Para comprender como los ritmos y ciclos de los distintos centros están conectados entre sí (y como el mal trabajo de un centro puede perjudicar a todos los otros y en definitiva, perturbar seriamente el desenvolvimiento de la propia vida) se utilizan recursos gráficos con punteos. Este es un estudio difícil ya que la «cantidad» de trabajo de un centro es de apreciación subjetiva. De todas maneras, se opera del siguiente modo:

En un papel cuadriculado pongo horizontalmente días sucesivos, pro ej. 4-5-6-7-8-, etc. del mismo mes. Verticalmente y de abajo arriba, la numeración de 0 a 10. Conviene que este trabajo se continúe durante unos diez días para que el gráfico resultante sea bien apreciado. Al cabo de los diez días se unen los puntos del mismo color con líneas, resultando que las líneas que siguen el trabajo de los distintos centros a veces se cruzan, se contradicen y suben o bajan simultáneamente. En ocasiones se observa que primeramente «baja» la línea de un centro y al día siguiente cae otra, o todas las restantes.

Centro Somático.

Se lo puntea considerando 10 al máximo de buena salud y fortaleza física, O a la debilidad general próxima a la muerte y 5 el estado de salud y fortaleza normal.
Centro Motriz.

Punto máximo: sobreactividad corporal; mínimo; postración y medio; movimiento corporal cotidiano.

Centro Emotivo.

Puntos altos los estados de alegría y bajos los de depresión. Puntos medios, aquellos que se reconocen como de «neutralidad emotiva».

Centro intelectual.

Puntos máximos: trabajos intelectuales o de reflexión. Mínimos: inactividad mental o dispersión. Medios: actividad intelectual habitual.

En rigor, tanto los 0 como lo 10, son puntos ideales imposibles de alcanzar, pero sirven como límites para el punteo.

A cada día corresponden cuatro puntos de distintos colores (uno para cada centro). Todo lo que sea «accidente» o choque, puede graficarse con un circulito alrededor del punto que representa al centro afectado.

En momentos en que todos los puntos suben (fastos), las actividades de uno se desarrollan y pueden aprovecharse para avanzar en el Trabajo. En momentos en que todos los puntos bajan (nefastos), las actividades de uno decaen y la intención debe estar puesta en salir rápidamente de tal estado.

Si se prolonga el estudio del biorritmo durante algunos meses, podrá comprobarse que cada centro tiene un ritmo distinto y preciso, lo que nos hará considerar muy seriamente la ley universal de ciclo que en cada ser humano explica sus variaciones, sus avances, retrocesos, subidas y bajadas.

Al aumentar el autoconocimiento y el Trabajo sobre sí mismo, los ciclos tienden a alargarse lográndose una mayor estabilidad en la estructura sico-física.

Al igual que en el trabajo biográfico acá lo fundamental será poder accionar sobre el futuro existiendo la posibilidad de prever no los accidentes en sí, pero por lo menos sus ritmos.