En este nivel, que antecede a la vigilia, los sentidos externos comienzan a enviar información a la conciencia, información que no es totalmente estructurada porque hay también interferencia de ensoñación y presencia de sensaciones internas.

Los contenidos del sueño pierden poder sugestivo cuando siguen apareciendo, debido a la semi-percepción vigílica que da nuevos parámetros.

La sugestibilidad sigue actuando sobre todo en el caso de algunas imágenes muy vívidas (llamadas hipnagógicas) que tienen gran fuerza.

Por otra parte el sistema de ensueños frecuentes, que puede menguar en vigilia y desaparecer en el sueño, reaparece.

Es en este nivel donde el núcleo de ensueño y los ensueños secundarios son más fácilmente registrables, por lo menos en sus climas y tensiones básicos. El modo de ensoñación propio de este nivel se suele trasladar por inercia a la vigilia, proporcionando la materia prima para la divagación, aunque en ésta también aparezcan elementos de percepción vigílica. El coordinador en este ámbito, puede ya realizar algunas operaciones. Mencionemos también que este nivel es sumamente inestable y por ello de fácil desequilibrio y alteración.

También encontramos los estados de semisueño pasivo y activo; el primero de ellos ofrece un pasaje fácil al sueño; el otro lo ofrece a la vigilia.

Este estado de semi-sueño activo es una importante fuente de fenómenos especiales, tal es el caso de los fenómenos para-normales. Es conveniente hacer otra distinción: hay un semi-sueño activo por alteración y otro más calmado y atento, siendo interesante tal momento de la conciencia, para los posibles trabajos en el terreno de lo paranormal.

El semi-sueño alterado, en cambio, es la base de las tensiones y climas que con fuerza e insistencia pueden llegar a la vigilia ocasionando ruidos y modificando la conducta, haciéndola inadecuada a la situación ambiental.

El rastreo de los climas y tensiones vigílicas debe hacerse en el semi-sueño activo alterado, y el rastreo de actitudes paranormales debe hacerse en el semi-sueño activo atento o alerta.

Los distintos estados, activos y pasivos están dados por el tono e intensidad energético propio de cada nivel. Los tonos dan la intensidad gradual que pueden tener tanto los climas emotivos, como las tensiones.