Los trabajos de normalización de la vigilia, al par que logran condiciones de trabajo aceptables, van dejando energía libre para nuevos trabajos. Para la obtención y manejo de la energía hay que recurrir a sus fuentes, por un lado, y por otro detectar donde se encuentra detenida.
La energía está retenida principalmente en los climas y tensiones, en los ensueños (principalmente en el núcleo) y en encerramiento sicológico.
Cuando esos climas y esas tensiones se destraban, se hace circular, se experimenta mayor movilidad y soltura interna, notándose mayor energía disponible.
Los ensueños continuos consumen constantemente la energía sicofísica. En el núcleo se advierte gran parte de esta energía fijada. Mientras se resuelve ese problema básico hay demanda de energética en ese punto, demanda que aumenta con la fijeza del núcleo. Este núcleo cambia cuando cambia la actitud en el mundo y viceversa, pero en ambos casos se registra energía liberada.
El encerramiento sicológico frena la circulación energética manteniéndola en circuito cerrado. Cuando el siquismo se abre al mundo conservando su unidad, el manejo energético se hace posible desde el centro de gravedad. Así, la integración de ese centro implica el manejo energético y es entendido como liberación de la conciencia.
La fuente energética está en el sexo, de ahí la importancia del estado funcional de ese centro; que puede dificultar o favorecer el desplazamiento energético en general. Las distintas escuelas y religiones se preocuparon por este punto, organizando -en sus mejores momentos- sistemas ascéticos para canalizar esa fuerza vital en sentido evolutivo. Es en este sentido que el sexo es considerado santo, por ser fuente para los procesos de desarrollo de la conciencia. (1).
(1) Ver: «Comunicación de Escuela«. Agosto:1973. Circulación Interna.