Antes de tratar este tema hay que observar las condiciones de la mente en la cual surgen las preguntas. La pregunta por lo trascendental es también la pregunta por el fundamento de la vida misma. A tales preguntas no se las puede acometer con una mente alterada, con una mente con ruido. De ahí que los trabajos en este terreno exijan condiciones previas de conciencia calma, de vigilia normalizada. También es condición previa, la existencia de centro de gravedad integrado. Son estas condiciones mismas las que van llevando suavemente al campo trascendental como orientación real y no como curiosidad profana. En este sentido, la vigilia normalizada y el centro de gravedad integrado ponen la base para una mente clara, libre y lúcida, que puede estar disponible para la percepción de lo trascendental.

INDICADORES

Climas y tensiones, procedentes de niveles infravigílicos, aparecen como ruido en el pensar, alterando la naturaleza correcta de las preguntas. Frente a esto, el interés por disminuir esas sobrecargas va llevando a la normalización de la vigilia. Puede citarse el surgimiento de esa interés, como uno de los primeros indicadores que delatan una verdadera necesidad de trabajo, que deberá completarse con los registros correspondientes a la disminución del ruido, para, con el tiempo, manejar tal disminución intencionalmente. Se observa que detrás de las tensiones y de los climas hay una fuerza que ha sido incorrectamente canalizada; pero esta fuerza en sí, es una «fuerza amiga», que por medio de transformaciones adecuadas sirve a la evolución. Est propone toda una operativa para el trabajo de normalización, que se extiende al comportamiento. Los indicadores de modificación de conducta son un testimonio muy importante en los cambios del siquismo. El estudio de la propia conducta, como actitud en el mundo es más revelador que los estudios de ensueños o pensamientos. Por otra parte, la conducta y sus cambios encuentran parámetros según sea la adecuación o inadecuación situacional; pero a tal calificación de adecuación o inadecuación no se la debe buscar fuera de sí (en «la opinión ajena» por ej.), sino en sí mismo y específicamente en el grado de contradicción interna, allí están los mejores indicadores de la conducta errónea. En el grado de unidad interna, se encuentra el indicador del comportamiento acertado. Estos indicadores internos permiten ponderar el comportamiento a pesar de que externamente pueden buscarse también referencias. Esta búsqueda de una referencia externa -que tenga valor interno- ha hecho surgir las distintas formas de moral, que muchas veces llevaron al ser humano en dirección equívoca, pero que otras veces le ayudaron en su evolución. Nosotros encontramos esas referencias en los «Principios» de Acción Válida. (1)

(1) Ver: «Humanizar la Tierra», La Mirada Interna, de Silo. Ed. Planeta.

LA ENERGÍA LIBRE

Los trabajos de normalización de la vigilia, al par que logran condiciones de trabajo aceptables, van dejando energía libre para nuestros trabajos. Para la obtención y manejo de la energía, hay que recurrir a sus fuentes, por un lado, y por otro detectar donde se encuentra detenida. La energía está retenida principalmente en los climas y tensiones, en los ensueños (principalmente en el núcleo) y en el encerramiento sicológico. Cuando esos climas y esas tensiones se destraban, se hacen circular, se experimenta mayor movilidad y soltura interna, notándose mayor energía disponible. Los ensueños continuos consumen constantemente la energía sicofísica. En el núcleo se advierte gran parte de esta energía fijada. Mientras se resuelve ese problema básico hay demanda energética en ese punto, demanda que aumenta con la fijeza del núcleo. Este núcleo cambia, cuando cambia la actitud en el mundo y viceversa, pero en ambos casos se registra energía liberada.

El encerramiento sicológico frena la circulación energética manteniéndola en circuito cerrado. Cuando el siquismo se abre al mundo conservando su unidad, el manejo energético se hace posible desde el centro de gravedad. Así, la integración de ese centro implica el manejo energético y es entendido como liberación de la conciencia. La fuente energética está en el sexo, de ahí la importancia del estado funcional de ese centro, que puede dificultar o favorecer el desplazamiento energético en general. Las distintas escuelas y religiones se preocuparon por este punto, organizando – en sus mejores momentos – sistemas ascéticos para canalizar esa fuerza vital en sentido evolutivo. Es en ese sentido que el sexo es considerado santo, por ser fuente para los procesos de desarrollo de la conciencia. (1)

(1) Ver: «Comunicación de Escuela». Agosto 1973. Circulación Interna.

LOS ALTOS NIVELES DE CONCIENCIA

Este punto es una simple mención del tema, en el que se necesita distinguir características propias de esos estados, y técnicas o prácticas que familiarizan con el tema y preparan mejores condiciones mentales. Tal es el caso de la atención dirigida, la división atencional y la autoobservación. También hay que distinguir a las técnicas particulares de las llamadas «Disciplinas», que son sistemas que proponen modificaciones paulatinas del siquismo en base a experiencia y comprensión. (2) Las disciplinas son también trabajos de especialización, que pueden emprenderse con el tono y la permanencia necesarios a partir de una adecuada información. Estos sistemas de trabajo, en sus distintas franjas van permitiendo manejo gradual de la conciencia, dando finalmente acceso a altos niveles mentales. En cuanto a los niveles en sí, hay que distinguir su experimentación accidental de la permanencia voluntaria en ellos. En base a los registros ocasionales (que son de mayor frecuencia con el trabajo interno), pueden hacerse las siguientes descripciones:

  1. La brevedad de la experiencia, hace obtener una visión del mundo y de la conciencia quieta y estática. Esto es debido a que el corto lapso de duración de tal experiencia no da lugar a la dinámica de actos y de objetos (lo que ha llevado a inferencias equívocas, como por ejemplo «este mundo es ilusorio por su movimiento y otro, estático, es el real»; caso al que llamamos «Falso Samadhi») .
  2. Se registra un cambio en la estructura del tiempo y en la relación de la estructura conciencia-mundo.
  3. La ampliación de la conciencia es acompañada de notable lucidez y calma, sin la perturbación de tensiones, climas y contenidos.
  4. Aparece también un clima distinto, que no es conocido en los niveles anteriores. Su registro es aludido como «algo nuevo». Lo «novedoso» es característica generalizada.
  5. El «yo» no está presente, hasta tal punto que cuando surge la pregunta por él, el estado cesa.
  6. Al finalizar la experiencia hay dificultades para relatarla, en parte por el vago recuerdo y en parte por su reinterpretación desde la vigilia. En el caso de las mejores traducciones, se han usado figuras alegóricas referidas al estado. A pesar de que se pueden mencionar características muy generales, éstas son relativas a los registros obtenibles, pero los registros se convierten en exigencia de rigor. Esta exigencia es también válida para la mencionada «conciencia separada».

2) Ver: «Cuaderno de Escuela Nº 9». Circulación Interna