Del mismo modo que las capas de personalidad se organizan alrededor del tipo humano, los ensueños giran y se desplazan alrededor de un «centro de gravedad» o núcleo de ensueño. Este núcleo es el que da fijeza y relativa estabilidad, es el que da dirección y permite proyectar o planificar el futuro, llevando a cabo realizaciones en toda empresa humana.
Es posible tal núcleo porque él es la respuesta de estructura general y difundida a estímulos particulares que de todas maneras se organizan en la conciencia.
La personalidad varía considerablemente cuando el núcleo se desgasta y es reemplazado por otro.
A veces, choques muy violentos provocan estos cambios de personalidad súbita, pero lo frecuente es un desplazamiento a lo largo de los años.
En general, a cada etapa vital corresponde un núcleo propio. Así es como se experimentan variaciones psico-somáticas concomitantes y no aisladas, en el paso de las etapas de: niñez-adolescencia-juventud-madurez-declinación y ancianidad de acuerdo a la ley universal de ciclo. Estos cambios mecánicos en los individuos de la misma edad son los que explican el surgimiento de clases temporales o generaciones. Visto así, cada generación se moviliza de acuerdo al núcleo de ensueño que le es propio.
Sin embargo, debemos ser cuidadosos al aplicar este esquema. De hecho observamos hombres maduros de comportamiento infantil, niños con actitudes de adolescentes, jóvenes viejos, etc. Por otra parte, merced a la acción de choque, sabemos que el núcleo varía o es desplazado por otro ajeno al mecánico propio de la edad. No podemos ignorar que el núcleo evoluciona, queda fijado o regresa en ciertos casos, pero estamos dando las características generales del proceso del núcleo y consiguientemente, explicando las transformaciones de personalidad a lo largo del tiempo.
Un verdadero Trabajo de transformación del hombre tiene sentido si apunta a bombardear el núcleo de ensueño para producir (como en el átomo) una transmutación.
El trabajo tiende a desplazar el núcleo mecánico por otro que polarice a toda la estructura humana hacia el desarrollo y la evolución individual y de toda la especie. En este punto, queda clarificada la intención del Trabajo sobre sí mismo.