La personalidad es el conjunto de hábitos (vegetativos, motrices, emotivos e intelectuales) adquiridos por el sujeto a lo largo de la vida, conjugados con su tipo humano innato. La personalidad es por tanto biográfica, pertenece a la historia personal de cada sujeto.

La personalidad es la máscara, la corteza externa con que se cubre cada ser humano para confrontarse con el mundo. Como un individuo actúa en distintos ambientes, usa distintas cortezas para confrontarse a ellos.

La esencia, en cambio, es lo que queda de un sujeto luego de reducir su coraza protectora, luego de reducir su biografía a sus elementos innatos.

De la esencia es muy poco lo que puede decirse ya que la manifestación externa y aún las representaciones internas de un sujeto son casi totalmente personales.

En la sicología de los pueblos que coincide con la de otros (desconectados entre ellos); en los sueños nocturnos de diferentes individuos de distintas culturas, en los que se verifican similares imágenes, o “climas” mentales, afloran los elementos no-biográficos, no personales.