Estamos en el tema de llegar a la gente, en el tema del uno a uno. Así que, estamos hablando de los colaboradores que son diversos y de los miembros de estructura. Y estos colaboradores, que son diversos, también piden algo de nosotros. Y a nosotros nos interesa acercarles algunas cositas. Como se organiza eso siendo que los colaboradores parten a veces del barrio y a veces no parten del barrio, sino que parten, los colaboradores que son muy eficaces, parten de relaciones institucionales, parten de relaciones familiares, muchos de ellos no tienen nada que ver con el barrio. Porque si estuvieran a tiro en el barrio, cuando estamos distribuyendo la hoja pues llegamos fácilmente a él, y hablamos un poquito más y le explicamos que estamos haciendo. Esto funciona bastante si esos colaboradores son del barrio. Pero el Movimiento cuenta con colaboradores que son de otros sectores, con los que conectamos por otras vías. Y ésto nos presenta un problema con materiales de tipo práctico. ¿Qué les hacemos llegar siendo tan variados, siendo tan diversos y que no están insertados en los barrios? Es un tema no resuelto, pero es un tema que hay que tirarle en la cabeza a las coordinadoras para que las coordinadoras nutran, produzcan ese material que nos vamos a llevar para entregar nosotros a los colaboradores nuestros y a los que están apoyando al Movimiento. En las coordinadoras, que ya llegaremos a ellas, las coordinadoras centrales del Movimiento, procuramos de que aparte de que se coordinen los esfuerzos de las distintas líneas, procuramos que exista una comisión ideológica. Bueno, ya que nos hemos metido en el tema, sigamos; las coordinadoras y la comisión ideológica.

No tiene otro interés la coordinadora que coordinar esfuerzos y que no se nos quede descolgada ninguna línea que esté operando en ese lugar. Ese es el interés que tiene, que la cosa sea coherente y todos vayamos con un mismo ritmo. Pero además hablamos de una comisión ideológica. La palabra ideológica suena muy rimbombante, entonces para una comisión ideológica parece que tuviéramos que poner ideólogos, porque la palabra es engañosa. Lo que necesitamos poner en esa comisión ideológica son gentes que tienen que ver con la prensa, que tienen que ver con la difusión. Tampoco nos basta formar una comisión ideológica con sólo periodistas, porque los periodistas son periodistas y por lo tanto tienen la ideología del sistema. Necesitamos gente que esté interesada por la situación que se está viviendo en este momento, prácticamente y no por los grandes procesos históricos. Necesitamos gente que esté al tanto de lo que pasa, que sepa hacer una gacetilla, que establezca contacto con la prensa, tenga amigos en la prensa, haga llegar la noticia, sepa como redactar las cosas, con el punto de vista nuestro. Ahora lo vamos a trasladar a este problema, de los que hacen la hoja de barrio y no se sabe quién está hablando, lo vamos a trasladar a la comisión ideológica. Si nosotros hacemos circular hacia la prensa y hacemos circular a la gran difusión ciertos puntos de vista sobre las coyunturas que se dan, más vale que sean nuestros puntos de vista. Por eso es que tiene una componente ideológica importante esa comisión, y no es de sólo periodistas. Y tampoco es de ideólogos. Las comisiones ideológicas tienen que ver con el contacto con el mundo, y ojalá esté ahí el vocero. Ojalá esté ahí gente de prensa de los distintos organismos que haya en el lugar. Pero gente relacionada con lo que va hacia afuera. Con lo que va como comunicado, como declaración, como informe, esa es la función que necesitamos para la comisión ideológica. Y donde siempre está claro el código que estamos mandando, quiénes lo dicen, y cómo lo dicen, hacia adonde apunta…

Bien. Veníamos de otra conversación. Veníamos de la conversación de que como los colaboradores son «variopintos» pueden no estar en el barrio, y si están en el barrio están trabajando del modo que hemos dicho antes, tenemos más acceso a él. Si estos colaboradores están emplazados en distintos ámbitos la cosa es muy diversa. Bueno, a mi me parece que si le pedimos un esfuercito más a las coordinadoras y a las comisiones ideológicas, que se supone saben como hacer estas cosas, podrán preparar un materialcito, con una síntesis de las cosas producidas durante el mes…

Cinta 3

Estos materiales, al principio serán muy malos y después se irán mejorando. Se producirán materiales y son los que deberían llegar, no ya como una declaración: «mandamos ésto a un diario». Eso va a llegar, los materiales de qué está pasando, qué está sucediendo en este momento y cual es nuestro punto de vista.

Al hacerlo así les estamos haciendo llegar a nuestros colaboradores, lo acepten o no, nuestra orientación. En unas pocas hojitas que lanzamos a nuestros colaboradores. ¿A quién les damos esas hojitas?, a nuestras líneas. El equipo de prensa, si las líneas convergen en la coordinadora y esa coordinadora con su comisión ideológica, ¿a quién se la va a dar?: a nuestras líneas. Pero debe estar en mi cabeza para que ésto funcione: el impulso a nutrir a esos colaboradores. Si en mi cabeza no está el impulso a nutrir a esos colaboradores, yo tampoco voy a presionar a la comisión ideológica, tampoco voy a preocuparme mucho de que mejoren los materiales y la comisión ideológica no va a hacer algo que no vea que tenga importancia.

Así que estamos hablando de modos de trabajo. Aquí hay un tema de relación con los colaboradores. Parece que el colaborador es el que siempre debiera estar llamándonos por teléfono o enterándose por sí mismo de las cosas que estamos haciendo y de lo que pensamos. Y acá hay que invertir el mecanismo. Dado ese anillo de colaboradores, que ojalá crezca, tenemos que hacerles llegar nuestras cosas. ¿Cómo les hacemos llegar nuestras cosas? Observen que estamos maximizando las cosas que tenemos. No armemos otro aparato. Nosotros contamos con las coordinadoras, las coordinadoras tienen una comisión ideológica, hagámoslas rendir más a las comisiones ideológicas. Ahí está el instrumento, si es que está bien armado; a lo mejor lo hemos armado con «ideólogos». A ver si podemos ir produciendo materiales aunque sea una vez por mes con las actividades que hemos realizado, con extractos de comunicados de prensa y cosas que hemos hecho que van en la dinámica. Producimos esos materiales por medio de la comisión ideológica, las líneas se los llevan y nadie más indicados que las propias líneas para saber a quién se les da. Y si las líneas no están interesadas en nutrir a sus colaboradores, si suponen que deben venir los colaboradores así como en los locales de los barrios, suponen que deben venir los vecinos, si esa es la posición mental, no funcionará. Si la posición mental es: los locales no se llenan sino que son nuestra cabeza de playa para, desde allí abrirnos, es una dirección distinta. Si pensamos a los colaboradores también de modo centrípeto nosotros estamos acá y vienen los colaboradores, no funcionará, tenemos que ir con cosas, con algo. El mejor contacto con las personas es con cosas, por lo menos hoy. Entonces tenemos que producir un materialito y ese materialito ¿quién lo produce?: la comisión ideológica. Tomamos el material y nos vamos con una cosa. Se lo llevamos y es motivo de contacto, motivo de conversación, es motivo para solicitarle un apoyo en determinada actividad. Si se fijan, es parecido a lo de la hoja de barrio, pero en este caso es actuando sobre los colaboradores. A la hoja de barrio se le ve a esta altura que es interesante eso de hacérsela llegar a la gente. Pero si avanzamos un pasito van a ver que es interesante hacerles llegar material a los colaboradores. Los colaboradores están creciendo, se supone que van a crecer más. Tendremos que llevarles algo. ¿De dónde sale ese algo? De un instrumentito que tenemos, que puede trabajar mejor: la comisión ideológica. Entonces la comisión ideológica ya no es solo prensa, ya no es solo dar respuesta a los momentos que estamos viviendo en cada lugar sino también la preparación de ese material para los colaboradores. Con que nos produzcan un ejemplar está perfecto, si les pedimos además que lo hagan con letras doradas, estamos pidiendo demasiado a la comisión ideológica que no tiene recursos, ni para hacer grandes impresiones ni cosas semejantes, pero alguien tiene que producir eso. Sería muy bueno entonces que las comisiones ideológicas fueran reconsideradas y estudiar nuevamente como las armamos, no solamente con el tema prensa para dar respuesta al momento, sino también para preparar este material mensual que nos va a servir para llegar a los colaboradores que hoy son importantes y que lo van a ser cada vez más. Si no está en nuestras cabezas llegar a los colaboradores, si somos centrípetos, va a pasar lo que hemos visto en los barrios de esperar a nuestros vecinos. Es lo mismo y es la misma dirección.