La observación de los errores en este campo es básica. Un primer error es confundir los niveles bajos considerándolos como altos.

Así, hay quienes proponen «meditaciones» o «técnicas» en general, que llevan a un semisueño anestesiante, al que por su aparente calma suponen «superior», al tiempo que se altera la vigilia, afirmada en observaciones ilusorias y en mentaciones alucinantes.

Esta vigilia alterada pone la condición óptima para establecer relaciones de dependencia síquica con el medio. Estas situaciones de adaptación decreciente son acompañadas de seudo-teorías, provenientes del oscurantismo intelectual.

Es claro allí ese afán por explicar a medias las cosas y poner el énfasis en el lado oscuro de la mente, antes que echar luz y trabajar con agilidad y libertad de ideas.

La apertura al cambio evolutivo es la respuesta adecuada, implicando modificación de fondo en la conducta, siendo concomitante el buen tono, el clima amable, la facilidad de participación con los demás y la conciliación con uno mismo.

Los errores técnicos en general, son salvables con el estudio en profundidad de la información y con la puesta en contexto de los problemas particulares, entendiéndolos en estructura.