La organización de la Escuela varía de acuerdo a las circunstancias, creándo­se organismos duraderos o efímeros que a veces tienen carácter institucional, co­mo sucedió en India y China o en los mis­terios griegos y en las escuelas pitagó­ricas o neoplatónicas del Renacimiento occidental.

Los misterios egipcios y las ense­ñanzas monásticas tibetanas tuvieron esa particularidad exaltada al plano de la superstición.