La Doctrina da respuestas totalizadoras sobre el mundo, la historia, el hombre y el sentido de la existencia.
La práctica es una herramienta eficaz para conocerse, desarrollarse y ayudar al desarrollo de los demás.
Las disciplinas son sistemas de trabajo especializados que conducen al conocimiento profundo y a la liberación de la conciencia.
Las disciplinas son sistemas específicos de Escuela, a diferencia del cuerpo de doctrina y el conjunto de prácticas.
La Doctrina y la Práctica, pueden ser difundidas mediante el lenguaje exotérico y no necesariamente de persona a persona.
Esas formas de trabajo pueden ser divulgadas parcial o totalmente, resultando de ello siempre algunos beneficios, no obstante las distorsiones que pudieran operarse.
Terminamos aquí nuestro desarrollo explicando que la función de la Escuela no consiste en la capacitación científica de sus miembros. Su saber no es especulativo, sus técnicas no pretenden la misma modificación del mundo que pretende la técnica convencional. El saber de Escuela se incorpora a medida que se operan transformaciones directas en el operador a diferencia de lo que ocurre con la incorporación del saber en el desarrollo de las ciencias especulativas. Las técnicas de Escuela están igualmente al servicio de esa transformación integral y no simplemente al servicio de transformaciones parciales de la realidad exterior.