La relación entre niveles produce en general alteraciones recíprocas.

Pueden citarse cuatro factores que inciden en esa relación: la inercia, el ruido, el efecto «rebote» y el «arrastre».

Inercia:

Cada nivel de conciencia trata de mantener su nivel propio de trabajo, manteniendo su actividad luego de finalizado su ciclo. Esto lleva a que el pasaje de un nivel a otro se haga con lentitud disminuyendo el primero al manifestarse el nuevo nivel (como en el caso de contenidos de semi-sueño que se imponen en vigilia).

Los casos que a continuación se mencionan son consecuencias de esta inercia estructural de cada nivel a mantener y extender su tipo de articulación caracterísca.

Ruido

Esta inercia del nivel anterior aparece como fondo de ruido en el trabajo del nivel superior; contenidos de la infravigilia irrumpen interfiriendo en el trabajo vigílico, y a la inversa.

Como ruido podemos también distinguir: climas emotivos, tensiones, y contenidos no correspondientes con el trabajo del coordinador en ese momento. En un ejemplo: si es el caso de hacer un trabajo intelectual, es obvio que una cierta emoción deberá acompañar a ese trabajo (gusto por hacerlo), que habrá una tensión producida por el trabajo mismo y se mentará con contenidos oportunos a las operaciones en marcha, pero si hay climas de otro tipo, si las tensiones no provienen del trabajo y los contenidos son alegorizantes, es obvio que interferirán en la actividad introduciendo ruido, lo cual altera la coordinación y consume la energía disponible.

Efecto rebote:

Este fenómeno surge como respuesta de un nivel en el que se han introducido contenidos de otro nivel distinto, superando las defensas de inercia. Contenidos propios del nivel invadido, aparecerán más tarde en el nivel desde el que se produjo la introducción.

Arrastre:

En ocasiones, contenidos, climas y tonos propios de un nivel se trasladan y permanecen en otro nivel como arrastre. Esto será más relevante en el caso de climas, tensiones o contenidos fijados en el siquismo que son arrastrados por mucho tiempo y que se representan en los distintos niveles.

Por la importancia sicológica que pueden tener estos factores en la adaptación creciente y en la evolución del siquismo, pueden ser considerados especialmente.