Las conectivas entre sentidos, memoria y conciencia, revelan aspectos de importancia del funcionamiento del siquismo. Estos circuitos conectivos trabajan en interregulación, llevando así a todo el siquismo a una compleja autorregulación. Así, cuando el coordinador hace apercepción de la percepción queda inhibida la evocación, e inversamente, la apercepción de memoria inhibe la percepción. Del mismo modo, cuando están actuando los sentidos externos se frena la entrada de estímulos internos y viceversa. La mayor interregulación aparece en los cambios de nivel de trabajo, en donde al ir bajando al sueño de bloquean los mecanismos de reversibilidad, soltándose entonces con fuerza los mecanismos asociativos; por su parte, los mecanismos críticos al par que comienzan su trabajo inhiben a los mecanismos asociativos, al ascender a vigilia. Entre los sentidos también hay interregulación automática: cuando la vista amplia su umbral medio disminuye el tacto, el olfato y el oído, sucediendo de igual modo entre los demás sentidos (cerrar los ojos para oír mejor, por ej.). Fuentes de ruido Los ruidos se ocasionan por interferencias en el circuito de información o en el circuito de decisión, y al utilizar la misma vía de comunicación pueden llegar a cualquiera de los aparatos o a los centros (motivando así los errores de conducta). Los impulsos impropios de un circuito al filtrarse en él alteran los datos de información, especialmente en el caso de los datos de los sentidos externos. El ruido suele producir un aumento de las tensiones internas, que desbordan el umbral de tolerancia interfiriendo en los canales informativos. Junto con las tensiones, los climas y arrastres (como traducción de impulsos cenestésicos), cuando llegan hasta el coordinador ocasionan en él la emisión de respuestas inadecuadas, ya que carece de parámetros para ordenar tal mezcla de información. * *