Pueden distinguirse ciclos mayores o macrociclos y ciclos menores o microciclos, tanto en la evolución general como en pasos intermedios.

El siquismo humano surge en un ciclo de notable complejidad, que partió de formas orgánicas simples y está condicionado por los macrociclos de la naturaleza como las estaciones y el pasaje del día a la noche.

Numerosas variaciones modifican las condiciones internas y externas del siquismo. Hay variaciones de temperatura, de luminosidad y también variaciones climatológicas de cada estación.

Todos los organismos tienen mayor o menor determinismo orgánico en este sentido. El hombre no está tan condicionado como las otras especies a la ciclicidad orgánica; ante los determinismos biológicos el siquismo logra modificaciones e independencia relativa.