El estudio de los centros, de los niveles de conciencia, con todos los fenómenos que esto implica, es decir, los fenómenos de ensueño, etc., y del comportamiento en general, debe permitirnos articular una síntesis aún cuando elemental, lo más completa posible, acerca del funcionamiento de la estructura humana.
Debe permitirnos comprender, elementalmente también, ya que luego a esto lo iremos desplegando cada vez más, debe permitirnos comprender estos mecanismos básicos que guían las actividades del ser humano, según sufrimiento o placer, y debe permitirnos comprender no solo la captación real, que es bastante discutible, la captación real que esta estructura humana hace de la realidad circundante, sino también la captación ilusoria que esta estructura hace de la realidad circundante y de la propia realidad.
Esos son los puntos que importan para nosotros. El hilo conductor nuestro está lanzado en esa dirección, en la dirección de la comprensión del sufrimiento, en la dirección de la comprensión del placer, en la dirección de la comprensión del dato que pudiera ser verdadero y del dato que pudiera ser ilusorio.
Aunque más no fuera elementalmente, sería bueno para nosotros comprender esto que sucede en la estructura humana.
Estas mismas cosas que ahora vamos mencionando, en niveles más amplios de desarrollo les vamos a ir cambiando los nombres, vamos a ir variando el punto de vista, vamos a ir ampliando también nuestra perspectiva. pero siempre vamos a estar en la misma línea de comprensión del sufrimiento y de la ilusoriedad de los fenómenos que acontecen a la estructura humana.
Para terminar esta apretada síntesis, hablaremos un poco de lo que entendemos por comportamiento.
El estudio del funcionamiento de los centros y el descubrimiento de sus ciclos y ritmos, permite entender velocidades y tipos de reacción frente al mundo, en su aspecto más maquinal.
La comprensión de los ensueños, del núcleo de ensueño, nos pone en contacto con fuerzas inhibitorias o movilizadoras de ciertos comportamientos que se asumen frente al mundo.
Pero ahora va a ser bueno advertir que además del aspecto mecánico -síquico y corporal-, además del aspecto mecánico del comportamiento, hay factores de tipo social, de tipo ambiental y de acumulación de experiencia a lo largo de la vida, que actúan con igual fuerza que los factores mecánicos en la formación de este comportamiento.
Y esto es así porque aparte de las estimulaciones que pudieran llegar a esta estructura, y a las cuales se responde de inmediato, aparte del nivel de trabajo en que está funcionando esta estructura en un momento dado, estas percepciones y ese nivel de trabajo, en ese momento, de algún modo permanecen en la estructura, aunque esta siga procesando con la dinámica que le es propia.
Estamos hablando de este fenómeno de la retención de los instantes en que se producen los fenómenos. Estos fenómenos no se producen simplemente y desaparecen definitivamente. Todo fenómeno que se produce, que modifica la postura de esta estructura, todo fenómeno que se produce, de algún modo es almacenado en ella.
De modo que esta memoria con que cuenta esa estructura, -memoria no solo de los estímulos sino memoria de las respuestas a los estímulos, y memoria también de los niveles que trabajaron en ese momento de los estímulos y de las respuestas-, esa memoria va a presionar, va a influir decisivamente sobre los nuevos eventos que ocurran en la estructura.
Así pues, no vamos a contar en cada fenómeno que se produce, no vamos a contar con una situación primera en la estructura, sino que vamos a contar con el fenómeno y todo lo que le aconteció anteriormente.
Cuando hablamos particularmente del comportamiento, nos referimos a este factor de retención temporal que es de suma importancia.
Hay dos aspectos importantes formadores de la conducta. Primeramente la propia biografía, es decir, esto mismo que hemos hablado. Todo lo que ha ido sucediendo al sujeto a lo largo de su vida. Esto pesa en un momento dado en la estructura humana, esto pesa tanto como el acontecimiento que en ese momento se produce. Vistas así las cosas, en un comportamiento determinado frente al mundo, está pesando con parecida intensidad, tanto el estímulo que en ese instante se recibe, como todo aquello que forma parte del proceso anterior de esa estructura.
Normalmente se tiende a pensar que este es un sistema simple de estímulo y de respuesta frente a ese estímulo, cuando en realidad, si hablamos de estímulo, también lo que ha acontecido anteriormente es un estímulo actual. La memoria no es, en este sentido, simple acumulación de hechos pasados. La memoria, en este sentido, es un sistema de estímulos actuantes desde el pasado. la memoria es algo que no simplemente se ha acumulado en esa estructura, sino que está vivo, está vigente, y está actuando con pareja intensidad a la de los estímulos presentes.
Estos acontecimientos podrán o no ser evocados en un determinado nivel de conciencia. Pero sean o no evocados, su acción es fatal en todo instante en que la estructura va recibiendo estimulaciones del mundo y se va comportando frente al mundo.
Parece importante tener en cuenta esto de lo biográfico, esto de lo histórico en esa estructura, de un modo actuante, de un modo presente y no simplemente de un modo acumulativo o de un modo en que simplemente está en reserva y se apela a él únicamente cuando se recuerda acontecimientos pasados. Se recuerden o no se recuerden estos acontecimientos, ellos son los formadores del comportamiento de esa estructura.
Hablar de biografía es lo mismo que hablar de historia personal. Pero esa historia personal, según la entendemos es una historia viva y actuante. Esta historia personal lleva a considerar un segundo aspecto y es el que aparece como código frente a situaciones dadas. Es decir, estos acontecimientos provenientes de un medio, suscitan no una respuesta sino un sistema estructural de respuesta. Y este sistema estructural de respuesta sirve en momentos posteriores para efectuar comportamientos similares.
Estos códigos de situación, es decir, conductas fijas que el ser humano adquiere, probablemente para ahorrar energía y también probablemente como protección de su integridad, son el conjunto de roles. Los roles son hábitos fijos de comportamiento que se van formando por la confrontación con distintos medios en que le toca a una persona vivir: un rol para el trabajo, un rol para la familia, un rol para las amistades, etc., etc.
Estos roles no están actuando solamente cuando surge la confrontación con un medio dado. Estos roles están actuando también en todo momento aunque no estemos confrontados con la situación dada. Se manifiestan, se ponen en evidencia, cuando el estímulo de situación entra en una determinada franja del comportamiento humano. Pero estos roles, estos códigos que están actuantes según hemos dicho acerca de la historia personal, que están de todos modos presente en todo el trabajo de la estructura, también están presionando, aunque no nos confrontemos con la situación que fué la formadora de él anteriormente.
Esto no es tan difícil de entender y basta poner algunos ejemplos para verlo con claridad.
Distinguimos, claro, los roles familiares, los roles de trabajo, distintos roles de situación que una persona puede haber fijado, puede haber grabado. Y entonces es claro que cuando esa persona entra a su trabajo su comportamiento se adecúa, toma un rol propio de su trabajo diferente al rol que toma frente a su familia. Esto no es difícil de distinguir.
Pero hay también en el rol que toma en esa situación dada, muchos componentes propios de los roles de confrontación con otras situaciones. Es como si numerosos roles de otras situaciones se filtraran en la situación que está grabada para responder en ese medio.
A veces esos otros roles no se filtran solo por acción, no se manifiestan con sus características por acción sino por inhibición. Es decir, una persona ha grabado su rol de trabajo, ha grabado su rol de familia y ha grabado otros numerosos roles. Pero claro, su rol de familia es a lo mejor un rol inhibitorio, su rol de trabajo no tiene ningún motivo para manifestarse inhibitoriamente, y entonces sucede que aparecen estas infiltraciones propias de la relación familiar, en la relación de trabajo, y entonces surgen fenómenos inhibitorios que de ningún modo han sido grabados en el rol de trabajo. Esto es sumamente frecuente y entonces, se produce una especie de trasvasamiento de datos inhibitorios o activantes de roles, que corresponden a distintas franjas de confrontación con el mundo.
De modo que así como hemos estado hablando de un trabajo de centros de tipo dinámico y estructural, y no hemos hablado de esos centros como si fueran compartimentos estancos y aislados; así como hemos hablado de un trabajo de niveles sumamente dinámico, estructural, en donde esos niveles son mutuamente actuantes, estamos hablando en el comportamiento también, de una estructura de roles, en la que sucede algo más que soltar una ficha de computadora frente a un estímulo del medio dado.
Sucede algo bastante más complejo y esto es de que también los roles están en dinámica presionando unos sobre otros y frente a una estimulación que suscita un determinado comportamiento, surge este comportamiento, este código que está grabado, más la presión de los otros roles que se han grabado en distintas situaciones.
Esto sucede no solo con estos tres aspectos que estamos observando separadamente. La verdad de las cosas es que esta estructura humana va funcionando con sus respuestas de centros, va funcionando en su nivel de trabajo, va funcionando con los roles adquiridos en la relación con el medio, va funcionando todo esto a su vez dinámicamente, estructuradamente.
No creo que sea muy complejo esto de advertir una dinámica contínua en la estructura humana. Buscando algunos ejemplos, vemos que la gente muy joven, por ejemplo, no tiene formada todavía esa capa protectora de roles. Esa gente joven se encuentra desprotegida en la confrontación con el mundo porque no ha grabado aún determinados códigos. Puede haber grabado el código básico de relación familiar y unos pocos más. A medida que avanza en edad y a medida en que el medio va exigiendo una cantidad de comportamientos, van ampliándose estas capas de roles.
Esta gente más joven, que se encuentra desprotegida en la confrontación con el mundo por falta de codificación, es como alguien que llega a un lugar por primera vez y entonces, si llega por primera vez y no sabe como confrontarse, pues no sabe donde meter las manos. A medida que esa persona joven va adquiriendo experiencia biográfica, es decir, va aumentando su codificación, sus roles se van configurando. Va ganado una mayor seguridad con respecto al medio.
Esto es lo que debería suceder. En realidad no sucede eso en absoluto, porque hay numerosos fenómenos que impiden esta ganancia en seguridad en el manejo del medio. Se producen errores de rol. Tal es el caso de un indivíduo que se comporta en un lugar con el rol de otras situaciones. Por ejemplo, en su trabajo, se comporta con roles familiares. Entonces se relaciona con su jefe del modo en que se relaciona con su hermano menor. Y esto trae aparejado, lógicamente, numerosos problemas y confrontaciones con el medio.
Pero esto es posible, esto de los errores en los roles, esto es posible precisamente porque los roles que corresponden a distintas franjas de algún modo se interactúan. No podría haber ese trasvasije y ese traslado de roles si no existiera entonces esa memoria actuante de distintas situaciones.
También puede haber error de rol cuando la situación es nueva y el sujeto no acierta a adaptarse. El sujeto no acierta a adaptarse a la situación nueva que le presenta distintas solicitudes, y entonces saca él respuesta frente a esa situación nueva, de situaciones anteriores que se refieren a otros ámbitos de comportamiento. Por supuesto que esto pude producir también problemas de confrontación con el medio. El sujeto no sabe como actuar frente a ese medio nuevo y entonces echa mano a otros roles que no tienen nada que ver y sale con sus roles a ese medio respondiendo de un modo que no corresponde exactamente.
Bien. Esto también es posible gracias a que en ese momento se está contando con esa memoria actuante, de otros momentos y de otras situaciones, y tal cosa no podría suceder si los roles fueran compartimentos estancos.
Hay formaciones de erróneas configuraciones de rol. Hay formaciones de conducta mal armadas, desde el comienzo de la situación frente a ese medio. En la formación de ese código, en la formación de esa primaria conducta en una situación nueva, ya puede armarse ese código de un modo equivocado, de un modo erróneo desde el punto de vista de la respuesta, del ajuste de la respuesta a ese medio.
Es muy difícil para nosotros hablar de una conducta equivocada o no equivocada, errónea o no errónea. Hablemos de que se ajusta adecuada o inadecuadamente. Porque esto de hablar de conductas equivocadas o no, esto supone para nosotros toda una axiología, toda una teoría de los valores, desde luego toda una aceptación de valores, que no es nuestro caso en este momento estudiar. Digamos más bien que las conductas se ajustan o no adecuadamente a los estímulos de ese medio.
Bien. Desde el comienzo en la formación de ese código, desde el comienzo, puede ya formarse una conducta errónea en la respuesta: un sistema de respuestas que se ajustan mal. Si estas respuestas se ajustan mal ya desde el comienzo, esto comienza a pesar fuertemente. Y en los momentos posteriores esto se irá profundizando. Y entonces sucede que ya, como dicen por ahí, se comienza con la pata izquierda, se comienza chuecamente en una situación. Comenzando chuecamente a codificar esa relación con el medio, el rol va chueco, y entonces, cada vez que se produce esa confrontación, esa reacción, chueca va la respuesta. Y entonces vamos profundizando en otro tipo de conducta mal armada, conducta mal armada por conformación. Como el rol se va perfilando por repetición de actos y los actos repetidos no coinciden con la situación, con el paso del tiempo, se forman hábitos que dan como resultado la configuración de un rol no adecuado.
Aún cuando el sujeto advierta que algo funciona mal en su rol, que algo hace mal, le resultará difícil comprender, primero, qué es ese algo que funciona mal, y luego arreglar las cosas en otro sentido, para que esa sensación de extrañeza por sus respuestas frente al medio -también las personas se extrañan no solo del estímulo del medio, se extrañan de las cosas que hacen al responder a los estímulos del medio- y entonces pues esa sensación de extrañeza que tiene por su propio comportamiento, le resulta dificil de comprender, de comienzo, y luego le resulta además bastante difícil de arreglar, porque está pesando todo esto histórico, todo esto biográfico detrás de él.
El estudio de la historia personal, el estudio de la biografía, y el estudio de estos códigos de comportamiento, de estos roles de comportamiento, aclaran algunos aspectos y arrojan luz sobre algunas predominancias o inhibiciones en otros campos. Por ejemplo, en el trabajo de los centros, y por ejemplo en la estructuración de los ensueños.
De manera que estos centros y esos niveles de trabajo, también son modificados en su acción por estas codificaciones que se van haciendo, por esta historia personal, por esta biografía.
A estas alturas es bueno preguntarse: ¿son los centros en su trabajo, o los niveles en sus producciones de ensueños, o las experiencias a lo largo de la vida los que determinan el comportamiento del ser humano?. ¿Es el simple trabajo maquinal de los centros el que determina el trabajo peculiar de ese ser humano?, ¿o es acaso esta producción de ensueños que hacen los niveles que van rebotando unos sobre otros, lo que determina la actividad de ese ser humano?, ¿o es su carga biográfica la que determina la actividad de ese ser humano?.
Nosotros vamos separando las cosas para su mejor estudio, comprendemos todo esto en estructura. Por lo tanto no podemos dar respuestas parciales acerca de las actividades de esta estructura.
La respuesta es que los centros, los niveles y el proceso biográfico forman una estructura inseparable y que modificaciones en un factor hacen variar a la estructuración total. De manera que, alteraciones considerables en el trabajo de un centro modifican la estructuración vital. Importantes modificaciones en la relación con el medio, modifican toda la estructuración vital. Alteraciones, o modificaciones también en el trabajo de los niveles de conciencia, modifican la estructuración total. Se trata de una estructura en donde van ligados los componentes.
Así es que, si la mecanicidad de los centros y el núcleo de ensueño determinan numerosas actividades y contribuyen a la formación del comportamiento, la experiencia acumulada y las situaciones que toca vivir al ser humano, revierten y modifican el trabajo de los centros y la articulación de los ensueños. Este punto de vista estructural es decisivo para realizar un mínimo autoconocimiento, una mínima ubicación de la propia estructura, frente al medio que lo rodea y frente al medio que pudiéramos llamarlo medio interno.
Resumiendo lo dicho, hemos hablado del comportamiento y hemos dicho que este comportamiento se ha configurado por los acontecimientos pasados, es decir, por el peso histórico, el peso biográfico de los acontecimientos en uno. Este comportamiento se ha articulado por un sistema de código, un sistema de roles.
Hemos dicho que estos códigos, estos roles, definidos un poco como hábitos fijos de comportamiento, pueden ser erróneos, pueden ser equivocados. Hemos dicho que puede haber errores de rol cuando la situación es nueva. Hemos dicho que puede haber errores en la configuración desde el comienzo, en la configuración del rol.
Hemos hablado acerca de la propia biografía y de los roles y de que esto aclara numerosos aspectos del comportamiento y arroja luz sobre ciertas predominancias o inhibiciones en el trabajo de los centros y en la estructuración de los ensueños.
Hemos dicho que la respuesta frente a aquella pregunta de qué predominaba, la respuesta es que centros, niveles y proceso biográfico forman estructura inseparable. Y que modificaciones en un factor hacen variar a la estructuración total.
Y no hemos hablado sobre esto, mucho más. Podemos en todo caso acometer algunas pequeñas prácticas.