En el circuito entre sentidos y coordinador la memoria actúa como conectiva, como puente, compensando en ocasiones la falta de datos sensoriales, ya sea por evocación, ya por recuerdo involuntario (como si se tratara de metabolizar reservas).

En el caso del sueño profundo, en donde no hay entrada de datos externos, llegan a la conciencia los datos cenestésicos combinados con los datos de memoria. En este caso los datos mnémicos no aparecen evocados intencionalmente, pero de cualquier modo el coordinador está realizando un trabajo, está ordenando datos, está analizando, está haciendo operaciones con participación de memoria. En el nivel de sueño profundo hay reordenamiento de la materia prima vigílica (inmediata, reciente o antigua), que ha llegado desordenadamente a la memoria.

El coordinador puede dirigirse a la memoria mediante la evocación (mecanismo de reversibilidad), formalizando en la conciencia objetos que no entran por los sentidos en ese momento, aunque lo hayan hecho anteriormente.

De lo dicho se desprende que la memoria puede suministrar datos a requerimiento del coordinador, o bombardearlo sin su participación, como cuando faltan estímulos sensoriales por ejemplo.