es un atributo cortante y quemante, y bueno… no resultará explicando la misma situación psíquica que si es un perro de muchas cabezas, el defensor, hirientes, desgarrantes.

No es para el psiquismo, no es la impresión de esa imagen plástica, no es la misma esto de lo cortante y quemante que lo desgarrante o lo triturante o cosas por el estilo, según se trate de un defensor u otro. No.

El color también alegoriza a menudo sensaciones táctiles. Sensaciones táctiles. Les pongo un ejemplo breve, pero antes digo esto. Rojo es lo mismo que fuego, en muchos casos. Negro es lo mismo que profundidad, abismo, asfixia, etcétera. Blanco es lo mismo que refracción. Son valores que más o menos están aceptados comúnmente.

Los mismos valores que aparecen en estas paletas de colores para los avanzantes o cálidos y los retrocedentes o fríos en los colores. ¿Comprenden ese tipo de escalas? Todo el mundo se maneja con eso, con los colores cálidos.

El ejemplo es este.

Una persona está en semisueño. Fíjense, es un ejemplo muy elemental. Está en semisueño, tiene una pequeña herida en su dedo. En semisueño roza con su dedo el borde de la cama y esta sensación de dolor del roce del dedo, en esa herida, esa sensación de dolor en el borde de la cama, se traduce rápidamente como una impresión visual en color, en donde el sujeto ve la imagen de su mano, con todas sus uñas pintadas de rojo, por ejemplo. En donde eso quemante o doloroso que aparece en esa sensación táctil, rápidamente ha sido traducida como coloración.

Los colores, en general, así como estas cuestiones de las texturas, están relacionadas con fenómenos de tipo táctil. Así que no es de extrañarse que esto del de la acidez estomacal, que está soñando en la cama que se incendia y está metido en un gran fuego y todo aquello, no es de extrañar este tipo de traducciones a texturas y a colores que aparecen muy vívidamente.

Lo mismo que este otro que se nos enredó en la cama con las sábanas y ahora aparece soñando que se nos mete en un cenagal, en una ciénaga y se va asfixiando ¿no es cierto? Esta sensación de textura, esta sensación bien táctil de enredo en sábanas o de toques en la mano o estas sensaciones que son sensaciones de calor y de opresión por las mantas y el sujeto se manda sus sueñitos coloreados y de texturas raras, no es difícil de comprender.

Así que el color vale, a menudo, relacionado con sensaciones táctiles. Texturas y elementos tienen mucho que ver con el sentido táctil.

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Bien. Momentos de proceso. Otro punto.

Edades, transformismos e inversiones.

Las edades se alegorizan del mismo modo que lo hace el consenso común, que lo hace la gente de un medio cultural dado, pero admitiendo distintos planos de interpretación.

Por ejemplo. ¿Qué piensa el hombre común cuando se dice, qué le representa a usted, mi amigo, qué le representa a usted esto de “un niño”? Entonces el otro ciudadano va a decir, bueno, un niño es la pureza, es la inocencia, pero también es la inexperiencia, la falta de fuerza, la necesidad de otro, en suma, carencia.

Todo esto lo va a decir cualquier ciudadano, palabras más, menos. Pero se va a mover con ese tipo de interpretación, sobre todo en un determinado medio cultural. En otro medio puede significar otra cosa. De ahí que se nos confunda luego la interpretación alegórica cuando pasamos de una cultura a otra.

Un viejo, el viejo en general, significa para el consenso común, enfermedad, proximidad de la muerte, etcétera; pero también experiencia, sabiduría, etcétera.

A veces los atributos que acompañan a una edad explican su sentido correcto, pero en otras ocasiones hay que tomar los diversos sentidos para elegir el correcto en el contexto argumental.

Claro, si ponemos una imagen donde ese viejo aparece sumergido entre libros y con una lámpara en la mano y todo aquello, pues no será lo que se está destacando que es un viejo enfermo. A lo mejor es enfermo, pero no parece que fuera lo importante, en esa alegoría parece que se estuviera hablando de un viejo sabio, o cosas por el estilo.

Y si se está hablando del niño Jesús, se está hablando no de un gordito solamente, se está hablando ahí de este que tiene otros atributos. Seguramente a él pertenecerá la bondad, la inocencia, la pureza y todo aquello. Así que habrá que tomar algunos elementos y algunos atributos, que están implícitos o tácitos para seguir su correcta interpretación.

Lo dicho vale igualmente para las transformaciones de una cosa en otra o las inversiones, que es un caso particular, de transformismo. Este fenómeno es frecuente en los juegos de palabras y en las alusiones burlonas, esto de transformar una cosa en otra.

Las palabras, que a veces se hace un pequeño cambio en alguna letra y queda toda una cosa risueña ¿no es cierto? Estos transformismos cambian rápidamente el sentido de las cosas o a veces las inversiones. Con las inversiones se trabaja muy frecuentemente en las bromas, sobre todo en las bromas pesadas ¿no es cierto?

La grosería alegórica, por ejemplo, suele trabajar con transformismos e inversiones y por tanto con fuertes asociaciones de contraste. La máxima burla de los niñitos “mariquita”, ese tipo de cosas, te han disfrazado como una mujer, ese tipo de inversiones y por supuesto, la grosería alegórica trabaja fuertemente con ese tipo de cosas.

Al engolado profesor que está en su cátedra, ahí explicando una cosa, sale una vocecita desde el fondo y larga una palabra que es exactamente contrastante y provoca un desorden. Si el viejo gordo, el fósil, que está ahí explicando la cosa, recibe de pronto el nombre de María o algo por el estilo, pues se armó ¿no es cierto?

Así que la grosería alegórica trabaja generalmente con fuertes contrastes, con contrastes.

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Por eso algunos sabios recomendaron a sus discípulos en su momento que “el que se humilla será ensalzado y el que se ensalza será humillado”, que es una forma de decir, y… si uno se hace el tonto es difícil que lo puedan degradar pero si uno se hace el personaje en cuanto se atropelló un baldosa, quedó como la <?>

Claro, porque si este es un gran personaje, hombre, si se cae, se acabó todo. Salta el contraste rapidito. Pero si el hombre parece que se nos achata más, más todavía, todo lo que puede y… está difícil hacer inversiones alegóricas ¿no es cierto? Y decirle bueno, usted es tal cosa.

Si, claro que sí. Y ¿qué vamos a hacer nosotros? Pequeño burgueses intelectuales vacilantes ¿no es cierto? qué vamos a hacer, si no podemos hacer las cosas que hace otra gente, revolucionarios , ¿no es cierto? Que están en contacto con la realidad objetiva. Nosotros, ¿qué vamos a hacer? Si no nos da el cuero, como dicen algunos por ahí …

¿Qué más le pueden decir a uno que eso que uno se dice? Le podrán decir , bueno, usted es un cínico, por ejemplo. Faltan hormonas, uno no tiene fuerza… para dejar de ser cínico

De manera que este asunto de las inversiones en la grosería alegórica puede ser de algún interés desde el punto de vista táctico, para los que les interesen esas cosas, claro.

Edades, transformismo e inversiones delatan exactamente el momento de proceso en el que se encuentra el alegorizante.

Ustedes habrán visto que hay gentes que tienen especial proclividad a acometer las cosas con esto de la grosería alegórica. Si nosotros examinamos a esas personas que tienen gusto por esto de la grosería alegórica, nos vamos a encontrar exactamente con la situación de su psiquismo. No nos vamos a encontrar con la situación del psiquismo del otro, si no de él.

Hay personas preocupadísimas por el problema de las inversiones, por ejemplo. Hay gente que siempre anda ahí preocupándose de si es homosexual o no lo es. Ese tipo de cositas delatan exactamente la situación del psiquismo de ese alegorizante ¿no es cierto? no del otro.

De manera que puede tener algún interés. Porque está muy difundido esto de la grosería alegórica. Muy difundido. Y para el alegorizante delata la situación en que se encuentra la otra persona, independientemente de que esa persona sea así o no en la realidad, delata para el alegorizante la situación en que se encuentra esa otra persona.

Y cuando yo sueño o yo imagino a un amigo mío que lo conozco bien, pero lo sueño de otro modo, lo transformo, lo visto de una manera, o le hago hacer determinadas cosas. O delata exactamente, ese conjunto de imágenes mi situación actual, la situación de mi psiquismo; o aquello que yo atribuyo a aquel personaje que aparece en mis representaciones.

Para terminar, digamos con respecto a esto, que la práctica de interpretación alegórica provoca algunas pequeñas conmociones psíquicas que impide que la gente siempre se ponga de acuerdo, pueda trabajar, los climas, sobre todo, son los que echan a caminar en estas cosas.

Esto es diferente a transformaciones psíquicas. Pequeñas conmociones debido a transferencias de climas mentales de los niveles de sueño y semisueño al campo vigílicos. Es un fenómeno mecánico de compensación. Pero en algunas personas tiene fuerte carga dramática, ya que esas alegorías están relacionadas con sus climas más profundos.

Esto lo observamos por ejemplo en personas que sienten cierto terror, o cierto temor, por algunos temas alegóricos. Hay gente que quiere taparse los oídos y salir corriendo porque esas cosas no le gustan, por ejemplo. Bueno… esa es una muestra de la atracción que tiene por esos temas. El fuerte poder sugestivo que tienen esos temas para esas personas. Estas personas reconocen esa cosa y no quieren ser atrapadas por tales temas. Entonces escapan mucho de esas situaciones.

Cuando nosotros vemos escapar gentes de una determinada situación, son escapes irracionales, nos muestran muy a menudo también, el poder atractivo que tienen esas cosas para ellos y tal vez hay reconocimiento interno de la pérdida de identidad, como a ser succionados ¿no es cierto?

Así que alegóricamente eso es bueno tenerlo en cuenta cuando se trabaje con interpretación.

01:35:42

Visto lo cual podemos pasar a las reglas de interpretación de lo alegórico. Y lo vamos a hacer después de tomarnos un cafecito. O sea, en quince minutos más.

Interpretación de lo alegórico.

Reglas de interpretación de lo alegórico.

Primeramente. Reducir a símbolo los elementos más destacados de un tema alegórico.

Segundo. Comprender la materia prima, sobre todo en las interpretaciones personales con que se ha elaborado la alegoría, observando su modificación original.

Aparece un señor conocido pero con otras características, diferentes a las que tiene la materia prima con que he elaborado tal cosa. Entonces observo la materia prima cómo es y cómo se ha deformado. Y este punto es muy importante, el de comprender la materia prima. Y es probablemente uno de los más difíciles porque no se sabe por qué vía entró el dato, cuál fue el gatillo, el detonador de esa cadena asociativa.

Tres. Interpretar en base a similitud, contigüidad y contraste de acuerdo a patrones comúnmente aceptados. Bueno, este es un punto.

¿En base a qué vamos a interpretar el significado que tiene una representación? ¿En base a la especulaciones que pueden lanzar los representantes de alguna línea intelectual determinada? No, está claro que no. No. No vamos a interpretar en base a las especulaciones de un intelectual universitario por ejemplo, no, no.

¿A ver, cómo se elaboran las alegorías? Las alegorías se elaboran en un contexto cultural, las elabora la gente y las elabora también ese universitario que en sus niveles infravigílicos y que en sus trabajos límbicos, ese universitario está también trabajando con los mismos valores, los mismos patrones aceptados, el mismo tipo de representación del pueblo al cual pertenece. Del conjunto de las ideaciones que circulan alrededor de uno.

De manera que si nuestro amigo universitario es psicoanalista y para interpretar el problema de una alegoría se refiere a Sófocles y a la cultura griega para meter a Edipo de contrabando; dejemos esa cuestión, pues. Y vamos a preguntarle más bien al de la esquina, así que no al universitario, le vamos a preguntar a ese que vende sándwich, o al otro, el que sale de la fábrica ¿qué le parece a usted que sea un viejo que anda por la nieve? ¿Comprenden?

Porque aún ese intelectual notable, ese notable intelectual, cuando está trabajando en esos niveles lo está haciendo con sistemas de ideación propios de la cultura o del pueblo al cual pertenece y con un sistema de valores, que de ninguna manera, que de ninguna manera, están trabajando a niveles corticales ¿captan la idea?

Así que nosotros vamos a interpretar cualquier alegoría de que se trate, vamos a buscar los patrones y las medidas de interpretación en aquello que nos dice el pueblo en cuestión. El pueblo de donde surge esa alegoría. Así que si queremos interpretar el mito de Gilgamesh, debemos entender qué se entendía en ese contexto cultural por las serpientes que aparecen y el árbol y esto y lo otro y no vamos a meter otras cuestiones que no tienen nada que ver con esa configuración mental.

Así que cuando vamos a interpretar ciertos ritos Aztecas o cosas por el estilo, tendremos que ver el valor con que cumplían esos ritos y qué significaban en el contexto cultural en cuestión.

Dirán, pero hay mitos universales. Perfectamente. Hay mitos universales, cómo no, los hay. Y hay producciones universales comunes a todos, formas básicas de representación que son propias de la estructura de la conciencia humana. Como no, eso no admite mayor dificultad.

Ya cuando nos encontramos con alegorizaciones particulares y tenemos que consultar para interpretarlo correctamente, tenemos que consultar al consenso general. Lo que la gente … ¿ quién es la gente? No se sabe quién es la gente. La gente ¿no es cierto? común entiende. No vamos a ir a preguntarle a un universitario ¿qué tiene que ver con la gente? ¿no es cierto?

Así que interpretar en base a similitud, contigüidad o contraste de acuerdo a patrones comúnmente aceptados. Estos que juegan a la lotería, 22, los dos patitos, 13, el ahorcado ¿no sé cómo hacen ellos? Sí, claro, ha pasado el Tarot. Sí, pero antes del Tarot vino de otro lado, pero el hecho es que es comúnmente aceptado.

Cuando sobre un punto hay distintas interpretaciones aceptadas, tomar varias de ellas a fin de decidir cuál es la justa al tener abarcada la estructura total del tema.

Cuatro. Comprender el argumento o los argumentos que pueden jugar en cada tema. Puede haber un mismo tema, una casa, la casa en cuestión. Y sobre esa casa que es el tema, haber montones de argumentos, mezclados.

Una misma persona puede jugar distintos papeles en una representación, así como en otros casos, una misma persona ser mezcla de otros temas también. Y parecerse un poco al tío y también a la mamá y también a no sé quién. O saber que es una persona y sin embargo tener otra cara

Así que ahí habrá que comprender el argumento o los argumentos que obran en cada tema.

Cinco. Considerar al clima de la alegoría como aquel que corresponde exactamente a la situación mental en que está el que lo produce, recrea o considera un tema alegórico y las actitudes internas frente a un tema.

¿Qué estamos diciendo? Estamos diciendo que al estudiar un sistema alegórico vamos a buscar la correspondencia que existe entre la situación psíquica del alegorizante y ese tema. De manera que no va a ser una cosa tan desprendida el hecho de que uno, para sus estudios elija el mito de Edipo por ejemplo, o elija el mito de Dédalo, o el mito de Electra o elija un mito hindú, o elija un mito de su pueblo, o elija… No, no, no. Para nosotros no es arbitrario. Esa elección es significativa y tiene resonancia con uno.

Hagan un poco de memoria. ¿Verdad que en distintas etapas de su vida les gustó particularmente un cuento? ¿Verdad que en otras etapas de su vida sintieron un rechazo especial por determinados mitos? ¿Verdad que algunos de ustedes quedaron como encandilados con una suerte de arquetipo mítico por alguna biografía de grandes hombres o de grandes mujeres de la historia? que algo tenía que ver con ustedes, obviamente. O les gustaba a ustedes ser ese personajón, o les gustaba a ustedes imitarlo. No era al acaso que a ustedes les gustara especialmente ese mito, esa leyenda; sino que tenía que ver con la situación psíquica de ustedes. Eso sin ninguna duda.

Del mismo modo sucede con los rechazos. A los rechazos les damos especial importancia también. Por ejemplo, desagrado o temor por ciertos elementos, o bien atracción y gusto, o bien sensación de que algo está implícito o apenas insinuado nos hace comprender la situación mental de quien padece esos climas, de acuerdo a contraste, de acuerdo a contraste, cuando uno le escapa, ¿no es cierto?; a similitud o a contigüidad.

Así que es igualmente significativo desde el punto de vista de la interpretación alegórica, es igualmente significativo esto de la atracción, del gusto o del rechazo.

Nos da igual. Igualmente muestra un movimiento de la mente frente al tema, una relación de la mente con ese tema. No es desconectado. No es decir, ah está en la alegoría, tal cosa me desagrada entonces no tiene nada que ver conmigo. No voy a alegorizar yo lo que me desagrada. Es que sí. Es que muy a menudo voy a alegorizar lo que me desagrada. Muy frecuentemente. Si comprendemos la función del trabajo asociativo y su valor catártico. Bueno.

En ese sentido el contraste no debe confundir. Cuando alguien huye del tema desagradable reconocemos en él el mismo climita y el temor a ser atrapado. Todas las fobias, todas las fobias, son huidas alegóricas a temas asociadas a climas de gran fuerza atractiva para el que los padece.

Sexto. Cuando un clima coincide con el tema la interpretación sencillamente las imágenes, viene fácil. Ahí no hay mayor problema cuando clima y tema están asociados. Bueno, se sigue las imágenes. Más fácil seguir las imágenes que seguir el clima que es tan etéreo. Más fácil seguir las imágenes.

Siete. Cuando un clima no coincide con el tema, el hilo conductor es el clima. Es más desafortunada está situación. Tener que seguir el clima que es tan variable y tan inasible. Mejor si clima e imagen bien juntas, se sigue la imagen y viene fácil.

Le apuntan con un revolver al sujeto y el sujeto se asusta. No nos vamos a preocupar tanto por el clima del susto sino por el significado de ese revolver, de esa situación límite y todo aquello. Pero cuando a uno le dan una flor y uno se asusta, entonces a esto de la flor no le vamos a prestar tanta importancia y sí a ese clima, que en ese caso se engancha con la flor y en otro sueño se va a enganchar con otra cosa y siempre va a estar dando vueltas buscando su enganche. Vamos a preocuparnos más bien por el clima. Bien.

Ocho. Un tema puede repetirse en una misma o en diversas secuencias alegóricas. Igual puede suceder con un argumento. Es el argumento repetido, como el clima repetido, el que denota la fijación del psiquismo a una etapa.

La repetición de temas revela la fijación del psiquismo sólo a determinados aspectos de una etapa o a situaciones más bien. Claro, ¿de dónde saco la materia prima informativa de mi secuencia onírica? La saco del día, ya lo descubrió Freud a eso. Lo destacó muy bien. Destacó que tomaba la materia prima de los elementos que había percibido durante el día el soñante. Ahí estaban puestos. Realidad inmediata. Y entonces con esa materia prima uno hace sus peculiares estructuraciones.

Entonces el tema, el tema, a los efectos de la interpretación no es tan revelador como lo que se hace con ese tema. Los argumentos que lo recorren, los climas que le acompañan. Porque el tema normalmente tiene que ver con esa materia que viene de la realidad circundante.

Puede ser de interés, desde luego, comprender que ha habido traducción de sensación a otras imágenes. Entonces uno dice ¿de dónde salió esto, si yo no lo he visto en todo el día? Claro, no lo he visto, pero a lo mejor lo he sentido al tocar la sábana. ¿Comprenden?

Pero de todos modos la materia prima está en el mundo circundante. Y si no lo está en el mundo circundante, lo estará a nivel de sentido interno, que va a disparar la secuencia asociativa. Lo estará a nivel de cambios de ph, de cosas que ya sabemos, posiciones corporales. Ese que nos contaba hace unos días de, bueno, andaban las avispas por acá dando vueltas. Estaba preocupado por el tema de las avispas que pican. Y este se durmió un rato. Se durmió un rato y despertó sobresaltado porque una avispa enorme le estaba picoteando la mano.

Claro, pero al despertarse vio que, sí está bien la preocupación de la avispa, pero la mano estaba mal ubicada debajo del brazo ¿no es cierto? Entonces este cosquilleo, esta sensación cenestésica y kinestésica interna, desató la cosa y a ello se le asoció a este hormigueo, como se le llama.

A veces se hacen esas producciones. Como hay hormigueo pues uno sueña con hormigas, por ejemplo . Es fantástico, claro. Así como uno siente un areneo en los párpados, como arena cuando está con sueño ¿no es cierto? Así también han aparecido imágenes plásticas en cuentos infantiles, donde aparece el hombrecillo del sueño y el hombrecillo del sueño es un arenero. Es un viejito que lleva una bolsa y va tirando arena que es lo que da sueño. Así como para los griegos el sueño salía de un cuerno ¿no es cierto? De donde iban apareciendo todas las producciones, una especie de cornucopia, que así como da abundancia de flores, de frutos y demás, da también abundancia de estas producciones de sueño.

Entonces en este caso es el arenero, que plásticamente aparece ahí asociado a una imagen táctil, la sensación táctil de ese cosquilleo en los ojos ¿no es cierto?

Entonces este amigo que ve de pronto la avispa enorme que se le posa y le picotea, está tomando la materia prima de sensaciones internas por la mala posición del brazo. Pero a esa sensación interna podía haberle asociado otro clima, no necesariamente la cosa de la avispa monstruosa que le provoca el terror. Sin embargo asoció eso.

Así que un tema puede repetirse en una misma o en diversas secuencias alegóricas. Igual puede suceder con un argumento. Es el argumento repetido, como el clima repetido, el que denota la fijación del psiquismo a una etapa. La repetición de temas revela la fijación del psiquismo sólo a un determinado aspecto, a una circunstancia digamos, a la materia prima del contorno. A eso se refieren más bien los temas. Pero los argumentos y los climas pueden no ser tan situacionales. El enganche, la secuencia que uno hace con los temas propios del día. Esos enganches y esas secuencias pueden no tener que ver con la situación del día sino con la fijación del psiquismo a una determinada etapa.

Así pues, nosotros reconocemos en nosotros mismos que van cambiando los temas, de día en día, de mes en mes, de año en año; y cada tanto tiempo, ¡pah! , aparece el mismo argumento en nuestro sueño ¿no es cierto? Contado con unas imágenes o con otras, pero el climita sigue trasladándose y mantiene su inercia hasta que se agote una instancia. En algunas personas no se agota nunca. En otras personas se desgasta. Otras personas lo desgastan.

Noveno. Todo el psiquismo (como toda actividad humana) está orientado hacia el núcleo de ensueño. Cuando en ciertas alegorías aparece ese centro importante que posee todos los poderes y está rodeado de las mayores dificultades para lograrlo, se está aludiendo a ese núcleo que concentra la energía de todo el psiquismo.

Ese núcleo absorbente de toda la actividad psíquica, que tiene todos los poderes, que se hacen tantos trabajos para lograrlo, que no se sabe bien de que se trata, que uno trata de todas maneras de meter mano.

Ese centro que polariza al psiquismo y le impide que ese plus de energía quede libre. Esa absorción de la energía total del psiquismo por un centro. Ese detenimiento del psiquismo en un centro. Aparece en ocasiones también en las alegorías.

Cuando una alegoría, cuando en una alegoría se puede atrapar o poseer ese núcleo, estamos en presencia de un cambio importante de etapa mental. Muere una etapa en el alegorizante y nace una nueva. Y sus actividades y sus actitudes en la vida, después de todo también alegorías en algún sentido; comienzan a transformarse para irse orientando hacia una nueva etapa.

Lograr el cielo, fundirse con dios, fundirse con la pareja ideal, producir la piedra filosofal, etcétera, etcétera. Son alegorías del núcleo de ensueño que revelan el real y efectivo poder de ese centro concentrador de la energía psíquica.

Ese centro de concentración es el que se desplaza en nuevas etapas vitales. Es el que ha sido descubierto como fuente de poder, detrás de las alegorías del gran secreto, de la palabra olvidada, del lenguaje universal, del gran velo ilusorio de la realidad, según los Mitos, todos con mayúscula ¿no es cierto?

En la alegoría personal, estábamos hablando de alegorías más bien de alegorías colectivas. En la alegoría personal el núcleo aparece en muy pocas ocasiones. Sólo en aquellas en las que la situación del alegorizante es preguntarse por el sentido final de su propia vida, por ejemplo. Cuando hay un cambio importante de instancia.

En cambio en los temas de la alegoría popular y en los grandes mitos ese centro de poder está siempre presente. Como método de trabajo pues, nunca buscamos ese núcleo, ya que cuando aparece todo es tan evidente y gira todo en torno a él de un modo tan manifiesto que también esa imagen aparece teñida con un clima característico y con un sistema de tensiones característico.

Así que en el caso de las alegorizaciones personales, nunca andamos buscando dónde aparece ese núcleo porque vamos a forzar la interpretación de la alegoría. Tiene tal fuerza, efectivamente, ese fenómeno que cuando se manifiesta, se manifiesta con todo y no cabe ninguna duda.

De manera que como método de trabajo, jamás, en las interpretaciones alegóricas personales, buscamos ese núcleo. Porque de otro modo, precisamente, por tener tal fuerza ese buceo, esa búsqueda, nos inclinaría todo el sistema de interpretación hacia él. De manera que nunca lo buscamos en las interpretaciones personales, pero en las interpretaciones alegóricas que hagamos de mitos y de leyendas y de todo aquello, eso siempre está presente. Eso siempre está presente. A veces no se sabe cómo es ese poder, esa fuente de sabiduría, de inmortalidad, de belleza, etcétera, pero aunque no sepamos bien sus características, ahí está.

Hay que llegar a él de algún modo ¿no es cierto? Está atrayendo toda la actividad, toda la línea argumental de la alegoría folklórica.

En los temas de la alegoría popular y en los grandes mitos, ese centro de poder está siempre presente.

De modo que en el ámbito de lo personal la interpretación alegórica se refiere a situaciones que se están viviendo en una etapa dada y no a interpretaciones de este concentrador de actividad psíquica.

Décimo. En interpretación alegórica, todo aquello que cumple con una función es la misma función. No importan sus características materiales.

De manera que si una palabra mata, como aparece en las propagandas de televisión , “este perfume mata” de manera que si una palabra mata, porque sí, porque le dijeron “hola” y el otro se cayó muerto o porque se tocó una trompeta y se cayeron paredes o por…, no importa. A los efectos de la interpretación alegórica, esa que mató, esa palabra, es un arma y eso que derribó paredes es un arma bélica también ¿no es cierto? Un arma de guerra.

Así que nada de suponer que en alegorías las armas son armas y se representan como tales o los beneficios son beneficios que tienen las mismas características que en vigilia. No, no, no. Cualquier cosa puede tomar ese lugar. Eso es muy curioso.

Undécimo. El color se interpreta en la misma escala cromática aceptada. Aceptada. Desde el cálido rojo al frío violeta. El gris como indefinido, el blanco como irradiador y el negro como absorbente. Los matices del mismo modo. Los colores están asociados a sensaciones cenestésicas y táctiles de temperatura y también a alegorías de elementos.

Vamos a ver esto. Hay un problema con los colores y con los matices y con esto de las claridades y oscuridades con esto de la presentación de los colores.

Hay algunas descripciones muy ricas en estos elementos tales como las que se hacen en el Bardo Todol o el Libro de los muertos tibetanos. Allí hay un sujeto que parece que va llevando el alma del otro por control remoto.

El otro parece que no entiende bien lo que pasa, entonces este se pone delante del muerto y le va diciendo cosas. Cuidado hijo que debes observar los colores que se presentan delante de tus ojos. Allí se presentará en ese Bardo, en ese estado, allí se presentará el color amarillo. No vayas hacia el color amarillo mortecino, debes ir hacia el amarillo brillante, que no sé qué cosas pasan. Y luego se presentará otro color.

Y este va desde afuera contándole las cosas y el otro como una especie de zomby que no entiende bien el asunto, va escuchando y se va orientando según de acuerdo a como manejen las operaciones los sacerdotes de abajo. Bueno.

De manera que ahí en el Bardo es muy evidente cómo el alma de esta persona que se ha muerto, como tiene tendencia a ubicarse en el Bardo, ubicarse en el estado, en el nivel que corresponde a la vida que ha pasado en esta tierra. Así que algunas personas tienen tendencias a ubicarse en un Bardo de un color o en un Bardo de otro color. A ubicarse en un nivel o a ubicarse en otro. Y cada uno se orienta hacia aquel nivel de representación que tiene que ver con las acciones que ha sufrido en su vida.

De manera que como tiene relativa libertad de opción entre estos Bardos, por último va a ir a dar con el que le corresponda. Pero podría producirse algunos errores y no ir, tardar mucho tiempo y quedarse enredado ahí en un Bardo que no le corresponde, hasta llegar al verdadero, al propio de su nivel; entonces el otro ayuda y le va explicando que no se confunda, que tome los colores más brillantes y se aleje de los mortecinos. Que sepa distinguir estos colores y vaya orientándose al Bardo que le corresponde de acuerdo a sus acciones pasadas en esta vida.

Entonces en alegórica, esto que pasa en el Bardo Todol, es también muy frecuente. La interpretación que corresponde a los colores brillantes, suelen denotar estados de cierta claridad interna y lo que corresponde a los colores oscuros, confusos, muestra también la confusión y la oscuridad del psiquismo.

A veces toda la situación de la alegoría es confusa, es oscura, es neblinosa, por así decir. Pero a veces no es toda la situación, sino una persona, un objeto o una situación. Esa persona neblinosa, oscura, rodeada de esas circunstancias, esa persona que aparece en un contexto donde todo lo demás es claro, indica un poco para el alegorizante, como es que el alegorizante ve a esa persona o intuye a esa persona o como cubre a esa persona. Diferente a si todo el proceso se da en ese color mortecino o en ese color que puede ser brillante. ¿Sí?

Así que acá hay una cuestión de claridad en la observación de la imagen que refleja también la claridad del psiquismo o la confusión del psiquismo en esa etapa vital.

Y sucede con los colores que los valores que nosotros aceptamos para nuestra interpretación son los valores que también acepta normalmente la gente.

Así que en la interpretación de los colores no tenemos mayores problemas porque es lo comúnmente aceptado. Y en la interpretación de los brillos, de las claridades u oscuridades frente a colores también en el consenso popular eso está inscrito ¿no es cierto?

En el consenso popular se dice que una cosa es oscura o que una cosa es confusa, o se dice que un pensamiento tiene claridad o que tiene… Eso mismo que se dice es lo que nosotros usamos en la interpretación alegórica. Lo que se dice sobre ello. Bien.

Hay también alegorías de elementos que son tradicionalmente asociadas. Tales como el verde, que es a veces alusión de la naturaleza. La plata, el color plata, alusión a la luna o al agua. El dorado alusión al sol o al oro. Y dependerá también del conocimiento que en ocasiones pueda tener de esos mitos y de esas cuestiones colectivas el mismo soñante.

Los colores según sean brumosos o nítidos revelan el grado de intuición o comprensión que se tiene de la situación que se vive. También indican la confusión o distinción que el alegorizante atribuye a otros seres. Bien.

Duodécimo. La interpretación alegórica admite diferentes grados de profundidad. Tenemos una alegoría y nos ponemos a estudiar la alegoría. Pero como resulta que las alegorías son sistemas multiplicativos podemos no terminar nunca.

Claro, empezamos a asociarle cosas o empezamos a analizar un contenido alegórico y ¿y dónde se termina con esto? Puede estar uno toda una vida detrás de un mito, por ejemplo ¿no es cierto? ¿Y cuáles son los límites que pone uno a la interpretación alegórica? Este, que es un criterio práctico.

La interpretación alegórica admite diferentes grados de profundidad pero puede decirse que es completa, puede decirse que es completa, cuando se ha interpretado los elementos compositivos de los temas, se ha relacionado a los temas con el argumento o argumentos o climas y se ha podido hacer una síntesis interpretativa.

¿Qué quiere decir eso? Quiere decir que una alegoría compleja se pueden reducir los elementos compositivos y relacionarlos con los climas y los temas y hacer una breve síntesis a lo mejor en media página. Y sí. Si se hace todo eso en media página o si se hace todo eso en una frase, la síntesis es completa.

Que usted quiera luego especializare y andar en nuevos niveles de profundidad ampliando la cosa, y sí, también puede hacerlo. Pero usted debe considerar terminado un nivel de interpretación cuando usted tome los elementos compositivos, rápidamente, los relacione entre sí y con los climas de los temas dados, y usted pueda dar una explicación estructural de esto.

Si usted puede hacer eso y fijar eso en un nivel muy veloz, de todos modos la síntesis es completa. Porque no va a poder poner límites si no de otra manera ¿hasta dónde? Y además se le desequilibra a usted si hace esa interpretación, porque empieza por un detalle que le gusta más y aquello se alarga mucho y el otro quedó cortito. Se producen desproporciones ¿no es cierto?

A veces uno se va por el climazo y deja los elementos compositivos de lado, no le da bola a nada, y se queda con el climazo nada más y sigue años.

Así que siempre jugarán esos elementos y uno fijará el nivel interpretativo y será completo en su nivel. Puede ser muy breve. Puede ser muy breve.

Y para comenzar lo que se recomendaría es eso siempre. Muy breve y muy sobrio. Elementos compositivos. Relación de climas y temas entre sí. Síntesis o estructura de toda la alegoría. Y en lo posible, en nota o como aportes al tema, fuentes, fuentes sensoriales o fuentes de donde se extrae la materia prima de la alegoría. Y ahí se resuelve también, debe estar en esa síntesis, qué pasa con el sistema de tensiones y con el sistema de climas que es muy importante. Qué pasa con los climas y las tensiones.

Así que no basta ver esto de los temas o de los argumentos por la secuencia de las imágenes. No basta con decir tales contenidos, tales continentes, a este le pasa esto, a este le pasa… no basta con esa analítica de temas y de argumentos que es la parte material de la representación, es la parte visual por así decir. No basta con eso sino que es necesario acompañarle las tensiones que están obrando y los climas que están obrando, porque son importantes puntos del sistema de ideación alegórico.

Así que no bastará decir tales continentes, tales contenidos y punto, y se relacionan así y asao y ahí tenemos la síntesis. No, pues. Está faltando ahí la cosa interesante de las tensiones que obran y los climas que obran. Ahí sí ya tenemos una cosita completa aunque sea en un nivel muy primario.

Decimotercero. Varias síntesis interpretativas de un individuo (persona o pueblo=individuo, para nosotros). Varias síntesis interpretativas a través del tiempo permiten interpretar el proceso de ese psiquismo. Pero no una síntesis interpretativa. Pero no una síntesis interpretativa.

Así que al hacer síntesis interpretativas del mismo nivel en distintas épocas podemos comprender el proceso. Seguramente mañana leeremos interpretaciones alegóricas que aparecen a lo largo de un proceso histórico complejo en las Profecías de Daniel, en La Biblia.

Ahí en las profecías de Daniel, se toma una etapa, en donde parece que fueron producidas, luego se toma en otra etapa y luego se toma en una tercera y se ve cómo la misma, el mismo sistema alegórico en distintas épocas se va modificando en su estructura. Se mantiene el mismo argumento porque se relacionan en una época, en otra y en otra, con situaciones muy parecidas. Pero como son pueblos distintos con los que se confronta ahora el alegorizante, resulta que hay variaciones.

Entonces si en un caso se trataba de los babilonios y se trataba de, supongan ustedes, el helenismo naciente que estaba en pugna, y en otro caso se trata ahora de una situación parecida pero con los egípcios, que tiene otras implicancias culturales. Y por último se trata ya de la confrontación con el peligro helénico y el peligro romano, la misma estructuración de la profecía aparece en los tres casos.

Pero resulta que como va cambiando las instancias del psiquismo del pueblo, van cambiando, y además la materia prima que se va tomando en cada caso difiere, entonces hay cambios sensibles en la estructuración de esa profecía.

Entonces es la misma profecía que va pasando de boca en boca, de profeta en profeta pero que se va modificando a lo largo del tiempo. Eso lo podemos hacer, podemos cotejar, si tenemos en cuenta en primer término la materia prima que ha obrado en ese sistema de ideación. En ese caso la materia prima no va a ser la sensación cenestésica de si le dieron un pinchazo en un dedo o de si tenía hambre o sed.

Eso podrá ser en el caso de un profeta individual, claro, sí. Fue tomado por Dios después de haber ayunado muchos días. Bueno, eso va, eso corre a cuenta de la cenestesia individual. Pero resulta que la cosa no queda ahí, porque no es un cuentito individual para él, sino que se trata de un profeta que tiene conexión con su pueblo.

Y si tiene conexión y resonancia es porque tiene importancia para el psiquismo colectivo. Entonces no podremos ser tan estrechos como para estudiar ese sistema alegórico en la cabeza de ese profeta solamente; sino que tendremos que considerar ahora el sistema de estímulos que está actuando, es decir, los estímulos del medio, no como la cosita de que le faltó comida, o algo por el estilo, sino de la situación en que están ocurriendo todas aquellas cosas que son situaciones muy concretas, históricas muy precisas y sistemas de tensiones y climas que acompañan a esa situación.

Y esos sistemas de tensiones y climas, cuando la situación después de muchos años parece repetirse, ahora ya se trata de otros pueblos amenazantes y demás, y parece repetirse. Aparece un nuevo profeta que cita al anterior por ejemplo y que dice: ahí están estos que tal y tal cosa.

Claro, es el mismo sistema de tensiones, es un clima parecido pero va variando la estructura del mito ligeramente. Va variando la estructura del mito y reconocemos que han variado las tensiones, que se han solucionado algunos problemas de interpretación de procesos. O bien que han surgido nuevas tensiones porque se ha producido desgarramiento en el interior del pueblo y ya hay fracciones ideológicamente divididas y entonces cuando está hablando ese profeta, está aleccionando en parte con sus profecías y con sus amonestaciones, está aleccionando a la línea que corresponde y está también largando imprecaciones con los otros que se van alejando de la cosa y están provocando división, pérdida de identidad en el interior de ese cuerpo alegórico.

Entonces claro, vemos que va variando ligeramente la alegoría de uno a otro, pero hay toda una secuencia porque se trata del mismo individuo. En este caso un pueblo. Entonces es una cosa muy interesante cotejar eso con la materia prima que ha obrado en la producción de esa alegoría, con del sistema de tensiones y de climas que están trabajando y luego al hacer esas síntesis interpretativas sí podemos cotejar distintos momentos de proceso. Entonces se toman los mismos temas pero ya el argumento va variando. Ya va cambiando la cosa.

Incluso muchos elementos que aparecen en la tradición hebrea que luego van a pasar al cristianismo; se toma todo un sistema de ideación en el cristianismo, el apocalipsis por ejemplo, pero ya con otro contexto. Entonces cuando se habla de la ramera Babilonia y de esto y de lo otro, claro, se están tomando elementos de atrás pero se está refiriendo ahora a Roma. ¿no es cierto?

Ya aparece en los cristianos un sistema de ideación muy similar, en ese aspecto, porque es la tradición que va corriendo de todos modos, pero claro, lo adaptan a nuevas circunstancias. Y se produce una variación en la instancia psíquica. Y evidentemente se produce una importante variación en la instancia psíquica porque arranca el cristianismo ya como una variante totalmente diferente de su origen.

Así que en el punto decimotercero, por último, varias síntesis interpretativas de un individuo a través del tiempo, permiten interpretar el proceso de ese psiquismo. Varias síntesis interpretativas y no una síntesis interpretativa.

Se toma un mito o una leyenda. Interpreto eso y no pasa nada porque no sé qué corrimientos hay, no entiendo bien la materia prima, no veo cómo cambian las cosas.

Como hacíamos en simbólica cuando no entendíamos bien la función de un símbolo, como método de trabajo, sacábamos ese símbolo y decíamos, en el caso del análisis que se hizo el otro día: si sacamos esta mandorla que hay acá en este templo que estamos estudiando ¿qué pasa? Entonces al sacar la mandorla nos dábamos cuenta que se nos desequilibraba el edificio. Y si poníamos un triángulo al revés pasaba otra cosa, y un cuadrado otra. Y al poner la mandorla veíamos con qué función cumplía.

Y acá procedemos de un modo parecido. Al relacionar síntesis interpretativas, sí nos damos cuenta qué cosa falta, qué cosa sobra, qué es lo que se va corriendo. Pero al tener solamente eso no hay referencia ¿captan la idea?

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Ese es todo el asunto. De manera que en alegórica, en alegórica, para sintetizar decimos que estudiamos un particular mecanismo de la mente que es el asociativo y que esto asociativo está ligado a representaciones. O sea lo asociativo trabajando con materia prima de representación, no lo asociativo en otros niveles. Bien. Y que esto asociativo con representaciones esto es para nosotros lo alegórico. Y que lo alegórico como proviene de vías asociativas procede con leyes de similitud, contigüidad y contraste porque así funcionan las asociaciones.

Que además, estas imágenes que están presentes en lo alegórico, están cargadas de tensiones y de climas y que eso tiene que ver con el psiquismo productor en ese momento de tal cosa.

Que las alegorías cumplen con funciones, que no están inútilmente puestas. Funciones en ocasiones de descargar tensiones, de transferir climas o a veces concretar cosas abstractas que de otro modo no se pueden apresar para el alegorizante.

¿Y qué más decimos? Y bueno, decimos que existe un sistema interpretativo que se basa en la interpretación que da […]

[…] lo que debemos consultar es qué piensa el pueblo de aquella época. Nos damos cuenta por el contexto. Qué es lo que ha pensado y sentido y experimentado el pueblo para que esa Profecía de Daniel cobre carne en el pueblo y le de dirección. Debemos basarnos en el contexto interpretativo que está puesto en el pueblo, en el espíritu del pueblo mismo y no en lo que puede interpretar un psicoanalista. Eso es muy raro.

Así que en materia de interpretación, son unas pocas reglas que pueden servirnos.

En cuanto a la composición de lo alegórico hemos hablado suficientemente sobre sus casos.

Y en cuanto a las síntesis de un estudio alegórico, lo más importante en definitiva es esto. Que los límites de la síntesis lo establece uno, pero es necesario que estén jugando en una síntesis los elementos compositivos, la materia prima que se utilizó para esa producción, las relaciones que se establecen entre climas, tensiones, y los argumentos y temas; y por último una estructura de eso. Que eso se lo estructure, que eso funcione dinámicamente. ¿Cuál es la extensión que le damos? La que queramos siempre que esté completo.

¿Qué más decimos? Que en el caso de un pueblo, de un mito, de una leyenda ¿podemos interpretar la cosa con una síntesis? No, de ninguna manera. Podemos interpretar la cosa haciendo corrimiento, proceso.

¿Y si se trata de la producción onírica u otro tipo de producción de una persona? ¿Qué decimos? Decimos que sí, podemos entender con la síntesis interpretativa de lo alegórico, la situación actual en ese momento del sujeto.

Pero con una síntesis nos pasa como con los pueblos, no entendemos nada. Debemos cotejar distintos sueños, distintas producciones, sus roles, cómo ha ido trasladando sus roles el sujeto, por ejemplo. Cómo ha ido trasladando sus bromas, cómo ha ido trasladando sus gustos por ciertas leyendas o por ciertos arquetipos diría Jung. Entonces sí, podemos ir cotejando.

Eso es todo lo que decimos en alegórica y no tiene ningún dramatismo, salvo el que adquiere para uno cuando uno se pone a hacer alguna práctica.

Pero ahora no vamos a hacer ninguna práctica, a fin de poder escuchar algunos trabajos muy bien hechos que hay por acá. Lo vamos a hacer mañana. Mañana vamos a escuchar esos trabajos de interpretación alegórica y después vamos a intentar, en uno o dos días, hacer nuestra incursión en interpretación alegórica.

Hay alegorías muy breves, ahí en carpeta. Slogan, sloganes que se largan en un país en un momento dado, en una situación, que son bien alegóricos. Interesante. No es necesario una cosa compleja llena de monstruos para andar analizando.

Entonces ahí hay cosas muy simpáticas que vamos a poder estudiar mañana. Cuando tengamos esa materia prima, cuando tengamos esas interpretaciones, vamos a intentar nuestros análisis y nuestros estudios de alegórica ¿para qué nos va a servir a nosotros? Y, os va a servir para mucho.

En esta cosa nos va a servir para luego la operativa, el hacer cosas, cuando hablemos de esto de la transferencia de climas y los sistemas de descargas de tensiones. Los sistemas catárticos de tensiones y todo aquello. Y va a ser para nosotros de utilidad porque seguramente descubriremos como trabajan en nosotros esas tensiones, esos climas y cómo, así como existe una empiria de descarga de tensiones en cada persona y cada uno a su modo lo hace como puede. Así también existe una forma más razonable y más económica de hacer las cosas.

Así que a nosotros nos importan esas técnicas. Pero es bueno entonces saber cómo obra esto antes de hablar de técnicas. Así que si quieren ahora largamos un video sobre alegórica y mañana nos reunimos para leer trabajos.