18 Octubre 1975
Psicología descriptiva – Speculatrix
00:14:14

down-AUDIO

Transcripción:
Esther Vázquez (Parc Òdena – Barcelona)
Convenciones utilizadas:
<?> palabra ininteligible
<??> frase ininteligible
<???> fragmento ininteligible [texto] Dudoso. Audio poco claro

Hace unas décadas unos fisiólogos ingleses en combinación con algunos técnicos electrónicos elaboraron unas pequeñas máquinas, simuladores de conducta. Nosotros encargamos a uno de nuestros amigos expertos electrónicos que produjera una de esas máquinas para traerlas acá, pero parece que no tuvo tiempo.

A esta máquina la llamaron Speculatrix. La máquina Speculatrix era una máquina muy simpática simuladora precisamente de conducta. Una suerte de tortuga.

Estos señores hicieron una especie de periscopio, metieron una célula fotoeléctrica, fotosensible, sensible a la luz. Llega impulso luminoso a esas celdillas y este impulso luminoso se convierte en impulso eléctrico. ¿Por qué le interesa ahora ponerse a estudiar circuitos fotoeléctricos? El hecho es que llega impulso luminoso y se convierte en impulso eléctrico.

Este periscopio tenía en su base encajada una rueda. Acá tenía otras dos ruedas, una de un lado otra de otro lado y la rueda de delante conectada al periscopio. Así que tenía tres ruedas esa tortuga.

Acá tenía un motor con dos sistemas de transmisión diferentes. De manera que cuando se ponía en marcha un sistema de transmisión, por un relé, cuando se ponía en marcha un sistema de transmisión se desconectaba el otro. Así es que eran mutuamente exclusivos. O uno o el otro, pero no los dos.

De manera que al ponerse en marcha este sistema de trasmisión las ruedas de atrás empezaban a darle. Cambiaban la postura del relé, clac, se desconectaba esto y empezaba a ponerse en marcha esto.

Así que la tortuga tenía dos movimientos posibles. O se ponían en marcha las ruedas o se ponía en marcha el girador. Bien.

Sucedía entonces un curioso fenómeno. Siempre estaba conectado el sistema de giro del periscopio, así que ahí teníamos la tortuguita, sobre la mesa por ejemplo y la tortuguita <??>. Barriendo, barriendo. Comenzaba a girar la tortuga. Pero claro, en un momento dado le apuntábamos con una linterna. Entonces esta tortuga que giraba al encontrarse con el haz luminoso, convertía el impulso luminoso en impulso eléctrico. Al convertirlo en impulso eléctrico se desconectaba el giro y se ponía en marcha la transmisión a las ruedas de atrás.

De tal modo entonces que lanzo el estímulo, se detiene el periscopio, se para el giro y empiezan a marchar las ruedas de atrás, con lo cual la tortuga viene <?>

Apago la luz también, la tortuga sigue buscando. Entonces ahora le lanzo otro haz luminoso desde allá. Entonces la tortuga se encuentra con este haz luminoso. Detiene su movimiento de giróscopo, las ruedas empujan y ahí la tortuga se desplaza en esa dirección. Eso elementalmente.

Así que si hubiéramos conectado esta tortuga, por ejemplo a un osciloscopio, y esta tortuga diera, supongamos, dos vueltas por segundo, nos hubiéramos encontrado con ondas de dos vueltas por segundo. Si el motor hubiera sido más veloz, el giro de cabeza más veloz, cuatro vueltas por segundo, nos hubiéramos encontrado seguramente con estas ondas.

Y es claro que al detenerse en un punto dado y al volver a andar, es fácil de controlar. Se coloca acá un osciloscopio y se ven los impulsos que están trabajando. Y si hubiéramos largado distintos impulsos hubiéramos producido muchas variaciones, no sólo en el sistema de búsqueda sino en esta suerte de gráfico que se va trazando en el osciloscopio.

Muy bien. Esto claro, no tiene mucho que ver pero va a interesarnos para cuando trabajemos con nuestros aparatos.

Ahora resulta que a esta tortuga le aplicamos acá una membrana, una especie de micrófono, con su cable, que en vez de ir al grabador iba también al sistema de transmisiones. Entonces estábamos a oscuras, y ahora la tortuga estaba dando vueltas y pero lanzábamos un sonido con un diapasón. Muy bien.

Entonces la tortuga a la fuente de emisión detenía su movimiento y las ruedas se ponían en marcha e iba hasta el sonido. Perfectamente.

Resulta que ahora, en ocasiones lanzábamos sonidos y en ocasiones lanzábamos luces. Entonces la tortuga se orientaba para un lado o para otro. Y se nos presentaba otros problemas cuando los dos estímulos iban juntos porque en un momento dado lanzábamos desde un punto un sonido y desde otro punto una luz, entonces en la tortuga se producía una indecisión antes de que se pusiera en marcha su sistema de ruedas.

Si esto hubiera ido al osciloscopio seguro que hubiéramos tenido algunas alteraciones según los estímulos que iban trabajando.

A esta tortuga además le pusimos un paragolpes. Entonces ahora teníamos esa especie de faroles, con un interruptor acoplado al farol. Había varios de estos.

Entonces estaba prendido uno de ellos. La tortuga buscaba se encontraba con uno prendido. Allá iba. Se encaminaba rápidamente y al llegar a ese foco, tac, lo desconectaba. Pero al desconectar este se prendía este.

Y así con una gran cadena de estos aparatos. Entonces la tortuga iba desconectando uno detrás de otro. Al llegar al último se conectaba aquella entonces volvía la tortuga a hacer el circuito. Entonces se la pasaba desconectando, muy preocupada <risas> a cómo los impulsos iban surgiendo. Allá donde veía luz iba a apagarla rápido <risas> seguramente de ahí nació la vocación de bombero <risas>

Y en el medio empezamos a complicarle la cosa con diapasones, de tal modo que a veces tenía que echar agua, a veces <risas> <??> así que andaba [haciendo silenciar] ruidos y apagando luces desesperada.

Pero claro, esto tenía batería para alimentar el movimiento de las ruedas, alimentar la célula fotoeléctrica y todo aquello. Resulta que tenía baterías adentro, una cierta carga.

Entonces a fuerza de trabajar esta tortuga después ya era más lenta en su reflejo. Le prendíamos una luz y ahí venía… <risas>

Pero a este hay que darle de comer. Y claro… todos los días venía uno, le levantaba la tapa, le cambiaba las baterías, empezaba de nuevo y después bajaba.

Acá esta tiene por lo pronto sentidos, está bastante bien. En materia de sentidos está bien, en materia de motricidad perfectamente. Y acá hay todo un sistema coordinador que puede relacionar estos sentidos con estas respuestas frente al estímulo dirigiéndose hacia él.

Eso andaba bastante bien, pero claro, ni se reproducía ni metabolizaba y entonces para metabolizar la cosa estaba difícil. Entonces se hizo lo siguiente, a estas baterías que tenía, a estas baterías se les acopló una suerte de aguja, aguja, indicador de voltaje, de carga.

Como pueden ver ustedes en alguno de sus aparatos, unas agujitas que muestran la carga. Cuando está muy cargado llega al rojo, a medida que se va descargando, uuh, tiene poca carga, poca batería.

Entonces dijeron, ya que esta aguja de voltímetro que tenemos se anda moviendo, tiene mucha o poca carga, entonces hagamos un truco. Entonces esta aguja, por ejemplo, le colocamos acá un contacto, un contacto, de tal manera que cuando baje esta aguja cierre el contacto interno, entonces podemos aprovechar incluso la caída de potencial, la bajada de la aguja para que se oriente en alguna dirección.

Entonces sucedió lo siguiente. Se conectó, se conectó esta terminación a un sistema emisor de sonido, entonces la tortuga iba apagando luces de linterna y en ese trabajo empezaba a bajar su caudal. Entonces cuando su caudal de energía bajaba, la aguja, tac, se desconectaba. Al desconectar la aguja, es decir al desconectar esto, pero al conectar con esta parte del circuito empezaba a gritar la tortuga <risas>. Bajaba la aguja, estaba ahí gueeeee gueeeee … <risas>

Al recibir ese sonido, un aparato que había acá, al recibir ese sonido gueeeee, prendía una luz. La luz estaba por acá. Entonces la cosa venía fácil.

La tortuga estaba haciendo su trabajo, bajaba su nivel de alimentación, es decir, le daba hambre a la tortuga y como le daba hambre empezaba a gritar gueeee. Al gritar se prendía una luz acá. Al prenderse una luz acá la tortuga se orientaba. Entonces se venía hasta acá. Como le habíamos reemplazado el paragolpes por una especie de enchufe, la tortuga venía corriendo y se enchufaba <risas> entonces la tortuga dejaba de gritar y se cargaba la batería. Cuando se cargaba la batería se desconectaba esto. Entonces ya la tortuga no tenía que estar pegada al sistema de impulsos luminosos y quedaba disponible, empezaba a girar nuevamente, a la espera de cualquier otro estímulo entonces la tortuga salía y seguía con su trabajo, apagando y prendiendo.

De manera que esta tortuga resulta que a medida que bajaba en su potencial tenía más posibilidades de volver a cargarse, así que cuanto más cerca se encontrara de esto, cuanta más hambre tuviera más cerca estaba de esa posibilidad. Por último se quedaba con mucha hambre, conectaba, largaba su sonido, se prendía la luz, venía la tortuga, se estaba un rato enchufada, subía la batería se desconectaba aquello y entonces estaba nuevamente disponible en el circuito cerrado de lo más curioso.

Estos simuladores de conducta en algunos casos llegaron a ser sumamente complicados. Dieron lugar a distintas generaciones de tortugas. Se produjeron distintos modelos de aparatos así como el Speculatrix y muchos otros […]