(En base al libro Apuntes de Psicología.)

Entendemos a la conciencia como el sistema de coordinación y registro que efectúa el psiquismo humano. A veces hablamos de «conciencia», a veces de «coordinador» y a veces de «registrador». Lo que pasa es que aun tratándose de la misma entidad, está cumpliendo con funciones distintas pero no se trata de entidades diferentes. Muy distinto es esto a lo que llamamos yo. A ese yo no lo identificamos con conciencia. Consideremos a los niveles de conciencia como distintos ámbitos de trabajo de la conciencia e identifiquemos al yo con aquello que observa los procesos psíquicos, no necesariamente vigílicos, que se van desarrollando. En vigilia voy registrando y voy haciendo numerosas operaciones. Si alguien me pregunta «¿quién es usted?», voy a decir: yo, y le voy a agregar a eso un documento de identidad, un número, un nombre, o cosas por el estilo. Y me da la impresión de que ese yo registrará desde adentro las mismas operaciones, observará las operaciones de la conciencia. Por lo pronto ya tenemos una distinción entre las operaciones que efectúa la conciencia y este observador que se refiere a esas operaciones de la conciencia. Y si me fijo cómo voy observando las cosas, veo que voy observando las cosas «desde adentro». Y si observo mis propios mecanismos, veo que mis mecanismos están vistos «desde afuera». Si ahora bajo el nivel de conciencia y me voy al sueño, ¿cómo me veo yo? Yo voy caminando por la calle, en un sueño; yo veo autos que pasan, gente que pasa, ¿desde dónde veo a la gente que pasa, a los autos que pasan? ¿Desde dentro de mí? (como ahora que los veo a ustedes y sé que están afuera de mí, y por lo tanto los veo desde adentro de mí), ¿así me veo yo? No, yo me veo desde afuera. Si observo cómo veo desde el nivel de sueño, me veo a mí mismo viendo los autos que pasan, a la gente que pasa, y yo me observo desde afuera. Háganlo de otro modo, prueben con la memoria. Ustedes ahora se recuerdan en una situación cuando eran niños. Bien. ¿Qué es lo que ven en esa escena? ¿Ven ustedes desde adentro, como ven ahora las cosas que los rodean, ven desde adentro (siendo niños) las cosas que los rodean? Se ven desde afuera. En ese sentido, ¿dónde está el yo? ¿El yo está adentro del sistema de estructuración que hace la conciencia y percibe las cosas, o el yo está afuera? La impresión que se tiene es que en algunos casos está adentro y en otros casos está afuera, por una parte. Y por otra parte, se ve que al observar las mismas operaciones de la conciencia es separado el observador de estas operaciones. En todos los casos, el yo aparece como separado, esté adentro o esté afuera. Lo que sí sabemos es que no está incluido en las operaciones.

Este yo, entonces, ¿cómo es que lo identifico con la conciencia, si todos los registros que tengo son de separación, entre yo y conciencia? Si observo todos los registros que tengo del yo, voy a ver que todos estos registros son de separación entre esto que llamo «conciencia y operaciones de la conciencia», y esto que llamo “yo”.

¿Cómo se constituye este yo, por qué surge este yo y por qué cometo el error de asociar el yo a la conciencia?

El yo se basa en la memoria y en el reconocimiento de ciertos impulsos internos. Tengo noción de mí mismo, porque reconozco algunos de mis impulsos internos que están siempre ligados a un tono afectivo característico. No solo me reconozco como yo mismo por mi biografía y mis datos de memoria; me reconozco por mi particular forma de sentir, por mi particular forma de comprender. ¿Y si quitáramos los sentidos donde estaría el yo? El yo no es una unidad indivisible sino que resulta de la suma y estructuración de los datos de los sentidos y de los datos de memoria.

¿El yo, entonces, puede funcionar aunque saquemos los datos de la memoria y los datos de los sentidos?

Veamos el punto con cuidado. El conjunto de actos por los cuales la conciencia se piensa a sí misma depende de registros sensoriales internos, los sentidos internos dan información de lo que sucede en la actividad de la conciencia. Ese registro de la propia identidad de la conciencia está dado por los datos de sentidos y los datos de memoria, más una peculiar configuración que otorgan a la conciencia la ilusión de identidad y permanencia no obstante los continuos cambios que en ella se verifican. Esa configuración ilusoria de identidad y permanencia es el yo.

(Ampliaciones y desarrollos más amplios acerca de la conciencia y el yo pueden encontrarse en el libro Apuntes de Psicología -Psicología III y Psicología IV-).

Bibliografía

Silo, Obras Completas, Volumen II, Apuntes de Psicología: “Psicología I y Psicología II, Psicología III).

Silo, Apuntes de Psicología, Psicología IV.