Esta es una disposición mental clave para nosotros y en estos tiempos. Nos interesa trabajar con los complementos, no con las diferencias. Tenemos que trabajar desde la misma óptica que aplicamos a las cosas, hemos de formar una óptica que vea posibilidades de complementarse, no de confrontar (nunca se ha entendido cómo de confrontar se puede pasar a algo positivo). Es importante saber el NO de muchas cosas, pero más lo es encontrar el SI, por ejemplo, si una cosa no va, más nos interesa saber lo que sí va (en otra época, Hegel, Marx, desarrollaron la confrontación, las diferencias, precisamente porque dieron con la sensibilidad de la época que tenía diferencias muy marcadas).
Es lo mismo que con lo negativo, si desarrollamos una óptica negativa, que siempre descalifica, no podemos avanzar en la actualidad donde hay muchas cosas variadas sucediendo. Tenemos que apuntar a lo positivo, a lo que sí se puede hacer. Ahora hay muchas fuerzas que tratan de anular lo diverso, quieren uniformar, descartar a otros, de donde sale la discriminación entre otras cosas, sin embargo es un hecho que la diversidad plural existe y se desarrolla, de modo que hemos de practicar la convergencia en lo diverso, la tolerancia y el complemento de lo plural.
Decididamente tenemos que educar la óptica en esto de los complementos, de lo positivo, de no a las diferencias. En el medio hay mucha buena gente, con muchos conflictos por supuesto, pero buena gente. Y es con esta buena gente con la que tenemos que trabajar. Como somos intencionales, hemos de destacar que donde ponemos la mira, ponemos la energía, así es que no podemos equivocarnos con lo negativo y las diferencias para que allí vaya toda la energía, a lo destructivo, en definitiva, ¡de eso ya se encarga el sistema! Este es un tema fundamental para nosotros que empieza con educar la óptica, comenzando a ver cosas positivas, cosas complementarias y sigue con el mismo armado de las frases, con la articulación de una simple conversación, hasta configurar toda una manera de mirar, de encarar las cosas, de hacer en-el-mundo-con-los-demás. Uno se podría equivocar mucho, muchísimo, si siempre está pendiente de lo negativo y las diferencias.