El modo de trabajo con colaboradores del Movimiento, con estructurales del Movimiento. El modo de trabajo y a donde vamos apuntando que es la ampliación de la estructura. Ha habido un importante crecimiento. Algunos se han tomado el trabajo de llevarlo a números, es decir tantos colaboradores, okey, pero ha habido una importante ampliación, gente que simpatiza, que colabora en algunas cosas, que a veces está, a veces no está. Es más, les gusta muchas cosas nuestras, pero cuando salimos con esa cosa política, hay que joderse si yo trabajo en esa comuna, me van a echar. Esos son colaboradores. Gente que trabaja bien, que simpatiza con nosotros, por ahí toman algunos materiales, toman la hojita. A veces son intensos, pesados. Trabajan a veces algunos con más intensidad que algunos miembros de estructura. O sea esto de los colaboradores es algo «variopinto». Hay colaboradores de distintos tipos. Pero lo que caracteriza a un miembro de estructura con respecto a un miembro del Movimiento o un simpatizante o un colaborador muy intenso, la diferencia fundamental está en la permanencia en las actividades, que para nosotros es importante ese tema, eso de que están siempre empujando el carro por una parte y por otro lado la disposición al cambio de los momentos tácticos. Porque hoy nos conviene hacer una cuestión social, mañana nos conviene hacer una lucha contra la discriminación, pasado nos conviene hacer una acto cultural y un foro comunal y luego nos interesa dinamizar un conflicto obrero porque hay un cierre de fábricas o lo que sea. Esto caracteriza la actividad de un miembro de estructura y eso no es así para un simpatizante, adherente, colaborador alguien que es del Movimiento y que hace su cosa bien. Hay una diferencia sustancial en la permanencia y en la actitud de los nuestros para el cambio táctico, según la exigencia del momento. En cambio los otros lógicamente en razón de sus ocupaciones, de sus intereses en parte, de sus compromisos sobre todo, aunque estén de acuerdo con nosotros, no nos acompañan en todo. En ciertas cosas no nos van a acompañar. Hablan nuestro lenguaje, se interesan por nuestras cosas, pero a veces nos metemos en líos, tienen compromisos, compromisos laborales, de parentesco, miedos, cosas. Entonces, en ciertas actividades nuestras, de primera, pero en otras no. Bueno, creo que habrá otros factores, pero esas dos cosas hacen a la diferencia del miembro de estructura y de uno que no lo es. Pero estos colaboradores son formidables por el apoyo que nos dan en actividades específicas. Cuanto más crece ese anillo, efectivamente más lejos llegamos. En otras ocasiones aparecía alguien que sonaba más o menos como colaborador y ya lo estábamos metiendo a la estructura. Esa experiencia ya está superada, creo. Servía para un ratito, era un número que aparecía y desaparecía y luego ya no quería ni vernos. Para que ese anillo de colaboradores crezca debemos mantenerlos mínimamente al tanto de lo que va pasando.
Nuevamente se presenta acá el tema de las direcciones. Una cosa es hacer cosas entre nosotros o en el barrio y demás y suponer que por ese hecho los colaboradores vienen, y otra cosa es si nos vamos dirigiendo a la gente a informarle o a hacerle llegar un algo, una hojita, no hablemos de boletines, una cosita explicándole, que sepan en qué andamos. Ni hablemos de los colaboradores más integrales, de los colaboradores que requieren un conocimiento más importante, a ellos tenemos que hacerles llegar folletos, libros, cosas, explicaciones más largas. Esos colaboradores más integrales piden más cosas, quieren saber más cosas. Pues parece que no nos brotara mucho eso de ir a ellos a informarles, o a hacerles llegar algo.